Partida Rol por web

- No creo que sea tan fácil culpar a O'Brien. Sus amigos parecen estar ciegos con él. Si bien no todo el colegio...- comentó de forma pensativa.- Seguro que algo se podrá hacer. Extender un poco los rumores, exagerar las cosas, etc.

Salió junto a Oliver de la sala, recorriendo el pasillo de las mazmorras a paso tranquilo. Si bien, no tenía pensado entrar en la sala común. Se habían llevado a Carrie y no podía quedarse tranquilo sin saber a donde. ¿Y si la estaban interrogando?

- Habla con Deirdre. Comprendo tu actuación pero creo que has fallado con tanto apoyo a su hermana. Ten cuidado con eso. No queremos que Deirdre se vaya de la lengua sin querer, ¿no es así?

Tras una palmada en el hombro al chico, Zac continuó su camino por las mazmorras mientras Oliver entraba en la sala común, en cuyo interior Deirdre se encontraba, a solas, sentada en el sofá con la vista centrada en el fuego y cara de enfado.

El paseo de Kyle junto al jadeante Filch terminó en cuanto llegaron a la escalera de la gárgola. Mientras el chico subía, el conserje le observó sin pestañear, asegurándose de que el chico terminaba de ascender y entraba en el despacho de la directora.

Una vez arriba y tras llamar cortésmente a la puerta, el joven Ravenclaw se adentró en la sala. Ahí ya le estaban esperando la directora McGonagall vestida con una bata escocesa y el jefe de su casa, el profesor Flickwick con pijama y un gorro de dormir sobre la cabeza. A pesar de lo cómica que podría haber resultado la situación, sus caras instaban a la seriedad y preocupación.

- Por favor, siéntese señor O'Brien. Verá, me han informado con urgencia de que tenía bajo su poder a una serpiente venenosa escondida bajo su cama. ¿Es eso cierto?

Flickwick:- Le recomiendo que sea sincero. Si colabora ahora mismo podemos salvarle de su expulsión total del colegio.

- Eso mismo dije yo. Se habían tomado demasiadas molestias en prepararlo todo como para que cometer un fallo en la preparación del veneno. Además, el objetivo no eran los alumnos... Los de los cursos más pequeños tenían prohibido beber precisamente las bebidas que estaban envenenadas. - Se alegró de que al menos alguien tuviera la misma opinión que él, y hubiera llegado a sus mismas conclusiones. Lo que los demás habían ignorado y a él le pareció el punto por el cual comenzar. - Y si el veneno estaba mal hecho adrede, el implicado pudo envenenarse también para parecer inocente. - Concluyó, cuando Eve alzó la mano.

Le jodió que ni saludara, ni respondiera a su pregunta, ni hiciera mención alguna a los que también estuvieron a favor de invitar a Carrie al grupo... Y aun le preocupaba la situación de Kyle, era parte del grupo y aunque lo que tenían ahora entre manos era más importante que saber donde estaba... ¿Dónde estaba? ¿Cómo estaba? Se cruzó de brazos, mientras hablaba Eve. Ya hemos hablado de esto. Pensó, dejando tiempo para que terminara su explicación.

- Porque me gustan tus métodos - Resumió en una sola frase, mientras se descruzaba de brazos. - Y por que cuando encontremos a quien está haciendo esto, no pienso privarte de tu parte del pastel - Señaló tras él, hacia el pasillo, y se giró hacia la Ravenclaw y la Gryffindor. - Deberíamos seguir hablando en la sala, y llamar a Duncan y Kyle. Tenemos que hablar que hacer a partir de mañana. -

Antes de que me quisiera dar cuenta, casi todo estaba ya dicho. Leo e Eve habian explicado a Carrie la situación y las razones por las que considerábamos que era impotante que todos colaboráramos. Poco más quedaba que yo pudiera aportar a lo dicho por los dos. Sin embargo, habia un pequeño detalle, una idea a la que le habia estado dando vueltas desde hacía unos días, y que cobró fuera cuando Copérnico apareció.

