Partida Rol por web

Hoy hace frío, pero no lo suficiente para un Ario. Me mandaron dar los últimos entrenamientos a estos hombres y cumpliré por el Reich.- Buenos días soldados, no sé si sabéis la responsabilidad que la SS y el gran Reich ha puesto sobre vosotros.- Dice mientras se pasea ante los valientes soldados.- Estáis en vuestro último entrenamiento antes de partir en misión. Espero que sepáis manejar un rifle a estas alturas.- Dice mientras señala los rifles que hay apilados en una mesa, con su respectiva munición.

- Quiero que disparéis con estos rifles a todo el que se mueva. Hemos tomado a unos presos de guerra y les hemos dado unos cuchillos y órdenes de que acaben con vosotros, de tal forma que el que logre mataros a todos se liberará.- Digo esbozando una macabra sonrisa sabiendo que aunque mataran a casi todos los nazis del mundo no lograrían escapar.- Cojan su munición y recarguen correctamente, cuando estén listos pasen por aquella zona al bosque.- Digo mientras señalo autoritariamente el bosque que se extiende ante nosotros.

Recojo el Kar y me dirijo a donde ordena Franklin. Mientras lo hago, extraigo del tahalí la bayoneta y se la incorporo al Kar, y por último pongo en un sitio más accesible mi cuchillo de caza por si la situación se pone "más íntima"...

A pesar de ser el primero, llegaría hasta las lindes del bosque (con cierta cautela) para inspeccionar qué tipo de bosque es (si es tupido o más bien claro) así como buscar alguna posición de tiro que me dé ventaja (como escalar un árbol desde el que disparar, para hacer ésto último utilizaría la trinchas como cuerda a la que aferrarme al tronco ya que en el cinturón llevo todo el equipo...).

Se queda quieto, mirando con la cabeza baja y expresión seria a Von Buttemrett, luego a sus compañeros. Espera a ver qué hacen los demás. -Éstos tíos son muy escandalosos. Por otro lado, no sé si me puedo arriesgar a ir sólo... Veamos...

Antes que nada me cuadro y enérgicamente saludo levantando mi mano derecha - Seig Heil! -. Dos compañeros se me adelantan, parto detrás de un soldado que se ve bastante débil, se ve como un niño con uniforme que le queda grande. Me acerco a la mesa y recojo el Kar, lo reviso para ver en que estado se encuentra... nuevo, recién salido de la fábrica. Miro el bosque al que apuntó Von Buttemrett y sonrío. - Será un placer aniquilar a la lacra, solo espero no ensuciar mi uniforme -. Digo mientras sigo caminando en dirección al bosque.

Viendo que se está quedando solo, se acerca a la mesa, saluda al mando no con mucha marcialidad y coge el fusil. Se da la vuelta y se pone a andar hacia el bosque mientras lo revisa, le mete el cargador y hace las comprobaciones que ya conoce.

Nota que un tipo vá detrás de él. Gira la cabeza levemente hasta que lo vé por el rabillo del ojo. Lo inspecciona mentalmente durante unos segundos. -Están muy dispuestos. Ellos harán todo el trabajo. Intentaré esconderme hasta que todo ésto acabe. Maldita guerra...

Avanzo a buen paso hacia la mesa para recoger uno de las caravinas, antes de cargarla compruebo rapidamente los mecanimos para asegurarme de que todo esta correctamente, siendo tan reluciente seguro que es un modelo recien salido de una fabrica. Cuando compruebo que todo esta correctamente intruduzco un cargador y cargo el arma, quitando el dedo del gatillo y apuntando al suelo.

El oficial habia dicho que eran prisioneros de guerra, seguramente serian comunistas o ingleses, confio en que los campos de prisioneros los hayan dejando en peor estado que cuando llegaron.

Empiezo a caminar hacia el bosque mientras mientras me pregunto como diablos habia llegado a combatir con la infanteria.

A lo lejos veis a tres hombres corriendo con las ropas rotas y de rayas. A simple vista parecen presos de los campos de concentración. Deberían ir armados. Corren entre los árboles, por lo que es difícil darles. 

