Partida Rol por web

En nuestro estado alucinado, nos ponen una especie de brazalete... ¿Eso es bueno. ¿No? A los que flotan primero les quitan todo... y no van a flotar a tantos como somos, al menos seremos una veinteaba parte del arca... habría sublevaciones. Igual nos los ponen para que seamos buenos y trabajemos en el Arca de forma normal, para tenernos controlados y que seamos buenos ciudadanos. Pero es una mierda, podrían habernoslo dicho. Cabrones. No se de que me extraño.

Pero me empieza a alarmar que no nos miren a la cara. El arca son 2000 personas, nos conocemos casi todos. O si no estamos relacionados unos con otros. No se que va a pasar. Trato de revolverme sin éxito y miro hacia los lados buscando a mis amigos.

Nos están metiendo en un módulo extraño. ¿Nos irán a abrir al vacío? No lo creo, esto es extrañísimo, sólo veo a Scott y le agarro la mano aunque sea un gesto infantil...

La cosa se hace rara por momentos. Podría ser que nos flotasen a todos o que simularan un accidente. La cosa no mejora cuando nos llevan a través de las puertas de la estación 13. Por dentro es interesante y hay muchas cosas que podrían ser útiles, pero otras que me sorprende ver, sobre todo por la cantidad de materiales valiosos que parecen estar desperdiciándose sin ningún sentido allí en medio .

El brazalete. Es algo que no he visto nunca, pero son médicos los que nos los ponen, así que supongo que tendrá algo que ver con nuestra salud, o la pronto falta de esta. Creo que seremos conejillos de indias en algún experimento en vez de flotarnos, o tal vez es parte del "accidente".

Mientras me sientan trato de mirar por si veo a mi hermana. Seria demasiado que nos metieran juntos en el mismo cuarteto, pero me parece verla justo antes de que me metan y logro mandarle un saludo con la cabeza. Ventajas de ser mas alto que nadie.

Después del desconcierto inicial, de ver como estaban moviendo a todos los presos ala vezincluso los peligrosos, Scott formó una teoría en su cabeza. Eran demasiados, daban demasiados problemas y no había recursos para todos, así que lo más probable es que se quisieran deshacer de todos de una vez, así habría más comida y aire para el resto de la estación. Tras la visita a la enfermeria donde les pusieron los brazaletes se convenció un poco más, los llevaban a la estación 13, se suponía que estaba inhabilitada, aunque estaba claro que seguía teniendo algun uso visto la vigilancia y lo que se almacenaba allí, después los sentaron y sujetaron con arneses, entonces se le ocurrió, no los ibana a flotar, los iban a dejar sin aire, seguramente les resutaría más facil y rapido y los brazaletes debían de ser para controlar sus constantes y asegurarse de que todos morian antes de volver a entras a por sus cuerpos -Al final se ha adelantado la sentencia- Pensó Scott con un suspiro de resignación.

Cuando sintió que le apretaban la mano miro a Finn, estaba asustado como todos, como él mismo, aún así le dedicó una sonrisa – Todo saldrá bien- le dijo a pesar de lo que el mismo pensaba de la situación

Mi atención estaba puesta en demasiadas cosas a la vez. Mis antiguos profesores y compañeros, la pulsera, los guardias, la Estación 13... Todo tenía que tener una explicación. Mi mente trabajaba a toda velocidad, o al menos todo lo rápido que le permitía aquella droga. Pese a que los efectos empezaban a remitir poco a poco, en mí tardarían probablemente algo más que el los demás en desaparecer, ya que era de los más débiles del lugar.

¿Para qué querrían sincronizar nuestros datos? Eso sólo lo hacen para monitorizar pacientes o para pruebas de capacidad física del personal. No tenía sentido. No habrían utilizado todo aquello ni se habrían molestado en montar aquel paripé para acabar con sus vidas.

Una de las explicaciones más factibles era que nos fuesen a usar como experimento. Cobayas. ¿Pero qué clase de experimento podría ser en el que nos ataban a todos a unos asientos? No. No tenía sentido. Se me escapaba algo y a mí no se me escapaba nada. Maldita droga.

Miré alrededor. No había nadie conocido a la vista. Sentí como el corazón se me encogía. No, después de ver a Finn y a Melany no podían separarnos de aquella forma. Hice un cálculo mental de las personas que debía haber pos las dimensiones de la habitación, pero no sabía cuantos presos habían metido. Habría dado cualquier cosa por tener a Finn al lado, aunque claro tampoco tenía nada para dar, ya me lo habían quitado todo. Incluso me habría tranquilizado tener a Loki al lado, parecía buen tío. Pero estar rodeado de extraños no me reconfortaba nada.

