Partida Rol por web

Hay un Logroño oscuro...

La búsqueda de Manuel Cidacos (I)

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07/11/2017, 21:00
Director

Notas de juego

Si cualquiera de vosotros no ha oído hablar de "Lantarón" es que el personaje tampoco. Os recuerdo que en esta partida la investigación como jugadores (fuera de la partida, el mundo real) es tan importante como la de los PJs dentro de ella. Lo que sabe el jugador, salvo que yo os dé una explicación específica en la escena personal, es igual a lo que sabe el personaje.

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07/11/2017, 22:07
Olivia

Olivia se quedó mirando fijamente al joven Daniel, el primero en hablar cuando ella preguntó por Lantarón, al comprobar que ni siquiera se había molestado en contestar a su pregunta, simplemente la había obviado apurándose en llevarlos directamente hacia el río. No le parecía mala idea, de hecho ella ya se había planteado ir a echar un vistazo por la zona, pero se sintió un tanto molesta con el joven al darse cuenta que, en cierta forma, había engañado a todos los presentes. ¿Acaso no había comentado que estaba investigando? Desde luego si había hecho algo los resultados habían sido nulos.

Es joven y está preocupado por su amigo... Pensó intentando restar importancia al hecho de que no había sacado nada en claro de aquella reunión. Pero de nuevo se sorprendió cuando, ante la insistencia de Laura, contestaba negativamente pero volvía a reformular la misma pregunta. O Daniel estaba muy preocupado por su amigo y por ese motivo no estaba centrado en la reunión, o el joven padecía algún tipo de problema que le impedía retener la información.

Olivia suspiró intentando que no se notase la frustración que ya había aparecido hacía un buen rato, centrándose en los otros dos hombres que parecían poner el punto sensato a aquella extraña reunión.

Hemos recibido un correo electrónico firmado por alguien que se hace llamar Lantarón, en él hablaba precisamente de todos esos sucesos raros que están acaeciendo por la zona del río —contestó amablemente al párroco—. Fue a raíz de dicho correo que, investigando un poco por la web, dimos con el foro. —Se frotó el puente de la nariz con dos dedos para aliviar un poco la tensión que empezaba a acumular—. Ya que parece que no tenemos información que aportar, lo mejor es seguir la idea de Daniel y recorrer los alrededores del río por si vemos algo interesante.

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08/11/2017, 02:25
Claudio

-Yo tampoco tengo ninguna noticia sobre ese tal Lantarón. Lo único que conozco es que hay un pueblo con ese nombre en la provincia de Álava, pero poco más. No he recibido ningún correo de alguien con ese nombre, la verdad.
Empiezo respondiendo al comentario sobre aquel nombre, ya que ambas mujeres parecían realmente interesadas en recabar información sobre aquel desconocido. Por desgracia, no puedo aportar nada nuevo en dicho tema.
Sin embargo la conversación no se ha atascado en ese punto, y mis compañeros ya están proponiendo que hagamos una visita por la zona. Mis sensaciones son contradictorias: Solo de pensar en volver por allí hace que esa desazón vuelva a intentar apoderarse de mi ánimo, pero por otra parte mi espíritu investigador sabe que es una buena idea, y deberíamos intentar echar un vistazo por el lugar.

-No perdemos nada por ir a dar una vuelta y echar un vistazo todos juntos.-Muestro así mi apoyo al resto en cuanto a la propuesta del paseo conjunto por el parque cercano al río.-Es cierto que la presencia del perro puede ser un arma de doble filo, no sabemos como puede reaccionar. Yo creo que como primera opción deberíamos llevarlo con nosotros, y a la primera evidencia de que el animal se pusiera demasiado nervioso, traerlo de vuelta. ¿Le importaría si en ese caso regresáramos para dejarlo por un rato aquí en la parroquia, don Santiago? 

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08/11/2017, 19:35
Santiago

Parece que estamos todos de acuerdo en ir. Me inquieta la situación, pero ¿qué más podemos hacer?

