Partida Rol por web

Bram guardó un momento silencio, mientras rememoraba esos días. Finalmente se encoge de hombros.

- Nos pagan por eso, ¿no? Por ir a los sectores conflictivos y devolver la paz. No soy político, ni noble. Yo... sinceramente, había algunos enemigos con los que hubiera podido tomarme un café, si sabes a lo que me refiero. Había que vencerlos, en algunos casos, que matarlos. Y eso debemos hacer. Yo estaba asignado a una de las patrullas de castigo en esa selva. Vi cosas que hubiera preferido no ver, pero supongo que eso nos pasa a todos.-  el cabo primero se quedó un momento pensativo y luego parece tomar una decisión- Creo que es mejor que lo sepas por mi. Tuve un problema con uno de mis compañeros. Intentó violar a una de las que apoyaban a la D.A.R.G, y se lo impedí. No fue algo... agradable. Pero hay castigos que no deben imponerse ni siquiera en un escuadrón de ese tipo.

Bram se queda unos instantes pensativo, recordando esos tiempos y luego sonríe.

- Como fuere, sobrevivimos a la D.A.R.G., a la política, y a las ocurrencias culinarias de Nelson- una sonrisa aparece en sus labios- Comparado con eso, la Génesis no puede ser mucho peor. En cuanto a mis especialidades... bueno con un rifle de energía, aceptable en eso de mandar, sajar a alguien y en remendar alguna herida, y solamente conozco lo básico respecto a conducir, ordenadores, moverme en silencio, tratar con animales y el resto de habilidades habituales entre nosotros.

¿Seguimos, pasamos o pasamos de escena?

Rachna también decidió hacer mutis por el foro. Mientras Craighton estuviera por ahí, la situación sería tensa… al menos para ella. Con todo el aplomo que pudo reunir, aprovechó la intervención de Tigh para añadir:

[color=#0000BF]Si me dispensa Capitán... Almirantes [/color]-hizo un cabeceó hacia los superiores- [color=#0000BF]Yo también aprovecharé para saludar a alguna cara conocida para luego asistir a esa reunión en la Génesis.[/color]

Si nadie la detenía, la galena se retiraría de manera formal hacia otro lugar, respirando aliviada una vez que estuviera a la suficiente distancia.

El almirante, a sabiendas que todos estaban ocupados y empezaba un proceso de dispersión, dio una última órden: - A todos los presentes, para las 17:00 habrá un trasporte en la parte de atrás de estas instalaciones. Señaló hacia una pequeña pista de carreteo que daba hacia muchos lugares, pero que podría ser utilizada sin riesgo por un trasbordador pequeño.

- Conjunten... Esa palabreja no os parecía nada adecuada ni normal, pero el almirante la había pronunciado. ...sus bártulos que nos vamos de viaje.

John se despidió debidamente después del anunció. Era un hombre sencillo por lo que no necesitaba preparar demasiadas cosas, tras meter las cosas en su petate aprovechó el tiempo para revisar la documentación técnica y diseños que Peter le había facilitado a fin de redactar su informe sobre la misma.

   Isaac frunció el ceño cuando Bram le contó lo sucedido con un compañero. Aquello descolocaba al sargento que empezó a juzgar al cabo primero con lo que tenía. En primer lugar era de alabanza que sin conocerse de nada le contara su historia. Bien pudo, Bram, haberselo guardado para el futuro o por si acaso nadie le daba por mirar en el papeleo. Pero se lo había dicho a la primera de cambio y eso le honraba. Mas había tenido un problema con compañeros y eso quizá podía significar que fuera problemático. Isaac no lo creía así. De echo, si había impedido que una enemiga, por muy enemiga que era, fuese violada, era algo también encomiable. ¿Qué habría hecho él en su lugar? Seguramente le habrían puesto frente a una Corte marcial y quizá le hubieran incluso fusilado. 

   - ¿Le mató? - Preguntó directamente. No aprobaba que los soldados tomaran rehenes personales, esclavos, botín de guerra y que se propasaran con las víctimas. No. Eran soldados imperiales, no bandidos dados la pillaje. Además, había nacido en un Sector difícil, con la Confederación de Mundos de la Espada más cerca que el Imperio. Sabía lo que era el botín de guerra y las violaciones. - Hizo bien, Tatou. Espero que le habriesen un Consejo de Guerra al violador. 

   Luego tocaba evaluar sus habilidades, aunque no era momento pues de sobra era seguro que cuando entrasen en combate las habilidades de cada uno quedarían sobre la mesa. Y si no, seguro que la Génesis contaba con salas de entrenamiento. Asintió, aprobador. Parecía un infante de línea. Estaba bien. Sin más, Isaac se acercó a un intendente que estaba organizando unas cajas. No era Oficial, pero igualmente Isaac se presentó, saludando con la mano en la frente.