Sois una enorme multitud que está sola, podéis contar que sois alrededor de unas 100 personas, no es que haya mucho que hacer mientras esperas ahí, atado a un asiento. El silencio sólo se ve interrumpido por algunas toses, lloriqueos por lo bajo y poco más. Todos sentís demasiado miedo como para hacer nada o gritar histéricos. El recinto donde estáis es lo bastante grande como para que quepáis todos de forma más o menos apretada, con el espacio optimizado al máximo, muy propio del Arca. Al final conseguís localizaros visualmente los unos a los otros, a pesar de estar dispersos. Diana está sentada al lado de Melany y de una niña rubia de unos 12 años; Finn y Scott están juntos, hombro con hombro, mientras Sean ha ido a parar a la otra punta, separado de todos. Finalmente Loki está también en otra esquina, buscando como loco a su hermana Diana, al lado de un chico negro, Abel, que parece estar inconsciente, y de un chico con gafas de aviador, que no para de murmurar cosas constantemente, de forma compulsiva, como si no pudiera callarse.

Los minutos se hacen eternos hasta que se oye como una compuerta se activa, parece que están cerrando el recinto donde os han encerrado…

Entonces oís el sonido indiscutible de unos disparos de arma de fuego. Alguien está disparando afuera del recinto, cerca de la entrada por donde habéis accedido al recinto donde estáis situados. Se oyen unos gritos de fondo que no distinguís apenas y luego sonido de pasos rápidos en vuestra dirección y un golpe metálico de algo al caer. Tras eso, escucháis el cierre definitivo del único acceso de entrada y salida de vuestro compartimento particular.

Ambos, desde vuestra posición, y con vuestros sentidos afilados con la adrenalina puesta a tope, conseguís ver como alguien más ha entrado en el recinto cuando las puertas se estaban cerrando. Aunque intenta ocultarse y buscar un sitio al que amarrarse, ambos distinguís quien es, es la agente rubia del día anterior, la agente Valary. Y lleva un arma en la mano, que se guarda discretamente entre sus ropas, antes de ponerse el arnés con suma prisa. Por su cara está nerviosa y parece estar buscando con la mirada a alguien pero con escaso éxito.

A los pocos minutos, notáis el temblor y el rugido de los motores de arranque del recinto y una sensación de velocidad en el cuerpo, como si os estuvieran impulsando hacia delante. El efecto dura apenas unos segundos, tras eso os sentís ligeros como plumas por efecto de vuestra amiga la ingravidez. Os han lanzado fuera de vuestro único hogar conocido, literalmente os han expulsado para siempre.  Bye Bye Arca.

No me lo puedo creer, nos han arrojado fuera, y no uno por uno, no nos han flotado, sino que nos han metido en una máquina... y siento como nos han soltado. ¿Nos mandan al vacío infinito del espacio? No, no tiene sentido. En la muñeca tenemos una especie de brazalete.

Y encontces Scott me dice que todo saldrá bien. Sonrío, aunque estoy cagado por dentro. —Eh, claro que sí—  me siento raro. Pero no es como si no hubiera estado nunca en G0. No echo la papilla. 

A la mierda todo. —¡Eh, gente! ¡Hola Grupo Norte!— grito a los del otro lado. Sin soltar a Scott. 

A saber donde vamos... 

Todo se volvió siniestro cuando los guardias se marcharon y los dejaron a todos allí amarrados, los minutos pasaron en un silencio que se veia roto de vez en cuando por sollozos y toses. Scott intentó echar un vistazo y pudo ver a Sean y a Abel, este segundo aún incosciente, como seguramente estarían otros y querrían estar muchos, intentó hacerse una idea de cuantos estaban allí, si eran todos los reclusos o solo unos cuantos cuando empezó a escucharse el ruido de las compuertas al cerrarse.

Pero el ruido metálico de las compuertas no vino solo, Scott intentó estirar el cuello al escuchar aquellos ruidos que no tenían mucho sentido, entonces abrió mucho los ojos sorprendido y entendió que los había producido y volvió a apoyarse compeltamente en el asiento intentando disimular la sorpresa y con aún más dudas de lo que estaba pasando.

