Partida Rol por web

Gran Bilbao Sangriento II: La Serpiente Oculta

5- En nido de culebras

Cargando editor
09/11/2012, 11:13
Esmeralda

¿Mas de un...? -Esmeralda se gira hacia ti, extrañada. La luz de las farolas exteriores baña su rostro dotando de aun mas belleza a su ceño fruncido. Sin embargo este desaparece en cuanto mira la caja sobre la mesa- Oh, eso... Son todas del mismo hermano. Dominic, el fanatico Salubri Antitribu. Carlo me envia una muestra de su sangre cada cierto tiempo, a saber con que artistica y retorcida intencion. Tambien me envio una muestra de ceniza que, segun el, pertenecia a los restos de la pequeña Sejmet, pero mas tarde descubri que no eran de ella. A saber que significa eso... -Tu mismo te lo planteas ¿Significa que aun vive? No, eso supondria que don Carlo te habria mentido...- Estara jugando conmigo, como le gusta hacer... -Esmeralda se apara de la ventana, pero en lugar de regresar a la mesa se recuesta en el sofa, dejando que su cuerpo serpentee como el de una culebra hasta tumbarse comoda y sugerentemente.

¿No tomas nada, vaquero? ¿De verdad no hay nada que pueda ofecerte, algo que de verdad desees, antes de marcharte de nuevo?

Cargando editor
09/11/2012, 22:09
Jules

Me pregunto extrañado por qué Don Carlo tendrá ese retorcido juego con esta muñequita, por qué mandarle viales de sangre del tres ojos o las cenizas que no pertenecían a quien correspondían. ¿Acaso prefería que Esmeralda tuviese tranquilidad al pensar que estaba muerta, que su alma torturada tuviese un mínimo descanso en las noches venideras?

Pero la muñequita se mueve, como si estuviese avanzando por el escenario de una barra americana en Las Vegas al ritmo de una música que no consigo escuchar.

Me levanto, dejando la colilla sin apagar dentro del vaso de cristal vacio, y me acerco tranquilamente hasta uno de los extremos del sofa, ladeando ligeramente mi cabeza mientras recorro su cuerpo desde mis casi dos metros de altura.

Ha sido un viaje largo. - digo con voz grave - Y no pueden quedar mucho para el amanecer... seguro que tienes idea de dónde puedo quedarme esta noche. - mientras sigo recorriendo su cuerpo.

Cargando editor
10/11/2012, 10:48
Esmeralda

Querras decir este dia... -responde juguetona- ¿Te preocupa no encontrar un rinconcito oscuro donde descansar sin tostarte? Que adorable, en alguien que viaja tanto... -Esmeralda se incorpora ligeramente, llamando a los hombres de fuera- ¡¡Cristobal, haz venir a Jennifer!! -vuelve a su posicion relajada y te mira nuevamente- ¿Es eso todo lo que quieres, un lugar donde descansar? Supongo entonces que tienes intencion de partir mañana mismo...

Cargando editor
10/11/2012, 16:47
Jules

Me giro para asegurarme que el tal Christobal no ha entrado todavía en la habitación y vuelve mi rostro de nuevo hacia Esmeralda.

No, nena, creo que nos llegaremos a conocer mejor. - le lanzo mi mejor cara de tipo duro y prosigo - Me quedo en la ciudad una temporada pues ese vial no era la única sorpresa que te traía... - me detengo un segundo para darle más impacto a lo siguiente que voy a decirle, momento que aprovecho para seguir disfrutando de su cuerpo - ya que Don Carlo planea venir a Bilbao.

Cargando editor
11/11/2012, 13:05
Esmeralda

Compruebas que, en efecto, la puerta permanece cerrada. Sea quien sea el tal Cristobal, de entre los hombres que hay fuera, parece que se ha marchado a buscar a esa mujer. Puede que aún tarde un rato, si para llegar hasta ella debe hacer un recorrido parecido al que has tenido que hacer tú para llegar hasta este despacho. Estos viejos edificios parecen un laberinto, y estás seguro de no haber visto ni la mitad.

Te centras en Esmeralda de nuevo, en su cuerpo, en su actitud sugerente, y decides lanzarle la bomba con el mayor dramatismo posible. El resultado es el esperado. La mujer detiene su contoneo en el sofá, se pone rígida y abre los ojos desmesuradamente. En su pétreo rostro no logras discernir si hay expectación, ilusión, o miedo. Desconoces si acabas de entregarle una grata noticia... o todo lo contrario. La vampiresa se alza, sentándose con la mirada perdida en la pared, las piernas juntas y la espalda firme.

