Partida Rol por web

El joven heavy no sabía si los poderes de su compañera funcionarían para hacerles ver qué había en esa estancia antes de que se llenara por completo de oscuridad. Le preocupaba sobre todo hasta qué punto eso podría suponer el agotamiento y cansancio de su compañera, quien ya había quedado bastante debilitada en la sala donde habían visto a Carla con sus padres y donde él la había electrocutado sin querer.

-Nerea, ¿qué ves? -le preguntó, en medio de la oscuridad.

El grito que oyó de AJ no le sorprendía nada, ya se había olido que allí dentro no había otra cosa que oscuridad. Creyó haberlo comprobado junto a Eugenia y Javier, pero pensó que si todos entraban la cosa cambiaría por el hecho de entrar todos los implicados en la sala, como si fuese la clave para que se activara la verdadera función de la misma.

La mención de un posible metahumano con malas intenciones metido con ellos ahí dentro con capacidad de sabotear sus intentos de iluminar la sala le inquietaba. Sensación que se incrementaba al descubrir que el único capaz de dar un poco de luz al asunto no podía. Esperó pacientemente a que Nerea consiguiera “ver” algo, no dijo nada, pero sí que se acercó un poco más hacia el grupo a la espera que la chica respondiese la pregunta del heavy, pero a la misma necesitó formular otra dirigida a todos. — ¿Busco al resto para que se adentren? Quizás así nuestra suerte cambie.

Mientras Ulises preguntaba si recurría al resto o no, Eugenia no para de cambiar el peso de su cuerpo de una pierna a otra. No lo reconocería ni bajo amenaza de tortura, pero mientras que entrar y salir de aquella boca del lobo no le suponía un gran quebradero de cabeza, el tener que permanecer allí, cubriendo al greñas o a Cactus si que le crispaba lentamente los nervios. Puede que fuesen las crecientes ganas de romper algo a toda costa, o cuando menos de usar su poder con un propósito (eso solía ser una buena descarga de estrés) pero olisquear la noche eterna en aquel espacio minaba su corta mecha.

Cuando la joven se agacho y dirigió la mano hacia el suelo lo que encontró no era lo esperado.- Esto... chicos, el suelo tiene algo "viscoso".- Pronuncio mientras su mano se deslizaba por aquella extraña superficie intentando apartarla para hacer contacto con el suelo directamente.

Quizá la suposición del metalero sobre que no estaban solos era cierta, pero prefería no pensar el que se trataba aquello que estaba intentando apartar.

Rebeca se adentró en la habitación lenta y silenciosamente. Daba pequeños pasos con las manos por delante, aquella absoluta oscuridad estaba provocando que instintivamente forzase la vista y como resultado de ello empezaba a sentir unas leves punzadas en la sien.

- ¿Chicos?

Oyó hablar a sus compañeros más al fondo y se guió por sus voces, sabía que Nerea estaba agachada en el suelo, palpando algo, pero no tenía ni idea de la disposición del resto del grupo. Por ello se sobresaltó tanto cuando de repente chocó con alguien de los que estaban de pie y lanzó un grito ahogado. 

- ¡L-Lo siento, perdón!- se disculpó intentando apartarse lo más rápido posible hacia atrás, ¿o estaba reculando hacia un lado? Estaba tan desorientada en aquellas tinieblas que no sabía distinguirlo. 

Sintió cómo pisaba algo resbaladizo que, sin poder evitarlo, la hizo caer hacia atrás. El impacto contra el suelo dolió, pero Rebeca agradeció en silencio que nadie de los allí presentes lo hubiese visto. En ese momento tocó con sus manos aquello a lo que creía que se refería Nerea.

- ¿Qué es esto?

Bajo los pies de los presentes había una fina capa de una sustancia viscosa. Quizá tenía algo que ver con lo que estaba sucediendo allí, o quizá no tenía absolutamente nada que ver con todo aquello. Pero lo que estaba claro es que nada de lo que había allí era normal.

Las visiones de Nerea se entremezclaron de nuevo, pero esta vez había un hilo conductor en todo aquello. En su visión había oscuridad, todo estaba negro. Al fin y al cabo sus premoniciones iban relacionadas con sus sentidos y no podía ver nada. Pero sí que notó una sensación extraña en el cuerpo. Era esa sensación que sentías cuando en un sueño tropezabas, como si te cayeses.

Estuvo un rato dando vueltas a aquello y entonces comprendió. Eugenia había dicho que no había ninguna puerta en aquella sala. De eso no había ninguna duda. Pero no había ninguna puerta porque había un foso en el centro de la sala. 

Si se hubieran adentrado sin ningún tipo de consciencia podrían haber caído por aquel foso. Pero ahora que lo sabían, podrían descender por allí. A pesar de que no viesen nada podrían guiarse por su sentido del tacto.

-¿Algo viscoso? -inquirió Antonio Jesús, un tanto extrañado.

Bueno, no era la respuesta que esperaba, aunque por lo que podía intuir, no iba demasiado desencaminado. En aquella sala debía de haber algo más aparte de ellos. No sabía de qué podía tratarse, pero desde luego que hubiera algo viscoso era la mayor evidencia de que no estaban solos.

