Partida Rol por web

Todo había pasado muy rápido, aunque el momento en el que sentía como la navaja atravesaba su piel e incluso sus órganos, pasó a cámara lenta. Sabía que eso iba a pasar, pero tampoco podía detenerlo, era una sensación muy rara, saber que vas a morir y que no podía impedirlo.

Sus ojos se abrieron de par en par y la sangre comenzó a brotar de su vientre cuando la chica retiró la navaja. El chico cayó al suelo de rodillas, llevándose las manos al estómago. Por su cabeza ahora pasaba toda su vida, quizás era real eso que decían.. que cuando morías, veias toda tu vida pasar por tus ojos, pero él recordaba todos esos buenos momentos vividos, sobretodo a ella. Se lamentaba de no haber hecho más, de haber insistido, pero por querer resarcirse, le había pasado esto, se había hecho el valiente en el momento menos indicado.

Escuchó pasos, risas, e incluso algunos insultos, pero lo que vió fue a la chica sonriendole, o eso creía él.. Al poco se derrumbó en el suelo, dejando escapar su vida en el último suspiro...

Pero no fue asi, abrió los ojos de nuevo, cegado por una luz clara. No existía dolor, no había sangre, se incorporó y vió que se encontraba en un apartamento con una gran bola negra en el medio. Tras esta se veía a un chico, que le miraba fijamente.

Se sentía paralizado y perdido. Muy perdido. La cabeza le daba vueltas, hasta que empezó a recordar: ¡le habían apuñalado, y aquella chica, aquella mirada!

Instintivamente tomó una bocanada de aire muy largo y se palpó el vientre y el costado.

-Ahhh!!

Dijo, asustado, ahora no tenía nada, ni sangre, ni dolor, ni herida. Se levantó la camisa blanca de botones y se apartó la americana azul para mirarse su vientre liso, donde habían pequeños bultos en la zona abdominal, de sus ejercicios diarios (aunque más era por genética, su padre y su abuelo eran hombres atleticos, al menos cuando jovenes)

Luego alzó la mirada y la paseó por todo el apartamento.

-Un...¿apartamento?

Su mirada dio con la de un chico.

-Eh, hola...¿d...donde estoy? ¿estoy...muerto?

Eso último lo dijo bajo, con temor a la respuesta, y también con temor de hacer el ridiculo al preguntarlo.

Estaba apoyado en la pared cuando apareció un chico, no pudo evitar resoplar.. ahora le tocaba explicarlo todo de nuevo, no le hacia ninguna gracia..

Ahora seguro que empezaría con que si está muerto..donde estoy.. bla bla bla bla.. todo eso se le hacía pesado. Y acertó.. era lo que se repetía día tras día.

- Si.. estás muerto, estás en un piso en plano Tokyo. ¿No lo recuerdas?

Kenta hizo todo lo posible por recordar como había llegado allí, pero no lo consiguió, tampoco recordó la cara del chico.

-Debo...debo de estar teniendo algo raro...no recuerdo nada.

Se acaricia la siente con la palma de la mano.

-Recuerdo que me apuñalaron y luego esto. Quizá me he dañado el cerebro o algo así.

Tras reflexionar en voz alta, levantó la mirada hacia el joven.

-¿Nos conocemos?

El chico volvió a suspirar y se incorporó para acercarse al chico.

- Has tenido la "gran suerte" - dice con ironía - de haber sido seleccionado por Gantz.. - señala la bola negra que está en todo el medio.

Sonrie con sorna mirando la bola y luego mira al chico.

- Has muerto, pero aquí estás vivo de nuevo para disfrutar de una segunda oportunidad en esta vida..

De repente se calla y se escucha un extraño pitido.

- Será mejor que..

Te iba a decir algo, pero se ve que sale un rayo de la bola y dibuja algo encima de Kenta. Poco a poco se ve la figura de una chica morena.

Cuando termina de dibujarse, sobre Kenta cae una chica morena que solo lleva como ropa una camiseta por encima.

- Me gusta lo que está llegando.. - sonrió de lado.

Kenta escuchó al chico y miró con el ceño fruncido la bola negra.

-¿Gantz?

Se quedó un minuto mirándola y luego volvió la vista al chico.

-Así que estoy muerto ¿verdad?

Se pasó ambas manos por la cara y se acarició luego el pelo, echándolo hacia atrás. Sintió un dolor en la tripa, como la desesperanza total. Tuvo ganas de llorar pero las reprimió.

-Joder, he sido un gilipollas toda mi vida...

Dijo tras hacer repaso de lo que había vivido. Pero algo le hizo mirar al frente, un rayo formaba un cráneo humano, veía sus bisceras, su cuerpo. Él entreabrió la boca sorprendido, hasta que aquella cosa se formó como algo precioso, una chica guapísima, había caido sobre él, el chico la rodeó con sus brazos y la miró a los ojos.

