Partida Rol por web

La prueba final estaba por disputarse, y los tres contendientes estaba preparados, para deleite del público expectante que se había congregado allí, en el lago. Los snorkels ya se juntaban por decenas, una alfombra de colores submarinos que... claro, acababan por espantar a todos los peces. Iba a ser una prueba muy dura.

Pero no solo eso. Arriba, muy arriba, en la cúpula que había sobre las cabezas de los dibus, las cámaras de vigilancia y seguridad retransmitían todo el concurso a los supuestos espectadores del zoológico espacial. ¿Quién podría saber qué tipo de seres los observaban? Bueno, tanto daba, porque Lucas disparó su pistola para que la fse tres comenzara.

Y no hubo color. Los petardos del pitufo bromista llegaron al agua y... se apagaron. Cosa lógica por otra parte, teniendo en cuenta que el agua era... bueno, agua. Y apagaba los fuegos.

Porky optó por una descarga total de fabada asturiana. Pero no debía estar en muy buenas condiciones, o quizá en realidad el cerdito se la había comido, porque las latas que tiró al lago sólo sirvieron para ensuciar sus prístinas aguas. Estos cerdos...

No osbtante, Dexter, el pequeño gran científico, sí que había descubierto cómo utilizar semejante explosivo, y vaya si lo utilizó. Parecía, en un principio que nada iba a suceder. La lata se hundío. Y luego, pasados unos instantes de incertidumbre, surgió del agua un precioso Ferrari Cabezarosa de Fórmula 1, con su conductor, un tipo chaparro y sin cuello, pero con más cabeza que Pepe Navarro, comiéndose la fabada, fría y con agua, a dos carrillos.

¡Agüela, esto está de muerte! dijo antes de dar buena cuenta del compango.

Y claro, el público enloqueció, y la gente se abalanzó sobre él pidiendo autógrafos, y fotos de su nueva novia, que la otra era una petarda.

Mientras tanto, el Pato Lucas se acercó para felicitar a Dexter por su merecida victoria.

¡Felifcidadefs, erefs el jufsto ganador! le estrechaba la mano una y otra vez, mientras chorretones de sidra, que no champagne, les diluviaban encima.

Jo... ¡qué historia más triste! lloraba desconsoladamente el pequeño Plankton Me recuerda a la mía, de cómo estaba destinado a ser el más grande empresario hostelero del mundo, pero llegó ese maldito cangrejo y me robó mis ideas... ains... creo que te perdono, cosa roja, aunque te parezcas a ese maldito traidor se enjuguaba las lágrimas.

Sin embargo, Plankton se había olvidado de apagar a su peligroso perro robot, por lo que éste se abalanzó sobre Zoidberg mordiendo, gruñiendo y volviendo a morder, hasta que se llevó de recuerdo alguno de los órganos de alienígena.

¡Ups, perdón! se alarmó Plankton, desactivando al perro con un botón de su mando a distancia, acercándose a Zoidberg para devolverle el trozo perdido. Bueno, ¿qué diantres querían?

BRGRRLRRKLRGR  Vaya, se perro robot tiene casi tanta hambre como yo.  No te preocupes, no necesito ese organo, de hecho no se que hacía ahí en primer lugar....por cierto, no tendrás una chapatita de pan por ahí verdad??

Para responderte a la pregunta que has hecho, pequeña alubia verde apetitossa, te rresponderá mi colega Satán. Tiene un tumor en la cara, pero no se lo menciónes, porque le sienta un poco mal. Me ofrecí a estirparselo, pero dice que le gusta, o no se que....éstos humanos, cada dia me sorprenden más.

- Ah, gracias, gracias...respondió el pequeño genio estrechando la mano del pato, agradecido de que toda la multitud se hubiera agolpado sobre su última pesca y no sobre él. A nadie le gustaban más los subidones de ego, pero toda esa multitud con fotos y fanfarria para un taxista acelerado...¡Así le iba a este país, sin I+D!

La verdad es que dudaba mucho que fuera a poner aquello en el currículum si algún día volvía a casa...

- ¿Oye, cual decías- la ceja se levantó con un característico sonido, preguntando con discrección mientras unas bragas salvajes salidas de nadie sabe donde volaban en dirección al piloto asturiano, que seguía mascando a dos carillos como si no hubiera un mañana- que era el premio de esto?

