Partida Rol por web

Hay Muchos Traseros que patear :D (III)

PLANETA EMERSON. BORDE EXTERIOR

Cargando editor
24/10/2015, 13:50
Lance “Khan” Svensson.

Había dejado que pasase, así de sencillo. No era tan tonto como para no haber visto el chisporroteo de las letras fantasmales, a Kathe pulsando la combinación de apertura en lugar de introducir un nuevo código. “¿Y te has quedado ahí sin hacer nada?” Era una voz, Robles, Murkint, alguien con autoridad, y con moralidad. Si, se había quedado quieto. Había dejado que sucediese. ¿Por qué? No lo sabía. “Ah, ¿No lo sabes? ¡Has desatado el caos!”. ¿Y que había de malo en el caos?
¿Por qué lo había hecho? Quizás había una parte oscura y podrida dentro de él, una parte que desconocía pero que tomaba sus decisiones arbitraría, sin que él se diera cuenta. Quizás solo quería ver arder el mundo. O quizás solo quería morir. Pero no de cualquier manera, agonizando en Emmerson o asesinado a mano de un androide debidamente programado. Moriría a lo grande. “Estas loco, Lance”. Si, eso dijo su psicoanalista. Le dio una pastillas. Cuando se hizo las mismas pruebas ante el psicólogo del cuerpo este le dio un visado como apto y un rifle automático. Como la mayoría de los marines, él tenía sus traumas, sus taras mentales. Le hacían bueno para matar. Si hubiera estado en una selva, rodeado de enemigos, jamás hubiera permitido que eso ocurriese. Inactivo, en aquel jodido planeta desértico, había terminado por enloquecer. No puedes enseñar a un perro a cazar y luego encerrarle en el garaje, para siempre…¿Qué otra cosa podía hacer?
Se acercó a Kathe. Bastaba mirarla para saber que estaba sufriendo. ¿Se moría? Ese “vapor” se había escapado. Había llegado a controlarla. Como un fantasma o una mierda de esas, la había poseído. Ahora Kathe pagaba los platos rotos. Y todas esas piezas de porcelana barata la estaban rajando por dentro.
—Típico de las mujeres. Primero te dicen que no puedes hacer una cosa y luego lo hacen ellas.
“¿En serio Lance? ¿Una broma de ese tipo? ¿Aquí? ¿Ahora? ¡Esa mujer se está muriendo por tu culpa! ¡Por tu culpa! ¿Es que no tienes corazón?”. Quizás no. Tanto tiempo en el campo de batalla le hacía a uno insensible a todo. La guerra era muy dura. Su cuerpo funcionaba a la perfección, no así su mente o sus emociones. Por eso estaba siempre cabreado, era la única emoción lo suficientemente intensa como para brillar en un páramo estéril como él.
“La dije que no viniera”. “Pero vino igualmente”. “Me dijo que me quería”. “Pero era esa cosa dentro de su cabeza, seguramente, nadie te quiere ya Lance”. “Estoy loco”. “Estas cansado, solo es eso”. “Agotado. La espera, las guardias. Aquí nunca pasa nada”. “Bang, y sus sesos salen disparados. Un compañero menos”. “Un compañero menos…” “A Kathe puedes salvarla, no como a nosotros”. “Céntrate en el ahora”. “Ya has metido la pata bastante”. “Hasta el fondo, diría”. “Lance, Lance, Lance.” “¡¿Qué?!”. “Nada, Lance. Jajaja”.
Reaccionó a tiempo. Cogió a Kathe y la cargó sobre su hombro.
—Mierda, Kathe, aguanta.
Recorrió el estrecho corredor, sus sienes le presionaban. Notaba como Kathe se deshacía por dentro. Afuera, su equipo. Se tomó un momento para coger las botas de los dos y el casco, con el comunicador. Mierda, solo había una persona que podía entender que le sucedía a Kathe. Robles, solo Robles. Quizás ahora los científicos quisieran colaborar. Esa cosa había entrado en Kathe. La estaba matando.
Empezó a correr por el pasillo, grandes zancadas la respiración medida, recordando el camino que había tomado. Probando el comunicar en cada encrucijada.
—Robles, mierda, a Kathe le pasa algo. ¡Dime tu posición!
Una y otra vez, el mismo mensaje, corriendo por oscuros corredores, con su compañera sobre el hombro, hasta que Robles les encontrase o él la encontrase a ella.