Levantó la mirada un segundo hacia Izumi, casi sonrie, pero no lo hizo.

Colocó los flecos de la chica hacia un lado para mirarla a los ojos. Se acercó tanto que casi pudo besarla, pero se detuvo a medio camino.

-¿Estás...bien?

La chica abrió los ojos despacio, parpadeó varias veces antes de abrirlos por completo. Cuando vió que tenía un chico tan cerca, se asustó y se movió como intentando apartarse. Miró nerviosa a su alrededor.

- Do.. donde estoy???? Quien eres????

Se revolvía y los botones de la camisa se abrieron..dejando ver sus pechos.

Kenta se hizo hacia atrás, para no asustarla más.

-Hola..

Dijo algo tímido, sus ojos se posaron en los pechos de la chica, solo durante un segundo, la verdad es que estaba muy muy bien, no solo era guapa sino que además lo tenía todo bien puesto.

Se aclaró la garganta.

-Permíteme...

Se quitó la americana y se la ofreció a la mujer, colocándosela por encima, y abrochándola luego para taparla.

-Me llamo Kenta, aunque mucha gente me llama Hei. Estás...bueno...según me ha dicho ese chico, estas en Tokyo, pero no se explicar muy bien lo que me ha dicho...parecemos vivos..pero no lo estamos...algo así...¿recuerdas algo de antes de llegar aqui? ¿Tu nombre?

Se miró cuando le puso la chaqueta y se sentó bien tapándose, miraba a uno y a otro bastante cortada, ahora que sabía que le habían visto los pechos. Estaba roja.

- Gracias.. Reika, me llamo Reika.

Quería mirar al tipo que estaba en pie, pero temía mirarle a los ojos porque adivinaba que el chico tenía una sonrisa en la boca, como que había disfrutado de las vistas.

- Yo..solo recuerdo estar preparándome un baño.. Resbalar.. y estoy aqui. ¿Qué es todo esto??

Se puso en pie para evitar que la chica pasara un mal rato y se acercó a la ventana, para mirar por esta.

-Encantado, yo tampoco lo se realmente, acabo de llegar. Él si lo sabe.

Dijo, luego miró a Izumi.

-¿Y para que estamos aqui? ¿podemos irnos a casa?

Preguntó.

-....van a llegar ¿mas?

Eso último lo preguntó con más reparo.

Carraspea cuando la chica se da cuenta de que la había mirado y comienza a responder a todas sus preguntas.

- Si, llegarán más. Normalmente somo unos 6 o así.. Asi que.. chica.. lo mejor es que te apartes de ahí..

Se vuelve a colocar donde estaba, esperando que llegaran los demás.

- No se puede salir.. no hasta que no cumplais una misión. La bola ya os lo irá diciendo..Y si la superais.. podeis volver a vuestra casa. Es fácil.. solo hay que saber disparar..

Sonrió de forma macabra.

Escucha al chico y le ofrece la mano a ella para que se levante.

-¿Que? ¿Disparar, una misión? No me digas que con armas reales, eso me parecería una locura. ¿Es de algún programa de la televisión?  Suelo ver la tele, y había anunciado en el canal Tokyo un nuevo reality show ¿es este?

Dijo, algo liado, aquello parecía tan raro.

-Además....esa tecnología...es brutal, hacer venir a una persona de la nada...

Cogió la mano del chico y se levantó, sonrió levemente y le dió las gracias en un susurro. Se colocó bien la chaqueta para poder taparse bien y que no se le viera nada.

- Esto tiene que ser una broma.. yo no me creo nada de esto..

Decía la chica, aunque no entendía como había llegado alli.

- Seguro que me golpeé.. y me trajeron aqui, que esto es como un Gran Hermano.. o algo de eso..

Un zumbido interrumpe a la chica.. y el rayo sale, formándose 2 cuerpos: un chico y una chica.

Kenta tiró con tanta fuerza de la chica que quedaron unidos durante un segundo, la miró a los ojos y dio un paso atrás.

-Si, seguro que es así, tal vez, Izumi es un tipo que trabaja para ellos.

Dijo mirándolo.

-O tal vez está aburrido de que todos los nuevos digan las mismas cosas.

Sonrió. Luego sonó aquel molesto sonido que escuchó cuando llegó aqui. Miró hacia el laser que empezaban a formar dos figuras.

Era el día de la Feria del Porno. Allí se juntaban los mejores actores y actrices pornos del momento del pais, y entre ellos estaba ella, una de las grandes promesas del mundo. Podrían hablar con ella, hacerse fotos, que les firmara un autógrafo, mientras tras ellos, en una pantalla grande, se veía una de sus películas, en la que encarnaba a una samurai que a parte de clavar su espada en otros, dejaba que se la clavaran a ella por todas partes.

