Partida Rol por web

Gremio de Ladrones

Escena privada de Zane

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07/11/2019, 12:36
Director

Zane estaba terminando de almorzar en el Foso del Oso, atendido por una camarera morena nueva de manos finas y delicadas. Probablemente una huérfana de guerra que venía de familia acomodada. Pensaba en que pronto tendría que buscar algo - remunerado - que hacer si no quería tener que echar mano de las reservas cuando, como si le leyeran los pensamientos, entró un tipo grande y fornido, con cara pánfilo, pero unas hombreras de cuero con el corte típico del Gremio.

Miró alrededor sin mucho disimulo y se dirigió a su mesa, sentándose sin perder tiempo, con cierta prisa.

-"Vico quiere verte. Y tiene prisa." - le dijo señalando con la cabeza a la salida. Y esperó a que le acompañara.

Vico. El Maestre de la Cofradía de luchadores. Era el más desagradable de todos los Maestres, y sus dos Jefas comadres no ibna mucho a la zaga. Era un asesino frío y despiadado, grosero y maleducado, arrogante y despectivo. Le encantaba el terror que imponía a los demás, un abusón con poca consideración por los demás, en particular por las mujeres. Por desgracia también era extremadamente competente, daba miedo porque podía matar a cualquiera sin que se le viera venir o en combate - razonablemente - limpio.

Por suerte Vico sólo era uno de los cuatro Maestres, un superior pero no su jefe directo. Seguía siendo uno de sus socios más frecuente, aunque siempre era más agradable tratar con Alfons, que era para quien trabajaba más a menudo.

El matón, que dijo llamarse Kiel, le acompañó hasta una pequeña casa abandonada cuyo sótano conectaba con la red de túneles del alcantarillado que llevaba a la Casa Gremial. Se cruzó en la trampilla de entrada a la sede con otra de las Cofrades Mayores, la bella Cassandra Allamand, que justo salía en ese momento.

La Sede era un agradable contraste con el exterior, no sólo hacía calor, para variar del aire libre y las alcantarillas, sino que, aunque seguro que hedía bastante a sudor y cerrado, al salir de las alcantarillas el ambiente resultaba ligero y agradable.

Apenas había podido empezar a otear el local tras terminar de cerrar la trampilla, cuando ésta se volvió a abrir dando paso a otro de sus compañeros Mayores, Grimes.

La zona común estaba bastante llena de cofrades y comadres, como era habitual, sobre todo de vaciabolsillos de poca monta, matones cutres y mendigos. La mayoría descansaban en los catres comunes, jugaban a los dados o repasaban sus cuentas.

Entre ellos había algunos Cofrades más importantes, en particular había tres de allanamiento confabulando y planeando. Otros de defensa y de toda la Cofradía de Ladrones se mezclaban en los diversos grupos, aquí y allá.

Alfons estaba a la puerta de su despacho, sonriendo con elegancia a todo el que pasaba por allí, y recogiendo pechas de vez en cuando de alguno de los que terminaban de contar su dinero.

Mando estaba en un rincón, repasando listas y números, bastante solo, como era habitual.

Cata y Jacia también estaban en esquinas opuestas de la habitación, rodeadas de un espacio vacío alrededor, como si tuvieran un campo de fuerza, que resultaba curioso en aquel entorno abarrotado de gente; sobre todo, para el que no las conociera, considerando que eran las dos chicas más bellas en aquel entorno que las mujeres eran menos de la quinta parte.

En el centro, como un pavo real, mirando a todo el mundo con suficiencia y desprecio - y tirando un azote en el culo a cualquier chica que se despistaba y pasaba demasiado cerca - estaba Vico. Se acercó a él, mientras iniciaba su conversación, Grimes se dirigió, apenas unos pasos por detrás, hacia Alfons.

 

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07/11/2019, 12:53
Vico

Mientras Zane le saludaba, Vico hizo una seña a Kiel, a otro matón y a un par de chicas ballesteras. Una se llamaba Felicia, a la otra no la conocía y no parecía Betancuriana.

-"Vamos, haraganes y putas, tenemos trabajo." - inmediatamente se volvió hacia él, mirándole con sus ojos fríos y desapasionados.