Cargando editor
26/10/2015, 10:40
Katherinne Boldian.

Las lágrimas resbalaban ya sin control mientras mis dedos tecleaban con rapidez la contraseña. Sin pensarlo, con miedo. Cuando acabé y la puerta se abrió un momento, sentí un escalofrio y noté que mi mano temblaba ligeramente. ¿Había hecho lo correcto? ¿Habría causado la muerte de mis compañeros con aquel gesto estúpido? Ahora ya era tarde para las lamentaciones…

Observé la nube que se formaba delante mio… Apenas se distinguía del polvo reinante. Parecía removerse como con vida propia, examinando el entorno. Como si disfrutase por fin de la tan ansiada libertad. Comenzó a difuminarse, como si se evaporase, hasta deaparecer.

Noté como me tocaba, como entraba en mí a través de todo mi cuerpo. En apenas un segundo no estaba allí, y al otro ya lo notaba corriendo por mi cuerpo, rozándome, tocándome, palpándome como un maniaco ansioso de sexo. No pude hacer nada. Yo le había concedido la libertad y tampoco habría podido bloquearlo. Miré un instante a Lance antes de notar la primera descarga.

Su mirada dejaba claro su desconcierto. Parecía mirarme sin verme…como siempre. Quise decirle algo. No sabía que iba a pasar y ahora tenía miedo. Mientras notaba a aquel ser correr a través de mi, podía sentir el pánico de mi cerebro. Luchaba contra ese ser. Estaba siendo ultrajado, violado. El ramalazo de dolor me hizo boquear en busca de aire antes de que pudiese hacer nada.

Caí contra la cápsula intentando aguantarme en vano. Resbalé hasta el suelo mientras el sufrimiento aumentaba hasta hacerme gritar. Noté palpitar todo mi cuerpo ante el contacto de aquel ser que se adueñaba poco a poco de mi. Sin posibilidades de resistirme solo podía dejarme llevar por oleada tras oleada de dolor, mientras mi consciencia pugnaba por sobresalir ante la fuerza desconocida que amenazaba mi propa existencia. Pero aquello que entraba en mi era incontrolable, brutal. Sentí pulsar todo mi cuerpo con cada nuevo latido. Notaba correr la sangre infectada quemando todo mi cuerpo, consuniéndolo. Un zumbido perenne, era lo único que escuchaba. Noté el regustó amargo de la sangre en mi boca, posiblemente de haberme mordido. Aquello era un sueño…No!! Una pesadilla!! Y quería que acabara. Pero el dolor continuaba y yo no despertaba. Ni siquiera me permitía el placer de desmayarme, como si aquel ser que me atenazaba con fuerza no quisiera darme ese beneficio.

Cuando un nuevo acceso de dolor me hizo volver a gritar miré a Lance. Su mirada estaba perdida…como sidebatiera consigo mismo. Como si su estuviese en un dilema interno. Quise gritarle, abrazarle… Creo que grité su nombre instantes antes de que mi vista se empañase de rojo y notase un tormento tal en todo mi cuerpo que comencé a convulsionar… Ya nada era controlado por mi, solo estaba ese ser y el dolor… solo el dolor… dolor…

Cargando editor
01/11/2015, 00:56
Sara Robles
Sólo para el director

Tras comprobar que todo está en su sitio y funciona en perfectas condiciones, le hace un gesto a Turk. La verdad, es que no sabe que hacen ellas dos en ese planeta de mierda siendo las que más valen de esa panda... las más sensatas e inteligentes, al menos, de momento. Los demás han demostrado una falta de tacto y disciplina bastante evidente y que ha conllevado a la muerte de varios compañeros y a la tortura de gente civil.