¿Cuando? -Su voz es fría, ha perdido toda su calidez y sensualidad. Es una voz insensible y sin sentimiento alguno- ¿Cuando piensa venir? ¿Eres tú su... avanzadilla?

Cargando editor
11/11/2012, 19:44
Jules

Todos estos lustros de infiltrarme y ocultar mi personalidad a los que me rodeaban casi no me sirven para tratar de ocultar la sonrisa que quiere formarse en mi rostro, a duras penas consigo enterrarla bajo capas de tipo duro y actitud anarquista, al ver cómo su cuerpo pierde el toque extra grande de sensualidad que quiere impregnar a cada uno de sus movimentos y de sus palabras, confirmándome que también es parte de ese personaje que usa para manipular a los demás.

¿Me ha parecido ver un atisbo de miedo en su mirada? Por su bien espero que no, que no haya cometido ninguna tontería que pueda enfadar a Don Carlo, pues estoy seguro que no habrá mayor tortura en el mundo que aquella que recibirá aquel de su círculo de confianza que le traicione.

Tras escuchar sus preguntas, saco otro pitillo, con calma, formando una media sonrisa en mi cara, mientras dejo que la tensión se forme un poco más. Nadie comete más errores que cuando está nervioso y no controla la situación, más cuando parece creer tenerlo todo atado.

Pronto. - digo como primera respuesta mientras sigo mirandola desde la misma posición - Y sí, estoy aquí por petición suya pero seguramente no sea el único. - me aventuro a predecir, tratando de indicarle que no soy un cabo que se pueda arrancar sin consecuencias.

Y a ti, cariño, - doy un par de caladas y le sonrío, con esa sensualidad que ella antes utilizaba - se te pide que me facilites la llegada.

Cargando editor
11/11/2012, 22:38
Esmeralda

Esmeralda ladea la cabeza para lanzarte una mirada de ojos entrecerados. Su gesto parece relajarse, e incluso se permite reposar la espalda en el respaldo del sofá y cruzar las piernas despreocupadamente.

Ya veo... facilitar... -¿Que es lo que ve exactamente?- ¿Y has pensado ya en una tapadera, una excusa para estar aqui, un motivo para ingresar en una de las Cofradías... o debo inventármelo yo?

Cargando editor
11/11/2012, 23:14
Jules

Sonrío. Y anoto mentalmente lo sucedido, Don Carlo seguramente esté interesado en la intranquilidad que su inminente llegada ha provocado en Esmeralda.

Como te he dicho, muñeca, acabo de llegar a la ciudad. - me muevo despacio y me siento en el reposabrazos del sillón, no tengo necesidad ni intención de marcar mi posición desde la posición predominante. - Además, he estado al otro lado del charco durante bastante tiempo... pero seguro que alguien tan bien - muevo la mano con el cigarro, señalando primero  la ventana y luego alrededor - preparada puede darme algo de información sobre cómo se mueve Bilbao desde la merecida caída de esos estirados y la llegada de la verdadera libertad.

Cargando editor
12/11/2012, 11:13
Esmeralda

¿Información? -La mirada de Esmeralda se vuelve sibilina, demostrando a tus ojos que hay algo oscuro que ronda esa cabecita suya- ¿Es eso todo lo que quieres, un poco de información? Cariño, puedo ofrecerte mucho más que eso...

La vampiresa se pone en pie, caminando de nuevo hacia la mesa y cogiendo el vaso vacío que dejaras sobre ella. Con un suave contoneo, se acerca de nuevo al mueble bar y saca la botella decorada llena de espeso líquido, que sabes que tiene sangre en su interior, y al extraer el tapón toda la estancia se llena de un agradable y sabroso perfume. Deja tu vaso sobre el mueble y llena otro vaso limpio hasta la mitad, y luego otro más para ella.