-"Motores, son motores, estamos en una nave"- Se dijo mentalmente cuando sobrevinieron los temblores y el sonido de ignición de motores, seguidos de un tirón y después la ingravided... Scott pensaba a toda velocidad, aquello eran demasiados recursos solo para matarlos, demasiado trabajo... quizás, solo quizás...

-¡Eh, gente! ¡Hola Grupo Norte!- Gritó Finn haciendo gala de su caracter despreocupado, aunque era probable que fuese el miedo quien hablara, aún así, si ese iba aser su final o dios sabe qué, puede que fuese mejor así, total, puede que no salieran de esa.

Conseguí ver a Finn, que estaba al lado de Scott, y a Melany, que estaba al lado de la hermana de Loki. Aquello me tranquilizó y la broma de Finn también, aunque no consiguió sacarme la sonrisa, debido a la situación. Además, que tampoco iba a contestarle con tanta gente alrededor. La tranquilidad fue momentánea, una ilusión. En cuanto escuché el enorme ruido y noté que nos movíamos palidecí. Más incluso, aunque pudiera parecer imposible.

Nos lanzaban. Ya no éramos parte del arca. Miré la pulsera y comprendí todo al instante. Nos lanzaban fuera, a la Tierra. Querían saber si sobrevivíamos. No solos a la caída, que ya era complicado, sino también a las condiciones radiactivas del planeta. Si no las pulseras no tendrían sentido, con un mensaje de radio habría bastado. No, no estaban seguros de si la Tierra era habitable o no y nos habían lanzado para que lo descubriésemos por ellos.

Saber aquello consiguió acabar con el poco optimismo que me quedaba. Cerré los ojos y me puse a rezar a lo que fuese que había ahí mirando, intentando mantener la calma y respirar de forma calmada. Era complicado. Necesito una pastilla. Saqué una pastilla del bolsillo y la tomé.

No sé cuantas tendré, pero tarde o temprano me quedaré sin ellas. Bueno, da igual. Primero tenemos que sobrevivir a la caída.

Estaba alucinando por completo y lo unico que me venia ahora a la mente era gritar por mi hermano para saber si el estaba alli cien por cien - ¡Loki! - No entendia que estaba sucediendo, no tenia sentido que nos soltaran era mucho mas practico sencillo que nos flotara, menos trabajo y mas facilidades, ademas de aquellos disparos.

¿Quien disparaba?

No, definitivamente no entendia nada...

No dejo de mirar en dirección a mi hermana y escucho como me llama entre el resto de personas que gritan o tratan de que alguien les de una respuesta. Todo lo que esta pasando parece confirmar mis temores de que nos van a flotar. De una forma poco convencional, pero igual de eficaz. No sueltan en medio del espacio a nuestra suerte. Ya podemos morir al terminarse la energía o al perder la órbita y rebotar contra la atmósfera o arder al entrar en ella. Esto no pintaba nada, nada bien.

Parpadeo sorprendido cuando veo algo que me hace pensar que tal vez no este todo perdido. No creo que este pensando en sacrificarse.

Diiii...Dianaaaaa, grito al final para que me escuche mi hermanita. No parece haberse dado cuenta de que estoy aquí, relativamente cerca de ella y quiero que sepa que no esta sola.

Me aseguro de saber bien donde ha terminado la guardia. Si no morimos todos, espero que ella me de respuestas, de un tipo u otro. He visto que tiene un arma y se ha abierto paso hasta nosotros a disparos. No se si eso es bueno o malo, pero tiene un arma y la clara disposición de usarla.

Cuando estemos quietos y podamos soltarnos, lo mejor sera hacerle una visita. Eso antes de que la linchen los demás presos o se haga matar al exhibir la pistola. Creo que todos estamos lo suficientemente asustados o enfadados como para hacer una barbaridad.

Yo estoy asustado y preocupado por Di, y bueno....llevo enfadado toda la vida, así que esa parte no sera un problema, por muy guapa que sea la guardia, quiero que me de respuestas. Si ha venido con nosotros, atravesando una resistencia a tiros, seguro que al menos tenemos una posibilidad de sobrevivir a esto.

Como dijo el energúmeno que se llamaba la guardia rubia...ah, sí. Agente Val. Val.