-Hay una razón más. Quizás es una estupidez, pero llevo días dándole vueltas y me gustaría compartirla con vosotros, para ver qué opináis. - comencé a decir, mirándolos a los tres alternativamente- A lo mejor estoy demasiado paranoica pero... No sé. A estas alturas creo que está claro que ni yo hice daño a Bikkel ni Deirdre cogió a Copérnico. Y eso significa, como hemos supuestos a estas alturas, que puede que haya alguien haciéndose pasar por nosotras, alguien que haya tomado poción multijugos... ¿Y si esa persona es la misma que está detrás de esto? Podria ser un alumno, o alguien que se camuflara con nuestra apariencia. Pensadlo bien.  Si se hace pasar por nosotras, no importa que cualquier otra persona nos haya visto en otra parte... Al ser dos, nadie se extrañaria de vernos en dos lugares diferentes, no se si me explico...

Me detuve entonces, mirandolos de nuevo, y, de repente, tuve la sensacion de que acababa de decir una estupidez y acabarian riéndose de mi. Aún asi, miré a Carrie, ladeando una sonrisa en mis labios- Carrie, tu sabes mejor que nadie lo que Deirdre hace, y lo que Deirdre no hace. Tu puedes ayudarnos a saber si esa "tercera gemela" vuelve a actuar o no. Y, por otra parte, creo que lo ultimo que cualquiera esperaria es que, después de años de piques y enfrentamientos, acabarámos colaborando entre nosotros. Esa puede ser nuestra mejor baza.

Parecía absurdo que dejar sin pelo a Bikkel o robar a Copérnico estuviese relacionado con el veneno, de buenas a primeras, pero lo que decía Kait... No lo había pensado. Tal vez eran simples juegos de distracción o para crear enemistad y dudas mientras iba a algo más serio. ¿Y qué mejor que utilizar a las gemelas? Cómo bien decía Kait, nadie se extrañaría de ver a ninguna de ellas por mucho que hubiese visto a la otra. Los uniformes eran lo único que las diferenciaba, y sin ellos (o de espaldas) resultaba imposible hasta que no hablabas con ellas. Y ahí siempre podían tomarte el pelo, claro.

- No había caído en eso, pero tiene sentido. Mucho.  - miré a Carrie cuándo Kait añadió sus razones. No creía que hubiese más que añadir y esperaba que hubiese sido suficiente para convencer a Carrie. Sobretodo porque ahora sabía cosas que no debería si no quisiese ayudar.

- ¿Permiso? - pregunto desde el marco de la puerta.- Buenas noches. 

Al entrar en la sala, lo primero que hago es mirar a los presentes: McGonagall y Flickwick, el jefe de mi casa. Ni rastro de Slughorn. Por extraño que parezca, la ausencia del profesor de pociones me inquieta. Eso significa que la información seguramente haya llegado a oídos de la directora por otras vías. Y si es así, lo más seguro es que la excusa de "la vi en el bosque el otro día" ya no sirva. Vuelvo a posar mis ojos en el pequeño jefe de Ravenclaw. Los chicos de Ravenclaw...mierda, pienso, recordando las primeras palabras que había siseado Rita momentos atrás al irrumpir en la cena.

Sus palabras no hacen más que confirmar mis sospechas. Lo mejor será evitar las mentiras. Podría decir que la serpiente no era mía y que no sabía cómo había llegado hasta mi cama, pero tras mi actuación en la cena de Slughorn nadie se lo iba a creer. Y estaba seguro de que, tarde o temprano, el jefe de Slytherin aparecería para hablarles sobre el tema. 

- No tenía constancia de que era venenosa. - digo, simple y llanamente, como si no conociera las consecuencias que el ocultar un animal bajo mi cama podía traer. Estoy a punto de añadir que siempre ha sido inofensiva, pero la directora no necesita saber cuánto tiempo llevaba Rita bajo mi cama. Esa frase levantaría sospechas. 

McGonagall no mudó su expresión severa mientras que el jefe de la casa de Ravenclaw soltó un hondo suspiro tras la respuesta de Kyle.

- Bien. Me alegra comprobar que has decidido ser justo. Por supuesto el animal debe desaparecer. Es peligroso y además, si todavía no se ha extendido el rumor sobre ti... no tardará.- la profesora parecía más preocupada que enfadada.- Me temo que, a pesar de que la falta no ha sido excesivamente grave ya que usted no sabía que el animal podía ser venenoso, no puedo dejarle sin castigo. Como ya sabe las medidas de seguridad se han acrecentado y los castigos son más duros. Actualmente se le expulsaría directamente de Hogwarts, señor O'Brien, pero no será ese el proceder exactamente. A pesar de que la mayoría de padres del consejo se me echarán encima.

