Partida Rol por web

---Esto es un duelo y hay que usar las armas que disponemos, sí no lo haces es que te crees superior o que eres un estúpìdo- te replica sin soltar el acero- En vez de eso usa tus garras como bestia que eres, un soldado que no usa sus armas es igual de util que un bebe con espada...

Esta vez se espera al último instante y con un gesto fluido desvía tu puño, el movimiento te hace perder el equilibrio durante unos instantes cosa que le proporciona una ventaja tremenda al soldado que lanza un tajo sumamente peligroso, tratas de esquivarlo, pero el acero atraviesa tú piel  provocandote un tajo bastante profundo en el pecho, la sangre enseguida se derrama por tú pecho manchando tús ropajes.

--- Lucha en serio o rindete, de lo contrario no seré responsable de lo que te pueda pasar-  dice sereno mientras te mira.-Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes....

El desvío de mi puño me sorprende bastante, pero no el tajo, que aunque doloro, tendría que aguantarlo para que no me viera debil. No muestres debilidad a tu enemigo, o sino le harás saber que ha vencido. Sabía que en algún momento empezaría a contraatacarme, pero por el contrario lo que si que me sorprendió bastante, fue que la provocación provocara un efecto tan contrario al que deseaba yo. No solo no había soltado el acero, con el cual me había dañado, si no que también le cabreé tanto, que cometió el minusculo fallo de no retroceder.

Mi hermano siempre me enseñaba una cosa de los que llevaban armas. Los pasos son muy importantes, y no hacerlos provocaba grandes consecuencias. Y ahora lo tenía justo donde lo quería. A lo seguro y directo, mi brazo agarró los suyos y ayudandome de mi otra mano, traté de provocarle el suficiente dolor en los brazos para que abriera sus manos y soltara su acero. Solo entonces lo soltaría haciendole retroceder, si conseguía hacer que lo soltara, si no tendría que seguir ejerciendo más fuerza.

De nuevo, vuelves a ser tú el que lleva la voz cantante del combate pero pese a ello parece que el soldado seguia llevandote a donde él queria, de hecho, se deja coger el brazo y es entonces cuando sonrie...y te das cuenta de que has cometido un error....un terrible y fatidico error...

El soldado te agarra con fuerza mientras dice con voz seria:

---Espinas...- dice y puedes ver como unas lineas verdes brillantes envuielven tú cuerpo, al instante, decenas de espinas aparecen  por tu piel abriendo varias heridas, no son serias, pero el conjunto de ellas resulta devastador el hombre aprovecha tu desequilibrio y te levanta sobre su cabeza ( algo bastante sorprendente dado tú condición física) y caes al suelo pesadamente expulsando el aire de tus pulmones.

---Es suficiente, el duelo lo ha ganado Rag- dice el soldado situado junto al resto, el susodicho se levanta y guarda la espada y se da media vuelta sin hacer caso a los aplausos de sus compañeros, el soldado mira al resto durante un momento y añade.- Id a socorrer a vuestro compañero, ya hemos perdido bastante el tiempo...

Aturdido por el inmenso daño recibido, estaba en el suelo, pero aún tenía fuerzas. Quizás debería hacer un acto de cordura y no intentar otro ataque, pero las ganas no me faltaban, así que simplemente sonreí. - Nunca ganaras un duelo de esta manera. Y menos cuando tu objetivo era enseñar humildad. Ponerte, en un duelo, al nivel del enemigo, y demostrar que puedes luchar y terreno, no solo es mención de orgullo y honor, si no también de humildad por no llevar ventajas y decir que no lo son. ¿Crees que has ganado? Sigue creyendotelo, pues en cuestión de enseñar a un soldado raso, vas muy mal - mi sonrisa no dejaba de mostrarse en mi cara a través de mis colmillos. Puede que no fuera el acto más inteligente, pero realmente yo sabía que el no había ganado, solo había abusado de su poder, como todos los humanos

Seguía en el suelo, pero no quería ayuda ¿Intentaba hacerme el fuerte? No, yo era así
 

Me acerco a Fenris y me agacho para mirarle a la cara.

