Partida Rol por web

-!Ayuda, que alguien traiga ayuda!Lylian se desgañitó pidiendo auxilio con la esperanza de que alguien la oyese.Era imposible que estuviesen solos en el castillo, ¿por qué tardaba tanto en aparecer alguien?
En una situación como aquella los segundos se hacían horas a sus ojos llenos de lágrimas. No había entablado amistad con la pequeña de los Harte, sin embargo después del duro viaje que habían tenido lo único que tenía en mente era a su preciada hermana, tan dulce e inocente. ¿Que calse de persona podría hacer algo tan cruel como asesinar a un jovencita? -!Socorro! !Que venga alguien!Siguió gritando casi histérica, estaba claro que aquella visión la había afectado pues a pesar de que habitualmente Lylian era una muchacha sensata en aquellos momentos estaba completamente desatada.

Grisel no queria abandonar su presa pero hizo caso a su hermana y a konrad. Ella era rapida subiendo escaleras pero un hombre era más fuerte.- Bien, me quedo pero ¡Corre, se escapa!.- grito señalando la dirección, como si Konrad no se hubiera dado cuenta.

Despues algo le dijo que no mirase pero lo hizo, se asomo a la barandilla para comprobar que era un cuerpecito como el suyo aplastado abajo. Corrio de nuevo bajando las escaleras mientras anselminius descubria que era su amiga.

Grisel se tapo la boca con las manos conteniendo un grito atroz al ver las heridas de la niña.

Algo en su propia cabeza le hizo rememorar retazos de su propio accidente, del dolor en la cabeza y el tiempo postrada en cama, todo su trauma aunado al dolor de ver aquello la dejaron de rodillas en el suelo, temblando como una hoja al viento.

-La han matado..... Lylian.... la han matado......

Respiró algo más aliviado de que la pequeña hiciese caso y no siguiese tras ese perseguidor, que sin duda, no tenia buenas intenciones, aunque ya era casi imposible alcanzarlo, había desaparecido, y había asuntos más importantes, la vida de la pequeña de los Harte estaba en juego, y aunque dudaba que algo se pudiese hacer por ella, no dudaba que las palabras del maestre de que buscase ayuda, eran las más sensatas en ese momento. En ese mismo instante vio que no era el único que se asomo para ver aquella espantosa escena, también lo había hecho Gisel y sin duda le había dado un buen golpe, busco con la mirada la hermana mayor, no podían dejarla sola, pero él tenía que buscar ayuda. Miro a Lylian, se quedaría con su hermana -voy a buscar al maestre de la casa, quizás entre los dos puedan hacer algo por ella- y salio corriendo hacia las dependencias del maestre de la cara Harte. 

El maestre Anselminus se fijó en que la muchacha que yacía en el suelo de aquel bello jardín no respiraba ya. El Desconocido había venido a por su vida y se la había llevado ya lejos de allí. Konrad fue en busca del maestre Hamdam, pero ya nada más se podía hacer por la joven Eilene, salvo arreglar aquel desaguisado. Pero lo que más temía Anselminus eran las consecuencias que un hecho como aquel podría tener entre unas casas tan enemistadas.

Los gritos de Lylian y el revuelo formado fue suficiente para que se acercasen algunos sirvientes de Cimera, quienes abrumados por la visión de la joven Eilene actuaron de diversas formas: un ama de llaves se desmayó y la criada personal de la joven rompió a llorar desconsolada. Otra criada echó a correr para buscar al maestre, que apareció varios minutos después guiado por Konrad y la criada. Para entonces ya había varios invitados en torno al cadáver lamentándose de lo ocurrido y de la larga vida que le quedaba por delante a la joven.

Lady Sylvie había llegado antes que el maestre y se había derrumbado en cuanto vio a su hermana en ese estado. No pudo evitar correr hacía ella y abrazarla entre sollozos aún a pesar de que la sangre estuviese empañando su bonito vestido. Solo el maestre Hamdam pudo lograr convencerla de que soltase el cuerpo y le dejara llevarla consigo. No le dijo a donde, pero todos sabían que el cometido del maestre no era nada envidiable ahora: tendría que examinar el cadáver para ver si podía averiguar algo y, aunque a nadie se le había ocurrido pensar en ello, también tendría que preparar el cuerpo para que su aspecto no fuese tan horrible en su funeral.

Indico a Lord Gerard que lo estoy pensando.

Es una decisión seguramente de vida o muerte para Ser Etan, o muchos más si acaban enfrentándose abiertamente las dos casas. Podría ser el fin de esas Casas si el Rey Robert las acusa de romper la Pax del Rey, y puede que también el final de la Casa Serf, la mía.

Intento encontrar alguna idea que pueda satisfacer a todos, pero soy incapaz de dar con ella.

– Lo siento Lord Gerard y Lord Kevan, como saben los dos no estaba presente. No puedo saber si el disparo del arco fue un disparo de arco certero, o un desafortunado y fortuito accidente.