Hizo una pausa, organizando sus ideas en la cabeza. Por algún motivo no quería que Kyle fuera expulsado. Ella misma sabía que no tenía familia fuera del colegio y que privarle de un mundo de magia sería el fin del chico.

- Haremos una cosa. Le restaré veinticinco puntos a su casa y tendrá que pasar las navidades en el orfanato donde se crió durante los primeros años de su vida. Una vez terminadas las vacaciones de navidad podrá reincorporarse como cualquier otro alumno.

Se lo quedó mirando de forma severa, esperando una respuesta respetuosa por parte del chico ante sus palabras y su decisión. El profesor Flickwick parecía complacido por la consideración que le había tenido a Kyle.

- Lo haré.

No le gustaba que le dieran órdenes, y  mucho menos Zac, pero en esa ocasión sabía que era lo que tenía que hacer. Por eso no añadió nada e, incentivado por la palmada en el hombro, entró en la sala común en busca de Deidre. No le costó encontrarla. Estaba tal y como la había imaginado.

- Me he pasado - exclamó, unos metros antes de alcanzar su altura. Despacio se fue acercando hacia ella, hasta dejarse caer a su lado. Mantuvo en todo momento las distancias. Sabía que tocarla era lo peor que podía hacer en ese momento. - Lo siento. - Tras sus disculpas, la miró directamente a los ojos, intentando adivinar que era lo que estaba pasando por su cabeza en esos momentos.

Siento como me quito un peso de encima cuando la directora decide no ir más allá en el tema de la serpiente. Cuando me dice que el animal debe desaparecer, intervengo. A lo mejor el hecho de que ya me haya desecho de él aligera el castigo y evito la expulsión.

- Ya está hecho. No la volveréis a ver. - mi tono es firme y sincero pero mi mirada está cubierta de un fino velo de tristeza. - No quiero causarles más problemas. 

Al oír el final de la frase frunzo levemente el ceño. Así que saben lo del pársel. Quizás me equivocaba y Slughorn ya ha tenido ocasión de hablar con ellos. No pierde el tiempo, joder. Pero tras este último pensamiento, se me ocurre otra posibilidad. Era posible que el sombrero seleccionador, y por consiguiente, la directora ya lo hubieran descubierto seis años atrás.

Casi pierdo el control y dejo escapar un suspiro de alivio cuando decide librarme de la expulsión. Levanto la mirada hacia ellos, agradecido. No tienen ni idea de cuánto significa para mí lo que acaban de hacer ahora mismo. En ese momento me alegro de haber escogido el camino de la verdad y no haber intentado eludir la culpa. Los veinticinco puntos que decide quitar a mi casa, casi me parecen pocos dada la magnitud del castigo que acabo de evitar. 

La última parte de su discurso me sorprende tanto que mis ojos se abren como platos a causa del desconcierto. ¿A St Mary? Pero si está en Irlanda. ¿Cómo cojones voy a llegar ahí? Por supuesto no expreso mis pensamientos en voz alta y me limito a agradecerle la decisión que ha tomado. Podría ser peor. Al menos no ha decidido mandarme con mi padre adoptivo. Ni siquiera estoy seguro de que sepa de su existencia...Aunque, sin duda, es mejor así. 

- Gracias, profesora. Como usted diga. Haré lo que usted juzgue conveniente.- No me gustaría que se arrepintiesen de su decisión. Me planteo el preguntarle cómo voy a llegar a Irlanda, pero no me parece que ese sea el mejor momento para sacar el tema, así que permanezco en silencio, esperando a que den por concluida la reunión. 

Escuchó los motivos de Eve para que perteneciera al equipo que habían formado pero lo que de verdad atrajo su atención fue el razonamiento de Kaitlin. En realidad, lo del gato le había parecido un claro intento de incriminarla a ella y el "rapto" del camaleón le había parecido absurdo desde el principio pero, ¿por qué no? Una "tercera gemela" no atraería la atención si se veía a la otra puesto que difícilmente alguien tendría localizadas a ambas, de modo que quien quiera que fuera podría moverse por el castillo con libertad y sin atraer la atención sobre sí.