Al llegar a la puerta previamente bloqueada, le hace un gesto a Turk para que pase y que vaya con cuidado mientras ella le cuida las espaldas si es necesario. Después le toca el turno a ella. Ese pasillo es negro como la noche y las linternas casi no hacen nada, pero si revelan una puerta a unos 5 metros... y parece que allí hay alguien. Dos personas.

Por el equipo que hay en el suelo, no cabe duda de quienes son.

Cargando editor
07/11/2015, 08:05
Director

El cuerpo de Khate abrasaba. Lance la tomó en sus brazos y cargó con ella. La piel ardía y quemaba como la parte inferior de una sartén. El fuego que devoraba su interior quería salir, extenderse, traspasar huesos, músculos y piel para buscar un nuevo huésped en el marine.

Sebas hubiese dicho que Kathe era un chuletón a la parrilla. Lance no solo sintió ese calor imposible de resistir por un cuerpo humano, sino también los estremecedores temblores que sacudían y agitaban a su compañera, lo mismo que si estuviese soportando una tremenda descarga eléctrica. El cuerpo estaba empapado en sudor, sus ojos en blanco, manaba sangre de ellos igual que lágrimas carmesíes, de su nariz y de sus oídos. Tal vez el cerebro se le estaba cociendo.

No podría aguantar mucho de esta forma. Nadie lo haría. Aunque era una marine. Y eso significaba una diferencia.

Pasó por el hueco con dificultades. Recogió las botas y se encontró de bruces con dos figuras armadas con fusiles y embutidas en sendas armaduras de combate, y con un cuchillo en sus manos.

Cargando editor
07/11/2015, 08:06
Director

Khate notó, pensando que era un sueño, como alguien le susurraba palabras de ánimo, la tomaba en brazos y cargaba con ella al hombro. Lance, seguramente. No estaba segura. Había perdido la noción de tiempo y lugar. Quería que cesase el dolor, quería morir, perderse en la nada. Desaparecer para siempre definitivamente.

Le pareció que lo conseguía. Su mente castigada creyó que se fundía con el universo. Vibró por entero su ser, por dentro y por fuera. Esa cosa la estaba poseyendo, la había penetrado como un violador psicópata agazapado en las sombras. Pero esto no era cierto, ella le dio permiso, dejó que usara su cuerpo, su vida, para que se liberase. Confió en un ente extraño, no humano, un alienígena. Debió estar completamente loca, o incluso influenciada por el extraterrestre. ¿Quién sabe? Pensó que moría. Mejor así.

Una violenta convulsión, más intensa que las anteriores, tuvo como resultado que de nuevo vomitara. Las tripas se le estaban quemando a la barbacoa, la garganta supuraba pedazos de carbón al rojo. Tuvo un orgasmo, o algo semejante, frenético e imposible de soportar; luego llegó más calor, una abrumadora ola de llamas que fundió su carne y su conciencia.

Se desvaneció en la negrura del olvido al fin. De alguna manera, irracional, insensata, tuvo la noción o el pensamiento de que ese ser, en realidad, no quería hacerle daño. Sin embargo, la estaba matando, como predijo.

Notas de juego

Capi, el turno que pongas, solo para el director ;)

Cargando editor
07/11/2015, 08:06
Director

Turk avanzó, poco a poco, con el fusil por delante. Sara tras ella, sumergiéndose ambas en la espesa oscuridad del pasillo. El cañón de la unidad de vigilancia, siniestro, no soltó fuego y muerte; se mantuvo silencioso. Cuando llegaron a su altura, y empezaron a sobrepasarla, todas sus armas se desconectaron, lo mismo que sucedió antes.

-De puta madre –soltó Turk, cabreada- . Debimos sospecharlo.

