Partida Rol por web

Las puertas de la sala vuelven a abrirse cuando Chris está a punto de contestar a las chicas y tras ellas se encuentran Scarlet y Spencer. Chris hace unos gestos para que entren rápidamente y que nadie pueda descubrir ese lugar. Ahora que ya están todos, procede de nuevo a toda la parafernalia. Le hubiese gustado que estuviesen los tres al mismo tiempo, pero parece que se han atrasado un poco.

-Bienvenido, Spencer, a la Sala de los Menesteres.

Las puertas se cierran tras ellos y desaparecen, seguramente al otro lado tampoco habrá rastro de ellas. La sala que hay ante ellas es enorme, con una zona de biblioteca con todos los libros de hechizos que puedan necesitar, una zona de prácticas y una zona de descanso. 

Cerca de allí están Chris, Alex, Madelain, Alana y el Profesor Gordon.

-Antes de nada, debéis prometer que no dirás nada a nadie sobre este lugar ni sobre lo que aquí hacemos... supongo que no será ningún inconveniente, teniendo en cuenta que nuestros objetivos casi que son los mismos.

Le muestra un trozo de pergamino donde están apuntados todos los nombres de aquellos que forman parte de todo eso.

-Y debes poner tu nombre aquí... tranquilo, si pasase alguna cosa, está conjurado para que los nombres desaparezcan. Cuando lo firmes, acabaré de contar lo que hacemos aquí y quienes somos.

Lissy llegó a la Sala Común con la respiración entrecortada, se había perdido subiendo a la torre y tras vagar durante unos minutos por un pasillo de Hogwarts que no recordaba, cuando reconoció el camino que la llevaba a la Sala de los Menesteres se apresuró a seguirlo corriendo como alma que llevaba el diablo para que las endemoniadas escaleras del castillo no la volviesen a llevar donde no era... Aquello no le pasaba desde primero, se reprendió a sí misma por cometer un error tan infantil, había estado tan absorta con sus pensamientos sobre al orden que no fue consciente de aquella jugarreta hasta que había sido tarde.

- Hola chicos...- saludo a los que se encontraban en la sala- ¿Que tal el día?- les dijo tratando de no preguntar directamente sobre los asuntos de la Orden, había sido consciente de varios movimientos de sus compañeros sobre los nuevos aspirantes al selecto club del Fenix, pero prefería no hablar directamente sobre el tema.

Miro a todos los presentes con una ceja enarcada. 

-Ummm... no tengo por costumbre cerrar ningún trato del que no conozco los términos. Pero supongo que puedo hacer una excepción.

El profesor Gordon se hallaba presente, así como todos los afectados por los sucesos del verano. 

-Espero que tengáis opciones más inteligentes que el conflicto directo...

Alana se cruzó de brazos. Aparentemente la gente estaba llegando justo en ese momento de forma planeada, y tendría que esperar un poco para tener una buena explicación. Como ella, parecía que el resto tampoco estaban del todo seguros del porque de la cita, pero se mostrabas mas o menos colaborativos, quizá intuyendo instintivamente de que se trataba.

Alza una ceja mirando a Spencer.

-Teniendo en cuenta que tú estabas planeando entrar en Azkaban, creo que esa última frase sobra, Spencer, porque ¿cómo pensabas entrar tú si no es con un confrontación directa con los cientos de dementores y mortifagos que seguramente protegen el lugar?

Pero antes de entrar en esos temas tienen que tratar de cosas más importantes, hay que dar explicaciones sobre que es lo que hacen en ese lugar y por qué lo hacen.

-Bien, ¿qué es la Orden del Fénix? Es una antigua organización que luchaba para defender al mundo mágico y muggle de las garras de los magos oscuros, en concreto se creó para luchar contra el Señor Tenebroso y sus Mortífagos. Y nosotros la hemos devuelto a la vida con el mismo motivo. Y no, no estamos solos. Nosotros somos solo una pequeña parte... hay otros, en otros lugares y que no voy a revelar... por motivos obvios.

Guarda el pergamino antes de que se pierda.

-Y vosotros, a parte de tener más o menos los mismos objetivos, tenéis información importante que serviría a la Orden para encontrar a los niños sustraídos, ¿verdad?

_Hola Lissy. ¡Qué sorpresa encontrarte aquí! Parece que no estabas tan fuera de todo a fin de cuentas.

Madelain enarcó una ceja al escuchar que Christine sabía sobre los planes de Spencer. Ese chico era bastante reservado, no creía que él se lo hubiera contado. Ya lo había dejado pasar antes. Esperó pacientemente mientras escuchaba una vez más la historia de la Orden del Fénix.