-No vas a conseguir mas si sigues así. Y lo siento por lo que voy a decir ahora -levanto a Fenris con facilidad y me lo cargo al hombro- ¡Que patético, con esa actuación dejas en ridículo a nuestra raza la próxima vez seré yo el que de una paliza.

Me asegure de hablar lo suficientemente alto como para que todos los presentes me escucharan.

-¿Podemos seguir nuestro camino ahora? -le dijo al soldado que nos guiaba

Cuando Zeral se me acercó a ofrecerme su ayuda acepté de mala gana, pero cuando soltó aquel comentario no pude evitar cabrearme y soltar un gruñido entre mis colmillos hacia el mismo por lo que había dicho hacia nuestra raza... - Si tuviera fuerzas ahora mismo te daría una paliza gatito. Así que más cuidado con lo que hablas - Susurré pues no aguantaba que me dijeran algo así, aunque fuera de mentira o aunque fuera de un compañero para salvarme el culo. Sin más aguanté el que tuviera que ser ayudado por Zeral hasta que llegaramos a nuestro sitio.

Toda la tapadera del buen rollo acababa de caerse por su propio peso. Tenía que mantener la fachada de tipo duro y esto sólo dificultaba las cosas. No podía mostrar debilidad por mi compañero a pesar del mal aspecto que presentaban sus heridas. Esperaba que nuestra sanadora fuera tan diestra como nos habían comentado en el cuartel general de la resistencia. Me acerqué al soldado que nos había dado las indicaciones con gesto cansado.

- ¿Disponemos de alguna clase de tienda o literas? Necesitamos un sitio para poder vendar al perro. Mañana le traeremos con bozal para que no vuelva a dar problemas. - me odiaba a mísmo por haber pronunciado esas palabras pero tenía que hacer lo imposible por encajar. Ya tendría tiempo de disculparme con los hombres bestia si salíamos con vida.

Suspire al escuchar las palabras de Fenris no había aprendido nada y su orgullo era enorme casi tanto como su la habilidad que tenía para meterse en problemas. No es como si yo no tuviera orgullo pero sabía que en cuanto robáramos nuestro objetivo podría descargar la rabia y empezar a despedazar a todo estos humanos. Eso era lo único que no me hacía perder los estribos.

-Antes de hablar sobre dar palizas a nadie date cuenta de dos cosas: ahora mismo te estoy cargando con bastante facilidad y segundo ya tendrás tiempo de tomar venganza contra mi o contra estos humanos.

Doy un suspiro largo cuando todo acaba, agradeciendo el milagro de que no nos hayan descubierto y que estemos todos bien.
_-Tonto.- Digo en un tono apenas audible, y me acerco despacio a Fenris con la intención de curar su herida. Retrocedo por reflejo cada vez que se mueve, pero de a poco voy intentando tocar su espalda, de la misma forma que alguien intentaría tocar algo caliente y retira la mano para no quemarse.

Vuestro silencioso guia asiente  sin hacer ningun comentario y reanuda la marcha.

---Tendreis vuestra propia tienda....supongo...- comenta mientras sortea varias tiendas- la verdad es que todo lo que pasa alli es un absoluto misterio, se escuchan toda clase de rumores pero a saber  cuales son reales y cuales no...- se para un momento y ese es el momento en el que Niah aprovecha para curar a Fenris, sus manos se envuelven en agua y esta pasa a las heridas del Hombre bestia  sanandolas poco a poco y eliminando su cansancio, le soldado asiente con aprobación ante las acciones de la muchacha- bien, sigamos, ya estamos cerca...

Podeis ver que avanzais a un terreno donde  no hay tiendas y luego vuelven a empezar, pero podeis apreciar que estas son de color negro y estan bastante mejor organizadas, el soldado avanza y os hace un gesto para que guardeis silencio.