   - Disculpe, ¿tiene alguna lista de pasajeros o sabe quien puede proporcionarmela? Tengo orden del Capitán de Navio de la Génesis, Sirio Kohren, de avisar a los tripulantes.

Sirio saludo a todos los presentes segun se fueron despidiendo, y muy a su pesar aguardo para ser el ultimo en dejar a los almirantes como marcaba el protocolo. Una punzada de disgusto atraveso su rostro ante las palabras "nos vamos de viaje". ¿Iria el almirante con ellos?

Una vez se despidieron los tripulantes de la Genesis, el Comandante se volvio hacia los almirantes e hizo lo propio.

- Si me dispensan, debería comenzar a prepararme.

Si, si, y nosotros también. Dijo tras echar un rápido a la mujer de alto rango que le acompañaba. - Que esto no va a ser una excusión. Y se despidieron ambos, con un saludo de la mano, como si no fueran militares. Se marcharon juntos entre el gentío y desaparecieron.

Un camarero llegó con viandas y canapés justo al desaparecer los entorchados. Fue algo providencial, ya que llegaron de esa manera, ya que nadie pudo seguir a esos dos, sin tener que pasar por encima de los camareros.

Dejó lo que estaba haciendo y te miró, mientras se sacudía las manos. Era un naval, aunque portaba el mimeta de marine. Eso si, los distintivos y galones eran los correctos. Sabías que los navales, a veces, cuando pisaban tierra usaban la misma ropa para no destacar y tal, pero en el arsenal no te parecía tan habitual. Eso sólo se hacía desplegado o en campaña.

- Lo siento mi sargento. Se disculpó, y su mirada era sincera. El manifiesto de carga es limitado y en cuanto al pasaje, tenemos números, no nombres. Y aclaró - Además está todo en manos del oficial de vuelo. Por su cara, tenías claro, que no sabía ni lo que estaba estibando en la nave. Vamos, que no tenía idea del contenido de las cajas, ya no digamos de pasajeros.

   Isaac asintió sintiendo el ardor típico en su estómago cuando se encuentra en situaciones así. Aquel soldado hacía su trabajo, al igual que él, y ninguno de los dos tenían ni idea de nada. ¿Por qué? Gracias a la amada burocracia. No obstante, era algo que no podían, ni debían, saltarse.

   - Muy bien soldado. Gracias. Pero no sabrá dónde está el Oficial de Vuelo, ¿verdad?  - Preguntó en un último intento de arrojar luz a la orden que le habían dado.

Ahora le tocaba unas cajas que parecía muy pesadas. Eran metálicas y tenían algunos datos que no entendíais. Todos letras y numeritos. Ningún logo ni dibujo. En algunos, incluso una marca rara con tiza que tendría que ser algún número o letra, pero que lo entendería su padre a la hora de comer. El chico, a pesar de vérsele fuerte, parecía estar ya algo fatigado, y estaba claro que no era la primera vez que cumplía con aquella función. Señaló hacia el interior y dijo: - En el puente mi sargento. Realizó un ademán de saludo al cabo primero, a modo de despedida y tras estirarse de una manera muy ridícula, que en vuestro foro interior os hizo gracia, continuó con su trabajo.

Bram iba a contestar al sargento pero, en ese momento, vieron al marine (que finalmente resultó no ser tal) que estaba ocupándose de la carga... y que no sabía nada. Bram asintió a las explicaciones del soldado, y miró un instante al sargento.

- ¿Al puente entonces señor?

Una vez redactado el informe John se puso en marcha, era un hombre disciplinado y desde luego acudiría a la cita puntualmente, tras recoger el petate y terminar los último preparativos clasicos antes de cada misión se preparó para salir, un último vistazo atrás como último ritual como si temiera que aquella vez fuera la última... era mejor no pensar en ello, cogió su informe y salio por la puerta.

   - Al puente entonces. - Concluyó Isaac dándose la vuelta y alejándose hacia donde el muchacho les había indicado. En lugar era un bullicio de soldados, marineros, pilotos y personal civil que se encargaba de tener todo a punto para el despegue. Mientras se acercaban al puente a lograr sus cometidos, Isaac decidió saber más sobre Bram. - ¿Dónde naciste, Sanchez?  - Antes le había explicado su posición hacia el tratamiento. Mientras estuvieran los dos, o incluso la unidad a la que tuviera que mandar, en un entorno distendido, Isaac prefería hablar con los nombres de pila. Aquello favorecía los lazos entre los hombres. No le gustaba que le tuvieran en mente como un suboficial subidito, de los que continuamente se están diferenciando de la soldadesca como si dijeran al Mundo "eh, soy mejor que tú". Siempre que no fuera necesario, Isaac prefería tratar de tú a tú a sus hombres.

El puente está cerrado. Se escucha traqueteo dentro y dos personas hablar animadamente, pero no se abre.

~~A la derecha hay un comunicador que, sabéis por experiencia propia, que es directo con el propio puente.