- Si podemos ponerle algo en la boca al pobre animal para evitar que se envenene... un bozal que le impida meterse cosas en la boca o algo así... -expreso preocupado.- Y claro... -respondo a Claudio- podemos dejarlo aquí si se pone nervioso.

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09/11/2017, 00:04
Narrador

Los minutos pasaban rápidos en la sacristía. La habitación, malamente iluminaba, era el improvisado lugar de encuentro que el grupo había elegido para comenzar su investigación. Y una idea, la de salir a explorar el parque del Ebro, iba imponiéndose como el próximo paso a dar. Tras un momento de vacilación, por si alguien fuera a añadir algo más, Santiago hace un ademán para levantarse y así invitar al resto a hacer lo mismo. Sin embargo, justo cuando va a proponer poner fin a la reunión, un pitidito proveniente del smartphone de Daniel llama la atención del párroco. 

Es un mensaje al correo electrónico, que destaca entre los montones de correos basura de la bandeja de entrada. "El hilo del foro en el que usted participa ¿Hay un Logroño oscuro? tiene un nuevo mensaje. Pinche aquí para acceder al sitio web". 

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13/11/2017, 14:47
Daniel

Bueno cuando esteis todos listos partimos. Yo llevare el perro, no se me soltará.Veo bien lo de ponerle bozal aunque es un animal muy tranquilo.

Acaricio al perro para que se tranquilice, el perro me conoce asi que será facil que pasee con tranquilidad si no pasa nada extraño o algo le inquieta.

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13/11/2017, 15:10
Laura

-Por mí, podemos salir ya. Estoy lista -declaré, incorporándome y guardando mi cuaderno de notas en el bolso.
 

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13/11/2017, 23:04
Olivia

—Sí, será mejor que nos vayamos ya si no queremos que se nos haga muy tarde.

Olivia ya había guardado sus cosas en el bolso y se había puesto en pie. Mientras esperaba que el resto se decidiera a levantarse para marchar, echó un vistazo a su móvil. Lo había dejado en silencio y no le extrañó encontrarse con varios whatsapp y varios correos electrónicos a los que no prestó demasiada atención ya que no le parecían urgentes en aquellos momentos.

En cambio lo que sí hizo fue entrar en el foro donde habían conocido a los presentes. No supo el porqué había tenido ese impulso de mirar si alguien había escrito algún otro mensaje más, quizás simplemente fuera el hecho de que, si alguien podía aportar algún dato relevante antes de que ellos se acercaran a la zona del río, tal vez de esa forma no fueran tan a ciegas.

Comprobó que alguien había escrito. Un incrédulo que había dejado otro enlace al que, por simple curiosidad, le echó un vistazo. Bufó al ver que se trataba de forocoches, lugar donde seguramente poco sacaría. Pero mientras leía por alto los mensajes un nombre le llamó la atención.

Vaya, estaba mirando el foro y alguien ha dejado el enlace a forocoches y... sorpresa... Lantarón ha escrito... Miren, échenle un vistazo si quieren. —Dejó el móvil encima de la mesa por si alguien quería leer los mensajes en el foro.

Notas de juego

No sabía muy bien cómo enlazar. Si no queda bien me lo decís y lo cambio o lo borro :)

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14/11/2017, 00:16
Director

Notas de juego

Está bien hecho, Olivia, la gracia es construir la historia entre todos e ir enlazando lo que dice uno con lo que describe el otro ;)

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14/11/2017, 01:14
Laura

Me dispuse a sacar el móvil mientras escuchaba las palabras de mi compañera.

-¿Forocoches? -pregunté, incrédula-. Esos fueron los que querían llevar al John Cobra a Eurovisión hace años, ¿no? No creo que vayamos a encontrar nada de utilidad ahí... -Cliqué sobre el enlace que me dirigió a Forocoches y dejé exclamar una exclamación-: ¡Ay, mi madre!