---Estan entrenando...- dice mientras señala un patio  situado cerca de vosotros, en él, podeis ver a una decena de hombres y mujeres sin camisa , puestos boca abajo y usando como único soporte los brazos, podeis ver que estos hombres estan físicamente más entrenados y parecen muchisimo más fuertes que los anteriores, sobre sus pies que se suspenden en el aire  veis trozos de roca, agua y fuego flotar  de manera caótica.

De nuevo avanzais, aunque no lo haceis mucho ya que os topais con una mujer de belleza sobrecogedora... veis que el soldado palidece bastante.

---Mi señora Takishis...-dice arrodillandose ante ella- traigo a los nuevos reclutas

La mujer es,sin lugar a dudas, toda una belleza, poseé un cabello negro y largo como la noche misma y se confunde perfectamente con su larga vestimenta pareciendo una sacerdotisa oscura, la mujer os mira con su tez palida mientras una sonrisa deforma sus facciones.

---Oh, novatos...que rico...-dice con voz dulce, al instante todos menos Niah senttis el deseo de satisfacer los más mínimos deseos de de aquella mujer,era perfecta sin lugar a dudas, la mujer observa con cierta lujuria el cuerpo de Fenris y se acerca y comienza a tocarlos y observaros...- Mmm...no estan mal, sus poderes no son gran cosa pero noto un gran potencial en todos...- la mujer se para en Fenris y Niah puede ver un cierto destello lujurioso en su mirada- Mmmm... la verdad es que tú eres el mejor de todos...dicen que los hombres bestia son los amantes más fogosos ¿sabes?Normalmente ellos estan a cargo de Lugol.... Quizas ...sí te portas bien tendras el privilegio de  estar conmigo...a solas....- sonrie y toca la mejilla de Niah cuando pasa a su lado aunque parece más interesada en los hombres, hace un gesto y el soldado que os guiaba se levanta y temblando se aleja bastante deprisa...

Seguiamos al soldado y muy a mi pesar colgado en Zeral. Por suerte no tardó mucho cuando Niah me curó bastante bien - Gracias pequeña - Dije de un modo amable aunque intentando que no se oyera. Si bien eran mis primeras palabras amables en el grupo, tenía que seguir siendo quien era. Me incorporé entonces por mi mismo y miré a Zeral con mala cara - Ya hablaremos - Mascullé entre dientes, y entonces seguí al soldado.

Tras un cierto escalofrió en la parte de separación entre unas tiendas y otras al llegar a las nuevas algo extraño recorrió mi ser. Aquellos hombres no parecían tales, si no más bien maquinas cuya fuerza parecía salirse de su cuerpo. Algo me decía que aquí no podría defenderme tanto como allí, ni siquiera en mi forma bestia, por una vez tendría que callar como el resto de mis compañeros.

Pero lo más absorto fue, al llegar aquella mujer. Una intensa sensación comenzó a recorrer mi pelaje y mi cuerpo en si al verla. No sabía lo que era y por raro que parezca, se estaba adueñando de mi cuerpo. Era por un así decirlo, la primera vez que sentía algo parecido desde hace años. - No... ¿Novatos ha dicho? Mueveté di algo - ... - Intentaba hablar pero las palabras no me salian. Cuando comienza a examinarnos no pude más que estar quieto... me sentía peor que en aquella jaula, pero a la vez mejor, una sensación extraña entre gusto y recelo peleaban entre si haciendo que no pudiera siquiera pensar con lógica. Y cuando se paró en mi fue la peor parte. Mi pensamiento se desvaneció por completo tanto que parecían ser solo ella lo que había en mi mente. - E-eso dicen - dije un poco cortado a lo que seguí al decirme si me portaba bien - S-sí... m-mi señora - ¡¡¡¿MI SEÑORA?!!! ¿ESTÁS LOCO O QUE? REACCIONA JODER - La lucha interna estaba ahora mismo a eones de ese lugar, incluso olvidandome de los que había a mi alrededor... al menos mientras ella estaba cerca.

