Partida Rol por web

Como en toda prisión... digooooo  zoológico que se precie, aquí hay una enfermería que cuenta con la última tecnología en cuanto a medicina marcia se refiere.

Por desgracia, todos esos avances científicos malamente pueden aplicarse a los organismos terrestres, así que Mervin ha decidido poner de guardia a dos encantadoras enfermeras dibus, la Abuelita y Lois Griffin.

Fry y Zoidberg entraron a un espacio prístino, todo blanco, y colores neutros, repleto de camillas, cápsulas en las que cabría cualquier dibu, y multitud de máquinas de extraño aspecto y uso desconocido.

Una adorable ancianita, ataviada con una bata blanca se giró al verlos entrar...

Ooooyoyoyoy   exclamó la anciana  ¿qué tenemos aquí? ¿Os habeis hecho pupita, muchachos? Dejad que la Abuelita os cure...

Mirad todos quien está aqui, es Zoidberg el adorable vagabundo!!! Y con su mejorr amigo, Frry

Señorrita, traigo a un paciente, pero no se prreocupe, soy su médico y puedo trratarle, aunque antes de intervenir tendré que operar, juajuajua, sin duda alguien tendría que aprender de mi humor crustaceo, juajuajua

Oh, jijijijiiii se rio con genuinas ganas la Abuelita, mientras cogia un rollo de vendas y procedía a vendar las tenazas a Zoidberg con ellas   ¡Qué muchachito más gracioso! ¡Se cree una langosta! Las manos de la anciana fueron rápidas y certeras, y de pronto Zoidberg se vio impedido para usar sus tenazas en absoluto. ¡Venga, ahora ya no te harás daño con eso, id a jugar, pequeños!

Sorpendido el buen Doctor intenta zafarse de las ataduras de la abuelita.

Oh no, señorra, crreo que se ha confundido usted, yo soy el Doctor Zoidberg, y éste ser inconcluso es Frry, mi mejorr amigo. Estámos aqui porrque queremos ser de ayuda en éstas magnificas instalaciónes que tienen aquí.

¿Quien es el jefe de perrsonal?

Oooh ¿quereis jugar a los médicos, eeeh? sonrió la Abuelita divertida, sacando una caja de tiritas y dándosela a Fry, ya que Zoidberg estaba impedido por los vendajes. Tomad, con eso curareis a vuestros amiguitos, y ahora marchaos, ¡o se os enfriarán las gachas!

Guardo las tiritas en el bolsillo y empujo al Doctor hacia el pasillo - vamos, hombre, si eso no es nada...

Una vez en el pasillo, trato de quitarle las vendas de las pinzas a mi compañero - UUUUUiiiiiiii, menos mal que estaba yo, sino esa adorable ancianita te habria convertido en una momia, si ha envuelto tus pinzas, imaginate si piensa que ese color es porque te has quemado al sol...