En efecto, en uno de los posts de Forocoches, un usuario llamado elaizka estaba riéndose de los numerosos mensajes siniestros que Lantarón había publicado en las versiones online de diferentes periódicos de Logroño, afirmando siempre que había algo turbio en nuestra ciudad, relacionado con las desapariciones y extraños sucesos que estaban produciéndose.

Decidí sentarme de nuevo y comencé a tomar nota sobre todo lo que consideraba que podrían ser buenas pistas desde las que tirar del hilo si la búsqueda de Manuel resultaba infructuosa.

 

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15/11/2017, 01:56
Claudio

-Muchas gracias padre.-Respondo a la predisposición del párroco con respecto a recoger al perro si se pusiera nervioso.

Al escuchar el ofrecimiento de Daniel para hacerse cargo del perro durante el paseo se me escapa un pequeño suspiro de alivio. Tras el trayecto hasta la iglesia, Cuzco había gastado gran parte de mis energías, y agradezco que sea otro el que se haga cargo. Cuando parece que todos estamos listos para partir, la tal Olivia menciona algo sobre unos comentarios en un hilo de Forocoches.

Frunzo el ceño al escucharlo. En mis primeros curioseos por los foros de internet había llegado hasta aquel, pero había acabado cansado de la facilidad para convertir cualquier asunto en un aluvión de comentarios absurdos, estúpidos o directamente soeces que no aportaban nada a la conversación. Como muestra podíamos observar el primer comentario de un tal acedia a la presentación del tema que nos mostraba la pantalla del móvil de aquella mujer.

-Está claro que hablan del tema, pero no estoy muy seguro de que nos vaya a aportar nada relevante ahora mismo. Sigo votando por ese paseo en grupo por el parque.-El tono de mi voz reflejaba la poca simpatía que me despertaba la idea de pararnos a leer con detalle aquel hilo del foro.

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15/11/2017, 14:35
Laura

-Yo también voto irnos cuanto antes -me uní a la sugerencia de Claudio, una vez que terminé de realizar mis notas-. No creo que desde aquí podamos hacer mucho por el amigo de Daniel.

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18/11/2017, 11:21
Narrador

Un silencio incómodo, un carraspeo por parte de Santiago. La reunión parecía haber llegado a su fin, y la falta de complicidad entre los cinco no animaba a una conversación más fluida. Al fin y al cabo, eran extraños que acababan de encontrarse en unas circunstancias un tanto macabras.

El grupo salió fuera y el frescor de la Iglesia dio paso al bochorno propio del atardecer estival. A pesar de que no quedaría más de una hora de luz y pronto la noche se cerniría sobre la ciudad, el calor, impregnado en los adoquines de la calle del Marqués de San Nicolás, no llegaba a remitir.

Cuzco, el pastor alemán ahora en manos de Daniel, volvió a tirar con fuerza de la correa tan pronto como salió del santuario. Olisqueó por aquí y por allá, pero nada fuera de lo normal en un perro.

Una vez el párroco echó el cierre y aseguró que el portón de la Iglesia de Santa María de Palacio estuviera bien asegurado, cogió la delantera, guiando al grupo por la ruta más corta hacia el parque del Ebro. En dos pasos cruzaron la plaza de la Oca. También había algo extraño en aquella plaza, habladurías de los chiquillos en su mayor parte. Decían que el juego de la Oca que estaba pintado en el suelo, con forma de espiral, además de representar las etapas más importantes del camino de Santiago, también escondía un segundo significado, algo relacionado con la orden del Temple. Un comienzo idóneo para una novela de Dan Brown. Y es que el propio Camino de Santiago cruzaba por el casco viejo de la ciudad. De hecho, lo hacía por la misma puerta de la Iglesia de Santiago. El párroco lo sabía bien, no era inusual para él encontrar en sus misas peregrinos alemanes, ingleses, asiáticos, australianos y nacionales. Solían acudir a primera hora de la mañana o a partir de media tarde.