Enfocaron el suelo; todo el equipo de los dos marines se encontraba esparcido por allí. Desde la armadura a las botas, el casco, las armas, la ropa. Sonidos, voces apagadas, procedían del interior de la otra sala. Parecían gritos, juramentos, cortantes, urgentes. Se escuchó movimiento. Turk volvió la cabeza hacia Sara, extrajo su cuchillo y lo señaló a la doctora. Luego, dio un paso más hacia delante.

Del hueco de la puerta intentaba salir alguien. Una pierna desnuda, un torso, la cabeza y el cuerpo entero, arrastrando a otro que se echó al hombro. Las linternas enfocaron a Lance en calzones y a Kathe en ropa interior manchada, como si se hubiese meado encima. La mujer estaba inconsciente, su cuerpo se agitaba con violencia, tenía rastros de vómito y transpiraba copiosamente.

Cargando editor
07/11/2015, 08:08
Director

Lance, con Kathe a cuestas, se encontró con la luz de las linternas de dos marines. Reconoció a Turk y Sara. Sujetaban en una mano el allí inservible fusil de reglamento, y en la otra brillaba el acerado fulgor de la hoja de un cuchillo.

En ese momento, Kathe se estiró y se convulsionó una última vez, para luego relajarse y quedarse quieto por completo.

Notas de juego

Cada grupo y psj tiene turno aparte, con lo que les sucede a ellos directamente.

Cargando editor
09/11/2015, 14:27
Katherinne Boldian.
Sólo para el director

Escuché la voz de alguien hablando por encima del rumor que ahora mismo recorría todo mi cuerpo. El dolor, lacerante y agudo seguía recorriendo mi cuerpo en ramalzos de dolor que ya ni siquiera podía contener. Notaba mi cuerpo a punto de estallar. Cada uno de mis músculos se estiraba y se contraía ardiente, latiente con cada nuevo espasmo. Quise hablar…pero solo un gemido salió de entre mis labios sangrantes.

Intenté hablar con mi mente con aquel ser que ahora recorría mi cuerpo como un amante demasiado violento, desolando a su paso todo lo que tocaba, pero la fuerza que me embargaba no hacía acto de presencia y yo solo quería morir. ¿Me había equivocado al dejarla salir? ¿Por qué lo había hecho? Maldito Lance!!! Maldito Emerson!!! Malditos todos!!!

Un dolor atravesó todo mi cuerpo hasta hacer que me arquease presa de una brutal convulsión que amenazaba con partirme en dos. El dolor, más intenso que hasta ahora, recorrió cada extremo de mi cuerpo hasta alcanzar mi cerebro… El calor me recorrió en todo mi ser como disolviéndome. Ya nada podía hacer… Ya nada era controlado por mi… “Lo se…” Le dije al ser que me estaba matando… “Se que es sin querer… y... te perdono... Lo siento...”. La negrura dio paso a todo lo que me rodeaba mientras perdía por fin la conciencia en espera de mi muerte…

Cargando editor
10/11/2015, 13:38
Sara Robles

La cosa parece ir "mejorando". Las armas se desconectan de nuevo al pasar los cañones y solo queda armarse con los cuchillos, aunque ella no es para nada buena en combate cuerpo a cuerpo. Sigue a Turk, que se ha puesto en cabeza, y se encuentran a alguien queriendo salir de la siguiente sale por una estrecha apertura en la puerta. Todo el equipo de los otros dos está por el suelo.

Quien sale de la ranura es Lance, cargando con el cuerpo convulso de Kathe.

-¡Joder! ¿¡Qué cojones ha pasado!?

No espera la señal de Turk para poder acercarse a ellos porque Kathe parece estar inconsciente y su inmovilidad no es buena señal. Y tampoco es buena señal quedarse desarmados en esa zona.

-¡Retroceded hasta la zona donde las armas funcionen! ¡Y recoged ese equipo!

Cargando editor
10/11/2015, 19:30
Lance “Khan” Svensson.