Avanzamos un poco mientras cargaba a Fenris y en cuanto Niah le curo le deje en el suelo estaba seguro de que el mismo se habría soltado si no lo hubiera hecho y cuando me hablo simplemente sonreí y le saque la lengua, me encantaba molestar a la gente y Fenris se había convertido en mi presa favorita. Seguimos caminando cuando llegamos a las tiendas de color negro me quedo mirando a los soldados entrenar mientras pensaba: "Desde luego el entrenamiento se lo toman en serio estoy casi deseando unirme a ellos." Aparte la mirada de los soldados al escuchar una voz femenina y el momento en el que pose mi vista sobre ella la mandíbula pareció que se me desencajo quedandome con la boca abierto unos instantes antes de recomponerme. Y erguirme para demostrar mi enorme tamaño y mi forma física.No escucho ni una sola palabra que dice pues estoy muy absorto observandola con deseo esa bella mujer que me había embobado y al parecer no era el único. A pesar del poco tiempo que llevaba junto a Fenris sabía que era muy raro el estado en el que estaba.

Caminaba casi absorto en mis pensamientos, molesto por la actuación de mi compañero y por cómo había tenido que comportarme. Odiaba los ideales de esta gente y no me apetecía en absoluto tener que comportarme como ellos. No obstante, cuando cruzamos el vacío y nos internamos en la zona de tiendas negras, mi atención se centró en todo lo que nos rodeaba.

El anterior soldado había sido capaz de derribar a Fenris casi sin despeinarse y estos tenían aspecto de estar bastante más entrenado. Aquello era posiblemente la causa de la disputa. Este parecía ser uno de los escuadrones de élite del ejército y nosotros, los novatos, estábamos destinados al mismo. Aguanté las ganas de echarme a reir.

Aquel ambiente marcial era terriblemente contagioso, casi estaba deseando ponerme a entrenar. Comencé a crear un mapa mental del campamento por si las cosas se ponían feas. Miraba en todas direcciones con discrección, sin prestar atención a nuestro guía, cuando nos detuvimos. Miré al frente en busca del motivo de nuestra parada y...

y...

y...

y...

Para cuando quise darme cuenta, llevaba una cantida de tiempo imposible de calcular mirando absorto a aquella mujer de belleza arrebatadora. Mi mente parecía haberse desactivado durante un momento. Fue la voz cautivadora de aquella dama lo que me sacó de mi ensimismamiento. Sin hacer movimientos bruscos, como tratando de que no se notara que no estaba colocado de antes, me cuadré ante ella. Sin embargo, no pude contener una sonrisa, esperaba que seductora.

Rezaba por que el color no me llegara a las mejillas o, al menos, no se notara. Eché una corta mirada a Pira para que se mantuviera a mi lado. El vínculo con un djinn era algo bastante impresionante y quería que fuera Takhisis la primera en percibir ese hecho. Sin embargo, la atención de aquella prodigiosa mujer parecía centrarse en el hombre bestia. Celoso, lo miré con desprecio durante un instante. No había demostrado ser un guerrero digno de aquella dama.

Parpadeé un par de veces, tratando de sobreponerme y volver a la realidad pero mi mente estaba perdida en aquel océano de cabellos oscuros. "¿Qué me está pasando?"

Com...partir... dormitorio...

Justo cuando pensé que me había calmado empiezo a temblar de nuevo. La idea de tener que dormir en el mismo sitio que estos tres tipos me desmoraliza casi totalmente.

Me quedo sumida en mis pensamientos mientras andamos, hasta que llegamos al encuentro de una mujer que parece que deja bobos a mis compañeros.
Los miro... después la miro a ella. Levanto las cejas y parpadeo, y me quedo en silencio. Bajo la mirada al suelo, ya sin saber qué hacer. Ahora mis compañeros actúan extraño y no me gusta, me siento todavía menos aliviada cuando la empiezan a adular, ahora me van a traicionar? Estaban del lado de esta todo este tiempo? Ahora estoy sola...? Mis piernas tiemblan tanto que casi me caigo.
-_{N..no me toques.}- Murmuro cuando invade mi espacio personal, y tras eso me escondo detrás de Pira.

