Partida Rol por web

Cuando pasas por al lado de la niña que estaba junto a Silvie esta se sorprende y mira hacia los lados preguntándose de donde has podido salir, aunque no levanta la voz ni se mueve de su sitio. Tiene algunos cortes por la cara, pero parece que está bien.

Al inspeccionar a Silvie puedes ver que ha sufrido varios golpes y tiene algunos arañazos por el cuerpo, pero sigue respirando, ahora está inconsciente.

Haces el esfuerzo de cargarla y consigues levantarla tras hacer un esfuerzo. El peso no se diferencia mucho de las cargas con las que os hacían entrenar, pero Silvie no es una mochila, así que es costoso moverse con ella. Paso tras paso consigues llevarla cerca de la ventana donde ahora tienes un pequeño obstáculo, levantarla para pasarla por la pequeña y elevada ventana.

A tu lado hay un par de cajas de madera que podrías usar para intentar salir, o bien podrías pedir a tus compañeros ayuda. Las cajas no parecen pesar mucho, pero tampoco es que estén en su mejor estado, puede que si te subes encima con Silvie estas se rompan y hagan algo de ruido.

La otra niña sigue en su sitio mirándote, sentada y sin moverse.

Akari escucha las instrucciones en morse que le han pasado por el lado de la ventana y asume que al menos otra persona esta fuera. Akari aparta a Silvie un poco para hacer espacio y empieza a apilar cajas con cuidado para poder hacer una pequeña escalera por la que poder subir tanto yo como a la pequeña inconsciente. Akari le hace unas señas a la otra pequeña señalando las cajas, la ventana y después a los 3 en sucesión esperando que entendiera que les quería sacar a los 3 de aquí.

Akari revisa las cajas y parecen estar en mal estado así que las apila con cuidado dejando las de peor estado encima y las de mejor estado debajo para que aguanten mejor la presión y vuelve a enviar un mensaje por morse hacia fuera.

"A-Y-U-D-A V-E-N-T-A-N-A"

Después indica a la pequeña niña que está despierta haciendo gestos que se suba a la primera caja y luego a la segunda y que mire por la ventana.

Desde el interior de la chabola se escuchan unos ligeros ruidos, como si arrastrasen algo, pero con mucho cuidado. Luego se vuelven a escuchar unos golpecitos que transmiten un mensaje.

"A-Y-U-D-A V-E-N-T-A-N-A"

Me sorprendió la agudeza que la pequeña recluta había demostrado al entrar sigilosamente en la chabola. Hasta el momento, no había logrado otra cosa que poner trabas al avance de la misión, pero desde que habíamos bajado al pozo, parecía estar poniendo todo su empeño por redimirse de sus acciones y demostrar que era tan soldado como la que más.

Escucho las palabras de la doctora Yoko y realizo un gesto de asentimiento, por lo que decido agacharme, con la rodilla flexionada y el fusil apoyado sobre ella, preparado para disparar po si viera posibles tangos acercándose a nuestra posición. Es entonces cuando escucho el mensaje que nos transmite Akari.

-No soy demasiado atlético, pero soy sigiloso -dije, entre susurros-. Puedo intentar saltar el muro y reunirme con Akari al otro lado para ayudarla a sacar a la niña por la ventana. O alguien puede ayudarme a entrar por la ventana, pero si me caigo podría hacer mucho ruido. ¿Ventana o muro, qué preferís?

Me quedé atonito ante el movimiento de la recluta, rezando por que no hubiera nadie al otro lado. Por suerte fue así y pude respirar tranquilo. Ademas, había encontrando a la rehen sin protección, por lo que parecía que estaba saliendo a pedir de boca. Por desgracia su fuerza era bastante menor a su agilidad, así que era necesario enviar a alguien a ayudarla. Joakin se ofreció, así que asentí en silencio y me coloqué contra la pared en la esquina a vigilar si venía alguien.

La respuesta no tarda en llegar mientras la doctora se encuentra en cuclillas debajo de la ventana y justo cuando está por ofrecerse, es Joaquín quien lo hace. Lo cual le parece perfecto, es bastante pequeño. 

