Partida Rol por web

Jaskier asintió ante las palabras del enano y se aproximó al mecanismo que abría aquella compuertas. -Siempre que los dioses estén de nuestro lado no me será difícil.- No había ironía en la voz del pícaro, aunque si algo de diversión, según su forma de pensar no todos los grandes logros debían atribuirse siempre a los dioses, tenía confianza en las razas que estos habían creado, pese a esto no podía negar que aquel día los dioses debían estar de su parte, empujándoles aunque sólo fuera levemente.

- Curad las heridas de Eyholf y cuando regreséis iremos a ver que encontramos ahí abajo, será mejor coger algunas cuerdas.- Mientras hablaba el elfo se agachó sobre aquellas poleas y buscó algún trozo fuerte de madera o metal para trabarlo, ahora que no tenían prisa sería sencillo bloquear la cadena y con ella las compuertas.

Mientras trabajaba pensó en Serosi, no sabía bien si era buena idea que volviera a partir, nuevas patrullas de trasgos podían atacarle, aunque en esta ocasión iría sobreaviso y ciertamente no encontraba otra salida, salvo separarse y dejar la morada desprotegida, aunque muerta el dragón el riesgo era mucho menor. - Serosi, tened cuidado puede haber más patrullas de trasgos en las cercanías, incluso soldados.

Descuidad, tomaré un viejo camino de pastores casi olvidado; da un rodeo y me llevará algo más de tiempo, pero estoy seguro que difícilmente soldados o trasgos lo transiten pues sólo los más viejos del lugar saben de su existencia. -Justo antes de poner el pie en el primer escalón, el guerrero se giró y miró a los presentes con una sonrisa y algo de rubor en las mejillas -¡Ha sido increible! Lo sucedido aquí con esa dragona es sólo digno de unos héroes...apenas me acerqué y la dragona estaba muerta... espero gnomo hagas gran versada para cantar lo que aqueste lugar aconteció y se oiga en toda la tierra y bajo ella. ¡Traeré al Capitán y a mis hermanos de la Serpiente Plateada! -Y sin esperar más Serosi subió las escaleras a grandes zanzcadas.

Jaskier fue diestro con el mecanismo y rápido en la ejecución de los movimientos. Apenas sin esfuerzo la trampilla quedó a merced de sus maniobras y no se cerraría hasta que él dispusiera de nuevo sus manos en el entresijo de cadenas y poleas. Tampoco se demoraron mucho más Kerrin y Eyholf que regresaba con la piel inmaculada; donde el ácido había hervido tan solo hacía unos instantes, ahora sólo se reflejaban unas inapreciables manchas nada preocupantes. El bárbaro retornaba con optimismo y Kerrin sonrería orgulloso por la magia curativa de aquel agua divina. Una vez más, Moradín velaba por ellos y estaba ahí cuando se le requería.

Desde las escaleras pudieron apreciar que la trampilla estaba completamente abierta y por el gesto de seguridad de Jaskier en su rostro, aquella trampilla no les dejaría cerrados por dentro...solo quedaba descender y mirar en el interior de aquella oscuridad. Los enanos apreciaban el fondo, pero la negrura y el sonido hueco del aire indicaban que aquel cubil era más grande de lo que la vista enanil alcanzaba.

Con el rostro iluminado ante el buen hacer de las aguas mágicas de Moradín, Kerrin se asomó al foso con cuidado y, aprovechando su facilidad para ver en la oscuridad oteo en el interior. Más allá de sus ojos, sus oidos también intentaban taladrar la oscuridad para asegurarse que no hubiera nadie más - No lo creo, esa lagartija se lo habría comido - comentó sin ser muy específico pero dejando en claro a quien se refería

Mirando con preocupación su armadura y la cuerda que estaban atando al borde de la trampilla, ahora abierta, carraspeó antes de informar - Eh... no se si esto será sencillo. Quizás sería más facil para descender y después para subir, si alguien hace fuerza desde arriba. Es cierto que el último debera hacerlo por sus propios medios y que alguno deberá trepar cuando queramos salir, pero parece más seguro -