- Interesante - musitó con los ojos entrecerrados y la mirada perdida mientras daba vueltas a esos pensamientos -. Sólo tengo algo que añadir. Si los encontramos me vengaré, me vengaré de un modo que no creo que os guste - lentamente esbozó una sonrisa escalofriante que ponía los pelos de punta, sin que estuvieran seguros de cuál sería el límite de Carrie si es que dicho límite existía -. ¿Lo aceptaréis? ¿O en el momento crucial me lo impediréis?

- Bien. - la profesora quedó complacida con la forma en que habían sucedido las cosas y terminó por levantarse.- Puede irse ya, señor O'Brien. Llegado el momento se le informará de cómo llegar a su orfanato.

Flickwick:- Y directo a dormir ahora mismo, ¿de acuerdo?

Leo se cruzó de brazos, mientras las chicas hablaban. Ya había hablado con Kaitlin sobre aquella teoría, y le pareció interesante, aunque se planteaba el problema de quien podía ser la encarnación de la tercera gemela. Los que hablaban y tenían relación con Carrie, por regla general no la tenían con Kaitlin, y del mismo modo al revés. Como había dicho la pelirroja, su mejor baza era que nadie esperara que colaborarán unos con otros.

Pero para que esto siguiera así, no debían verlos en medio del vestíbulo. Aunque tampoco añadió nada sobre esto, pues su anterior sugerencia de ir a otro sitió, cayó en saco roto.

A él le pareció que ya había contestado a la pregunta que Carrie hizo, lo que hizo que Leo pensara que directamente, no lo habían escuchado. Lanzó un largo suspiro, y se encogió de hombros. Haz lo que quieras. Pensó, mirando a Carrie. - Una vez estemos seguros de quien lo hizo, por mi puedes hacer lo que quieras -

Asenti, con un alivio que no me moleste en ocultar cuando vi que esta vez las cosas parecian ire mejor entre nosotros que de costumbre. Sin embargo, la ultima afirmacion de Carrie me sorprendió. Aquella advertencia. Me encogi de hombros, asintiendo, sin darle mucha importancia a aquello. Al fin y al cabo, Carrie tenia derecho a su venganza.  Y alguien que habia puesto la vida de todo el colegio en peligro, por mi parte, no se merecia ningun tipo de miramiento.

-Carrie, no seré yo quien se interponga. - dije, negando. Una cosa era ser buena persona, y otra muy distinta ser imbecil. Y puede que fuera lo primero, pero no era una mojigata ni una defensora a ultranza de lo indefendible. Y entonces mire a los presentes, viendo que se habia hecho tarde- ¿Quedamos mañana? Para hablar con más calma de esto...No deberiamos estar aqui si no queremos acabar siendo los primeros castigados... - dije, haciendo alusion a la prohibición de McGonagall.

Los medios no importan si se consigue el resultado, muy Slytherin, perfecto sin duda. ¿Quería venganza? Me lo imaginaba desde que me había pasado por la cabeza proponer a Carrie, algo me decía que esa sería su mayor motivación. ¿Me importaba lo que le ocurriese al culpable entonces,, si había propuesto a la Slytherin sabiendo que en el fondo algo así ocurriría?

La parte de mi que siempre se preocupaba por el prójimo me decía que no podíamos hacer eso, que no podíamos caer al nivel del culpable, que eso no nos haría mejores personas que a él. La otra... La otra me decía que esa persona casi acaba con todas las que a mí me importaban y que se merecía todo lo que Carrie quisiera hacerle. Pero claro, eso también era porque no sabía quién era. ¿Y si resultaba ser alguien conocido, alguien que no lo habríamos esperado haciendo algo así? ¿Seguiría siendo capaz de no entrometerme en la Vendetta de Carrie?

"Todo a su tiempo... Imaginar qué harás en una situación en la que no has estado no te desvela la realidad."

Entonces, ¿Qué debía contestarle? Debía ser honesta. 

Leo se me adelantó y me sorprendí en gran medida por su actitud. ¿Es que había algo que me había perdido? ¿Desde cuándo era el Gryffindor que defendía cualquier caso perdido tan... pasota, por llamarlo de algún modo? Creía que los Gryffindor se iban a negar sin saber hasta dónde llegaría Carrie, ya que ellos siempre defendían la justicia y esa propuesta de la Slytherin parecía cruzar la linea. Desconocía esa faceta de Leo... Y de Kait. ¿Ella también? No podía creerlo. ¿Y si Carrie quisiese desollar al culpable delante de toda la escuela, matar a toda su familia y quemar el pueblo dónde viviese? Vale, no creía que eso fuera posible, pero el caso es que Carrie no especificaba hasta dónde llegaría.

