Partida Rol por web

Fijandote primero en los edificios más grandes puedes observar como en uno de los edificios más alejados entran unos trasgos de distintos tamaños, y a la espalda de uno de ellos se encuentra la hija del jefe del pueblo, Silvie.

El edificio parece estar en una zona algo más alejada, así que puede ser posible intentar acercarse a él sin tener que ir por la mitad del aquel “pueblo”. Aunque la ruta para llegar hasta allí no será fácil. Yendo por las paredes de la cueva podríais llegar dado que no es una vía imposible, aunque los soldados que lleven material pesado no podrán pasar.

Explorando las posibles huellas de aquellos seres llegas a poner la vista en la parte baja del lugar, por la zona en la que estaba la presa. Parecía que la mayoría de las construcciones superiores se apoyaban en las inferiores, como si se tratase de una torre de edificios. Seguramente si conseguíais derribar la parte baja del “pueblo” la parte superior se vendría abajo.

Aunque en caso de hacer eso seguramente aplastaríais a Silvie y a cualquier inocente que hubiese dentro del pueblo junto con todos los trasgos.

La aterradora vista de lo que teníais delante os tenía tan absortos que no pudisteis prestar mucha atención a los detalles, aunque sí que pudisteis notar que lo que teníais delante no era un ejército pequeño. Si fueseis un pelotón más grande podíais aniquilarlos a todos sin despeinaros, o con un simple tanque todo volaría por los aires, pero había que tener en cuenta que en el pueblo estaba Silvie, una civil, y que no sabíais si era la única inocente del lugar.

Intentar atacar el pueblo de frente era un suicidio.

Hice un rapido movimiento de mano para llamar la atención del grupo y señalé una casa apartada del resto. Llevé mi mano izquierda al cuello para marcar que la rehen estaba allí. También les señalé un camino estrecho que podíamos seguir para evitar todo el centro de la ciudad, pero por el que los dos compañeros mas pesados no podrían pasar. Era el mejor camino de entrada, nos evitaría la mayoría de los problemas y los soldados Tenryuu y Mashira podrían esperar para darnos fuego de cobertura si hacía falta.

Al escuchar la información que dio el medico decidí ser el primero en proponer un plan, teníamos que movernos rápido si queríamos conseguir salvar a la chica.

- Propongo un plan sencillo. Desde la posición en la que estamos ahora tengo buen tiro, puedo ver toda la aldea y ninguno de ellos se podrá acercar a mí por esta pequeña. – mi mano se posó sobre la ametralladora ligera, la cual tenía que tener ganas de disparas porque hacía ya tiempo que no entraba en combate, un combate de verdad.

- Vosotros podéis entrar por la ruta que ha descrito el doctor, soldado Mashira, puede dejar el AT aquí para ir con ellos, prefiero que tengan alguien experimentado en combate. Si conseguís acercaros a donde se encuentra la niña y la salváis podemos volar todo esto por los aires. Si por algún motivo saltan las alarmas yo os cubriré mientras os retiráis. Vuestra seguridad es la mayor prioridad, no hagáis locuras. – esta última frase la dijo mirando a Yoko, separarse de ella iba a ser difícil, pero necesario para esta misión.

Luego de las aclaraciones del Doctor, Yoko asiente conforme mientras observa hacia la dirección descripta. No será muy fácil, pero es vital para salvar a la joven. Al margen de ello, Ryuuji siempre aportando esa sabiduría que en parte enorgullece a la rubia, así que tras dedicarle una ligera sonrisa rompió su silencio. 

- No te preocupes, seré cuidadosa. -  responde, haciéndose cargo sola del comentario. - Pues vamos, cuando quieran. Sigo tus pasos Kin, eres quién está ubicado en este lugar. 

Tras decir aquello, acomoda su arma y espera a que el resto inicie la marcha. 

Akari escucha y asiente en silencio, es un plan sólido y Akari no tiene experiencia en el campo así que decide confiar en sus superiores. Akari sólo lamenta que no le hayan podido dar un rifle de largo alcance, en la academia se pasó más tiempo entrenando para tirador designado que soldado raso y ésta sería una ocasión perfecta para usarlo.

Akari revisa que el cargador esté lleno e imitando a Yoko se acomoda el arma y se prepara para avanzar esperando que no haya ningún traspiés.