-"¿Qué hay, Blackdeep?" - pero no le dio tiempo a contestar, sino que le lanzó una bolsita de tela con veinte ducados - "Hemos pillado a un mendigo intentando comprarse un chochete de los caros con una moneda oro. Averigua porqué tenía tanto dinero y, si procede, arréglalo. Yo tengo otros asuntos." - con una fría sonrisa desenvainó tres dedos de su espada larga negra brillante, lamiéndose los labios con obscena lascivia - "si te hace falta, que te ayude Adria, que yo ajusto cuentas con ella luego" - lo último lo dijo muy alto, lo bastante para que la mencionada, una Cofrade de número de Protección, levantara la cabeza y mirase con gesto de desagrado.

El asesino parecía que tener intención de marcharse ya con el grupo que había formado, aunque antes señaló en la dirección dónde tenían las celdas con la cabeza.

Para ese momento Grimes debía haber acabado de hablar con Alfons y estaba recibiendo insultos de Cata, aunque por lo que conocía a la mujer podía ser sólo una conversación normal.

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08/11/2019, 17:46
Zane Blackdeep

Comer fuera no era una costumbre de Zane. Normalmente comparaba pan en la ciudad, algo de queso y algunos frutos secos y comía de forma furtiva por ahí. De vez en cuando, pero, necesitaba comida caliente en el cuerpo, así que buscaba un local de fiar y se sentaba a comer. En ese caso, un estofado que, de estar envenenado, habría matado ya a cientos de personas, pues la olla del Foso del Oso estaba siempre en el fuego y él mismo podía ver desde su silla como iban sacando las raciones. Nada que temer. Apuró le plato y tomó un trago de su petaca sin darse demasiada prisa. Vico podía ser un cabrón, pero tampoco tenía porque acudir corriendo a su llamada como un puto perro. Pagó y se largó del local tras el tal Kiel, siempre atento de que no fuera una encerrona.

La vida en la calle lo había convertido en un hombre desconfiado y uraño, pero un hombre vivo. Que le llamaran Zane el Huraño o Zane el Hosco no le molestaba, incluso llegaba a considerarlo como un cumplido. Lo que tenían que saber los demás era que debían apartarse de su camino si no querían acabar mal, eso tenían que hacer.

El gremio estaba como siempre, lleno de miradas torvas y gente fanfarroneando intentando parecer más duros de lo que eran. Era una forma de sobrevivir, si salía bien, claro. Él prefería la discreción y no bajar nunca la guardia, ser metódico daba mejores resultados a la larga.

Caras conocidas a un lado y a otro, el gremio formaba su propia corte real de algun modo, donde todos intentaban medrar en importancia y ganarse los favores de los jefes. Nada de eso le interesaba mucho, pero. Zane contaba con su competencia para vivir y no quería saber nada de las intrincadas luchas políticas en las que se revolcaban los demás miembros del gremio. Confiaba que manteniendose al margen y siendo útil, le bastaría para evitar una puñalada por la espalda. Bueno, confiar no era la palabra, más bien tenía la vaga esperanza de que así fuera.

Vico le entregó unas instrucciones a todas luces pobres e insuficientes, en una muestra más de su pobre profesionalidad. El tipo era un patán con infulas que creía que el sadismo y el buen hacer eran la misma cosa. Aun así, Zane se limitó a asentir ligeramente. Supuso que tendría que aclarar los detalles con Adria y encargarse él mismo del problema. Al parecer Vico estaba reuniendo gente para algo. Tendría que enterarse de algun modo.

Se acercó a Adria.- Dame los detalles de la historia del mendigo- le soltó, como único saludo. Zane podía ser muy seco y directo, pero como alguien que odiaba que le hiceran perder el tiempo, tampoco quería hacerselo perder a los demás

Notas de juego

Imaigno que la peña que esta reuniendo Vico va armada hasta las trancas, no parece una incursion amistosa ¿no?

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11/11/2019, 10:19
Adria de extorsión

Cuando se dirigió a ella inmediatamente, la chica dirigió a la espalda de Vico un par de puñales con la mirada, antes de volverse a él con el morro arrugado de fastidio y mirada hostil.

-"¿Qué detalles te voy a dar yo, si se de la misa la media?" - se echó atrás en la silla, tratando de calmarse - "Cuando dice que me pidas ayuda es si tienes que apiolar a alguien y no te vez capaz sólo."