- No lo sé Carrie. - dije finalmente, apelando a mi honestidad natural - No voy a mentirte sólo porque quiera que colabores. Si resultase que el culpable fuese alguien cercano, por improbable que sea, no estoy segura de poder mirar a otro lado. El culpable se merece sin duda un castigo, ahí no hay discusión, toda acción tiene sus consecuencias, pero no sé hasta dónde llegan los límites. Yo también quiero al culpable desenmascarado y que pague por lo hecho, pero no sé si coincidimos en el precio. Sin embargo... si dices que sí seríamos un equipo, y si todos te apoyasen...

Si, si eso pasase ¿qué? ¿Querría decir que yo estaba equivocada? ¿O debía ponerme en contra de todo el mundo? No podía hacerme un lado ante una injusticia, pero... ¿No tenía la justicia en un caso así su poder de mano de la democracia? Lo que la mayoría tomase por lo correcto sería el precio justo. En ese caso... 

- dejaría el grupo. - musité en mis adentros terminando mis pensamientos de una manera inaudible , dejando de ese modo mi respuesta abierta a interpretaciones.

- Pero eso no es algo que debamos discutir ahora, no sólo por loq ue acaba de señalar Kait, sino porque ni siquiera sabemos si vamos a encontrarle - antes que él a nosotros. - antes de que otro lo haga. 

Deirdre permaneció mirando el fuego mientras Oliver se expresaba con aquella educación. Mantuvo la mirada entrecerrada, seria y peligrosa.

-  Sabes que eso conmigo no cuela, Oliver. Si quieres que te digan "no pasa nada. Eres así. Seamos amigos" puedes ir a buscar a mi hermanita a quien tienes tantos deseos de defender.

Quizás Oliver no se había dado cuenta, pero Deirdre sostenía con muchísima fuerza su varita hasta tal punto en que los nudills de la mano estaban blancos.

Despidiéndome de los profesores, salgo del despacho y decido seguir el consejo de Flickwick e irme derechito a la cama. Mientras camino por el laberinto que suponen los tramos de escaleras del castillo, reflexiono sobre mi castigo. No estoy seguro de cómo me siento respecto a la vuelta al orfanato. No lo he pisado desde que tenía 5 años y y todo lo que recuerdo son cuatro paredes altas y grises, a tono con el resto del ambiente del orfanato. Un mundo gris, desolado y con mucha desdicha acumulada en el aire. Y sin embargo, hubo un tiempo en el que lo consideré mi hogar. Sin ir más lejos, hace unos años, saber que iba a volver ahí, escapando de mi vida, habría supuesto un regalo para mí. Pero ahora...tenía mi vida formada aquí, en Hogwarts y precisamente para navidades teníamos planes en casa de los O'Hare. Quizás te lo tendrías que haber pensado antes de esconder a Rita en la habitación, me recrimina mi consciencia pero la mando callar. 

Por fin llego frente al retrato y me planto esperando el acertijo para entrar. Espero que esta vez nadie me impida llegar a la cama.., pienso, echándole un vistazo al reloj, seguro de que a esas horas todo el mundo debería estar ya acostado.  

La única de las tres respuestas coherentes o al menos acorde con sus expectativas fue la de Eve, lo que le hacía pensar que Leonard y Kaitlin eran, en esencia, o unos buenos mentirosos o serpientes con piel de león. Era algo más a tener en cuenta y que anotó con calma en la información mental que tenía de ambos, observándolos atentamente y llegando a detenerse un momento de más en la pelirroja. En realidad se parece a su hermana.

