Partida Rol por web

La dirección suministrada por Walnut se encuentra en Queens, en una calle anodina en la que apenas persisten un par de negocios, una tienda de 24 horas y una frutería. El domicilio de Bradley se encuentra en un edificio de tres plantas, y según parece es su oficina. La placa reza “Tom Bradley, Detective Privado”, aunque hace mucho que dejó de estar lustrosa. En las escaleras junto a la puerta dos chicos juegan con una videoconsola.

 Tras decidirse finalmente, los tres inquietos compañeros abandonaron el Starbucks. Se pondrían en marcha en seguida, ya que la inquietud de la situación no les permitía quedarse más tiempo parados. Aprovechando el ofrecimiento de George, se dirigieron a su coche para acercarse a la dirección del detective, no sin antes agenciarse unos perritos calientes (y un sandwitch vegetal para Melinda), ya que era casi mediodía y no tenían intención de perder más tiempo.

Con un viaje cuasi en silencio únicamente quebrado por los sonidos de las vituallas al consumirse, donde la confianza todavía no era suficiente como para evitar la incomodidad de una situación 'de ascensor' en un espacio tan reducido, el tiempo amainó para dejar un día de claridad mortecina. Sea como fuere, el caso es que en menos de una hora se plantaron allí.

...

Al apearse del vehículo y observar el lugar, un liberado por saberse con más espacio para ser él mismo George, se pone la americana y comenta a Melinda - Bueno parece que es correcta la dirección que nos has indicado. ¿Probamos suerte? - E ignorando a los dos chavales que incordiaban sentados en la entrada prueba de picar al interfono.  

Llegamos por fin, George toma la iniciativa y se lanza a llamar al interfono, Melinda parece pensativa, yo..., yo siento que he hecho lo que tenía que hacer y eso me da paz.

Al ver a los dos chavales jugar en el portal, dejo a George el tema interfono y, recordando a mis propios hijos, ojeo lo que están jugando. Para mi sorpresa, se trata del Monkey Island, una versión actualizada sin duda, pero igual por lo demás. Así que les digo: El pollo de goma siempre es importante y les guiño un ojo.

Tras esto, me centro en el portal y curioseo a través de los mas bien sucios cristales de la puerta.

El interfono permanece callado ante vuestras llamadas. Los chicos, sorprendidos por el comentario de Andrew, se giran y dicen:

- No está.

- Hace mucho que no está. 

- Si les debía dinero, no lo van a recuperar...

Por dentro, la entrada al edificio parece tan desolada como por fuera. Desgastado por el uso, dentro de veinte año ses posible que de se venga abajo sin más.

-¿No está? - les digo sorprendido a los chavales - ¿le conocéis?. No me puedo creer que tengamos tan mala suerte. Chicos, ¿nos podéis echar una mano?, ¿sabéis de alguien que sepa algo sobre él y nos quiera echar un cable?

Es increíble, el camino ha desaparecido bajo nuestro pies y prácticamente no hemos empezado...

- Es un borracho - dice uno de ellos - mi padre dice que estará tirado en alguna cuneta.

- ¿Qué es una cuneta? - dice el otro. El primero se encoge de hombros. 

- Antes tenía una casa, pero desde hace un par de años dormía aquí, en la oficina.

Melinda se quedo asombrada y maravillada por la manera de llevar el asunto demostrada por Andrew. Esos niños la habían hecho pensar, le habían hecho ver que era maravilloso estar vivo, y que no debía permitir, que los últimos acontecimientos le hicieran cambiar la idea de que quería disfrutar cada instante.

Melinda sonrió

' Vamos, ¡no me jodas!', piensa George perdiendo repentinamente los nervios y haciendo un chasquido con la lengua mientras ladea su cabeza hacia abajo y se mesa el pelo.

Volviéndose hacia los críos con una falsa sonrisa de comercial barato les dice - Y chicos, no nos podríais abrir igualmente el portal, para probar por si acaso, ya sabéis... - comenta guiñándoles un ojo.

