Partida Rol por web

-A por él.-Susurro lanzándome contra él y tratando de golpearlo.

Es posible que no sea lo más ético, pero intenta matarnos y debemos vengarnos.

Volvi a rugir de puro odio y saque mi arma para lanzarme en picado tras un salto impulsandome con una columna para hacer mas fuerza en el impacto y esta vez confiaba en poder alcanzarle...

Damyna se sorprende ante la aparición de aquel hombre pero reacciona rápido, y tal y como había hecho mil veces antes con sus hermanos gárgolas se dispuso a rodear al enemigo y atacarle.

Sin embargo cuando parecía que iba a pillarle desprevenido...
 

Slink y Enok deciden atacar por un lado, pero McBeth esquiva a ambos sin ningún problema. Puck parece que logra alcanzar a su enemigo, pero cuando Damyna se lanza también para ayudar se choca con su compañero y ambos quedan un poco aturdidos por lo que acababa de pasar.

Por último es Luthien el que con su espada logra atravesarle la ropa que llevaba y hacerle un buen tajo que empieza a sangrar excesivamente.

Mal... malditas... malditas criaturas. Dice entre sonidos de agonía. Hay cámaras que os están grabando. Sabrán quienes sois y lo que habéis hecho.

¡Asesinas! ¡Demonios! Eso os llamarán. Concluye antes de llegar a caer inconsciente. Afortunadamente aún parecía respirar.

¿Acaso os habíais convertido también en unos asesinos? ¿Tanto os habían cambiado los años?

-¿Lo llevamos a un médico?-Pregunto al verlo caer.

-Es una pena que nuestros sanadores no sean mas que cascotes junto al castillo, ¿verdad?

Damyna estaba algo aturdida cuando observó que el hombre caía sangrando, le miró dudando, pero finalmente se acercó.

- Nosotros no somos asesinos, no somos como ellos... ¿verdad? preguntó a sus hermanos. Trató de acercarse para levantarle, sí, hay que llevarle a un sanador. Aunque tenía sus dudas pues no la habían tratado muy bien los humanos últimamente.

- No, no somos como ellos pero si lo dejamos con vida volverá a por nosotros. - comento mientras busco con ahinco lo que el tipo este ha denominado como cámaras. Y la verdad es que no es algo que me agrade lo más mínimo.

- Que alguien vaya a buscar a nuestra amiga. - prosigo. Si es cierto lo que ha dicho será mejor que ella nos ayude a eliminar las pruebas.

Dejadle en el suelo y apretar algo contra la herida. Los años habrán pasado pero la sanación será la misma. Yo iré a por Elisa, a ver si nos puede ayudar con el tema de las cámaras y este humano.

Dicho eso, empecé a caminar, buscando una salida o una ventana.

Enok se marcha de allí al tiempo que los demás contemplabais a aquel desgraciado que se estaba desangrando. Necesitaba que le aplicaseis algún tipo de vendaje o algo que le sanase la herida que Luthien le había causado. Si no os dabais prisa, aquel hombre moriría y efectivamente os habrías convertido en unos asesinos...

Mientras tanto Slink buscaba eso que McBeth había llamado cámaras, pero la presión del momento sumada al desconocimiento sobre el término "cámara" no sirvió de mucho y no logró encontrar absolutamente nada.

Enok se marchó de allí a toda prisa, debía encontrarse con Elisa, pero ¿acaso le había dicho donde vivía? Y si lo había hecho, ¿sabía dónde se encontraba ese lugar concretamente?

Damyna fue la primera en reaccionar, ya que realmente no conocía bien a aquel humano, pero verle morir delante de él era algo que no iba a permitir.

Se arrodilló junto a él y trató de parar la hemorragia, aunque era tan fácil como parecía.
 

Me quedo pensativo un instante intentando recordar que es una cámara antes de seguir con la búsqueda.

Luthien observaba profundamente enfadado como la sangre y la vida abandonaban el cuerpo del anciano.

- Lo siento hermanos, pero parece que olvidáis que casi mato a Elisa, intento matarnos dos veces y por si fuera poco nos capturo y nos retuvo en jaulas ¡como animales! Mis ojos se encendieron al decir esto último en un grito.

Dio dos pasos atrás y limpio su arma negándose a sanar a su captor.

-Sería ponerte a su nivel, hermano.-Susurro.-Yo escogí mi magia cuando se me dio la ocasion por ese mismo motivo. Podría haber elegido lanzar rayos como el Archimago y en vez de ello mis ilusiones apenas si son capaces de dañar a nadie. ¿Por qué crees que lo hice? No podria vivir con el peso de haber matado a alguien... y creo que tu tampoco, hermano.

La vida del anciano se escaba por momentos. Parecía que finalmente iba a terminar por morir... quizá aún tuvieseis una última oportunidad, pero esa sería la última...

Los sonidos de alguien en la terraza alertan y asustan a Elisa por unos momentos. Aún no se había acostumbrado a la presencia de aquellos seres. Cuando corrió la cortina de la ventana abrió la puerta para que pudiera pasar.

El pequeño gato negro de Elisa, llamado Orión, salió corriendo para frotarse y restregarse contra las firmes y duras piedras de Enok.

Finalmente la gárgola había decidido acudir a su supuesta única amiga en la ciudad. Elisa.