Partida Rol por web

Maldiciendo sus suerte en un eslavo cerrado, Hunter abandona la persecución, consciente de que se le acaba el tiempo... El lejano eco de un campanario subraya esa sensación de urgencia... "Maldita sea..." El cazador se retira al abrigo de las sombras, fijando su mirada en un viandante, husmeando en el aire, notando como la Bestia exige sangre, visceras, huesos, carne...

Los colmillos de Hunter relucen con un brillo antinatural, mientras sus garras se afilan contra la acera...

Sola de nuevo, miro mi reloj y niego mientras suspiro, esta tardando demasiado, tendra mucha hambre o vete a saber que.  Maldito Gangrel, si no fuera por sus musculos y los depravados pensamientos que me puede provocar... me levanto del banco y me alejo por la calle en un repiqueteo de mis tacones por el adoquinado, mientras mi cuerpo es iluminado lentamente por las luces de las farolas cercanas mientras rebusco en mis bolsillos algo para las emergencias. Mi maquillaje, se espera que alguien de mi clan vaya tremendamente arreglado  para provocar la fascinacion de los demas.  Unos suaves retoces para ello bajo una de las farolas antes de guardarlo  y seguir caminando hacia donde esta la iglesia de los Pastores.

Llamas al telefono de Donovan, y te da cinco tonos antes de que alguien descuelgue el aparato. Sin embargo, no es tu antiguo cliente y protegido quien responde, sino una voz de mujer.

Despacho de Donovan Lacroix, buenas noches. ¿En qué puedo ayudarle?

Lo que te sorprende es que no has llamado a su despacho, sino a su móvil...

Me quedo callada, iba a soltar una de mis bromas de cuando estabamos juntos.  Aparto el movil y miro la pantalla. Hijo de puta ventrue.

Buenas noches, necesitaba hablar con el señor Lacroix. Si fuera posible esta noche, digale que la señorita Wilson desea hablar con el.

Mentiroso, mentiroso, cuando te haga falta mi puerta estara abierta, claro ya veo como coges el telefono y no me avisas que lo deriva a tu despacho. Aprieto los dientes para que los colmillos no salgan.
Como no me atiendas me va a dar lo mismo, voy a atravesar el maldito territorio lupino y a acabar con esas serpientes, aunque tenga uqe negociar con esas alfombras de pelo humedas

Lo lamento, señorita Wilson, pero el señor Lacroix está reunido en este momento -La voz es bastante neutra, sin emoción, la de alguien acostumbrada a repetir las mismas cosas una y otra vez. Sin embargo, tras la aclaración se hace un momento de silencio incómodo, como si la secretaria estuviera comprobando algo- Hmmm... Wilson... ¿Steffanie Wilson? Sí, la tengo en lista. El señor Lacroix estará disponible en menos de media hora, presumiblemente. Puedo darle cita para entonces ¿Sabe donde están nuestras oficinas? Edificio Albia, Bilbao, el conserje le indicará.

Steff está hablando por teléfono cuando Hunter regresa de su cacería y la encuentra tras un corto registro a los alrededores del lugar donde se separaron...

Sonrio para mi. Si, soy esa Steffanie Wilson. Me quedo pensativa mientras sigo caminando

Estare en media hora en sus oficinas, apunteme esa cita. Muchas gracias, le preguntare al conserje donde queda la oficina nada mas llegar.

Al final si que te acuerdas de tus amigos por lo parece. Cuelgo el telefono y lo guardo en mi bolsillo mientras camino hacia la calle mas cercana, voy a necesitar un taxi como poco, menos mal que tengo algo de dinero. Siempre podria usar mi presencia para hacer que no me cobrara, pero  no puedo hacer lo que me parezca en cada momento.
Parece que ha vuelto pronto o mas bien tarde. ¿Agradable la caceria? le replico mirandole y esperandole a que se acerque. Tenemos una cita en media hora en el Edificio Albia, mi amigo me ha dado una cita para poder verle y comentarle lo que necesitamos

Comienzo a caminar hacia la calle para buscar un taxi aunque el google maps de mi movil me dice que no esta muy lejos, pero esto es cosa de satelites

Hunter paladeó el metalico sabor de la sangre recien derramada, cayendo por su garganta, manchando sus mejillas, sus labios, la punta de sus cabellos, sus fuertes manos...

La Bestia, casi desatada no se había limitado a chupar la sangre... El cazador sediento de sangre que el antitribu Gangrel llevaba dentro había exijido mucho más... Mientras manaba a borbotones, al cada vez más lento compas de los latidos de su corazón, la vida escapaba de la infortunada victima, alimentando la no-vida de Hunter.

