Partida Rol por web

Miro mi daga, les miro y a los niños, angeles caidos en la tierra. Niego antes de carrasperar un segundo

Iros, iros todos ahora. Si vuelve a salir le parare yo. No quiero que nadie mas caiga ahora. Tenemos solo dos minutos. MOveos digo mientas intento oir algo que pueda decirme si sigue vivo ahi abajo, no tengo nada que le pueda parar o tal vez si.

Niego, con un gruñido sordo, mirando aún el foso. No puede haber sobrevivido, tiene que haber caido. No me atrevo a irme, dejando a María aquí. Miro a los niños, con todo el cuero en tensión dudando qué debo hacer.

Al igual que Helen, me niego en rotundo a dejar a María sola en el lugar, perder a alguien más y sobrevivir para sufrirlo no merece la pena, nada merece la pena...Ya hemos perdido.

Con un fuerte gruñido hago saber a María que no pienso abandonarla, que todo sería en vano. Me acerco lentamente olfateando hasta el borde del foso y una vez allí me siento allí, con pose noble y el pecho hinchado a pesar de las heridas y el cuerpo magullado, esperando sin temor los siguientes acontecimientos, mirando a Helen con determinación transmitiéndole seguridad y orgullo, algo que sólo ella podría comprender.

Después de muy poco rato, todos comprueban que el ser no sale detrás vuestro. Quedan... queda un minuto. Exactamente eso y los temblores que sacuden el castillo ahora son tan violentos que trozos de las columnas que engalanan el jardín comienzan a caer encima vuestro. Recuerdan el camino que va desde el jardín hacia la salida. No es mucho trecho pero ahora, con pedazos de techo y pared cayendo alrededor nadie garantiza que sea rápido. Además deben decidir sobre los niños, sus cuerpos siguen durmiendo sobre el césped del jardín, todos saben que no despertarán pero igual...

No hay tiempo para pensar demasiado: ¿Podría ser que el final se aproxima?

Algo en mi se revuelve cuando ve como se quedan y..parece que no va a volver tal vez deberiamos irnos es la hora. Guardo la daga en el cinturon  para no perderla y cojo a dos de los niños

Coged al otro nos vamos replico mientras me alejo hacia la salida todo lo rapido que puedo. Necesitan descansar en un lugar digno, no en este lugar que al menos sus familias sepan donde encontrarles lo que no puedo la mia.

Resoplo por el hocico al darme cuenta de que el niño no se va a poder agarrar a  mi, asi que me transformo otra vez en humana. Tomo su cuerpo inerte y lo aprieto contra mi, saliendo tras María, instando a Moon a que venga con el pensamiento. Un minuto. Sería más rápida como loba, pero el niño no se mueve en mis brazos.

Tras quedarme unos segundos paralizado frente al foso, realizo un melancólico aullido por los caídos. Al volverme observo como mis compañeras comienzan a marchar llevándose el cuerpo de los niños. Helen se transforma en humana para poder acoger al niño en sus brazos.

Me lanzo a la carrera hasta quedar a su lado. Podría correr más rápido en mi actual transformación, pero prefiero quedarme a su lado, de nuevo, como una manada.

Han llegado a la parte de afuera del Castillo. No fue fácil, muchas veces pensaron que ese fragmento de piedra o aquel escombro iban a impactar en sus cabezas; pero ahora están fuera, con los niños aún con vosotros. Detrás, toda la fortaleza de piedra antigua comienza a colapsar. Se alejan un poco más a medida que ven como el castillo se hunde hacia adentro, en una implosión que hace que se derrumbe totalmente. Están viendo el espectáculo con un poco de alivio pero no del todo. Aún quedan 30 segundos, y en la calle donde ahora se hallan no hay ni vestigios de la niebla que existía antes. Se preguntan si eso es un buen signo, o por el contrario uno malo.

-30 segundos...- dice Katherine.

-medio minuto, ¿qué se supone que hagamos ahora?

- Alejarnos. 30 segundos no dan para nada. Alejemos a los niños.

Miro el castillo, 30 segudnos, no creo que este colapsandose pro que si, tal vez hasta que no pasen los segudnos que queden no sepamos si ha pasado todo...

Alejaos con ellos, me quedo hasta que vea que esta todo terminado. No quiero que nos salga nuestro amigo de la nada para atacarnos de nuevoQuedaba uno de esos seres blancos, creo que no matamos a todos...

