Partida Rol por web

-Cuidado compañeros, creo que hay algo mas por aquí dice Crixus, ya que ese lugar no le agradaba mucho a pesar de su hermosura mientras coloca su mano derecha sobre el pomo de su espada,por si llegará a ocurrir algo inesperado.

Me estoy acostumbrando a vivir en el campo, mis sentidos disfrutan de cada cosa que hay a mi alrededor y en este caso el espectaculo es una maravilla. Sin dejar de observar el paisaje sigo a mis compañeros sin hablar demasiado. 

Nose como pueden ver algo yo no consigo distinguir absolutamente nada, supongo que tambien ando un poco distraido por el paisaje, Si hay algo cerca lo mejor sera prepararse por si acaso asi que cojo mi arma y avanzo hacia la cabeza del grupo preparandome para el combate

-Sera mejor ir con cautela amigos..

Mientras avanzais por el estrecho sendero, os dais cuenta de algo que hay semioculto entre los matorrales en un lateral: El cuerpo sin vida de un joven orlanthi. Se trata de un muchacho jóven, sin ningún tipo de arma o armadura y con una flecha de madera clavada directamente en su corazón, disparada desde su espalda. El tiro fué tan preciso que posiblemente no llegó a ser consciente de su propia muerte.

Un rapido examen revela que no lleva ningún objeto sobre él.

Reprimo un juramento al ver el cuerpo. Mientras maldigo entre dientes les hago una señal a mis compañeros para que guarden silencio, mientras aseguro la zona. Cuando me convenzo de que no hay nadie cerca intento averiguar algo sobre el muerto. Me giro hacia Kenvent y Swen. Ellos son los orlanthis "de pura cepa".

- ¿Qué creéis que ha ocurrido? ¿Reconocéis alguna marca en este chico? ¿Y en la flecha? -rozo ligeramente el mástil del dardo y después me levanto y registro bien los alrededores, buscando rastros.

Veo el cadáver del chico, y me acerco, tocándolo con un palo.

-Está muerto, no hay nada que hacer, vamos, a no ser que Swen quiera charlar un rato con el.

Jijijijiji

Se me escapa una risilla al hacer este último comentario.

Nadie oyó al hombre de los espíritus aceptar la búsqueda. Simplemente comenzó a caminar junto al grupo. Sólo le oyeron discutir con alguien inexistente si debía ir o no. Tras una extraña charla en la que en algún momento eran multitud pareció aceptar las tesis de sus interlocutores.

Andaba distante, pero sin mostrar rechazo. Su rostro mostraba momentos de lucidez mezclados con otros en que sus ojos parecían mirar a lugares inexistentes.

- Los espíritus desean que os acompañe -fueron sus únicas palabras antes de llegar la noche, palabras dirigidas a ninguno en particular-.

Llegada la noche acampó con el grupo aunque dejó sus escasas pertenencias ligeramente apartadas a un par de pasos del grupo. Se durmió ronroneando una salmodia ininteligible. Al despertar Kenvent se encontró al ermitaño mirándole directamente a los ojos.

Durante todo el día ha caminado callado y sin, aparentemente, impresionarse por los hilos perlados de rocío que penden entre los árboles.

Es cuando aparece el cadáver cuando rompe su silencio no sin antes dirigir una mirada de reproche a Kilder.

- Deberías mostrar más respeto por los que dejan nuestra existencia pero... quizá tengas razón -le guiña pícaramente en reconocimiento a su sugerencia-.

-¡Por todos los rayos! -digo al ver el cuerpo del joven que han descubierto mis compañeros. Me acerco al cadáver con el ceño fruncido y trato de averiguar a qué clan pertenecía. Tal vez su ropa o sus tatuajes puedan decirme algo. También trato de encontrar alguna pista por los alrededores que pueda ayudarnos a saber algo más de la víctima o el asaltante. Esto no promete nada bueno. Tal vez se trate del emisario que enviaron los Redes de Plata y fuera interceptado por algún enemigo con el fin de que la boda de mi sobrina salga mal.

La mirada de Swen deambula sobre el cadáver, la flecha y su entorno. La decepción se palpa en su gesto.

- Nada, extrañamente nada. Puede que recibiera algún rito funerario para que su alma fluyera a su destino...

El chamán observa alertado a los árboles que rodean al grupo y luego mira a Kenvent asintiendo.

- ...pero no hace mucho que murió. Un día... o dos, más no. Por una flecha elfa.

Me arrodillo junto al cuerpo y le echo un vistazo. Observo la flecha con mirada experta y miro de reojo al Hombre Santo.

-Mal empezamos-miro a mi alrededor esperando que no haya nadie observando- Sinceramente, pense que los redes de plata no habian venido tal vez por alguna ofensa tal y como paso con los valle sombrio, eso hubiera sido mas facil de solucionar, que haya un muerto en mitad del camino no me gusta nada- miro uno a uno a mis compañeros y finalmente me dirijo al chaman- Una flecha elfa? que significa eso? No lo entiendo, que razon llevaria a un elfo a matar por la espalda a un orlanthi?-hago la pregunta a los demas, pero realmente me lo estoy preguntando a mi misma, entiendo poco de guerras y luchas y hay cosas que escapan a mi compresion. 

Swen mira a Loranda con aspecto de no comprender sus inquietudes.

- Parte de nuestra misión será contestar a dicha preguntas.

-¿Una flecha élfica? -pregunto muy asombrado. Luego saco mi escudo nuevo y, parapetado en él, empiezo a observar con desconfianza los árboles que nos rodean.

Me quedo mirando la flecha, y pienso:

Es una flecha y ya está, no se porque le dan tantas vueltas, alguien vino, y se la disparó.

-Bueno, ahora os voy a desconcertar, ¿y si la flecha no la lanzó un elfo, y lo hicieron para despistar?, yo iría a ver como están los "redes", y puede que nos informen, recordad que la misión es de reconociemiento.

Asiento mirando a kilder

-Tiene razon sea lo que sea que haya pasado mejor informarnos de todo antes de actuar

No me molesto e examinar el cuerpo, ellos son mucho mejores rastreadores que yo quien solo entorpeceria su trabajo asi que mientras siguen exminandolo yo monton guardia para evitar un ataque sorpresa.