Se encogió de hombros y alzó las manos.

-"Te puedo decir lo que he visto. Vino por aquí la puta esa de Allamand, meneando su culo y pavoneándose como suele hacer, un mendigo apestoso se le acercó, supongo que a pedirle sexo ¿para qué vienen si no aquí las putas?"

Se notaba en la mirada que no le hacía ni pizca de gracia que las comadres de relaciones personales se pasaran por la Sede; era muy habitual entre las mujeres de otras Cofradías.

-"El caso es que Vico se fue para ellos como un halcón cazando una tórtola, agarró al mendigo por el brazo y se lo retorció. Me pareció ver que brillaba el oro. Le dijo a 'la Puntadas' que lo llevase a una celda y mandó a Kiel a buscarte."

Taconeó con fuerza al volver a bajar la silla de sus patas traseras, y agarró su jarra con más fuerza de la necesaria para echar un trago mientras concluía.

-"Lo siguiente que sé es que me estaban enmarronando a mi." - susurró de forma imperceptible pero el fino oído de Zane alcanzó a escuchar - "Puto Vico porculero"

Notas de juego

Hasta los dientes, no. Normalmente hay que tener cierta discreción; pero sí, todos son de Defensa y de Extorsión y Protección y llevan algún arma seria (ballestas ligeras, estoques, clavas de gran tamaño. Y Vico siempre lleva espada larga y corta) y, seguramente, armaduras de cuero tachonado o incluso camisotes debajo de las capas y las ropas pesadas.

Lo que en el Gremio viene siendo "vestirse para matar", eso sí.

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14/11/2019, 12:53
Zane Blackdeep

- Vale- se limitó a responder, antes de salir de allí en dirección a las celdas. Odiaba tener que trabajar con aficionados, había gente en el gremio que parecía incapaz de encontrarse el culo con las dos manos. En vez de ser sensibles con la información, Vico parecía que prefería tener toda la ciudad aterrorizada con sus métodos chapuceros y luego quejarse cuando las cosas no iban bien.

Tendría que lidiar con ese tipo de mierdas para resolver ese asunto. Alguien con dinero salido de la nada. Esperaba que al menos no hubieran machacado mucho al pobre tipo.

Notas de juego

Voy al calabozo a hablar con el mendigo.

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15/11/2019, 10:43
Director

Cuando la Familia tenía un problemilla con un cofrade (o una comadre) y había que dejarlo aislado hasta que se resolviera se le encerraba en alguna habitación o cuarto trastero, en un almacén de contrabandistas o un edificio semiabandonado si pintaba que la cosa podía torcerse, en el Foso del Oso u otro negocio si sólo había que aclarar los temas con un buen rapapolvo.

Sólo cuando el pobre diablo tenía mala suerte y le encerraba alguien que le tenía manía o la cosa no pintaba nada bien para él se le enviaba a una celda de verdad. Eran temporales, no por su mal diseño, al contrario: eran temporales porque nadie aguantaba en ellas una semana.

Se hacían tapiando por los cuatro lados un trozo de las cloacas con mortero y piedra, desde un alto en uno de los túneles de salida secretos de la Sede se ponía una reja a tres metros del suelo y ahí se arrojaba al cautivo - o si tenía suerte, se le hacía bajar por una cuerda -

Cualquier herida al caer o bajar era un problema pues se infectaba enseguida dado que el ambiente era húmedo, sucio y hediondo.

Solían estar vacías, pues no se usaban casi nunca. Y si lo hacían no permanecían mucho habitadas. Como esperaba sólo había una celda ocupada, un mendigo zarrapastroso la ocupaba, sujetándose un brazo y gimoteando. Era difícil decir que esa celda no olía peor que las demás.

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15/11/2019, 11:24
Mendigo

Cuando Zane se acercó y se hizo audible, incluso antes de que le dijera nada, el mendigo se echó a llorar y suplicar.

-"Por favor, yo no he hecho nada, yo no he sido, me encontré la moneda, ¡lo juro!" -

Hablaba bastante bien para lo que era habitual entre su gremio, que solían tener una jerigonza de palabras acortadas y vulgarismos de quien en su vida ha pisado un aula.