Kathe ardía. Si su calor corporal ascendía un par de grados más se derretiría sobre su hombro. Y luego estaban los espamos, igual que si la hubieran conectado a una pila de iones mediante unas pinzas de batería. No sabía que la habían hecho ni si su dolencia era contagiosa o tendría cura, pero ya había perdido a demasiada gente allí como para dejarla atrás. Se deslizó por el estrecho corredor, se calzó las botas para hacer una carreta óptima y fue sorprendido por dos figuras. Por instinto, tomó el cuchillo de su espalda. Lo dejó estar, eran Turk y Robles. ¡Robles!
Preguntó que había pasado, les ordenó que recogieran el equipo. Mierda, no había tiempo para eso. Kathe estaba ríguida como una placa de hielo.
—Ha sufrido un sock, Robles. La sangran los ojos, su cuerpo está al rojo y ha tenido espamos muy violentos. Ahora no se mueve —dijo, comprobando el pulso de Kathe, también su respiración. —Tienes que ayudarla. Yo...no sé que la pasa.

Cargando editor
14/11/2015, 08:38
Director

-¡No se qué le pasa? Yo te lo diré, Khan. Que tenías una puta misión secreta y los dos pasasteis de vuestros compañeros y de las órdenes. Que tenías que hacer lo que te salía de los huevos, como siempre. Vuelve a hacerlo y te aseguro que yo misma te reventaré la cara, cabrón.

Turk recriminó, cabreada y con un tono cortante capaz de lacerarte la carne.

-Sara te lo ha preguntado. ¿Qué cojones ha sucedido? ¿Habéis entrado en contacto? Ahora nos exponéis a todos. Imbéciles –pensó un instante- Retrocedemos a la primera sala. Ya volveremos a por el equipo. ¡Nos movemos!

Deprisa, corriendo casi, deshicieron el camino andado por los oscuros pasillos cubiertos de arena, piedra, gravillas restos del choque en el aterrizaje les complicaba el paso. Ráfagas impetuosas de viento que se colaban rabiosas los golpeaban, en particular a Khate y Lance, sin protección alguna. Se metieron en el almacén con los trajes y equipo de supervivencia, en su mayoría dañado. Bombonas de oxígeno en el suelo, y máscaras silenciosas los observaban a través de sus vacíos ojos. Le tocaba el turno a la doctora.

-¿Te vas a explicar ahora, capullo? –Exigió Turk. Luego probó el arma -Siguen igual, no funcionan. Antes aquí sí lo hacían. Genial, las cosas mejoran.

Cargando editor
14/11/2015, 08:54
Director

Notas de juego

Khate continua sin sentido. En su sueño, voces conocidas le llegan, apagadas, murmullos sordos y lejanos, sin comprender lo que dicen. De forma vaga, tienes la idea de que no estás muerta, o eso supones. Ese ser no te responde, o al menos no percibes que lo haga.

Tienes conciencia, un punto ínfimo al final del corredor. También la sensación de que no estás sola en tu mente y en tu cuerpo entero. Pero todo es confuso; te arde la piel, te quema la garganta y la lengua es un trozo de lija. Tu cerebro papilla líquida.

Lo vives igual que en un sueño donde eres la protagonista a la que le ha pasado por encima un blindado. Y caes, caes cada vez más profundo en el pozo de tu subconsciente.

Si te apetece puedes responder. Será bienvenido tu turno ;)

Cargando editor
14/11/2015, 19:43
Lance “Khan” Svensson.