_¿Christine, cómo es que sabes acerca de nuestros planes respecto de Azkaban, o lo de los niños? ¿Nos han estado espiando o qué? Y lo de la información que no puedes darnos, ¿no podría resolverse con nuestra firma? Tenía entendido que la firma era justamente para mantener todo en secreto.

Espero que esto no degenere en una discusión. Aunque no me extraña que haya recelos por parte de todos.

Reprimo un suspiro, probablemente sería mejor que me quedase callado todo lo posible. Es algo que debo pulir, el ser demasiado directo y provocar más peleas de las que evito, aunque lo intente, por mi caracter. Me limito a observar, sobre todo, a Scarlet y Madelain.

Clare debería estar aquí.

Scarlet tomó asiento en uno de los pupitres, cerca a Alex, que estaría algo más adelantado en la sala. Así podría ver mejor a los nuevos miembros de la Orden. No pudo evitar sonreír ligeramente, con emoción por ver como este grupo iba creciendo cada vez más. 

Cuando escuchó la pregunta de Madelain se mordió el labio ligeramente, a lo mejor se enfadaba con Spencer, pero bueno, no quedaba otra. 

-Creo que e-esa pregunta la pu-puedo resolver yo, Madelain...-le dice Scarlet a la chica, poniéndose de pie para darse un poco más de valor a sí misma.-Pu-pues... verás... hace unos días ha-hablé con Spencer, quien me dio la in-información necesaria pa-para que nosotros su-supiéramos que erais de fiar. Cuando lo su-supe, vine aquí y les conté al re-resto que ha-habíais sido vosotros los del a-asalto al de-despacho, el fu-fuego... etcétera.-explicó moviendo las manos para agilizar un poco la explicación.-En-entonces nos dimos cuenta de que no é-éramos dos grupos separados, sino que es-estábamos en el mismo barco y luchamos por lo mi-mismo, ¿entendéis? 

Alana tenía ahora una mirada inquisidora. Observó con cierta sorpresa a Scarlet al mencionar ese incidente y se adelantó, dispuesta a obtener respuestas también. Formuló la pregunta, pensando ya una respuesta sobre que el profesor quizá tuviese que ver.

-¿Como llegaron a saber que fuimos nosotros? -a estas alturas no parecía que ocultarlo fuese mas una opción.

- Se lo dije yo.-Respondo a Alana.- Sabía que Scarlet estaba metida en un grupo, haciendo algo con Henri, Alex, Ashton y Katie al menos. Conociendo que de esos cinco al menos cuatro tenían un problema similar, me dediqué a ayudar entre bambalinas, consiguiendo la receta del Don del Oráculo, por ejemplo. Cuando en nuestro primer asalto al despacho, Madelaine me instó a conseguir información de la misma naturaleza me di cuenta de que todos tenéis el mismo problema y similares objetivos, mis sospechas se confirmaron con nuestro segundo asalto. Por el contrario... a mi ni me va ni me viene personalmente. Sois poco prudentes, podría ser un agente doble, desconocéis mis motivaciones, mis intereses...En fin, alguien tiene que traer un poco de paranoia y sentido común en un grupo cuyos objetivos nos pueden hacer morir a todos.  

La cara de Madelain se iba poniendo más roja a medida que avanzaba el relato de Scarlet primero y de Spencer después.

_No sé si eres un agente doble, lo que sí está claro es que no eres de fiar. Yo hablé de los niños con algunas personas que podían estar interesadas en la información pero no me fue necesario nombrarte, de ninguna manera lo hubiese hecho. En fin... ¿Tienen algún plan? ¿El resto de la gente de la Orden vendrá?

Alza una ceja ante el comentario de Spencer. Por eso mismo no quería meterlo en todo ese asunto, pero lo hecho, hecho está.

-Creo que, aunque con esas palabras demuestras que eres un borde petulante, no pondrías en peligro a Scarlet y a Henri que son tus amigos... los únicos, diría yo... y no se como te soportan con ese carácter.

Fin de la discusión con Spencer, no tiene ganas de gastar energías en hablar con él.

-Existen ciertas precauciones con los demás componentes de la Orden fuera de estos muros y no conozco todos sus miembros... prefiero ahorrarme dar esa información, salvo caso necesario. En cuanto a los otros estudiantes, hay que convocarles para que vengan. ¿Alguien se ofrece? Y en cuanto al plan... es aprender lo máximo posible a luchar para que cuando llegue el momento podamos enfrentarnos a los mortífagos.

-Ummm... soy borde con quien no se ha ganado mi simpatía eso es todo. 

Nunca me había gustado pararme sin tener la última palabra. 