¿Eh? Oh, a fsí, efs cierto, el premio rezongó el Pato Lucas, que sin duda creía que iba a poder quedárselo para sí mismo, a juzgar por el renuncio en que le habían pillado. No obstante, viendo que no tenía más remedio, el ánade negro se sacó del plumaje un par de sobres que tendió a Dexter.

Tras el consabido momento suelta-no suelto de los sobres, Dexter se hizo por fin con su flamante premio, que no tardó en abrir y enseñar a todos los presentes:

Un fajo de billetes por valor de 100 créditos espaciales, y una maravillosa, estupèndida, fantabulosa fotografía firma de ¡Marvin el Marciano, su adorado y amado cuidador en jefe!

- Necesitamos el cascabel que lleva ese caracol, con eso nos iremos de aquí y no seguiremos molestandole - dijo Stan

¿grrriiiiii?

Al escuchar semejantes palabras de la boca de un tipo de mandíbula cuadrada, Gary alzó mucho sus ojillos saltones, y acto seguido se ocultó a toda velocidad en el interior seguro de su concha.

Plankton, por su parte, se limitó a encogerse de hombros.

Bueno, si eso es todo lo que quieren, pues quitenselo ustedes mismos. aceptó sin oponerse ¡Así aprenderá a no comerse mis lechuguitas ese maldito molusco!

Enhora-Enhorabuena, Dexter. Es unbueeen premio. - Consigo decir fastidiado por no haber ganado yo mismo

No se prreocupen, si algo sabemos en mi planeta natal es cómo sorber molusculos de sus conchas para poder tapiñarrnoslos.

Zoidberg coge la concha de Gary el caracol, y con una fuerte succión, empieza a tirar hacia su "boca" de él.

Para un momento sólo para comentar.¿ Si tuvieran que elegir cuál sería su forma preferida de comerse un molúsculo? La mia sería en la playa con un poco de lima limón y sal. ¿ Saben que los océanos de la tierra están llenos de sal? Si mojara un caracol ahí seguro que estaría de muerte.....Menudo planeta en el que vives Satán, cada día aprendes algo nuevo. Cómo aquella, vez, que vacié el interior de un humano y luego no sabía si me sobraban piezas o no, jajajaj que día aquel.

Y de nuevo a por el sorbete de Gary

- Muchas gracias. respondió el geniecillo con su premio, primero al pato y luego al cerdo parlanchín. Eso empezaba a parecerse a rebelión en la granja, solo que el cerdo era un poco pusilánime en comparación con los de la novela...y casi mejor

Dexter se quedó mirando a la fotografía con aire pensativo, antes de guardársela en la bata y decidir que ya era hora de que alguien le desincrustrase las gafas de la cara. Los golpes no parecían ser tan inofensivos como en su casa. Quizás era el aura de su madre...

- Yo voy a la Enfermería. dijo en voz alta, por si alguno de los presentes quería añadirse al grupo, mientras se alejaba con pasitos de la marabunta que seguía peleandose por aquel piloto asturiano...

uysh, lo ha dicho en voz alta. ¿Será una invitación? Sabe pescar... podría ser un buen aliado para encontrar la manera de llegar a mi fresco barro...
- voooy voyy contigo.

Sigo a Dexter con una ridícula carrerita para unirme a su paso.

- Doctor, no nos interesa matar al caracol solo el cascabel, si lo consigues me asegurare de que nuestros amigos los cocineros te hagan una buena cantidad de ricos platos, así que deja de intentar comerte al caracol y céntrate en conseguir el cascabel - dijo Stan al doctor esperando no tener que usar la fuerza para liberar al caracol.

El concurso había acabado, y él pitufo a pesar de que no había ganado podía decir que se lo había pasado en grande. Aun así la pequeña criatura no se dejaba engañar, aquella diversión no podía distraerlo de su principal objetivo. 

El pitufo bromista no podía dejar marchar a su recién encontrado aliado irse solo, tras despedirse del pato con un Hasta luego Lucas corrió detrás de su nuevo compañero. Si iba a la enfermería es porque algo le tenía que doler, seguro necesitaría de sus bromas para olvidarse del dolor.