-Voy a intentar alumbrar el suelo -indicó y, concentrando su energía, decidió utilizar sus poderes apuntando al suelo, justo en la zona en la que Nerea había tocado el suelo. De ese modo, lograría que la chica y quizá más de sus compañeros pudieran ver era aquella sustancia viscosa-. Preparaos, esta habitación se iluminará durante unos segundos.

Ulises no se atrevió a buscar a nadie si no estaban de acuerdo, no quería tomar ese tipo de decisiones solo para evitar equivocarse, le aterraba  hacerlo y que en consecuencia alguien resultara mal parado. Por tanto se quedó allí junto a ellos, y atendiendo a las palabras de Nerea que dijeron que a sus pies había algo pegajoso. Lo primero que le vino a la mente al joven actor era que aquello viscoso fuese sangre. No sé cuándo se volvió tan negativo, quizás desde que lo encerraron en aquel pabellón y mataron cruelmente con un cuchillo a dos personas…

Y entonces alguien chocó contra él, lo que le hizo dar un pequeño respingo y ponerse a la defensiva, retrocediendo un par de pasos hasta que las disculpas de Rebeca llegaron a sus oídos. Suspiro de alivio. No era un demonio con cuchillo en mano dispuesto a rebanarle el pescuezo… — Vaya susto… No importa — acabó de decir para quitarle importancia. — Eh… ¿por qué seguís tocándolo? — Ya estaba Nerea pringando sus manos en lo que estuvieran pisando, pero también a eso se unió Rebeca. Él quería saber qué era eso pero desconocía si ese acto les podía perjudicar de alguna manera. En esos momentos estaba actuando con extrema cautela.

Se centró inmediatamente en AJ cuando éste les avisaba de que iluminaría el suelo, así que Ulises se puso en cuclillas para ver con mayor claridad qué era lo que había en el suelo en el segundo que la luz iluminara el lugar si es que la sala no se la tragaba.

Rebeca seguía en el suelo, aunque le dolía el trasero estaba ensimismada tocando aquella sustancia. Nunca lo admitiría pero sintió cierto alivio al escuchar a Ulises, parecía ser uno de los más tranquilos del grupo, por un momento había sentido verdadero pánico de chocar contra AJ o Eugenia, tenían pinta de ser de los que reaccionan a tortas y con toda probabilidad la hubiesen encalado.

Eh… ¿por qué seguís tocándolo?

<< Porque soy una torpe de mierda y me he caído >> -pensó sin pronunciarse y en el momento en que se estaba haciendo el ánimo para levantarse, AJ anunció que iba a intentar iluminar la sala.

- De acuerdo, estaré atenta.

Se volvió para arrodillarse, en una postura más cómoda e intentó fijar la vista hacia donde se suponía que estaba el suelo, preparada para el destello.

Eugenia no tenía ni la más remota idea de cómo podían afectar sus poderes (en caso de que tal cosa fuese posible) a un cuerpo fluido, más si era una capa muy fina, pero aún así no podía permitirse bajar la guardia. Por algún extraño motivo recordó aquella película del crío al que mordía una araña mutante ninja, en la que terminaba peleándose con otro tío cubierto con un (¿Cómo se llamaba aquella mierda?) simbote o algo así, un alienígena que parecía medio fluido. Puta grima. Más en aquella otra película en que salía el prota de Fury Road cargando con aquel mismo bicho. Esperaba que aquella cosa no estuviese viva.

Cuando su mano hizo contacto con el suelo bajo aquella sustancia viscosa la joven sintió un ligero mareo sin acabar de comprender lo que sucedía. Tardo unos segundos en comprenderlo, justo cuando Aj informaba que iba a iluminar la habitación.- En el centro de la sala, tener cuidado creo que hay… una especie de túnel o caída.- Dijo mientras con cuidado volvía a ponerse en pie dando gracias a que ninguno de los presentes había optado por empezar a caminar hacia el frente para ver si había una pared al otro lado.

-Si seguimos caminando caeremos por el hueco, ¿puedes iluminar esa zona?.- Pregunto la joven esperando que con lo que pudiera iluminar el joven pudiera confirmar su suposición. Había notado la caída, pero era diferente el notarla que el tener real constancia de que era lo que pensaba.

AJ asintió en silencio a las palabras de Nerea y, apuntando con su mirada en la dirección en la que le indicaba la muchacha de cabello negro, decidió tratar de iluminar aquella zona. No le agradaba que el suelo estuviera pegajoso y que hubiera un posible túnel en el centro de la estancia. Aquello le sonaba a guarida de monstruo y temía lo que pudiera encontrar.

-Sea lo que sea lo que hay en ese túnel, debe ser lo que está generando toda la oscuridad -teorizó el heavy, mientras trataba de iluminar esa zona-. Puede que debamos pasar por allí y enfrentarnos a esa cosa, bestia, criatura o lo que sea.