- Enfrentarnos a mortífagos... interesante. Pero las guerras no se ganan solo con conflictos directos. Habría que ver que talentos tiene cada uno. Henri, por ejemplo, no podría enfrentarse a nadie en un duelo, por no hablar de un conflicto con múltiples oponentes, si sólo va armado de su varita. Por otro lado, dudo que alguno de nosotros pueda igualarle a la hora de preparar pociones. 

Observo la sala, pupitres, sillas... lo que necesitábamos eran cojines y probablemente, espejos..

- ¿Cuál es la estrategia? ¿Qué estructuras piensas atacar y para qué? Nuestros recursos son nimios en comparación con los suyos, y la guerra no se diferencia tanto de un mercado. Solo que el recurso de inversión son vidas que pones en riesgo. Hay que gestionar bien nuestros...activos.- Comento mientras miro la lista de los nombres del pergamino.

Esperaba desligarme lo máximo posible de los otros miembros, la gente saldría herida. Tal vez, muerta, sería peor si les cogía algún tipo de afecto.

-No conoces tan bien a Henri como supones, entonces. Henri es el único de aquí que el primer día sabía hacer un patronus perfectamente sólido. Lo que te falta es confiar en la gente que te rodea. Si vas diciendo "no, tu no puedes hacer esto porque eres mejor en lo otro así que dedícate a eso otro" nunca ayudarás a nadie a superarse a sí mismo.

Mira a Spencer.

-Tú segundo error es suponer que estamos solos y que ellos son más. Los objetivos los dejaremos para más adelante, de momento no se han marcado.

-Un ojo bastante agudo, Christine. Personalmente yo tenía la misma idea de hacer un grupo de gente con estas mismas intenciones, así que unirme a uno previamente armado me parece espléndido. Ahora, ¿dices que no tienes objetivos marcados aún? Quizá luego podríamos discutirlos cuando hayas solventado este asunto de la convocatoria, ¿o prefieres simplemente exponerlos aqui?

Lissy estuvo a punto de contestar al comentario que le dirigió Madelaine pero prefirió dedicarle una ligera sonrisa. La señorita Richards no era demasiado espabilada pero también tenía sus métodos... 

Al final tras escuchar a las voces cantantes de la Orden se preguntó que diablos habría estado haciendo ella para no darse cuenta antes... vale, había estado perdiendo el tiempo con Logan, pintándose las uñas y dando vueltas de una lado a otro... pero si tenía oportunidad les demostraría a todos que ella también podía ayudar... no sabía como pero lo haría...

Aunque de momento lo mejor era escuchar y ofrecerse cuando fuese necesaria su ayuda. De manera que resistió el impulso de aceptar el guante arrojado por Cristine para convocar a los otros estudiantes... estaba recién entrada en la orden, había muchas cosas que desconocía y aguardar a ver en que podría ser útil una chica como ella.

De modo que ellos ya sabían invocar Patronus. Justamente lo que Madelain había estado queriendo que le enseñaran, sin demasiada suerte. Además eso de invocar... Eran demasiadas cosas que se habían estado perdiendo. Al menos no habían pasado tantos días desde el inicio de clases, pero quizás por primera vez desde su ingreso al colegio a los 11 años, Madelain se sentía en inferioridad con respecto al resto; ellos sabían muchas cosas que ella no y que quería aprender. No despericiaría la oportunidad.

-Creo que es mejor hablar de esas cosas cuando estemos todos. Pero hay que tener claro que no estamos preparados... en esta escuela hace mucho que no se enseña a combatir a las fuerzas oscuras así que partimos de la base... sabemos cosas como desarmar o protegernos, pero se nos escapan los hechizos más potentes o simplemente no sabemos combatir.

Es entonces cuando el profesor llama la atención de todos. No parece querer que la discusión se alargue más de la cuenta y acabe rompiendo la unión de los chicos frente al tema que tratas que es bastante peligroso como para que alguien acabe mosqueado y decida ir a hablar con alguien que no debe. 

-Bien, mientras vienen los demás... ¿qué os parece si practicamos un poco el patronus? Hay gente que no sabe hacerlo y, aunque no esté Henri, yo os lo puedo enseñar de la misma forma.

Les guía hacia una zona amplia y libre de mobiliario.

-¿Qué sabéis sobre el patronus?

-Es como un estallido de energía positiva ¿No? Se usa para repeler dementores, ellos te quitan toda esa energía para dejar tu alma a flor de piel. La desesperación y la tristeza hacen que te quieras morir, y ellos se acercan para arrancarte el alma y cumplir ese..."deseo". Así que para alejarlos o incluso destruirlos les atacas con lo que más les duele, ganas de vivir o felicidad, como prefieras llamarlo.- Me sentía ridículo diciendo esas cosas, sinceramente esperaba que salieran caramelos y arcoiris por todas partes después de esa perorata sobre el mundo de color de rosa... no ocurrió por suerte.