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21/11/2019, 11:42
Zane Blackdeep

El lujoso bastón de Zane repiqueteó el suelo conforme se acercaba. Era un sonido característico cuando andaba por el gremio, una cadencia concreta que solo cambiaba cundo tenía que levantar el bastón andar ligero sin hacer ruido. Zane contempló el agujero del suelo, más allá de la reja, donde estaba el mendigo, y frunció la nariz aprovechando que las sombras cubrían su rostro. ¿Podía ser Vico más torope? Dificilmente. Su gusto por la crueldad sólo hacía su trabajo más pesado. Se agachó en cuclillas frente a la reja y miró hacia abajo, acercando la lámpara de aceite que quemaba temblorosa en la estancia.

- Tranquilo, amigo, estoy aquí para aclarar eso- saludó.- Vamos a ver, ¿cómo te llamas?- preguntó, procurando poner una cara amable

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro percepción a ver como es la celda y el estado del mendigo. Es un 29, que no he contado las gafas bien.

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21/11/2019, 22:33
Director

Zane inspeccionó la celda en más detalle. Parecía que el agua de la alcantarilla se filtraba un poco, no sólo por el olor sino porque resultaba húmeda y el suelo estaba como el de las calles de Betancuria en una de las frecuentes mañanas brumosas. La pared que se había construido para formar la celda con el trozo de alcantarilla estaba en buen estado; incluso un mulo de protección como Kiel tendría imposible derribarla sin que el estruendo de un millar de impactos llamara la atención. Suponiendo que no se descoyuntase antes.

La reja estaba algo oxidada, aunque el candado se mantenía aceitado y el mismo Zane dudaba de si podría llegar a abrirle sin herramientas incluso con todo el tiempo del mundo... Y eso suponiendo que pudiera trepar hasta él, pues quedaba fuera del alcance no sólo del encorvado mendigo sino que él mismo no llegaría sin trepar. Idea que le llevó a comprobar que las paredes, aunque no estaban realmente lisas - y menos pulidas - y tenían una mano de enfoscado por lo que era razonablemente lisa, además la humedad del suelo también mojaba las paredes lo que hacía muy difícil llegar a la reja desde la que miraba al mendigo.

Al fijarse en el individuo vio que no tenía heridas recientes, aunque sí varias costras, raspones, sabañones y rozaduras. O le habían bajado con cierto cuidado o sabía caer o había tenido suerte. Estaba muy desaliñado y desaseado, no sólo olía mal sino que su pelo y la barba, allí dónde le salía, estaban desgreñados y llenos de suciedad. Era flaco y enjuto - aunque no desnutrido pues todos los miembros del Gremio podían pasar por la cocina del Foso del Oso a tomar "la sopa boba", que eran tres comidas al día suficientes para que uno saliera adelante sin morirse, a cuenta de la Familia -

Quizás el rasgo más llamativo eran los ojos, tenían cierta chispa mortecina, un algo que no sabía describir pero que no solía verse en gente como él. Tal vez era más alto de lo que parecía pero estaba encorvado y así no pasaba del metro y medio. Su ropa eran varias capas de andrajos que, a pesar de cubrir cuatro niveles, aún dejaban buena parte de su piel al descubierto. Esta era una colección de morados, costras y manchas, unas de suciedad, otras de la misma piel.

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21/11/2019, 22:54
Mendigo

El mendigo no parecía muy confiado en su suerte, probablemente aunque Zane no le conocía a él, él si conocía a Zane.

-"Sí, a aclarar. Por eso te han mandado a tí, entre todos los cofrades." - luego pareció pensárselo un poco mejor, aunque no mucho - "aunque sí se me ocurren cuatro o cinco que sería peor."

-"Aquí algunos me llaman Sabañones Lenguadeplata, o Saba, para abreviar. Aunque la mayoría, y casi todos fuera de aquí, me dicen fuerasuciomendigo."

Parecía tener una mente algo más afilada que la mayoría de los mendigos y, desde luego, mejor lenguaje que todos ellos juntos.