Llegas un poco tarde para encontrar sitio en una manada... -Comienza a decir mientras se gira con los dos vasos en las manos- Se han estado conformando en el último mes, y será difícil que te acepten en alguna. Eres un recién llegado y Bilbao vive una época turbulenta... Sin embargo... -Esmeralda se encoge de hombros con coquetería, mientras se acerca a ti contoneándose de nuevo. Parece haber recuperado su "estilo", su seguridad- La Coalición del Norte y los Sangre Salvaje no te convienen, son manadas errantes y pasarán seguramente largas temporadas fuera de Bilbao. Luego están las Cofradía, manadas asentadas en la ciudad. La Mano Roja y los Pastores de Hombres no son... ¿cómo lo diría? de tu estilo... -Te tiende uno de los vasos, mientras se acerca el otro a sus carnosos labios y bebe un sorbo- Tampoco creo que encajaras en una manada de Nosferatus ¿verdad? -Esmeralda deja escapar una socarrona risita, llena de sensualidad- así que los Ocultos no son una opción... De hecho, son pocas las opciones... -Esmeralda se cruza de brazos, sosteniendo a un costado su vaso y asumiendo una postura que ladea su cadera hacia un costado, recalcando sus curvas- Está mi propia Cofradía, la Muerte Silenciosa, pero para formar parte hay que estar en el negocio del asesinato profesional. Yo misma tuve serios problemas para entrar porque no llevo demasiado tiempo en el negocio. Los Soldados de la Espada no son tan remilgados, les vale cualquiera capaz de combatir con eficacia, y crean sus propios juegos de instinto para probar a quien quiera ingresar. Si te crees capaz... puedes intentarlo. Sin embargo... hay otra Cofradía... -La sonrisa de la vampiresa crece, y sabes que oculta algo, un plan, un truco. Te muestras alerta, incómodo ante la incertidumbre- Es muy variopinta, y nadie espera gran cosa de ellos. Han reclamado un territorio apartado del centro, pero su Ductus está bien relacionada y es probable que prosperen. Además, desde una posición inferior tendrías más fácil observar los movimientos de la ciudad sin levantar tantas sospechas. No obstante...

¿No obstante? Aquí viene el truco, la trampa, la tela de la araña...

Puedo dejarte con esta información, cariño, y lavarme las manos. Tienes lo que necesitas y puedes buscarte la vida a partir de aquí. Ni siquiera Carlo puede exigirme más. O bien... -¿O bien...?- Puedo ofrecerte la llave de entrada a esa Cofradía. Por un precio. -Enarcas una ceja, entre indeciso y curioso. No te gusta que te ofrezcan la venta de algo que deberían darte gratis, pero por otra parte te interesa saber cual es el precio que pretende ponerle a su ayuda. Además, la sonrisa de Esmeralda ha desaparecido de su bello rostro, y eso también te intriga- Quiero que me ayudes a convencer a Carlo de que libere a Dominic. De un modo u otro.

Cargando editor
12/11/2012, 16:00
Jules

Si hay algo más retorcido y maquiavélico que una mujer, es una mujer convertida en una hija de la noche.

Y así lo demuestra Esmeralda cuando sus ojos me ponen sobre aviso de que está empezando a encontrar cómo sacar partido a este asunto, cómo empieza a dar forma a un plan secreto en esa cabecita bonita y cómo va a intentar engatusarme para enredarme en medio...

Sigue insistiendo con que me tome la sangre y no me inspira demasiada confianza en vista de la fijación que ha demostrado tener con la colección de viales pero tomo el vaso que me acerca con su habitual contoneo.

Empieza a recitar las manadas y las cofradías que merodean Bilbao tras su caída, parece que Don Carlo sabía con quién me mandaba.

Tomo el vaso que me ofrezco y la miro mientras sigue recitando el estado de la ciudad mientras aprovecha a marcar su voluptuosidad.

Y como un mago tras haber pedido a un voluntario que suba al escenario, saca al conejo de su chister.

¿El tres ojos? - pregunto con genuina incredulidad. - ¿Por qué querrías liberar al que te traiciono? Y no me digas que es por amor porque - coloco la mano en mi pecho - me romperías el corazón.

Notas de juego

Nota: anteriormente había dicho que dejaba la colilla EN el vaso ("Me levanto, dejando la colilla sin apagar dentro del vaso de cristal vacio, y me acerco"); esi cambia vaso por cenicero para mantener coherencia en mi post ;D

Arreglado: coge un vaso limpio (fallo mío)

Cargando editor
13/11/2012, 07:26
Esmeralda

Esmeralda sonríe, y hay algo malicioso en su mirada. Pero también un atisbo de genuina tristeza.

Llevas razón, cariño, no parece que tenga sentido, no gano nada con esto. Mis motivos son puramente personales, pero no mezclemos el amor con esto, dulzura, no quiero que te sientas celoso... -La vampiresa hace un gesto coqueto con sus labios, antes de adoptar una expresión seria- Quiero acabar con toda esta mierda. Que lo suelte o lo mate definitivamente, pero no quiero seguir contemplando en la distancia como es humillado y torturado alguien que antaño fue... -Parece que se le atragante el final de la frase, con un mohín de amargura- mi hermano.