Lylian se acercó a su hermano y la acercó a su regazo en un tiernno abrazo, -Ya lo sé cariño, ya lo sé.Tras unos momentos dandole consuelo a su hermana menor algo pasó por su mente, -Grisel,no quiero que pases ni un minuto sola hasta que volvamos a casa, ¿me has entendido? Es muy importante que estemos a salvo.

¿De verdad, un ciervo y el ego habían bloqueado la vista de toda una comitiva? Podía entenderse lo inverso, que el animal y el bosque impidieran ver al cazador oculto, pero…

Sin embargo, Yoren no dijo nada. No tenia pruebas y como dijera el castellano, tampoco habían estado allí para verificar nada con su testimonio,.. si alguno quisiera tomar la palabra de un bastardo en cuenta.  

Lo único que podía hacer era ver como se decantaba el lord; su decisión indudablemente  tendría consecuencias directas en todo aquel asunto. En particular, que pese a toda evidencia, no debía enfadar a los Manning mas de lo que estaban… incluso si eso significaba un sacrificio personal.

-Evidentemente, Normand. -Dijo Lord Gerard mirando a Normand Serf con un duro gesto de reproche que acababa de transformar su risueño rostro en el de una dura figura autoritaria. La respuesta que dio el Serf no fue del agrado de Lord Gerard, pues era evidente que ninguno de los presentes había estado en el claro donde la flecha de Ser Etan terminó con la vida de Lord Manning, pero ellos estaban allí precisamente para dilucidar cuál podría ser el testimonio más plausible: si Ser Etan mató a Lord Manning a traición, o si fue un accidente de caza, como el joven caballero aseguraba. A fin de cuentas la vida de un hombre estaba en juego.

-Muy bien, Normand Serf y yo nos retiraremos a deliberar unos minutos. - Dijo recuperando la cordial sonrisa e invitando con su mano derecha a que Normand le siguiera hacía los portalones del castillo para alejarse de la multitud.

-¿Qué opinión os merece el asunto? - Le preguntó una vez se hubieron alejado del resto. -Y no me vengáis con sandeces, el destino de ese joven es nuestra responsabilidad. 

Grisel asintió con poca gana, abrazandose a su hermana como un naufrago a una tabla que flota en mitad del oceano.- ¿Se podra bien?...Yo tambien me hice daño en la cabeza y me puse bien....-levanto la vista para enfrentar los ojos de su hermana.-Dime que ella tampoco esta muerta de verdad.... que la curaran...

Una vez el maestre fue conducido hasta el cuerpo, subió donde estaban las dos damas de su casa y se quedo junto a ellas, no se separaría de ellas si había por ahí esa persona suelta con la sangre fría como para matar a una niña, y en su propia casa. Estaba claro que alguien no quería que esa boda se celebrase, pero él, antes que velar por la boda, tenía que velar por su casa y eso empezaba por las damas. Miro a las dos, y sintió un poco de lastima por Grisel, la pobre no sabia que lo suyo había sido un milagro y un milagro no del todo bien encajado.

No me hace gracia la actitud de Lord Gerard Harte, y menos aun el tono que usa conmigo. Sí el en Lord, pero su escudero acaba de matar a uno de sus huéspedes, otro lord. Y tengo que pagar yo su frustración sea la que sea su decisión el mal ya ésta hecho. Si realmente quería acabar con la enemistad de generaciones con la Casa Manning, ahora si quería acabar con su rival por el precio de un escudero de momento le esta saliendo bien. El malestar de su hija pudo deberse a que descubriera anoche el complot.

Negando con la cabeza, y sin ningún dejo de amabilidad. – Sandeces, decís. Vos conocéis a Ser Etan y podéis valorar si puede haber sido capaz de no haber resistido la tentación de matar a vuestro enemigo de toda la vida, o no. Yo es la primera vez que trato con ellos dos, uno miente, o ninguno de los dos. Os repito solamente se lo que ellos nos han contado.

Lylian cerró los ojos unos segundos tratando de recomponerse, las palabras de su hermana la habían trasladado al fatídico día del accidente, pero ahora no podía perderse en rememorar aquello.Tenía que explicarle a Grisel la gravedad del asunto y no podría hacerlo si estaba aturdida por sus recuerdos.
Se agachó hasta ocupar todo el campo de visión de su hermana, -Grisel, nada me gustaría más que decirte lo que quieres oir... Cariño, lo tuyo fue un auténtico milagro por el que tenemos que dar gracias cada día.Pero los milagros no siempre suceden, está muerta pequeña.Ya ninguno podemos hacer nada por ella...
Dudó un instante, en realidad sí que podían hacer algo por ella.Debían encontrar a toda costa al causante de semejante mal.
Se acercó a Konrad y le susurró unas palabras.

Lylian se acercó al joven para susurrarle unas breves instrucciones. -Habla con quien esté al mando, que cierren todas las entradas y salidas. Hay que atrapar al culpable.

Anselminus fue incapaz de tranquilizar a Lady Sylvie, y agradeció sobremanera la llegada del Maestre Hamdan para hacerse cargo de la situación. Cuando la multitud comenzó a dispersarse miró a las damas y a Konrad; ellas estaban asustadas y él ahora se negaría a separarse de ellas, pero no podían quedarse quietos.