La plaza de la Oca pronto dio paso a la calle del Norte, y de ahí al parque. El perro estaba inquieto, de eso no había duda. Cada dos por tres se paraba sobre sus patas traseras, haciendo fuerza para no seguir ladera abajo. También ladró, varias veces y con fuerza. Los otros paseantes, algunos también con perros, miraron al grupo con una mezcla de curiosidad y desaprobación.

Los árboles desprendían sus pelusas, que planeaban a lo largo del parque, en toda su extensión. Desde casi el puente nuevo, al oeste, el que unía el barrio de El Cubo con el recinto de Las Norias; hasta su extremo oriental, el puente de Piedra, donde comenzaba el paseo fluvial que se unía al parque de la Ribera.

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21/11/2017, 12:09
Daniel

Bueno pues alli estabamos, habíamos llegado al parque. Todo parecía normal, no había nada extraño. Pregunté a Claudio, ya que en investigación era el más preparado seguramente, bueno Claudio, por donde empezamos a buscar alguna pista, usted es el más preparado para asuntos de este tipo.

En lo que decidiamos que hacer yo miré el parque viendo por donde podría haber pasado algo a mi amigo.

                                            

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21/11/2017, 13:19
Olivia

El calor del exterior, en contraste con el frescor que reinaba en el interior de la iglesia, golpeó a Olivia como un puñetazo, aquella sería seguramente otra noche en la que apenas conseguiría dormir. Mientras se dirigían a la zona del río, se sintió igual que Galcerán de Born iniciando el Camino de la Gran Perdonanza, caminando por calles que habían hollado miles de pies durante siglos. La zona antigua de la ciudad tenía un encanto especial, un halo de misterio y rumores del pasado que muchas veces hablaban de enigmas e intrigas de Órdenes disueltas hacía mucho tiempo y que, en lugar de caer en el olvido, se habían mantenido como parte de una misteriosa y atrayente leyenda.

Siempre que pasaba por la plaza de la Oca se acordaba del juego y la estrecha relación que había entre él y el Camino de Santiago. Juego y Camino que no eran más que el paso por la vida, con sus errores, sus avances, sus miserias y sus alegrías.

Se estremeció ante esos pensamientos tan profundos y se dio cuenta que no era ella sola la que percibía ese extraño aire de misterio que rodeaba toda la zona, también el perro, con esa capacidad para detectar lo oculto, lo invisible, parecía demasiado nervioso. O quizás simplemente era que se había dado cuenta que se dirigían al río y no le gustaba la idea de volver a aquel lugar.

Se recriminó a sí misma por andar pensando en esos temas que poco tenían de científicos y reales, pero que siempre le habían llamado la atención. Siguió en silencio al resto fijándose en todo momento en las reacciones del perro que, cada vez más nervioso, parecía muy reticente a acompañarlos.

Es una pena que el perro esté tan intranquilo, sino él quizás pudiera ayudarnos a encontrar alguna pista.

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22/11/2017, 02:02
Claudio

Permanecí un tanto absorto en mis pensamientos durante el recorrido que nos conducía hacia la zona del parque. En ese silencio que parecía reinar entre el grupo de recién conocidos que eramos, me dediqué a observar discretamente a cada uno de ellos. Dos mujeres, una más cercana a mi edad y con bastante desenvoltura en temas de investigaciones, la otra más joven pero también animada a la conversación. El joven amigo del desaparecido, sin embargo, parecía más discreto y hombre de pocas palabras. Don Santiago era el único al que conocía previamente. Sin duda eramos el equipo de investigación más llamativo y variopinto que había conocido nunca.

Una vez en el parque, Daniel pidió mi consejo sobre por donde empezar.
-Pues opino que deberíamos buscar por la zona por la que me encontré a Cuzco, seguramente no se alejó demasiado del lugar donde su dueño habría desaparecido. Pero viendo lo nervioso que está ya el pobre animal, no sé si seremos capaces de acercarnos con él hasta ese punto del parque.