—¡¿Y a que cojones estás esperando, Turk?! Adelante, reviéntame la cara —dijo, sibilante como un animal venenoso agazapado en la zona sombría de la vegetación, acercándose a Turk. Sin armas de fuego, cuerpo a cuerpo, inténtalo, chica —. Soy un marine. Sigo órdenes. Si no lo entiendes, no sé qué haces en el cuerpo. Las quejas al teniente, a mí déjame en paz.
“Kathe es la prioridad”, dijo su conciencia, agazapada en una oscura esquina de su cabeza, maniatada y golpeada. “Ya lo sé, ya lo sé, solo estaba dejando una cosa clara”. Dejaron el equipo, avanzaron por los oscuros pasillos hechos papilla hasta llegar a un almacén. Dejó a Kathe en una superficie plana. Notó entonces una avispa rondándole las pelotas. Ah, era Turk. La arrojó una mirada tan hiriente como un escupitajo de lava.
—Vuelve a insultarme y veremos quién es el mejor de los dos con el cuchillo, Turk —dejó caer, voz grave, seca, ni un atisbo de duda en su voz. La ignoró —. Sara, Kathe te necesita. No soy un experto, pero fuera lo que fuera lo que hubiera ahí dentro, se ha escapado y le ha afectado. Intenta hacer algo por ella. Trata de averiguar que le sucede. Eres una chica lista, se te dan bien esas cosas.
En su mirada había una súplica, desesperada. Algo tan desconcertante en Lance como verlo ataviado con un tutú rosa. Apartó la mirada, la enfocó en Turk.
—Vuelvo a por el equipo. Me siento incómodo yendo medio en pelotas entre tanta señorita.
No esperó más palabras, salió del almacén y regresó a por su equipo y el de Kathe.

Cargando editor
14/11/2015, 20:14
Sara Robles

Está con Turk en esa ocasión. Lance no tiene ni idea de lo que está hablando porque una cosa son las misiones y otra es pensar antes de actuar. Pero claro, qué se puede esperar de soldados que solo quieren salir de ese maldito lugar como sea. Quizá el Teniente le ofreció otro puesto en otro planeta un poco más... amigable.

Al llegar a la primera sala, ayuda a tumbar a Kathe en el suelo y comienza a examinarla. Tiene que encontrar el motivo por el cual está así. Si es un agente contaminante, puede que Lance se haya visto afectado también por no llevar el equipo de protección. No le dirige la mirada, pero sus palabras son claras.

-Lance, ya hablaremos.

Suena como una madre que va a reñir a su hijo o algo por el estilo

Cargando editor
18/11/2015, 18:00
Director

-No me creo esa mierda de sigo órdenes del teniente. Y si sigues órdenes, ahora estoy al mando, nadie se opuso, mientras se recupera la sargento.

Con la mayoría de marines de aquella unidad de desobedientes, indeseables o revoltosos, no se podía jugar. Muchos no eran buena gente, otros navegaban entre dos aguas, y los había que, en el fondo, eran buenos tipos. Correosos, de pasado turbulento, de historias desconocidas o expedientes clasificados. También estaban los bocazas, por supuesto, y los fanfarrones. Svensson pertenecía a la clase de hijos de puta peligrosos con agallas, y expediente top secret. Y Turk al tipo de marine de mirada turbia que guardaba igualmente secretos y que no te gustaría cruzarte de noche en una calle solitaria.

Los dos se aguantaron la mirada. La corpulencia de Khan no amedrentó a la mujer; y la determinación en los ojos de ella no iba a echar para atrás a un tipo como Lance. Turk tragó aire y no entró al trapo con Lance. Cosas más importantes requerían su atención.

-Me estoy meando en las bragas, tipo duro. ¿Eres tan ciego que no distingues entre los que puedes confiar y aquellos que no se merecen la molestia de meterles una bala en su cabeza? ¿Eres un títere? Pensaba otra cosa de ti.

Lance se largó, sin soltar nada más. Turk asintió y añadió:

-Explícate cuando regreses. Tenemos que saber a qué nos enfrentamos, en particular Sara. ¿Dónde está lo que ha escapado? Joder –puso su atención luego en Robles.

La doctora tenía motivos de preocupación. No solo por el estado de salud de Kathe sino porque sus dos camaradas , según palabras de Lance, dejaron escapar al ente y ya tenían a la primera infectada, sino dos. Examinó a la paciente. Fiebre altísima y el corazón acelerado como en pleno combate; pupilas dilatadas, exceso de sudoración. Tomó medidas para disminuir la temperatura y estabilizar el corazón. Empezó a funcionar, cuando regresó Khan de su segundo viaje con el resto del equipo, la fiebre menguaba y los latidos adquirían un ritmo menor.