- Lady Lylian, Konrad... - dudó si llamar también a Grisel, pero parecía traumatizada, en cualquier caso no podía evitar que escuchase lo que iba a decir - no tenemos mucho tiempo, lord Harte volverá más tarde de la cacería y cuando descubra lo que le ha ocurrido a su hija entrará en cólera. Todos conocemos la enemistad entre su casa y los Manning, esto podría terminar en más sangre. Si queremos evitarlo debemos averiguar algo sobre el asesino. Incluso si realmente se trata de uno de los vasallos de los Manning actuando por cuenta propia, capturarlo debería ayudar a calmar a los Harte. - el maestre tenía más esperanzas que un convencimiento real, pero la perspectiva de que se vieran atrapados en un conflicto tan grande entre aquellas dos casas lo preocupaba en extremo.

- Konrad ¿Podríais revisar de nuevo el piso desde donde vimos aquella figura en las sombras? Tal vez se le cayera algo. Después hablaremos con los sirvientes, alguno podría recordar si vio a Lady Eilene acompañada por alguien después de despedir a los que se fueron de cacería; y no estaría de más hacer una lista con los invitados que han permanecido en el castillo durante la cacería. -

-Por eso mismo os he pedido que me ayudéis a juzgar este caso... Vuestra imparcialidad es clave aquí. Debéis tomar una decisión: lo hizo o no. - Lord Gerard no estaba muy satisfecho con la actitud que Normand había tomado evitando tomar una decisión al respecto de lo que esperaba al joven caballero.

Lord Gerard suspiró y suavizó el rostro antes de volver a hablar, dirigiéndose esta vez con más paciencia hacía Normand.

-No os quería influir... pero en mi opinión, no creo que Ser Etan fuese capaz de matar a Lord Manning. Es un buen muchacho, lo he visto crecer desde que era un crío. - Extendió las palmas de las manos y torció el gesto para lamentar lo sucedido. -Mucho me temo de que este feo asunto va a agravar las relaciones entre nosotros... Ya veis a Ser Kevan, está exigiendo sangre. Esta boda es una oportunidad única para conseguir la paz, debemos aprovecharla... pero estoy convencido de que Etan es inocente. Ha tenido que ser un fortuito accidente.

Miro a el maestre y luego a las damas, asintió a este y se dirigió a Lylian -por favor mi señoras vayan a sus aposentos y permanezcan allí, no puedo protegerlas a ambas y buscar al culpable y si tengo que centrarme en encontrarlo, necesito saber que estarán a salvo, no abran a nadie, más que a mi o al maestre- No pretendía ser autoritario, más bien, un ruego. Seguidamente echo a correr hacia le piso donde habían visto a la figura, y empezó a peinar la zona de donde se perdió la figura, examinando cualquier rastro posible.

Suavizando el tono y bajando la voz ya que no se a que distancia puede haber alguien atento a que decimos. – Desde el principio he creído que se trataba de un accidente. Os daréis cuenta si seguís el orden de mis razonamientos, pero el actual Lord Manning se niega a considerar ni siquiera la posibilidad de que se trate de un accidente. Puede que porque en los accidentes todo el mundo tiene parte de culpa y ellos debían acercarse lo más sigilosamente y ocultándose al ciervo. Hay dos posibilidades de salvarle la vida a Ser Etan, una está en mis manos, pero la otra no. La primera pero que puede que se rompieran de nuevo las relaciones entre vuestras casas es que, si votáis distinto, o os veis forzado a declararlo culpable, yo le ofrezca la posibilidad de vestir el negro. La otra sería que vuestra hija lograda que no hubiera más muertes en su boda.

Lo miro directamente a los ojos. – Cual creéis que es la opción con mas posibilidades, no conozco a Lord Kevan y no puedo hacer cálculos sobre su reacción, o si queréis que vuestra hija se involucre.

-Creo que vestir el negro puede ser la mejor opción. -Dijo Lord Gerard tras meditarlo detenidamente. Chasqueó los labios y negó con la cabeza. -Es una lástima. Es un buen muchacho...

-Volvamos entonces y comuniquemos al resto nuestra decisión.

Lord Gerard Harte y Normand Serf regresaron tras unos minutos de divagación en los que comentaron cuál sería el veredicto al que iban a llegar. Entre tanto, el resto de ellos había estado esperando a que ese momento se produjera, especialmente Kevan Manning y Etan Hogg. Este último se mostraba especialmente nervioso. Con la figura del castillo de los Harte de fondo, su señor comenzó a hablar.

-Este es un difícil y delicado asunto. Todos lamentamos la muerte de Lord Manning, y sabemos que la situación entre nuestras casas es muy delicada. No me gustaría que este asunto afectara a la boda y perjudicara el prometedor futuro que le deparaba a nuestras dos casas. - Miró a Kevan esperando que tomara esas palabras con la buena fe que las decía. -Es difícil dilucidar lo ocurrido cuando cada parte afirma una cosa y no hay más testigos. Normand Serf, como enviado del Rey Robert para garantizar la paz en esta boda, ha realizado una propuesta que a mi entender resulta justa. -Se giró hacía Normand. -Adelante.