Cargando editor
13/11/2012, 07:45
Jules

Asiento ante sus palabras, dando por fin el primer sorbo al vaso casi de manera inconsciente. Si me quisiera algún mal, ni siquiera habría llegado a subir a este piso y menos aún se arriesgaría sabiendo que soy la avanzadilla de un poder mucho más grande que ni ella ni yo somos capaces de mesurar.

Trataré de interceder ante Don Carlo para que termine con el sufrimiento del Salubri - nunca he tenido un hermano, más allá de aquellos con los que he compartido Vauldurie, por lo que no puedo entender bien si se refiere a un hermano de clan o de sangre humana - pero sabes que puede llegar a ser como pedirle al sol que no salga por la mañana.

Levanto la copa y se la ofrezco para sellar el pacto con un brindis. ¿Sobre esa Cofradía...? -pregunto.

Cargando editor
13/11/2012, 10:51
Esmeralda

La vampiresa no hace gesto alguno ante la evidencia que proclamas. Ciertamente, si conoce a don Carlo tanto como afirma, es algo que ya debía saber. Es extraño verla conformarse con la simple palabra de intentarlo. Es... tan ingenuo... tan adorable...

Me basta con eso. -Responde secamente, victoriosa, cambiando de tema al instante tras chocar suavemente su vaso con el tuyo y brindar con la mirada y con los labios ensangrentados- Esa Cofradía está pasando por algunos apuros. Nada grave, supongo, que no se pueda solucionar con algunos tiros y un poco de sangre. Pero dudo que se puedan permitir rechazar ningún tipo de ayuda. -Esmeralda se gira, contoneándose hacia la ventana mientras toma otro sorbo de su vaso con aire despreocupado- Parece que tienen rescoldos del viejo status en su territorio. Serpientes, odiosos Seguidores de Set. He estado haciendo averiguaciones, siempre es bueno tener un ojo en cada problema por si termina resultando útil, como así ha resultado en este caso. -La sonrisa de plena satisfacción que te dedica está, a tu modo de ver, plenamente justificada en este caso- Y he obtenido un nombre, el de un antiguo Setita que frecuentaba el territorio haciendo tratos con la Camarilla. No se si permanece por aquí o no, pero alguien que le buscase para saldar viejas deudas tendría buenos y poco sospechosos motivos para ofrecer su ayuda a quienes se le esten enfrentando. "El enemigo de mi enemigo..." - La vampiresa deja en el aire el final de la frase, sobradamente conocida, con cierto aire de complicidad.

Cargando editor
13/11/2012, 16:35
Jules

Me recuesto más cómodamente en el sofá, siguiendo su contoneo al moverse mientras doy unos cuantos sorbos a la sangre.

Voy a suponer que no es una Cofradía importante, seguramente por debajo de la media, para haber que poner su territorio en un nido de serpientes y estar dispuestos a aceptar ayuda externa, ¿no? - le pregunto, más para poner en voz alta mis pensamientos que para que ella me confirme mis ideas. Aún así...

¿Qué puedes contarme de la serpiente que intentó joderme? - pregunto con tono socarrón - ¿Y de mis futuros nuevos hermanos? - trato de imitar, de forma un tanto cómica, una de sus caritas de niña buena para pedir las cosas.

Cargando editor
13/11/2012, 18:06
Esmeralda

Ya supongo que esperarías entrar por la puerta grande, en una de las Cofradías importantes... -Se burla la vampiresa, con cierto sarcasmo- Pero, como te he dicho, llegas un poco tarde. Ahora mismo sería muy complicado hacerte entrar, especialmente sin que te pongan a prueba durante más tiempo del que te gustaría.

En eso no puedes sino darle la razón. Estar a prueba, constantemente vigilado y controlado, es algo que no te puedes permitir, al menos durante mucho tiempo. Restaría eficacia a tu misión, sería un engorro. Lo que necesitas es ganarte rápidamente su confianza, y poder operar con libertad de movimientos.

Ese asqueroso setita se llamaba Ibrahim Thulsa. -Esmeralda vuelve a su mesa y abre un cajón, revolviendo entre varios papeles y carpetas, hasta que extrae una fotografía- Es un antiguo, como te he dicho, y tenía una buena red de contactos por toda la margen izquierda del Nervión. Formaba su propia red de acólitos sectarios, con algunos chiquillos, unos cuantos ghouls, y muchos mortales a sus órdenes, actuando como fanáticos religiosos. Todo al servicio de ese dios caníbal suyo, por supuesto, aunque la mayoría de ellos sin saberlo. Incluso logré hacerme con una fotografía suya, a un precio elevado, por cierto.