No tenéis ni idea de a dónde se dirige vuestra nave, o si se dirige hacia alguna parte, pero después de disfrutar un rato de sentir la ingravidez del espacio, notáis un choque brusco contra algo. Tras eso, sentís de nuevo la aceleración en vuestros cuerpos y como la nave se sacude y tiembla, como si estuviera rozando contra algo. Al principio los temblores no son muy fuertes, pero, a medida que avanzan los minutos, se hacen cada vez más violentos y continuados, como en un enorme terremoto (no es que vosotros sepáis que es eso, porque en el espacio no hay nada que se le parezca, pero todos habéis leído en la escuela algo al respecto). La temperatura en el interior de la nave también está subiendo rápidamente, no sabéis si por la adrenalina disparada por el miedo o porque realmente está subiendo de por sí sola. Por vuestras frentes y espaldas caen goterones de sudor que impregnan vuestras ropas viejas y desgastadas. Entonces una pantalla elevada, anclada a una de las paredes, se enciende y el rostro del Canciller Jaha es visible para todos. Su voz, grave, profunda y pausada resuena en vuestros oídos mientras sentís las sacudidas en vuestros cuerpos y el terror invade vuestros pensamientos.

—Se os ha concedido una oportunidad sin precedentes de cortar con el pasado. La misión en la que estáis a punto de embarcaros es peligrosa, pero vuestro valor será recompensado. Si triunfáis, vuestras infracciones serán perdonadas y podréis empezar una nueva vida en la Tierra. Nadie en la colonia sabe lo que estáis a punto de hacer, pero si triunfáis, os deberemos la vida. Sé que haréis cuanto esté en vuestra mano por asegurar vuestra propia supervivencia, la de vuestras familias, la de todas las personas que viajan a bordo de esta nave y de la raza humana al completo…

El discurso sigue un poco más, pero ya apenas le escucháis, es más como un ruido de fondo. La nave os sacude como un potro salvaje que intente derribaros. Los amarres que lleváis puestos aguantan bien, pero no impiden que sintáis el peso de la penetración de vuestra lanzadera en la atmósfera de la Tierra, cuanto más se acerca a la superficie peor es para todos vosotros. Finalmente llega el impacto, duro, brusco y casi os arranca la cabeza del sitio. Con el aterrizaje se apaga todo dentro del recinto, estáis a oscuras y en completo silencio…

La aceleración contribuye al miedo, y el estar encerrados a la claustrofobia, aunque no mucho, porque llevábamos encerrados desde niños, el discurso del pesado es interminable... pero por fin se calla.

—¡Wooooooooooooo!—grité durante el descenso. Hasta el inevitable ¡Blam! del descenso.

Luego todo se queda quieto por un segundo. ¡Hemos llegado! Trato de quitarme el cacharro para salir, ¿Una misión? ¿De qué hablaba? Quería ver si Sean y Melany estaban bien. 

Pasé todo el descenso aferrándome al asiento, pálido como un muerto y quieto, demasiado aterrado para intentar siquiera gritar. Se me hizo eterno, mucho más largo de lo que en realidad fue.

Hemos aterrizado. No podía creérmelo. Miré mis manos, para asegurarme de que seguían ahí, de que yo estaba ahí y de que no había muerto. Pero ahí seguían, y el movimiento de la habitación había cesado. Me quedé en mi asiento unos minutos, pensando en la situación y concentrándome para intentar no vomitar.

Cuando me recompuse un poco miré mi muñeca. La pulsera estaba ahí todavía, por lo que suponía que los del Arca sabían que estábamos vivos. El arca... De repente me di cuenta de la distancia que me separaba de mi casa. por fin era libre, pero al serlo, eché un poco de menos aquellos barrotes. Al menos tenía seguridad en ellos. Eso ya había acabado.

Levanté los ojos y busqué a mis amigos. Tenía que comprobar si estaban bien. Si todos estaban bien.

Pero que cabrones, nos tratan como a basura, arrojándonos de la estación, como si encima ellos fueran los buenos y nosotros una especie de..no se, pioneros voluntarios?. Seguro que lo mas probable es que todos muramos pronto mientras el esta tan tranquilo allí arriba, viéndonos arder en la atmósfera o estrellarnos contra el suelo.

Cabrón...

Estoy demasiado cabreado como para tener miedo, solo preocupación por mi hermana y casi rezo para que se salve. Que yo me pueda salvar también, es algo secundario.

Cuando nos detenemos con estrépito y cierta dosis de dolor ante el brusco frenazo, tengo un segundo de asombro antes de tratar de saltarme e ir en busca de mi hermana. Tengo que saber que esta bien o me volveré loco.