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22/11/2019, 14:31
Zane Blackdeep

Zane no era un experto en personas. Si, sabía encontrarlas, sabía seguir las pistas y como preguntar para que le dieran las respuestas que quería, pero no era especialista en saber lo que había dentro de los cráneos de la gente. Aun así podía decir que Sabañones era más listo de lo que quería dar a entender. Lo cual, francamente, no era mucho, siendo un mendigo harapiento y sucio como era. Había tenido la suficiente habilidad para no hacerse daño al caer allí, o la suficiente labia para convencer a quien le había metido de que lo hiciera con suavidad. Que demonios, había convencido a Vico de que no lo matara al momento, eso ya tenía mérito por si mismo, y sabía que Zane quería algo de él. Pero nada de aquello importaba. No veía que estuviera en condiciones de realizar esa fuga improbable (aunque no imposible). Si el mendigo esperaba un toma y daca, podía esperar sentado. Tenía mucha más prisa que le propio Zane.

- Oh- exclamó, con fingida decepción,- si te supone una gran desilusión que me encargue de tu caso, puedo decirle a Vico que lo haga él mismo- sugirió.- Personalmente encuentro sus métodos desagradables y poco profesionales, pero quien puede discutir con los resultados ¿eh?- comentó, apoyándose descuidadamente en el bastón.- Vamos a ver, Sabañones, estoy aquí para averiguar de donde sacaste ese oro. Tu vida, tu bienestar, tus sueños de futuro o el calibre de las ladillas que gaste tu hermana no podrían importarme menos- sentenció.- ¿Te molesta que sea sincero sobre el tema? Pues tampoco me importa mucho, la verdad. Eso tiene sus pros y sus contras- continuó, sin dar pie al prisionero.- Como contra, tienes muy pocas esperanzas de conmover mi corazón y salir de aquí dándome pena- le informó, compungido,- como pro, tienes la certeza de que no me entretendré en joderte la vida por diversión, te puedo garantizar que nuestra relación será estrictamente... profesional- concluyó, de forma aséptica.

Ahora, vuelve a contarme esa historia, Sabañones. ¿De dónde salió el oro, exactamente?

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25/11/2019, 23:02
Mendigo

-"Lo gané. Lo gané trabajando. Con un viejo socio. Nada relacionado con el Gremio ¿Crees acaso que siempre he sido un mierda sin suerte?" -

El viejo empezó a mascullar entre dientes, de forma casi ininteligible y muy bajo. Pero no lo suficiente para los oídos de Zane.

-"En la hora que pensé en recordar viejos tiempo. Puto Wilfred. Y pensar la de veces que esa puta ha comido gracias a mi, y ahora mira la que me ha liado"

- Tiradas (1)
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29/11/2019, 12:22
Zane Blackdeep

Bueno, parecía que estaban llegando a alguna parte. Zane asintió mientras sacaba su ovillo de cordel y ataba su petaca de coñac con pericia. Luego lo hizo descender hasta el mendigo para que pudiera tomar un trago, antes de recuperarla.

- Vale, bien por ti- aclaró.- Verás, puede que te preguntes porque te has encontrado en problemas al intentar gastar esa moneda. Puede que creas que es porque Vico es un cabrón avaricioso y no te deja tener cosas bonitas, que lo es, pero en realidad no es por eso- explicó.- El sistema no te deja tener cosas bonitas, Sabañones, porque el sistema quiere que sigas siendo un mendigo y trayendo las migajas que recoges. Y el sistema te dará lo justo para que sigas haciendo exactamente eso.

- De manera que, si resulta que un día te encuentras una moneda de oro por la calle- continuó,- un evento casual rarisimo en esta ciudad, pero que podría pasar. Digamos que si te encuentras esa moneda y te la guardas, bueno. Entonces el sistema mandará al Vico de turno para que pegue una paliza que deje claro a todos los demás mendigos que es lo que pasa por no conocer tu lugar. O algo peor. El asunto es que no es Vico la unica fuerza que rige el sistema. Si resulta que en vez de obtener esa moneda por casualidad nuestro hipotético mendigo tuviera alguna habilidad capaz de reportarte tamaño beneficio, entonces el sistema estaría interesado en saber si eso se puede repetir- indicó, entornando los ojos hacía el harapiento personaje.- Es decir, que si resulta que te has ganado esa moneda de algun modo, puede que puedas volver a hacerlo. Y si puedes volver a hacerlo, resulta que, de repente, puede que te ahorres un montón de palizas y dolor innecesario. Tu valía dentro del gremio se mide por su utilidad, se más útil y valdrás más- concluyó.- Ahora cuentame, ¿Como era ese trabajo?