Con inquietud esperó junto a sus compañeros la respuesta de Nerea, esperaba que hubiera hallado información del futuro o del pasado y si era posible, positiva, pero se dio cuenta que eso último no se dio en el momento en que la muchacha explicó lo que había visto.  ¿Pero dónde demonios estaban? ¿Una caída en medio de una sala… viscosa?

Nerea indicaba evitar la zona, y AJ lo contrario, pensando que lo que tenían que hacer era enfrentarse a lo que hubiera allí. Estaban bastante jodidos. — ¿Y si antes de dirigirnos a ese agujero… nos aseguramos de que no hay nada por los bordes de la sala? Y con nada me vengo a referir otra puerta que nos permita salir de aquí. Podríamos volver a la puerta de entrada y palpar la pared para seguirla hasta dar la vuelta completa.

Rebeca se quedó ojiplática al escuchar lo que Nerea les estaba contando y fue a levantarse a toda prisa en un acto reflejo, todavía le palpitaban ligeramente las sienes, quizá aquel túnel podría significar una salida. No tuvo en cuenta el peligro, hasta que el resto habló.

AJ: Puede que debamos pasar por allí y enfrentarnos a esa cosa, bestia, criatura o lo que sea.

<< ¡¿Pero qué dice el loco este?! >> Pensó, sintiendo un escalofrío que recorrió toda su espina dorsal. Si había algo ahí, no quería toparse con ello. Pensó en echar a correr de nuevo hacia atrás, pero ni siquiera sabía ya dónde estaba ese "atrás" y cabía la posibilidad que cayese por ese peligroso hoyo, o en las fauces de aquello que sugería AJ.

Ulises: ¿Y si antes de dirigirnos a ese agujero… nos aseguramos de que no hay nada por los bordes de la sala? Y con nada me vengo a referir otra puerta que nos permita salir de aquí. Podríamos volver a la puerta de entrada y palpar la pared para seguirla hasta dar la vuelta completa.

- ¡E-ESO! -dijo de repente, quizá con un poco más de pánico en la voz del que le hubiese gustado aparentar, así que carraspeó e intentó arreglarlo- Q-quiero decir... es buena idea. Aunque yo no sabría ahora mismo volver hacia atrás, ¿Alguien está orientado?  

A Eugenia le habían entrado unas apremiantes ganas de orinar. Aquel lugar podía ser el más propicio para ello hasta que encontrasen la puñetera salida de aquel sitio. Lo único que la detenía de bajarse los pantalones y hacer de vejiga en cuclillas era el saber que el greñas iba a iluminar la sala en cero coma. Maldijo para sus adentros y esperó pacientemente, rezando para no tener que hacer uso de sus poderes, o posiblemente perdería la poca energía que le quedaba para contenerse.

Carla había estado sin mover un músculo un rato, su cabeza había ido a mil por hora. Al rato había decidido, que pese a haber visto lo que había visto en la otra habitación, algo en su interior le decía que sus padres estaban bien, y dado que ahora necesitaba pensar eso, abrazo esa sensación, ese sentimiento, y se obligo a ponerse en marcha. Carla se levantó, y entró en la estancia en la que estaban sus compañeros, no podía dejarlos solos.

Mientras Carla traspasaba el umbral de aquella puerta, instintivamente buscó el interruptor en la pared, para así encender la luz, un movimiento casi automatico al entrar en una habitacion, un movimiento bien integrado en casi todas las personas.

-Chicos¿ como vais?

Al escuchar la voz de Pétalo entrando en el cuarto giró la cabeza de forma automática para avisarla.

- Eh, cuidado, aquí el niño del metal está apunto de hacer saltar chispas, no molaría que te friese las puntas por accidente. Ya iluminó la habitación hace un rato pero no hemos conseguido ver ninguna trampilla, puerta o salida. Aún así vamos a volver a intentarlo. Aparentemente hay algo viscoso cubriendo el sueño, debe de ser lo que absorbe la luz aquí dentro.

Tras este repaso a la situación, Eugenia volvió a concentrarse encontrolar su vejiga.

Mientras debatían cómo seguir adelante en ese laberíntico lugar, AJ decidió poner algo de luz a aquel asunto y así poder ver qué era lo que había en aquella sala. El metalero alzó sus manos como de costumbre para lanzar unos cuantos rayos y ya de paso iluminar la zona cuando un fuerte chasquido se escuchó.

Nadie pudo ver nada, tan solo un fuerte impacto de algo golpeando contra el suelo. Algo había pasado, aunque nadie había podido oír el qué.

Ese golpe contra el suelo había sido AJ. Al tratar de lanzar sus rayos algo había salido mal. Sentía como si el calambrazo se lo hubiese llevado él mismo. Sentía una fuerte sensación en los brazos, era una mezcla entre dolor y adormecimiento. Algo había salido mal al usar sus poderes, pero no sabía si se debía a la situación de pánico en la que se hallaba o que aquella sala tenía alguna especie de mecanismo de defensa.

Fuera como fuese, AJ se sentía incapaz de iluminar la sala de nuevo. Así que si quería investigar, tendrían que adentrarse en la oscuridad de aquella sala.