Miré al resto de mis compañeros, por si tenían alguna otra idea que aportar.

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22/11/2017, 11:53
Daniel

Esta bien Claudio, me parece correcto. Si nos guías te seguiremos sin problemas. Espero que Cuzco se porte teniéndome al lado e incluso nos ayude. Es un buen perro.

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22/11/2017, 16:22
Laura

-Estoy con Claudio -añadí, uniéndome a la sugerencia del guardia civil retirado y el propio Daniel-. Si nos acercamos al lugar donde él encontró al perro, puede que encontremos una pista de... -Cuidó sus palabras para tratar de no ofender al joven estudiante-... lo que quiera que le haya pasado a tu amigo.

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22/11/2017, 18:15
Narrador

Claudio tomó la iniciativa, al ser él quien conocía el paradero exacto donde encontró a Cuzco. El perro, por su parte, también parecía saber hacia dónde se dirigía. El sentido instintivo, grabado a fuego en su ADN durante miles de años, le pedía a gritos no continuar por esa senda, y él hacía lo posible por evitarlo. Pero Daniel conocía al perro, lo había paseado antes, y no le importaba tratarlo con algo de dureza. Por mucho que sintiese en el alma poner al can en esa situación de estrés, había algo más importante en juego: conocer el paradero de su amigo desaparecido.

El grupo descendió por la ladera que iba a morir en el paseo fluvial, colmado a esas horas por niños en bicicleta, deportistas haciendo footing, parejas de ancianos disfrutando de la apacible (aunque calurosa) tarde. No había en el ambiente nada extraño, nada fuera de lugar. Y sin embargo, cada vez era más agobiante esa sensación de... de... imposible describirlo con palabras. Fuera lo que fuese que el perro estaba sintiendo, pronto el grupo comenzó a vivirlo en propias carnes.

Laura fue la primera que pensó en desistir, conmovida en gran parte por el sufrimiento del animal. Sin embargo, justo cuando iba a dar voz a sus pensamientos, el perro comenzó a ladrar con furia. Sus ojos fijos en el río. Al instante comenzó a arrastrar el hocico por la tierra del parque. Había encontrado un rastro.

Casi remolcados por Cuzco, el grupo se dirigió primero hasta las escaleras de la pasarela, la conocida construcción de metal que daba paso al otro lado del Ebro. Más tarde, el perro tiró hacia el Este, casi hasta el puente de piedra. El grupo, casi incapaz de contener la emoción, se apresuraba en pos de su guía perruno. Finalmente Cuzco terminó su alocada travesía, casi en el mismo lugar donde lo encontró Claudio, reconoció el ex-guardia civil. En este punto del parque la afluencia de gente era mucho menor.

A la sombra de los altos chopos, el perro saltó el murete de piedra, de apenas treinta centímetros de altura, para adentrase en la parte más pantanosa del parque. Daniel lo detuvo con un tirón de correa, sin saber muy bien si seguirle o no. Esa zona era a menudo frecuentada por drogadictos y gente de mala vida. Cubierta por zarzas y ramas caídas, era un poco traicionera, incluso en verano, ya que al tratarse de la parte inundable del río, a menudo uno se sorprendía metiendo el zapato en un charco de fango.

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22/11/2017, 20:14
Santiago

Me invade la emoción al ver que Cuzco encuentra un rastro y lo sigue. Todos vamos tras él esperando encontrar algo. Y cuando va adentrarse a donde viven estas pobres almas Daniel lo detiene.

- No le pares. Sigamos. Parece que es por ahí. - estoy tan acostumbrado a venir aquí para repartir comida, ropa y mantas de las donaciones de la parroquia, y para darles compañía y algo de consuelo a estas personas, que se me olvida que al resto de Logroño esta zona les da miedo.- No pasa nada. -aseguro mirando al grupo.