Partida Rol por web

--- No solo peligroso... he tenido en mis manos una mitad de este  y no sabria describirte el poder que tiene, digamos que "inmenso" se quedaria bastante corto... asi que imaginate las dos mitades unidas en una sola- digo escogiendo las palabras con cuidado.

Y os envía a vosotros... Que seguramente seréis unos pardillos con poco poder pensé al escuchar las palabras de Attem.

No dijo más, siguió subiendo las escaleras.

Parecía que su pregunta había pasado desapercibida. Habría protestado, pero tenía la cabeza llena de preguntas y dudas sobre el medallón y permaneció en silencio mientras caminaba. Tendría nuevas oportunidades de obtener una respuesta cuando volvieran de aquél paramo helado.

Visto que mis compañeros se mantienen en silencio asi que callo y me centro en no caer escaleras abajo mientras subo.

Parecía que el viaje estaba llegando a su final, no era una deducción aleatoria, ¡los mapas tenían razón! allí había algo.

Al terminar de subir las heladas escaleras y contemplar el hermoso paisaje de nevado que dejabais atrás, accedisteis a la parte más alta de una montaña a la que parecía que solo los adeptos podían tener acceso.

Parecía que estabais en un lugar antiguo, muy antiguo, una extraña aura de psinergía os rodeaba. Aquel que tuviera el sello de la luna notará como éste comienza a brillar,  ¿a caso los medallones se "atraen" mutuamente?.

Era posible que aquellos monumentos y ruinas dataran de la época dorada de la alquimia, antes del gran declive de la humanidad, sin embargo ahora, tras el sol dorado, este secreto escondite estaba más expuesto que nunca, tanto para el bien, como para el mal.

En mitad del altar que había al fondo rebosaba un manantial de luz ¿sería el medallón del sol? 

La luz del medallón era casi deslumbrante y apenas me dejó fijarme en la belleza de aquel lugar hasta que me acostumbré.

Una parte de mí sintonizó con toda esa energía que nos envolvía. Parecía que mi psinergía conectaba con ella de una manera que era incapaz de explicar.

Me acerqué con cuidado al manantial de luz sin dejar de mirar a todos lados. ¿Qué secretos escondería ese lugar?

Acre suelta un chillido de sorpresa ante la deslumbrante luz y yo tengo que cerrarlos un momento, menudo lugar, me podria pasar horas examinandolo todo y estudiando esas extrañas ruinas, noto como el medallón de la luna  me tira hacia el del Sol con cierta insistencia y con un suspiro resignado avanzo lentamente hasta la luz donde supongo que estará el medallón.

---Vamos Acre...-susurro al Djinn haciendo un gesto para que se me suba a mi hombro, cuando lo hace avanzo hasta llegar a la luz y saco el medallón de  la luna  para guiarme y coger el otro medallón.

- Increible... - Aquél lugar presentaba un espectáculo magnífico, lo suficiente para hacer que se olvidase del frío durante un minuto.

Contempló ensimismado el aura que los rodeaba y el brillo del medallón, pero en lugar de dirigirse hacia el altar que brillaba al fondo se quedó examinando las ruinas que los rodeaban, pensando en quién podría haberlas construido y con qué proposito, además de guardar el medallón.

Meto la mano y agarro el medallón del Sol, sientro una especie de estremecimiento y la familiar sensación de cosquilleo, igual que cuando cogí el medallón de la luna, en la otra mano  tengo todavia el de la luany ahora que tengo cada uno en cada mano los contemplo con atención comparandolos.

---Ya lo tenemos, es hora de volver..- digo mientras me los cuelgo y los pongo bajo mi camisa para que no se vean.

De repente una portal de pura psinergía se interpone entre vuestro camino y las escaleras de bajada. En un santiamén acababa de presentarse una persona totalmente desconocida para ustedes.

El recién aparecido se sacudió las ropas.

- Debo reconocer que este encuentro resulta para mi la mar de agridulce, por un lado me satisface comprobar como por fin ha aparecido alguien capaz de retirar los dos medallones, ¿sabéis lo que significa que te hagan creer que tienes un poder ilimitado y luego descubras que no es así?¿qué aún tienes cabos sueltos que debes atar y no puedes hacerlo con tus propias manos? es una tortura indescriptible, os lo digo en serio -

se acercó lentamente un par de pasos hacia vosotros.

- Pero lo más amargo es haber entrenado, criado más bien, a varios chiquillos como si fueran mis propios hijos y que ni si quiera hayan servido para conseguir mi objetivo... oh, que desalentador, si queréis un consejo, nunca tengáis hijos en el futuro, no son más que decepciones - poco a poco extendió la mano.

- Ahora por favor, dadme los medallones, es mejor que que sea yo quien guarde dichas reliquias antes que un par de niñatos o un viejo senil -