Todo había salido de lujo, incluso varias televisiones la entrevistaron. Todo era perfecto, todos querían más de ella y le comenzaron a llegar contratos de lo más suculentos.

Salía por puerta, los luces la enfocaban a ella mientras un grupo intentaba acercarse para poder tocarla, era el mito erótico de muchos hombres, y de algunas mujeres.. Dos hombres la protegían, tratando de que no se acercaran demasiado a ella, pero ella saludó a su compañero, diciendo a sus guardas que le dejaran pasar, pero fue un gran error.. Se sacó una pistola y le pegó un tiro en la frente, a bocajarro.

Para Ishtar, todo se volvió brillante, escuchaba voces lejanas y veia figuras difusas mientras caía lentamente al suelo. Todo pasaba despacio.. ella sentía y lo veía todo negro, hasta que cerró totalmente los ojos.

Cuando los abrió de nuevo, se vió en un apartamento en el cual había tres personas: dos chicos y una chica con una camisa nada más. Todos te miran fijamente y caes de repente al suelo. A tu lado, ves como alguien va formándose a través de un rayo.

Sabía que iba a morir, lo sabía justamente en el momento cuando aquel tipo sacó la navaja que no le dió tiempo a apartar. Sus ojos se abrieron del todo y gruñido se escapó de sus labios cuando la hoja atravesó su estómago. Por inercia se echó hacia delante, y el tipo se la clavó nuevamente, hasta que la empuñadura tocara su vientre. Todos reían, todos aplaudían, menor la chica que gritaba pidiendo auxilio al ver lo que te habían hecho.

Cuando sacó la navaja de tu cuerpo, caiste de rodillas, llevastes las manos a tu estómago y viste como salía la sangre a borbotones, aquello no tenía buena pinta. La vista se te nubló, pero aún asi veias como se reían pero una luz brillante que había al fondo les asustó y todos salieron corriendo. La chica se acercó a ti, pidiendote que te mantuvieras despierto..pero era demasiado tarde para ti. Estabas demasiado cansado como para mantener los ojos abiertos. A medida que los ibas cerrando.. veias como corrian hacia ti médicos, todo eso lo veías en cámara lenta, hasta que cerrastes por completo los ojos.

Pero hubo algo que te los hizo abrir, una luz brillante.. cuando los abres te encuentras en una sala de un apartamento con una bola negra detrás tuya. De frente ves a dos chicos y a una chica que te miran fijamente, la chica lleva solo de ropa una camisa. Pero a tu lado, hay otra chica que te mira como si no entendiera nada..

Abre los ojos y deja escapar un grito mientras se levanta... si eso hubiese pasado de verdad, ella no podría volver a levantarse... sí, seguro que es un sueño... tiene que serlo... aunque menudo sueño ese... no es nada agradable soñar que mueres de un disparo...

Pero hay algo raro... no le suena que ese sitio sea su piso, así que mira a su alrededor... y de pronto ve una luz, como un láser, que comienza a hacer aparecer a una persona, delante de sus narices...

Se aparta un poco, arrimándose a la pared, sin saber que está pasando ahí...

-Qu... qué está pasando? Qué es esto? Qué hago aquí?

Kenta observa como la chica se materializa ante él, con los ojos bien abiertos, aquello era algo nuevo para él ¡menuda tecnología!

Kenta se remangó los pantalones y se acuclilló ante la recién llegada, para ponerse a su altura.

-Tranquila, tranquila.

Alzó las manos para demostrar que no iba con malas intenciones.

-Yo tampoco lo sé, pero no van a hacernos daño.

Kenta vestía ropas de estudiante, con camisa de botones blanca, por fuera del pantalón, corbata, la cual estaba muy deshecha, pantalones azules y zapatos de punta. Su americana estaba sobre los hombros de la muchacha que estaba a su lado.

-Él sabe mucho, predijo que ibas a venir, bueno, no tu, sino que iban a venir más.

Trató de explicarle, en tono amistoso, pero se le atropellaban las palabras en la boca. Señaló a un chico de pelo largo, que estaba tras una bola negra.

Mira al chico que se pone de cuclillas frente a ella... parece un chico normal y parece que va al instituto, al menos por su ropa... mira a los demás presentes un poco más clamada... parece que no van a hacerle nada... después mira al chico al que Kenta señala... pero no le inspira mucha confianza alguien que sabe de que va todo eso... por que eso significa que está metido en el ajo...

-Qué pasa aquí? Por que estamos aquí? Es un sueño esto?

Ella no es que vaya muy decentemente vestida... una blusa que casi no deja nada a la imaginación y una falda del mismo estilo... de esas que se llaman de cinturón.