El extasis de semejante comunión entre presa y cazador solo podía ser comprendida por aquellos que ejercian uno u otro papel... en un momento dado... Por fortuna, el antitribu Gangrel no era una criatura dada a las reflexiones filosoficas y, una vez saciada a medias su Hambre, contuvó a la Bestia y retuvó el control una vez más.

Se limpió como pudo con los retazos menos ensangrentados de la ropa de su victima y con los periodicos viejos. Sin demasiados miramientos, golpeo el cuerpo inanimado, pateandolo y desgarrandolo. Completó su pequeña pantomima arrojandolo sin demasiados miramientos a un contenedor de basura y se alejó a la carrera de allí, con el eco lejano de las campanadas de alguna iglesia remota.

"Y ahora... A reunirnos con Steff"

Hunter no tuvó demasiada dificultad en localizar a su Ductus. Sin embargo, en lugar de presentarse de inmediato, se mantuvó alejado, justo en el limite de su campo visual, fundiendose con el paisaje urbano, mientras la observaba...

"Steff"

El mero recuerdo de su nombre avivarón los fuegos de su Bestia, que se retorció en su vientre, arañandole las entrañas y despertando ecos de sensaciones muertas tiempo atras. Paseó su mirada por el cuello de la vampiresa, descendiendo lentamente hasta alcanzar la suave curva de sus caderas y de sus bien torneados muslos. Alzó la vista para fijarse en sus labios, mientras se movian al hablar con un anonimo interlocutor al otro lado del telefono. Captó el brillo nacarado de sus dientes y el brillo helado de sus profundos ojos azules... y notó un nuevo escalofrio que erizó cada uno de sus cabellos.

Cuando ella echó a andar, Hunter caminó con paso firme y tranquilo tras ella, sin ocultar más su presencia. Al volverse hacia el y preguntarle sobre su caceria, el cazador sonrió levemente, asintiendo. Asintió de nuevo cuando ella le explico a donde se dirigian y la siguió, colocandose con naturalidad a un paso de ella, convertido en un silencioso remedo de sombra...

Llegáis al edificio en cuestión justo a tiempo. El taxi os deja en la puerta, después de un breve recorrido por la carretera que discurre a orillas de la ría. En pleno centro de Bilbao, el edificio es enorme, y se nota que está dedicado en exclusiva a oficinas y despachos, un edificio empresarial.

Al llegar a la recepción os aborda un joven conserje, el pobre pringado al que le toca el poco deseado turno de noche. Con bastante educación os indica el lugar, en una de las últimas plantas. Subís en uno de los múltiples ascensores, y al tocar la puerta señalada, una con el rótulo Lacroix Inversiones S.L., una mujer os abre la puerta casi de inmediato, con rostro cansado pero sonrisa educada. En cuanto abre la boca, Steff es consciente de que se trata de la secretaria que la atendió por teléfono.

Os invita a esperar un instante en una pequeña sala, con asientos corridos y revistas sobre la mesa, aunque no os da tiempo ni a acomodaros. Donovan aparece casi de inmediato, con un traje elegante y el pelo ligeramente desordenado.

Buenas noches, Steffanie -Saluda amigablemente, antes de girarse hacia Hunter. Parece extrañado por su presencia, aunque no hace comentario alguno al respecto- Caballero... Venid, estaremos más cómodos en mi despacho.

Os ponéis nuevamente en pie y le acompañáis hasta el despacho, donde os invita a tomar asiento en un par de butacas que hay frente a su mesa. Él hace lo mismo al otro lado de esa misma mesa de madera gruesa y finamente tallada con motivos florales.

¿Y bien, Steffanie? ¿A qué debo tan agradable visita?

Muchas entradas, salidas y maneras de volarle, tambien de matar a los que entran, ni se preocupan de registrarnos.
Sonrio a la secretaria, pero no la digo nada.

Me giro y sonrio a Donovan. Buenas noches Donovan le contesto siguiendole. me quito el abrigo y lo dejo en el respaldo antes de sentarme y de cruzar las piernas mirandole.

Primero os presentare, el es Hunter, miembro de mi Hermandad. Seguro que ya lo sabras. Pero no he venido a hacer una peticion, me gustaria que me ayudaras a conseguir un permiso.

Se donde hay un local donde miembros de la camarilla aun se reunen, concretamente setitas. Me gustaria hacerles una visita, lo malo...me callo un poco antes de continuar. Esta en Territorio Lupino.
Pero es que ademas me apetecia verte.