- Ve por la ventana, así puedo cubrirte de cerca. Sí entras por otro frente, quizás haya complicaciones. La cuestión es que si Akari no ha podido sacarla, puede que esté herida o muy asustada. Es algo a tener en cuenta. Tu puedes con esto Joaquín, confío en ti... - afirma entre susurros. 

Ya esbozando una media sonrisa en pos de alentar al joven, como lo haría cualquier compañero que aprecia el accionar del otro y lo motiva para tal hecho. 

Escucho los susurros la doctora y, motivado por sus palabras de aliento, decido colgarme el fusil a la espalda, situándome a unos cuantos metros de la ventana. Tomando carrerilla, echo a correr en dirección a la ventana, realizando un salto en los últimos metros para intentar encaramarme a la venta y entrar por ella.

La niña se acercó hacia donde estaba la recluta para ver que era lo que estaba pasando. Se quedó mirando con curiosidad a esta, pues no sabía lo que quería. Si iba a hacer algo con ella igual tenía que enseñarle, pues no entendía su idioma.

Akari ve que la niña no ha entendido nada de lo que le ha dicho así que prueba otra vez con unas señas más marcadas. Primero la señala a ella con el dedo, despues a las cajas dando palmadas en la mas baja y luego en la mas alta y por ultimo señala la ventana y salta brevemente para indicar que salte. Después Akari le tiende la mano para ayudarla a subir por las cajas.

Con la ayuda de sus compañeros y de un poco de esfuerzo extra consigue subir a la ventana y quedarse en el marco para ver que era lo que pasaba dentro.

Dentro del cobertizo Joaquin puede ver como la recluta ha encontrado a la rehen, y se sorprende más al ver a una pequeña chica que se estaba levantando del suelo para ir hacia la ventana. Silvie está inconsciente y tiene un par de golpes en la cara, pero no parece que tenga ninguna herida grave, la otra joven parece estar bien.

La recluta carga con la pequeña niña rubia pero parece que no tiene tanta fuerza como para levantarla hasta la ventana y por ello ha hecho una pequeña escalera con unas cajas, aunque no parecen estar en muy buena condición.

-¿Y esta quién es? -pregunté desconcertado, entre susurros, a mi compañera, al ver que había una segunda niña, aparentemente también secuestrada por los trasgos.

Era, por supuesto, una pregunta retórica que no necesitaba respuesta. Fuera quien fuera la chiquilla, intentaríamos también sacarla de allí con vida.

Decido bajar al interior del cobertizo y le hago un gesto a Akari para acercarme a ayudarla, tratando de, entre los dos, arrastrar a Sylvie hasta debajo de la ventana. Juntos, esperaba que tendríamos la suficiente fuerza para levantarla y sacar su cuerpo por la ventana.

Akari suspira aliviada cuando ve al soldado Tanaka aparecer por la ventana dado su fracaso de intentar comunicarse con la pequeña.

- Akari no sabe quién es, estaba aquí cuando Akari entro - le responde susurrando. Con cuidado Akari y Tanaka agarran a Silvie e intentan subirla a la ventana - Cuidado de no romper las cajas que parecen estar en mal estado y podrían hacer mucho ruido. -le susurra Akari como advertencia.

Entre el soldado Joaquin y la recluta Akari consiguieron sacar por la ventana a una inconsciente Silvie, la cual fue recogida por los compañeros que esperaban fuera del recinto. Luego salió Joaquin, seguido de Akari, solo que esta no salió directamente, se quedó en la ventana como si estuviese esperando a alguien.

Para sorpresa de los de fuera alguien le tomó la mano y una chica pequeña y vestida con ropas que parecían algo caras, aunque sucias, salió por la ventana y dio un salto para llegar al suelo. Al caer tropezó por su vestimenta, aunque Joaquin, que estaba cerca la cogió a tiempo. Por ultimo salió la recluta de la ventana.

El estado de Silvie no era muy bueno, tenía algún moratón por el cuerpo y cortes no muy profundos, seguramente causados por el forcejeo. Su estado no era el mejor, pero su vida no corría peligro.