-No podemos llevarla con los demás. Por el contacto. Aunque esa gente, los científicos, dijeron que no era algo contagioso. Y tal como están las cosas, vamos a tener que fiarnos de ellos. Khan, tú podrías estar infectado. Debemos seguir las directrices de Sara y el protocolo establecido para estos casos.

Cargando editor
18/11/2015, 21:05
Lance “Khan” Svensson.

—¿Por qué iba a mentirte, Turk? —Contestó el marine.
Se marchó y volvió. Una decepción no encontrar nada más en aquella nave que el camino de ida y el de vuelta. ¿Dónde estaba ese cabrón? Sabía que tenía que dar alguna explicación. Pero ¿Cual? ¿Cómo explicar lo que desconocía? Para él era sencillo tomar a un tipo por el cuello y exprimirlo en busca de respuestas pero el misterio era algo esquivo. Si, como vapor, o niebla.
Regresó con el equipo. Empezó a vestirse. Se alegró de saber que Kathe mejoraba. No podía perder a otra compañera. Estaba al borde la locura. ¿Cuanto aguantaría antes de explotar? Toda esa rabia, toda esa ira, contenida, reprimida, durante años, en Emmerson. Una baja más, pensó. "Una baja más y no podré controlarme". No se asustó, su naturaleza era explosiva de por si. No ayudaría, en esa situación se necesitaba sesera.
Allí estaba Sara. Chica dura, lesbiana decían algunos. A él le daba igual, era como una madre para ellos. No la madre que te da un beso de buenas noches y te arropa en tu camita, era la que te sacude con la zapatilla cuando te metes en líos. Y la que sana las heridas. Era despierta, fría, racional. Y áspera como ubna lija. Podría con ese problema. Y luego estaba Turk. Un saco de secretos al que no le importaría golpear. Una histérica. Joder ¿De verdad la habían puesto al mando? Él no quería el mando, era engorroso, y sucio. Y no podía tener en sus manos la decisión que podía salvar o condenar a sus compañeros. Él...no podría. Pero ¿Turk? Joder. Debían de estar medio borrachos cuando la dejaron ser la jefa.
Aún recordaba sus palabras de antes. ¿Títere? ¿Él? Casi estuvo a punto de reirse en su cara.
—Así que vamos a fiarnos de los cientificos. Los mismos que activaron a ese droide de combate y las defensas, los mismos que mataros a nuestros compañeros. Y que nos mintieron. A mí me dijeron que esa cosa era inofensiva, que era un ser perseguido. Y por poco mata a Kathe —se sentó, cansado —. Ese...ser, era como vapor, o niebla. Se encontraba en una cápsula de contención proteguida por una contraseña. Habló con nosotros, escribía palabras en el cristal. Luego...bueno, mierda. Esa cosa escribió la contraseña en el cristal. Le dije a Kathe que la cambiara. No quería que esos científicos tuvieran la contraseña para sacarla de la cápsula. Y entonces, PAM, pasó. Había formas a nuestros alrededor, rostros, de gente, formados en la niebla. Kathe introdujo el código y la cosa escapó. Estoy seguro de que logró controlarla. De alguna manera, se metió dentro de ella y la obligó a actuar así. Por eso está así. Sea lo que sea, se introdujo dentro de ella —terminó, quizás demasiado dramático. Luego se rascó la barbilla —.Dentro de ella. Bueno, como la mitad de la base entonces.

Notas de juego

Quito a Kathe de los destinatarios porque nuestro amado y retorcido master la ha quitado de sus turnos. Entiendo que es porque está KO. En fin, ahora es cuando ponemos verde a la buscona ésta!