No era tiempo de dudas, y sabía que María llevaba la daga. Tomé en brazos a otro de los niños, e hice señas a Moon, para que tomara al tercero. No quería dejar sola a una compañera, pero había que sacarlos de aquí. Con los dos niños en brazos me alejo del castillo todo lo que 30 segundos me permiten.

Mientras María se queda el Castillo termina de caer como si una fuerza invisible lo derribara hacia adentro. En segundos lo que se yergue frente a ella es simplemente un manojo de escombros y despojos. Helen y Moonchild corren, mientras tanto, con los críos a cuestas. No se ve ningún tercer demonio. Entonces, en el oscuro cielo, se comienza a formar un embudo enorme, del que salen rayos plateados. Todos lo ven con claridad, porque en el medio del mismo levantándose, un demonio blanco está extendiendo sus enormes alas.

Es la primera vez que lo ven, no sabían que las poseían. El ser los señala con un dedo y grita:

-Lady Dashow no me pudo matar. La organización no pudo hacerme daño. Este mundo se abrirá ahora!!!

Aprieto la daga y le miro mientras sonrio

Puede que ella no te haya matado, pero solo quedas tu. Asi que si bajas dirimimos las consecuencias de l oque puede llegarte a pasar si sigues aqui.

Solo eres un maldito cobarde le miro a lso ojos e intento que se centre en mi, que me siga, no se si realmente quedaba alguien aun en el castillo. Creo que todos los sacaron antes, solo quedaban los que estaban en el pentagrama.

NI me lo pienso dos veces y salgo hacia el a herirle o lo uqe sea.

No hay tiempo de más, ni de alejarse ni de pensar, asi que dejo a los niños que llevo en brazos, y me vuelvo a transformar, aullando y corriendo hacia donde María está con el demonio, y ataco sin pensar.

Cuando mis dientes se hunden en el ser, cierro los ojos - Al menos algo le habré hecho- Y vuelvo a saltar hacia atrás, quedando cerca de María.

A pesar de dejar a un lado al crío y seguir los pasos de Helen, me siento demasiado exhausto para dirigir un buen ataque contra el maléfico ser recién aparecido. Mi frustración va en aumento con cada ataque fallido que propino. A pesar de ello mantengo la calma y me concentro en lo que pueda pasar a continuación ¿Qué me sucede? Mi próximo ataque no debe fallar...

Los gruñidos que emito son más de enojo hacia mí mismo que contra el ser.

La daga de María vuela por los aires mientras Helen corre, da un brinco e hinca los dientes en el ser blanco. Moonchild ha intentado el mismo movimiento pero no ha tenido éxito. Su salto le ha hecho resbalar al tomar demasiado impulso y ha caído de costado. Se levanta, luego, gruñendo pero entonces ve la escena.

El cuchillo golpea al ser, que ha intentado defenderse con los brazos hacia adelante pero el arma ha tenido la suerte de pasar de largo, justo por un espacío vacío que dejaban sus manos cruzadas. Entonces impactando en el hombro de la criatura le ha hecho gritar de furia y de dolor. Con una mano también ahora ensangrentada de sangre oscura, el demonio comienza a sacarse la daga de su cuerpo, no sin seguir pegando alaridos.

En ese momento, un viento terrible sale del agujero que se ha abierto en el cielo, absorviendo todo lo que hay alrededor. María retrocede para asirse de un árbol y no ser succionada y Helen, junto con Moonchild hacen otro tanto, recuperando ahora su forma humana y protegiendo a los niños.

El ser se mete en el agujero, que se cierra y deja un cielo nocturno.

María mira el reloj, son exactamente las 3:33 y no hay rastros del ser, de la daga, o de la niebla.

Desnuda, con el cuerpo cubriendo el de los niños, y Moon a mi lado haciendo lo mismo, miro a María:

- ¿Qué ha pasado? ¿Se ha ido? ¿Es la hora?

Mi voz suena cansada y con una nota de esperanza de que todo se haya acabado.

Me sujeto como puedo y miro como desaparece en la nada. Me encojo de hombros y No lo se han pasado 3 minutos de las tres y media, puede que lo hayamos conseguido.

Me arrodillo junto a los niños y los acaricio la frente. Pobres angeles

Creo que deberiamos llevarlos a un lugar mas comodo y seguro ademas de conseguiros ropa. Helen puedes usar mi gabardina, para cubrirte.