La vampiresa se acerca a ti y te la tiende.

Y respecto a los miembros de la Cofradía... -Mientras estás aún observando la fotografía, te ves sorprendido por el movimiento de Esmeralda, que se deja deslizar suavemente sobre tu muslo derecho, sentándose en tu regazo y haciendo serpentear su brazo tras tu cabeza, como una bailarina de streptease haciendo subir los niveles de excitación de su numerito especial- ...¿Estás seguro de querer saber sobre ellos? Si se dieran cuenta de que sabes demasiado podrías levantar sospechas...

Cargando editor
13/11/2012, 18:31
Jules

Observo la fotografía. Hummmm, está claro que no era el más guapo de su nido... - digo mirando la foto. - Supongo que tiene cara de haber vendido a mi sire a la Camarilla, ¿no crees, pequeña?

Recostado y con una mujer serpenteando sobre mí, solo me falta el fajo de billetes de un dolar y creería que estoy en cualquier garito del sureste de Nevada.

Pero, nena, - digo haciéndole un cariñoso gesto en la barbila, manteniendo la mano ahí unos segundos para luego empezar a bajarla lentamente por su garganta - algo tendré que saber para no terminar viajando con la primera manada que me cruce y al menos dónde encontrarlos...

Cargando editor
13/11/2012, 22:08
Esmeralda

La vampiresa, en efecto, se mueve sobre tus piernas como si estuviera esperando una buena recompensa en forma de billetes introducidos por todos los resquicios de su ropa. Cuando tu mano se cierne sobre su barbilla, sus labios gruesos y brillantes se separan, en una mueca de deseo, y cuando tu mano desciende por su garganta, de entre esos labios carnosos surge un amago de gemido.

Pero, amor... -Comienza a decir, en un susurro- Te dije que te entregaría la llave, no que te señalaría la cerradura ¿no es así? Deberías confiar más en Esmeralda... -Acerca sus labios a tu pelo, susurrándote al oído- Yo misma me encargaré de ponerte en contacto con ellos... -Se separa de nuevo, dejando su rostro justo frente al tuyo, haciendo que no puedas evitar clavar tus ojos en los suyos, esos enormes ojos negros, bajo los cuales crece una enorme sonrisa...- Están a punto de comprarme armas, esta misma noche ¿Quieres acompañar a mi vendedor?

Cargando editor
14/11/2012, 00:13
Jules

Realmente hecho de menos las noches al norte de la frontera mexicana. Esos anarquistas tenían cierta predilección por los tugurios de striptease y de poker, algunas veces llegando a mezclar ambos a la vez.

Si siguiese siendo humano, seguramente Esmeralda ya hubiese notado que no tenía una pistola en el bolsillo, si no que me alegraba de verla. Pero una de las complicaciones, ventaja o desventaja dependiendo del momento, de ser un hijo de la noche era que había que impulsarlo de forma consciente.

Me dejo perder en la oscuridad de sus ojos, abriendo lo míos y moviéndo ligeramente mi rostro, siguiendo el movimiento del suyo.

Supongo - mi mano pasa de su garganta a su hombro, apartando ligeramente el pelo  que no tendré un momento que perder - mi mano empieza a descender lentamente por la curva de su espalda - si quiero llegar a esa venta. ¿no?

Cargando editor
15/11/2012, 07:30
Jennifer

El intenso momento se ve interrumpido por unos suaves golpes en la puerta. Esta se abre y por ella aparece una muchachita mestiza, con el cabello rizado y teñido y unos mofletes encantadores que le dan un aire encantadoramente infantil.

Mi maestra ¿me habías llamado?

Cargando editor
15/11/2012, 07:33
Esmeralda

Esmeralda gira su cabeza sin separarse un ápice de ti, mirando a la muchacha.

Jennifer, mi niña, este es Jules, mi amigo e invitado. Hasta nueva orden el refugio tres será para él, encárgate de los preparativos ¿Quieres?

La muchacha hace una reverencia, un gesto que te parece fuera de lugar, y desaparece de nuevo por la puerta.

Llevas razón, mi vaquero, deberías partir ya y darte prisa si quieres llegar a la venta antes que ellos. Es en Sestao, frente al Ayuntamiento, avisaré a mi vendedor de que vas... ¿Verdad que te alegras de haber conocido a Esmeralda?