El primero de los muchachos se encoge de hombros, le da la consola a su compañero y se levanta. Busca en sus bolsillos una llave y empuja el portal:

- No creo que tenga nada de valor, pero bueno, si me debiese pasta yo también querría mirar... -dice antes de volver al videojuego.

El portal está tan abandonado como parecía desde fuera. Los buzones están oxidados, y las escaleras son de esas que crujen a cada paso. Desde aquí se ve una de las puertas del primer piso y se ven bastante endebles, aunque los dueños le han puesto tres candados como refuerzo. Efectivamente, éste no debe ser un buen barrio.

- Gracias, chaval- le dice al crío que ha abierto la puerta, mientras le revuelve el pelo en un gesto despreocupado, ante la aversión de éste por el gesto.

Y adentrándose en el poco iluminado y sórdido  portal, se gira y les dice a sus compañeros - Venga, no nos vamos a ir con las manos vacías, ¿no?

A éstas, aprovecha para mirar en los buzones, a ver si encuentra alguno que por el correo acumulado, puesto que hace tiempo que se supone que no anda por aquí, reconozca como de Bradley. 

Efectivamente, el buzón repleto de correo es el de Bradley. Además de publicidad, hay abundantes cartas que auguran facturas pendientes de pago y una de un bufete de abogados.

Miro por encima del hombro de George la correspondencia.

-Envía la foto y desaparece..., sigue sin pagar facturas...., y rechaza un buen montón de dinero pese a que es evidente que lo necesita... No me cuadra nada. ¿Os parece si intentamos hablar con su ex-mujer?, quizá haya recibido noticias de las que nada sepamos.

Por otra parte, estamos a dos pasos de su oficina. Soy guardia de seguridad y lo que estoy pensando hacer va contra mis principios, pero quizá lo que necesitemos esté dentro y queizá lo que haya dentro pueda ayudar al detective si, como creo, se metió en un lío del que no podía salir sin desaparecer...

-¿Os parecería muy incorrecto allanar la oficina del Sr. Bradley?, ejem, sé que no es legal, lo sé mejor que nadie, creedme. Pero..., bueno, algo hemos de hacer y no le robaremos nada..., ¿verdad?, incluso podría serle de ayuda...

Es múcho más que sospechoso. No soy ninguna experta en psicología, pero si tuviera que hacer una primera valoración, diría que este tipo se ha asustado tanto que ha decidido desaparecer del mapa.

Si tuviera que seguir haciendo conjeturas, diría que puede que este muerto.- Miro a sus compañeros antes de seguir hablando

Creo que debemos entrar, ahí dentro puede que se respondan algunas preguntas. Tal como está el asunto no creo que ha nadie le importe que abramos esa puerta

 Asintiendo al resto, comenta: - Creo que eres el más indicado de los tres para ésto, Andrew- Y le cede paso a su compañero para seguirlo frente a la puerta, quedándose rezagado mirando por si viene alguien.

Lo que voy a hacer me hacer sentir mal. Es precisamente lo opuesto a mi trabajo, paradójicamente, mis conocimientos para cuidar la seguridad de las personas son los que me permiten vulnerarla.

"Es por una buena causa", me digo. "Quien sabe si esto podría incluso ser favorable para el desaparecido y agobiado por las deudas Bradley".

Pero sé que está mal. Puedo justificarlo pero eso no cambia la verdad de la situación. Para colmo, tengo el presentimiento que esta no serála única cosa mala que tenga que hacer y para mi horror no ni siquiera será la peor.

Abrumado por estos oscuros presagios, me dirijo a mis compañeros:

-Vamos allá. No sabéis lo poco que me gusta hacer esto. No lo sabéis. Vigilad que no nos vea nadie, no lo hagamos mal.

Y sintiéndome fatal, fuerzo la puerta con mi navaja sueca.

Durante un momento piensas que la cerradura no va a abrirse, pero finalmente lo hace. El despacho del detective huele a cerrado y está visiblemente desordenado. No parece que haya sido registrado, sino que más bien es así. Tiene un cuarto de baño muy pequeño al fondo, el despacho en sí que da a la calle, y este distribuidor que tiene un sofá que parece haberse usado de cama. Hay una tele portátil puesta justo enfrente, parece de segunda o tercera mano.