Asentí con la cabeza. - No me hace gracia que nadie se quede solo, pero me vale. Dejaré el AT, pero no me lo pierdas, si queremos volar este sitio en pedazos tendremos que usarlo tarde o temprano. - Sonreí amablemente, mientras me giraba para hablar con el resto del pelotón. 

Esta estructura es muy endeble y si rompemos los pisos inferiores la estructura se vendrá a bajo rápidamente, tened cuidado a la hora de disparar o de usar granadas, mientras estemos ahí cualquier golpe en las chozas podría ponernos en peligro. 

Les sonreí, si querían cobertura la tendrían, pero estaba claro que yo no era ideal para misiones en las que el sigilo era parte fundamental, básicamente por mi gran envergadura.

-Estoy de acuerdo con Mashira. No es agradable saber que uno de nosotros va a quedarse solo -dije, respirando hondo-. Pero, por otra parte, creo que el plan es bastante consistente. Pongámonos en marcha. -Sin embargo, mientras se disponía a caminar tras sus compañeros, portando su fusil, añadió-: Aunque no creo que sea necesario volar este asentamiento por los aires. No es que yo sea de Greenpeace o me gusten los trasgos, pero esto parece ser un poblado. Puede que haya mujeres y niños. No me agrada la idea de masacrar civiles, aunque sean de una raza primitiva y violenta. ¿No sería más adecuado volar por los aires solamente la galería desde la que hemos llegado? Parece ser la única vía que conecta la aldea con el asentamiento trasgo. Si la destruimos, cortaremos de raíz este conflicto.

Cuando Akari escucha a Jaoquín le da unos golpecitos en el hombro para llamar su atención y señala hacia la presa.

- Los aldeanos se están quedando sin agua en el pozo por culpa de esa presa. Akari comprende tu punto de vista pero Akari también cree que debemos ayudar a los aldeanos con ese problema. A menos que podamos entablar amistad con estas criaturas Akari vota por destruir la presa y ayudar a los humanos.

Akari frunce el ceño, esas criaturas hostiles puede que tengan un motivo pero si tiene que elegir Akari siempre elegira a la gente pacífica.

Asentí ante las indicaciones del Soldado Tenryuu. Me ponía nervioso dejar solo a un compañero, pero el se encontraba lejos de la zona de peligro, pero el era el mas experimentado en este tipo de tacticas. Coloqué el arma en una posición comoda y me dispuse a marchar, no sin antes dejar clara mi posición.

-Cerrar el tunel significaría condenar al pueblo a quedarse sin agua, o lo que es lo mismo, obligarlo a mudarse. No lo veo viable. Aunque dejo la eleccion a nuestro lider temporal-dije sin darle demasiada importancia. Me acerqué a la zona de paso, e intentado no hacer ruido me dispuse a pasar hacia el otro lado, teniendo cuidado con donde apoyaba los pies y con cuidado de que no me vieran.

Siguiendo el plan del ametrallador decidisteis dejar un hombre que os apoyase desde la distancia para cubrir vuestro avance. El soldado se despidió mientras se ponía en una posición tumbada y cómoda desde la que tenía vista de todo el lugar.

Mientras avanzabais sin problemas por uno de los costados de la cueva escuchasteis por la radio la voz del soldado Riuuji – Si tenéis algo que comunicarme usad la radio, yo mantendré las comunicaciones al mínimo para no alertar a nadie. Cambio. – luego se quedó en silencio.

Al ir despacio para no hacer ruido os resulto fácil llegar a vuestro destino. La oscuridad de la cueva hizo que no se os viese andar por el borde así que llegasteis sin ser detectados.

Una vez en el lugar pudisteis ver mejor la composición de la chabola en la que habían guardado a la rehén, estaba hecha de maderas y paja, montada de una forma que os hacía dudar de que fuese a aguantar mucho tiempo de píe. Rodeando el acceso había un pequeño muro de metro y medio de altura hecho con piedras y terminaba justo en la parte trasera de la chabola, haciendo que la pared trasera de esta fuese también parte del muro. En la misma pared había una ventana que estaba algo alta que daba hacia el interior del edificio.

Desde vuestra posición se veían dos vías posibles, una era entrar por la ventana y la otra era intentar saltar el muro y entrar por la puerta principal, las dos parecían viables aunque arriesgadas.