Donovan permanece con gesto serio ante la petición. Sus ojos se mantienen en los de Steff, ignorando completamente a Hunter. La tensión crece, mientras el vampiro guarda silencio. Queda claro que la situación es delicada, por el tiempo que se toma para dar una respuesta.

Eso... -Duda un instante, antes de continuar- ...puede ser complicado. ¿Estáis seguros de que están allí... y de que podéis encargaros de ello? No te ofendas, Steff, sabes que reconozco tu valía, y ni mucho menos pretendo dudar de la de tus nuevos hermanos. -Por fin desvía la mirda hacia el Gangrel, aunque solo brevemente- Pero los Seguidores de Set tienen fama de rodearse de auténticos ejércitos mortales, y de tener facilidad para obtener armas. ¿Cómo sabéis que no es más de lo que podréis controlar?

Hay algo más que ocultan sus palabras, pero que se desprende de ellas. Si obtiene el permiso para vosotros, quiere estar seguro de que no será un fiasco. Y eso, seguramente, se debe a que pretende llevarse el mérito ante las instancias superiores si la cosa sale bien.

La Cofradia de los Ocultos nos ha pasado la informacion, no se si sera del todo fiable, pero... le miro sin perder la sonrisa. Me lo deben por su graciosa visita de hace unas noches.

Si consigo las pruebas ¿me conseguiras el permiso para cruzar el territorio? Te aseguro que los beneficios para ambos pueden ser muy interesantes. Creo que los beneficios es con lo que se moveria con mas tranquilidad. Sabia que seria muy dificil conseguirlo.

Pero para conseguir esas pruebas, tal vez necesite hacer algo  poco ortodoxo, puede ser empezando por hacer una visita a cierto culto evangelico

Hunter caminó tras Steff, en un mutismo absoluto. La aprecitiva mirada que dirigió al edificio fue el único destello de interes ajeno a su actitud vigilante que realizó durante todo el camino.

Lanzó una mirada cargada de lascivia a la guapa secretaria; una promesa silenciosa.

Sin embargo, en presencia del vástago llamado Donovan, Hunter se limitó a quedarse quieto, en pie, indiferente en apariencia pero con esa mirada alerta del cazador que husmea una presa... O un desafio.

"Asi que este es Donovan... Que bonito..."

Una mueca de sorna fue la respuesta ante el natural excepticismo de Donovan... acompañado de un rápido movimiento de cuello, arrancando un crujido de sus vertebras.

"¿Que estas pensando, Donovan? ¿Que sabes?"

Las palabras de Steff, las implicaciones sobre tejemanejes politicos, la busqueda de meritos... Hunter notó como la bilis (o algo muy parecido) le carcomía las entrañas... Entrecerró los ojos, manteniendose en silencio, atento, alerta...

Esto no es un juicio, Steff -Responde sin miramientos- No te estoy pidiendo pruebas. Solo digo que obtener ese permiso va a ser más complicado de lo que crees, y que no merece la pena si no se obtiene con él exactamente lo que se va a buscar.

Os observa detenidamente un instante, durante el cual detiene su mirada en el Gangrel, sopesando algo.

Espero que sepas lo que estás haciendo, eso es todo. Puedo conseguirte una cita con quien os puede ofrecer ese salvoconducto. Pero tendrás que convencerle a él, y no es precisamente un tipo elegante. Un paso en falso, y no tendré más que sospechas de qué ha sido de ti. Ya estaba aquí antes de nuestra llegada, y se dice que también estaba antes de la llegada de la Camarilla. Oculto en la noche, recorriendo los montes del Gran Bilbao en compañía de lobos. Se llama Joseba Urtaín, y era el Primogénito del Clan Gangrel durante el Principado de la Camarilla, y el precursor de la tregua que mantuvieron con los Lupinos, y que ahora tratamos de preservar en nuestro beneficio.

Donovan se las implicaciones sino, no habria venido a pedirte  ayuda. Me conoces lo suficiente como para saber que puedo hacer y que no. Asumire mis culpas si no sale como espero, si no esta lo que nos han dicho que hay.

Me cayo y le miro a los ojos, solo estamos los dos, no esta Hunter en esta conversacion es una conversacion privada, por algo que en el pasado tuvimos y que puede que terminemos por volver a tener.

Hablare  con él, solos los dos si asi lo quiere, le expondre lo que deseo hacer y si puede rebatirme que no hay ningun setita en ese lugar, no volvera a salir en ninguna conversacion. Aunque voy a hacer algo mas que ir sola a esa conversacion, vamos a ocuparnos por...Hunter con un poco de maquillaje podria pasar por gitano y podria traernos a alguien de esa etnia para interrogarle sobre los setitas si es un culto como me han insinuado. 

