Partida Rol por web

Ragstar deja de inspeccionar la puerta en cuanto escucha a la mujer hablar. Bella, sí, para ser una humana es muy bella. Pero no es momento de fantasear con mujeres. Sobre todo con alguien que está tan tranquilo plantado delante de un grupo de guerreros armados hasta los dientes.

Señora, sé que estáis al servicio de Cali. Pues de ser de otro modo estaríais bastánte más asustada de lo que estais ahora mísmo. Hemos venido a rescatar a los muchachos y llevarlos de vuelta a sus hogares. Si es posible enteros y sin un rasguño. No queremos hacerlo por la fuerza pero desde que dejamos el camino principal es lo único que hemos podido hacer. Os rogaría que dejarais libres a los muchachos para que no hubiera un posible derramamiento de sangre. ¿Qué me decís?

-¿Sangre derramada? Oh, querido... Pocas cosas me dan mas placer que derramar sangre, viendo como brota a borbotones de las gargantas de mis enemigos. -los ojos de la muchacha se entrecierran de puro placer solo con imaginar la escena- Y no os equivoquéis. No sirvo a Kali. ¡Yo soy Kali! Y aquí todos me sirven.

Extiende las manos alrededor y podéis ver como de entre las sombras del edificio y de los árboles salen al menos media docena de seres pálidos como la muerte, reptando de forma sobrenatural por las paredes, como si la gravedad para ellos fuera solo un mito.

-De todas formas... -la chica vuelve a miraros, mas seria- sé que sois buenos guerreros. He podido comprobar lo que les habéis hecho a mis sabuesos. -obviamente, se refiere a los hombres lobo del principio- No quiero perder a ninguno de mis hombres. Los voy a necesitar en breve. Así es que estáis de suerte. Podéis marcharos. Eso si: sin los jóvenes.

-De eso nada, maldita sádica, nos iremos con los jóvenes por las buenas o por las malas, si es necesario mataremos a todos tus esbirros que envíes hasta que tu misma des la cara-Digo esta vez con la voz cargada de venenosas amenazas-No vamos a dejar que cumplas tus retorcidos planes así por las buenas ¿Acaso crees que somos unos cobardes?-

En ese momento la figura de Erevan cambia hasta transformarse en un gigantesco tigre de grandes colmillos y afiladas garras el cual levanta la cabeza y lanza un rugido de amenaza a los siervos de Kali y a esta misma.

Como ha dicho mi compañero, hemos venido a por los muchachos y no nos iremos sin ellos. Espero que éste sea un buen combate, todavía no he podido desentumecer los músculos con los que hemos tenido previamente.

Ragstar se queda mirando al mago. ¿No hay comentario sarcástico para mí esta vez?

Dicho ésto se pone en guardia dispuesto a enfrentarse a su primer enemigo.

-Me lo estoy guardando para soltarselo a tu cadaver. Vas a hacer que te maten con esa bocaza que tienes, hombre-bestia.

La sonrisa socarrona del mago oscuro no desapareció cuando levantó la vista para mirar a la amenazante hermosura de Kali.

-No te confundas conmigo, preciosidad. No estoy aquí por ningún joven. Tengo mis propias razones. Y esas razones te acaban de convertir en un obstáculo para mi.

-Jamás abandonaremos a esos jovenes. ¡Tienen toda la vida por delante! ¡Una vida que tu dejaste de merecer hace mucho tiempo, monstruo!

La desesperación de la sacerdotisa por rescatar a los muchachos va en aumento desde que dejaron a la pobre chica en la celda.

-Que así sea...-su atrayente voz era solo un susurro, pero al momento aparecieron lo que parecían ser vampiros, escondidos entre las sombras que los últimos rayos del sol proyectaban sobre el laberinto. Algunos reptaban por las paredes del laberinto como si la gravedad no existiera para ellos- ¡Morid y engrosad mis filas de no muertos! -y alzó los brazos bruscamente al cielo mientras gritaba esta frase. Sus esbirros lo entendieron como la señal de ataque y se abalanzan contra vosotros.

Lanzando un terrible rugido el tigre Erevan se preparó para la batalla y puso su estilizada figura en posición de ataque

Ragstar trata de colocarse el primero de la linea para defender a sus compañeros de los daños físiscos que puedan venir del frente.

Desde la batalla en los setos, Jigna ha permanecido callado. Sabiendo que la confrontación final se acerca, intenta preparar su mente y su cuerpo para el acontecimiento. Su mente se despeja, sus musculos se preparan y finalmente llegan ante la vampiresa. Incluso ahora, mientras se llevan a cabo las negociaciones, Jigna calla. nunca se le diron bien als palabras, siempre prefirió rajar gargantas. Cuando las "negociaciones" fallan, sobreviene el ataque, a un grito de kali, sus tropas se avalanzan sobre el grupo pero Jigna está preparado. El final de la misión está cerca y tan solo debe hacer una cosa. Matar a Kali.

Me lanzo en forma de tigre ante el primer Ghoul que veo

El druida había destrozado a uno de los vampiros con sus garras.

El elfo realiza una maniobra acrobática para esquivar al vampiro que se le abalanza y le devuelve el golpe, atravesando al vampiro que desaparece incinerado.

El mago veía impasible cómo se acercaba el vampiro que le estaba atacando desde las alturas, con las fauces totalmente desencajadas por el grito que estaba profiriendo. Unos instantes antes de que llegase el mortal ataque, Laitnus movió las manos hacia el vampiro y gritó:

-¡Prueba mi fuego de dragón!

Y una llamarada salió de sus manos y envolvió al vampiro. Sin embargo, el vampiro no pareció verse demasiado afectado por el ataque y consiguío terminar el ataque.

Ragstar se acerca a su primer oponente y lo tantea con uno de sus movimientos básicos.

A ver de qué estais hechos vampiros.

El vampiro atravesado por Jigna mira con sorpresa su pecho atravesado por la daga encantada de éste justo antes de desaparecer en una explosión de polvo. Otros dos vampiros intentan vengar al primero, pero Jigna los esquiva fácilmente con su extrema destreza.

Svana, especializada por su fe en acabar con estas bestias, dirige la fuerza de su dios hacia otro de los vampiros y una fulgurante lanza de pura energía blanca sale despedida de su bastón, pulverizando al pobre infeliz.

Ragstar comienza a tantear a uno de los vampiros, pero comprueba que no son tan fáciles de acertar como pensaba. El vampiro contraataca, ayudado por otro compañero, pero ambos se encuentran con la terrible defensa del hombre bestia.

Laitnus dirige su dedo anular al vampiro más cercano, pero el vampiro lo esquiva sin problema. "Venga ya. ¿En serio?". Sin embargo, Rakarn se adelanta al contraataque del vampiro y lo pulveriza con un rayo.

En ese momento, otro vampiro aprovecha el despiste para atacar a Rakarn, lanzándole un zarpazo certero al brazo. Pero Erevan, en su forma de tigre, destroza al vampiro antes de que pudiera morder al brujo.

Kali, viendo que los vampiros no pueden pasar las defensas de Ragstar, lo mira fijamente, con sus ojos iluminados de rojo. Ragstar, sin saber porque, la mira y sus ojos entran en sintonía de color con los de ella. Vuelve su mirada a sus compañeros y estos ven el odio con el que los mira.