- Tal vez lo mejor sea llegar a un pacto de compartir información - terminó por decir con cierto aire desdeñoso a la par que se separaba de la pared que hasta el momento había aguantado su peso, reconociendo el final de aquella reunión en petit comité -. Digáis lo que digáis ahora puedo imaginar que aunque tal vez os parezca merecido el castigo que le propine a los culpables os opondréis a mis métodos de obtener información cuando el veritaserum no esté a mano - dijo recordando la botellita que le había tocado a Kait de premio por como se había lucido en pociones e imaginando las delicias que ella podría hacer con el frasco en esas circunstancias-. Creo que sabéis que no me someteré a los buenos, éticos y legales modos y que tarde o temprano encontraremos una discordancia entre nuestras opiniones o simplemente mis comentarios os ofendan - se encogió de hombros, reconociendo que aquella era una probabilidad muy elevada -. Y entonces toda colaboración se habrá acabado y ambas partes nos quedaremos sin un enriquecedor y práctico flujo de información. ¿Qué me decís?

- Mientras no mates o tortures hasta la locura a alguien, sobretodo sin una razón de peso, me da igul qué métodos uses. - dije con seriedad aunque pudies ser una exageración - Y mientras no pongas en peligro al resto del grupo o la investigación, claro. Precisamente porque tú tienes modos de conseguir información que el resto no eres una gran baza.

- Lo mejor será que hablemos mañana, en un lugar más privado, y con más calma - Leo estaba de acuerdo con Kait sobre marcharse, después de todo, era tarde, estaba preocupado por Kyle y más que dejar las cosas para mañana, le preocupaba que alguien pu8diera verlos.

Las palabras de Eve le parecieron una incoherencia una tras otra. Fuera quien fuera, había intentado matar no solo a ellos, si no a todo un colegio de chavales. Hiciera lo que hiciera Carrie, se quedaría corta. Y él no tenía reparos en que fuera ella quien ajusticiara al culpable. En realidad, aquella parte era la que menos le preocupaba. Para Leo, la emergencia era encontrar a quien había hecho todo aquello, que él apostaba que debía ser todo obra de la misma persona.

Fue entonces cuando Carrie añadió algo más al carro. Los métodos para interrogar. No. Una cosa era soltar a Carrie contra el pobre desgraciado o la pobre desgraciada que hubiera sido el cerebro y ejecutor o ejecutora de todo aquello. Y otra muy distinta, aplicar torturas o quien sabe que métodos contra gente que no sabíamos si sabían algo o no únicamente para garantizar que decían la verdad. - No. - Se plantó Leo, cruzándose de brazos. A aquello no estaba dispuesto a acceder.

- Una cosa es que cuando pillemos al culpable, puedas disponer de él o ella cuanto quieras y como quieras. Y otra muy distinta es usar otros métodos para sacar información a gente que bien podría ser inocente, no saber nada o que sospechemos por motivos infundados. - Se le ocurrían al menos media docena de falsas sospechas que en su momento parecían extremadamente claras, y acabaron siendo falsas pistas.

Y cuando Eve dio el visto bueno de forma tan gratuita, Leo la miró con cierta sorpresa. ¿No castigues al culpable como se merece, pero tortura niños para sacar información? ¿Se te ha ido la olla? ¿"No los tortures hasta la locura"? ¿Hasta que punto torturarias a un niño de doce años si te parece sospechoso? - Nada de torturar a nadie - Acabó por añadir. -E insisto en que deberíamos seguir esta conversación mañana.

- Respeto, Carrie. Respeto mutuo. Esa es la clave. - le dijo entonces, con aire pensativo, tras escuchar aquel vaticinio. Para Kait era bien sencillo: ¿No quieres joder la marrana? No la jodas. Si no quieres que nos ofendamos por tus comentarios... es tan sencillo como no lanzar comentarios ofensivos.  Fácil y al alcance de todos- Y, por mi parte, estoy dispuesta a que nos llevemos bien y, como te he dicho, no tengo problemas en que, cuando demos con el culpable, le dediques tu tiempo. Pero no, como dice Leo, no podemos ir torturando a gente que podria ser inocente. ¿Castigar a un culpable? Bueno, eso puede tener un pase. Pero no voy a usar la violencia con alguien que no lo merece... Y, si se nos acaba el veritaserum, haremos mas. O se lo pediremos a algun profesor. Despues de todo, si quieren que estemos en esto, lo minimo que el colegio puede ofrecernos es ayuda...

Me encogi entonces de hombros, teniendo claro  cual era la clave del éxito, al menos en mi caso. Y entonces extendi mi mano hacia Carrie, buscando zanjar aquello- ¿Estás en esto o no? - le dije, más tajante, dispuesta a irme a la cama con las cosas más que claras.