No será necesario que acudas sola, Steffanie, porque él no irá solo -Te responde con una sonrisa que oculta algo de preocupación- Nunca está solo. Su pacto con los Lupinos va más allá de lo que el resto de cainitas podemos comprender. Sabemos que frecuentaba la ciudad cuando la Camarilla gobernaba, formando parte del Consejo de la Primogenitura, pero con la caída de la ciudad desapareció. Ni siquiera luchó durante el Jo Ta Ke, simplemente se evaporó. Algunos le buscaron, no en vano es un Antiguo, su sangre es codiciada por los diabolistas, pero no le encontraban. -Donovan se inclina hacia delante, mostrando un rostro siniestro- No podían hacerlo. Vivía entre los lobos...

La mera idea es inconcebible. Cainitas y lupinos son enemigos naturales, ya es difícil de creer que en una ciudad haya un pacto de no agresión, el hecho de que se toleren mutuamente. Que convivan... es casi imposible.

Apareció y negoció con los Obispos el pacto de no traspasar las fronteras de antaño. El pacto no es igual, los Obispos no niegan a nadie el acceso a esos territorios, pero se ha advertido que quien entre lo hará bajo su propia responsabilidad. Los lobos no harán prisioneros. Y con los lobos va él, y viceversa. Ten por seguro que ese Gangrel no acudirá a una reunión sin algunos lupinos alrededor. Supongo que te das cuenta de lo grave de la situación. Ni siquiera él puede garantizar tu seguridad y la de tu manada, si acudís a parlamentar. Pero si quieres hacerlo, si realmente estás dispuesta... puedo hacer que se ponga en contacto contigo.

Demasiada informacion en este maldito momento, yo que esperaba que solo fuera uno, que como mucho fuera con sus chiquillos. No, resulta que ademas es amigo de las alfombras de pelo humedas, tendre que ser respetuosa en la conversacion.

Donovan, dile que quiero hablar con él, en el lugar que mejor le convenga. Maldita sea, nos masacraria aunque eligiera yo el lugar ¿que tengo? Hunter, un guerrero o una bestia mas bien, que se arrancaria el corazon y las garras en el combate. Danny creo que tambien moriria combatiendo, Albert un maldito pretencioso Lasombra que saldra con el rabo entre las piernas en cuanto vea el peligro o que dira que no puede ir.
Cagalli, una cria malcriada en la uqe no se ni si puedo confiar a pesar de haber bebido la misma sangre. Luigi, un politico diga l oque diga no le veo peleando contra los licantropos si nos atacaran. Koldolak, nuestro sacerdote, tan extraño que no se ni por que le estan buscando o por que le quieren matar.

Vuelvo a mirar a Donovan Llamale, tienes mi numero, que se ponga en contacto conmigo y  no te preocupes, sabes que vivo siempre de manera demasiado peligrosa.

Hunter escuchó con más atención las palabras de Donovan sobre la antigua bestia que rondaba los montes bilbainos...

"Asi que un Antiguo ¿No?... Alguien tan poderoso como para imponer su ley a ambas partes y obtener la connivencia de sus lideres... Alguien a quien le importa bien poco las luchas de la Sangre de Cain... Alguien que ha establecido un vinculo con los Lupinos... Alguien que ha vivido el tiempo suficiente como para permanecer al margen y que, sin embargo, permite que unas asquerosas lagartijas como los hijos de Set descansen en su jardin, protegidos por sus perros y por su amo..."

El cazador sonrió con franqueza al vastago, cuando Steff asintió y confirmó la llamada para una cita... Y se acercó a Steff para susurrarle al oido, mientras aspiraba el suave perfume de la vitae que ardía bajo su piel.

"Ductus, tendremos que hacer venir al resto de nuestros hermanos y hermanas. Tal como Donovan a dicho, el Antiguo no irá solo, aunque lo parezca a simple vista..."

Sin esperar respuesta, Hunter dió un paso atras, mientras adoptaba una actitud hosca y meditabunda...

"Solo hay que desear que Cagalli sepa esperar su momento..."

Donovan os observa unos instantes, pensativo. Por su gesto no parece que vuestra idea le convenza en absoluto, aunque negarse no esté en su ideario. A fin de cuentas, sois vosotros quienes asumis el riesgo.

De acuerdo, Steff, como quieras. Le haré llegar tu mensaje. -El cainita se pone en pie, en un gesto que deja clara su intencion de no postergar demasiado el fin de la reunion- Pues... si no quereis nada más...