Notas de juego

Voy a elegir 10 en diplomacia (para un total de 20, más cualquier bono de circunstancia que me de darle un trago) a ver si puedo mejorar su actitud hacia mi.

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03/12/2019, 00:07
Mendigo

El mendigo echó un trago rápido pero intenso. Seguía refunfuñando, aunque miró esperanzado cuando le empezó a hablar del sistema y la moneda.

-"Oye, no creo que tenga que pagar las pechas por la moneda. Pero si ese es todo el problema, se paga y aquí paz y después gloria. Aunque me la han quitado, me dais mi parte menos la multa y todos tan amigos. Si ese es todo el problema, ya te digo que por mi no quede, ha sido un malentendido. Como no fue un trabajo de mendigo, pensaba que no había pechas, pero ya está. Todo aclarado. Tampoco es que yo vaya a poder ganar más. ¿Tan amigos no? ¿me devolvéis cinco reales o tres de a dos?"

Parecía muy aliviado de que sólo fuera aquello y casi tenía alegría dibujada en el rostro.

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10/12/2019, 16:59
Zane Blackdeep

La sonrisa de Zanse se ensanchó.- No todavía- declaró,- primero hay que determinar que es lo que pasó y si realmente eres de valor para el sistema ¿recuerdas?- explicó.- Volvamos a empezar, ¿De dónde salió la moneda? ¿Como dices que la ganaste?

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12/12/2019, 14:12
Mendigo

-"Conozco a un tipo de antes de..." - su rostro se crispó, no pudo decir si de furia o de pena, sus hombros se hundieron en gesto derrotista - "da igual, de hace tiempo. Me dio la moneda para que tuviera los ojos abiertos con unas cosillas que no son nuestro negocio. Podía hacerlo mientras me ganaba mis monedas..." - quiso dejar bien claro, remarcándolo alzando un dedo - "de las que siempre he pagado mis pechas puntualmente, y hacía las vigilancias que me encargaba Barich. Nada malo, un sobresueldo, por así decirlo."

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16/12/2019, 10:28
Zane Blackdeep

Zane suspiró.- No existe tal cosa como "negocios que no incumbencia del gremio"- explicó.- Si vigilas a alguien, para quien sea, tienes que decirlo. No hace falta que sea a Vico, busca al cofrade adecuado, pero si vigilar a ese alguien vale una moneda de oro, es que hay más dinero en alguna parte. Cuentame de que va este tema. ¿Quien te pidió que vigilas? ¿A quien? ¿Donde?- preguntó,- necesito detalles para trabajar.

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16/12/2019, 11:34
Mendigo

-"Un tipo, Drubis, Drubis Alford. Es hijo natural de un aristócrata colonial, se dedica a conseguir mercancías difíciles o raras." - el mendigo se quedó con la mirada perdida durante un buen rato, como recordando algo, en su cara se veía que el tipo estaba formando imágenes del pasado en su mente. No salió de su ensoñación hasta que Zane le apremió, y cuando lo hizo su cara se crispó de rabia y pena.

-"¿Por dónde iba?... Ah, sí, Drubis. Quería que tuviera vigiladas a las chicas que hacen la calle por libre, si iban y venían, si tenían chulo o alguien que las vigilase, si se drogaban. Esas cosas. Ya le amenacé que si se acercaba a alguna ramera del Gremio recibiría visitas desagradables y que yo me chivaría" - a Zane le pareció que no mentía del todo en eso, aunque más bien sería que él se chivaría si no le pagaba lo suficiente - "pero a él no le interesaban las comadres, sino las que no tenían vínculo. No sé qué se traerá entre manos."

Esas palabras trajeron a la memoria de Zane la agradable imagen de Cassandra, otra de las Cofrades Mayores que fue Madame de burdel antes de la guerra, preguntando en voz alta en la sala común de la sede gremial si alguien sabía algo de que hubieran desaparecido chicas en las calles*.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Puedes "recordar" eso en la escena de Sede Gremial, los primeros posts.