Cargando editor
19/11/2015, 09:09
Katherinne Boldian.
Sólo para el director

Notas de juego

Como voy fatal de tiempo.... Este turno lo obviaré.

Seguiré con mi orgía de dolor, pesar y recuerdos mientras noto como esa cosa me ultraja... Ummm!!! Me estoy poniendo palote!!! Jajajajaja

En el siguiente ya añadiría algo de ese estado... si es que sobrevivo como yo misma y no estoy abducida.

Cargando editor
20/11/2015, 16:04
Sara Robles

Por fin consigue que Kathe esté estable, pero no sabe cuanto tiempo va a estar así. Tendrían que llegar a la base con protocolo de máxima seguridad y eso quiere decir que no pisarán suelo amigo hasta que la amenaza sea completamente erradicada.

-Joder... protocolo de contención entonces. Todos somos posibles infectados por la cosa esa hasta que se diga lo contrario. No nos dejarán acceder a las instalaciones aunque tengamos heridos.

Mira a Turk. Si los tripulantes están a las órdenes de lo que quiera que llevasen ahí, Sebas está jodido siendo solo uno con todos los prisioneros.

-Tenemos que reagruparnos y mantener la vigilancia. No funcionan las armas, Sebas está vigilando a los demás y el puto blindado está destrozado y sin Kathe no podemos repararlo. Estamos hasta el cuello, chicos.

Mira a los demás.

-Si mantenemos el traje hermético, podremos mantenernos cuerdos durante un tiempo, supongo.

Mira a Lance.

-Has hecho una tontería Lance, los dos. Tenías órdenes, sí... pero debes saber que has puesto en riesgo a todo el equipo y no solo eso. Cumplir esa misión, habría supuesto la muerte para todos nosotros... Ellos no hubiesen dejado que nosotros lo supiésemos.

Se pone en pie.

-Carga con Kathe.

Cargando editor
21/11/2015, 18:42
Lance “Khan” Svensson.

Sara le acusa de haber puesto en riesgo a todo el equipo. "La vida es riesgo, muñeca", está a punto de decir. Calla. Sara no es precisamente una muñeca. Si, los ha puesto todo en peligro. Lo sabe, es consciente. Y todo por, bueno, el búscaba su camino. Puede que un psicoanalista pudiera encontrar la verdadera razón en esa olla a presión que tenía por sesera, pero no sería hoy. Tendría que seguir guiándose por sus impulsos. O por las órdenes de Turk. "Mierda, joder."
Iban a ponerse en marcha. Antes de cargar con Kathe tocó el hombro de Sara para llamar su atención.
—¿Qué me he perdido, Sara? ¿Qué os estaís callando?

Cargando editor
22/11/2015, 09:32
Director

-No hablo de confiar por completo. Mira las cosas en perspectiva. Tenían un sintético de defensa, con unas directrices que algo estaba jodiendo. Vosotros dos os metisteis ahí. A Kathe le pasa algo grave y tú puedes estar contagiado también. ¿Debemos confiar en ti? Pregúntate eso. ¿O nos saldrás luego con más órdenes secretas?

Lance contó la historia, desde su punto de vista. No sonaba nada bien.

-Tiene cierto sentido con lo que nos revelaron los científicos. Acerca de cómo es ese ser.

Sara expuso un principio de plan. Turk negó con la cabeza, no del todo convencida.

-Podrían contagiarse los civiles. Aunque dijeron que no existía ese riesgo. Sin embargo esa cosa dices que se ha colado en el cuerpo de nuestra compañera.Tampoco tenemos equipo de descontaminación de las armaduras para cuando regresemos al blindado y no podemos llevarlo constantemente encima.

Se tomó unos segundos para decidir.

-Bien, tal y como está el asunto, no hay muchas opciones. Veamos qué cara ponen. Vamos a vestir a Khate, traje de campaña y la armadura para que la proteja de la tormenta. ¿Os parece?

Khan hizo una pregunta. Turk miró a Sara. Se encogió de hombros.