El sitio no era dificil de entrar, pero teníamos que tener cuidado. Era facil alertar al enemigo y poner en peligro a la niña, y eso era lo ultimo que necesitabamos. Pensé un poco, y solo se me ocurría una cosa. Me giré al grupo y señalé a Mashira y la zona de debajo de la ventana. Luego señalé al resto e hice un semicirculo desde el codo con el brazo derecho seguido por un cuadrado para señalar que entrabamos por la ventana. Después señale a Mashira y la entrada principal. Me llevé la mano al oido e hice el mismo gesto de cuarto de circulo para señalar que cuando escuchara ruido entrada.

Esperé a ver que decían los demas, pero esperaba que no hubiera demasiada discusión como siempre.

Akari presta atención a las instrucciones del soldado Kin y asiente con la cabeza. Con un poco de impaciencia avanza sigilosamente hacia la ventana sin levantar ningún ruido, siempre mirando a su alrededor alerta ante cualquier amenaza y muy cuidadosamente echa un vistazo en busca de Silvie, posibles enemigos y la mejor manera de proceder respecto a la situación.

Una vez inspeccionado todo Akari vuelve a refugiarse debajo de la ventana y mediante gestos y señas les indica a sus compañeros la situación en el interior.

Desde dentro de la choza no puedes comunicarte con tus compañeros por gestos, pues la ventana está algo alta, aunque puedes intentar acumular varias cajas de madera para hacer una escalera.

La vista del interior no es muy buena, lo que tienen dentro parecen más desperdicios que otra cosa, y hay un olor nauseabundo que se expande por toda la sala. Al fondo puedes ver que Silvie está tirada en el suelo, y a su lado hay otra niña con unas ropas rasgadas.

La chica que parece sentir curiosidad por Silvie no se ha percatado de tu presencia.

Akari se acerca a la chica y a Silvie de cuclillas aguantando el hedor de la choza. Al llamar la atención de la chica Akari se lleva los dedos a los labios en señal de silencio esperando que también fuera una señal en este mundo aunque si por lo que fuera la chica fuera a hacer algun ruido Akari se prepara para noquearla con la culata del arma.

Cerca de Silvie Akari se acerca a la chica y comprueba sus constantes vitales y busca su cuerpo superficialmente en busca de heridas o arañazos que pudieran ser de caracter letal para aplicar primeros auxilios si hace falta y después Akari coge a Silvie y la carga a sus espaldas con intención de sacarla de la choza.

La recluta, haciendo uso de su agilidad, se cuela dentro de la pequeña chabola sin hace una pizca de ruido y se pone a investigar la sala por dentro.

No pasa mucho tiempo hasta que conseguís escuchar unos golpecitos poco audibles provenientes desde dentro. Es código morse. Todos los integrantes de las fuerzas de autodefensa conocen lo mínimo de este idioma como para comunicarse en una misión.

“O-B-J-E-T-I-V-O-E-N-C-O-N-T-R-A-D-O.S-I-N-T-A-N-G-O-S”

Yoko permanece en silencio y atenta a los movimientos de los demás, enarca un poco la ceja ante lo que hace Kin porque le parece demasiada larga la seña como para captarla rápidamente. No obstante, la pequeña ingresa al lugar y tras avisar que la chica se encuentra allí, suspira contenta. 

- Tenemos que sacarla... Me pondré debajo de la ventana para recibirla, ustedes hagan la guardia por si esto se va de las manos. - afirma la Doctora. 

Ya caminando lentamente para colocarse allí y realizar unos golpes que le indiquen a la recluta que puede sacarla. 

- S-A-C- A- L-A

Asentí con la cabeza a las indicaciones de Kin, pero por algún motivo justo cuando me iba a poner debajo de la ventana Akari voló por encima de mi cabeza haciendo alarde de agilidad y sigilo. No pude mas que poner cara de sorpresa.

Luego Yoko ordenó que la cubriéramos por si todo salía mal poder liarnos a tiros, me pareció un plan infalible, sin fisuras. Así que preparé mi arma y asentí con la cabeza. No había mucho mas que pudiera hacer ya que teníamos una infiltrada, aún que no estaba muy confiado en que Akari pudiera sacar a un rehén por la ventana ella sola.