Enfoco la vista entre los árboles del bosque y veo a un hombre corriendo. Camino un poco más rápido y me acomodo de a poco el rifle. Veo a otros dos hombres correr en distintas direcciones por los árboles, no sé a cual de los tres apuntar - Cuál de los tres será judío - Pienso mientras termino de acomodarme el rifle en el hombro, me decido por el primer prisionero que ví, por su apariencia física era mas cercano a un Judío que a un prisionero Inglés o Soviético. Cuando me encuentro a una distancia prudente apunto al prisionero y disparo.

Observo durante un segundo a mi objetivo mientras este corre entre los arboles, entonces alzo mi caravina y apunto durante un par de segundos antes de disparar. El casquillo de la bala que acabo de disparar pasa por mi campo de vision mientras el objetivo cae al suelo, quizas muerto quizas no.

-Uno, dos, tres. Han salido tres, mierda! ...No perdamos la calma, somos 4. Que disparen ellos.

Fritz avanza agachado con el fusil temblando en sus mmanos y la cara de circunstancia, como tantas otras veces.
Mientras tanto, sus compañeros disparan. A cada sonido de los Kar, se le guiñan los ojos involuntariamente. Cuando ve que tiene ocasión, posa la espalda sobre un árbol y se agacha poco a poco mientras mira de reojo a través de sus gafas empañadas, cómo sucede todo.

Cojo aire, mantengo la respiración y soltándola en el momento adecuado disparo al tercero...

(*copio el resultado de la tirada que no sé porqué se mandó mal)

- Tiradas (1)

Motivo: Disparo

Habilidad: Grande (+4) (4)

Dificultad: Normal (+1) (1)

Tirada: [-1] [0] [-1] [-1] = -3

Resultado final: Normal (+1) (1), Éxito

Alexander falla el tiro por muy poco, mientras que los otros dos compañeros parecen dar muy bien en el blanco... el cuarto compañero intenta esconderse en la maleza, para pasar totalmente desapercibido.

La bala de la caravina Kar impacta en un lateral  del torso de uno de los blancos, esta perfora su carne, destrozando una costilla y seccionando una arteria antes de salir por el lado contrario a la entrada y perderse entre unos matojos. El blanco que se encontraba corriendo cae inmediatamente al suelo y suelta el cuchillo, intentando agarrarse uno de los orificios por los que se desangra en un vano intento por contener la hemorragia que lo lleva inexorablemente a la muerte.

La bala atravezó el cuello del prisionero destrozando su garganta. Cayó al suelo retorciendose mientras la sangre brotaba de su herida a borbotones. El hombre en un intento desesperado de mantenerse con vida, se apretaba el cuello intentando contener la hemorragia, posiblemente sin darse cuenta aún que su herida era mortal. - Un disparo, un muerto - Pensé mientras sonreía imaginando una Europa libre de débiles, una Europa dominada por el III Reich.

Mientras avanzaba hacia el cuerpo ya muerto del prisionero, miré a uno de los nuestros esconderse tras unos arbustos, todos habiamos disparado menos el. - Vamos! Sal de tu escondite, a matar! - Le grité sin dejar de caminar.

Al ver que han matado a sus dos amigos, el joven sale corriendo huyendo de los tres soldados en la dirección contraria a la que ha venido. Se está escapando.

Fritz está agachado de tal manera que queda sentado con la espalda pegada a un árbol y oculto entre altos helechos y demás hierbas. tiene la cabeza girada hacia donde está la acción, el fusil en las manos, temblando. Ve cómo dos cuerpos caen entre chorros de sangre y un tercero se ha librado por los pelos y da la vuelta para huir.
-Uff, menos mal, menos mal. susurra para sí mismo.

Uno de sus compañeros le ha visto ocultarse y le grita que salga a matar. -Joder, en serio? Ésto es lo que me espera?

Miró a Lagas durante un instante y luego al prisionero para cerciorarse de que seguía alejándose. Tragó saliva. Se levantó con cautela y siguió hacia adelante apartado de sus compañeros dispuesto a lanzarse a la maleza en cuanto las cosas se complicaran de nuevo.