Takhisis, lejos de sentirse molesta ante la reacción de Niah, sonrie divertida.

---Tranquila, ricura, no pienso hacerte daño- le arrulla, la mujer pone sus ojos en Pira durante unos instantes y luego centra la mirada en el grupo- Bueno, reclutas, seguidme y os llevaré ante vuestra tienda.

La mujer se gira y elegantemente comienza a caminar, vosotros comenzais a seguirla casi de manera automática, avanzais unas cuantas tiendas más hasta llegar a una en concreto, con un gesto os hace pasar y podeis ver que se trata de una sencilla tienda de campaña, donde únicamente veis tres hamacas.

---Los hombres dormiran aqui....casi siempre-dice mientras vuelve a sonreir a Fenris y luego se gira hacia Niah- Y tú,pequeña, dormiras con los de mi Ala, como todas las mujeres...

Cuando ví que mujer tocaba a Niah y esta era reacia a ella, solo mi puño se cerró y inconscientemente volví atras - Que tiene esa mujer que me hace ir en contra de mi...

Entonces fuimos todos juntos hacia donde dormiríamos nosotros, pero al encontrarme con solo tres hamacas y la orden de la mujer que nos comandaba un poco de ira salió de mi para luego calmarse al verla, y tratando entre dientes de hacer una petición en voz grave y apagada- Eh... esto... Mi señora, cuando salimos del lugar que nos mandaron se me encomendó la protección de la pequeña y... me sentiría más seguro teniendola cerca, aunque sé que en este lugar estará más que segura - No decía la verdad, y si bien mis sentidos me atraian hacia la mujer, mi instinto me decía que no dejara sola a la niña. - Perdón por la insolencia. Es solo que quiero hacer bien mi trabajo. - intenté mirar al suelo para no dejarme llevar por la belleza de la dama al decir las palabras finales

La intensa mirada a Pira logró romper el encanto durante unos instates pero poco más que eso. Seguía costándome demasiado concentrarme frente a aquella mujer y trataba con todas mis fuerzas mantener la cabeza fría. Miré extrañado a Fenris tras su proposición. Era imposible que le permitieran dormir junto con las mujeres por motivos obvios y traer a Niah a la zona de los hombres no me parecía la mejor opción.

Sin embargo, era mi djinn la que me preocupaba ahora, no me gustaba ni un ápice la mirada que le había dirigido. Abrí la boca para decir algo sobre aquello pero mi instinto de autoconsevación junto con la calidez que era capaz de transmitirme Takhisis me hicieron retener mi lengua.

Asentí en silencio y me limité a mirar en dirección a nuestros dormitorios.

Mire a ese diminuto ser que se ocultaba detrás del djinn mirando con temor a la mujer pero no el mismo temor que con nosotros algo peor. Mi ojos vuelven a posarse sobre Takhisis esta vez con preocupación por Niah. ¿A que se debía ese temor, yo solo veía a una bella mujer?¿Acaso Niah vería algo que nosotros no?

La seguí mientras me hacía las mimas preguntas. Cuando Fenris hablo salí de mi ensoñación.

-Erik, por la noche cuando todos duerman intentare tomar forma de bestia y dar una vuelta por el campamento. Si dejan a Fenris hacer lo que quiere explorare sin mas si ese no es el caso vigilare a Niah hay algo en ella que me preocupa -dije en un susurro que solo Erik escucho.

---Oh, pero estará más segura conmigo que con ningun otro sitio,ademas, dormirá con las mujeres, como debe ser- comenta la mujer mirando a Niah- Pero me gusta que mostreis tanta responsabilidad por vuestra labor, de todas formas, esta noche podras comprobarlo querido...-dice mirando a Fenris- ¡Bueno,esto es todo! Ahora querida nos iremos a tus futuros dormitorios,sigueme pequeña....

Tras eso, la mujer sale de la tienda quedandose en el umbral esperando a Niah