El clérigo es consciente de sus limitaciones y, aunque no le guste reconocerlo, prefiere no correr más riesgos que los necesarios - Supongo que Moradín apreciará que seamos cuidadosos. Su poder puede curar los golpes causados por la caida, pero quizás es mejor que reserve sus dones por si hay algo peligroso allí abajo... o para quien SI deba hacerlo a pulso - aclaró

Con calma, el enano se ató la cuerda a la cintura y verificó que esta estuviera bien firme, luego miró a sus compañeros - Moradín nos permite, a los enanos, ver en la oscuridad, supongo que lo mejor será que nosotros seamos los primeros, luego pueden hacerlo Uds con todas esas antorchas que necesitan para ver -

Se acercó para ver como trasteaba Jaskier con el mecanismo, le gustaba ver la habilidad que tenían algunos para manejar los trastos, pero cuando vió como el pícaro unicamente colocaba un par de tacos y una espada para impedir que las poleas se moviesen hizo una pequeña mueca y se fué a mirar por el agujero.

En cuanto llegó el enano con Eyholf, se cruzó de brazos, estaba seguro que pronto recibiria las ordenes adecuadas, y estas no se hicieron esperar, a medida que Kerrin hablaba, Ator asentía con la cabeza y soltaba un leve ruído de asentimiento -um,..... aha- una vez que este acabó su discurso esperó a que se atase a la cuerda pero no hizo ni ademán de cogerla. -y....¿estais seguros que no vamos al mismo sitio por esas puertas?- dijo señalando los enormes portales que había en la sala

- Eh... no, no lo estoy... y vos? - contestó Kerrin algo mosqueado ante la reacción del guerrero humano - Sin embargo, supongo que lo mejor es averiguarlo bajando por aquí, y no abrirlas y encontrarnos una sorpresa, antes de que las podamos volver a cerrar -

Para el enano no había demasiadas opciones. Investigar primero el cubil de la dragona y luego las puertas - Es más, quizás encontremos algo que nos de una idea de que hay tras las puertas. Cualquier información que consigamos será bueno conseguirla antes de abrirlas y quizás la dragona tenía algo en su poder que nos ayude - pese a todo, el tono del clerigo parecía razonable, por lo menos hasta que completó su disertación con una verdad divina - Además, estoy seguro que Moradín preferiría que lo hagamos así -

Cruzandose de brazos, con la cuerda atada a su cintura, el achaparrado enano observó a su rival dialéctico esperando que este fuera capaz de contestar a su ultima verdad absoluta - O acaso pensais que vos podréis conocer las intenciones del Señor de la Piedra mejor que su fiel servidor? -

levantó los brazos a media altura poniendo las palmas de las manos con los dedos hacia arriba en la dirección de Kerrin, se diría que intentando frenar la efusibidad del enano -no, no, no, no me entiendas mal, querido clérigo, resultaria muy pretencioso decir que conozco las intenciones de un Dios, ¿no os parece?, solo intentaba enfocar el asunto desde otro lado, nada mas lejos de mi intención llevaros la contraria, bueno, a Moradin quería decir-

La mirada ceñuda del enano me había dejado claro que no podría abrir esas puertas hasta que papá Kerrin regresara con su guadaña de exterminio para supervisarlo todo. Planteándome la situación me había autoencerrado yo solo en una baldosa y sus imperceptibles paredes. Tras unos agónicos segundos de inactividad decidí arriesgar una punta de un pie tanteando la baldosa de al lado, hummm...parece del todo firme, si, al menos tan firme como en la que me encontraba. Pisando fuerte un par de veces en ella confirme mis sospechas y me arriesgue a saltar a ella, una vez en mi nueva posición repetí la situación tres veces como si estuviese jugando al tejo yo solito. El suelo es de lo mas firme.

Supuse que los demás estarían encantados de conocer el estado del firme que pisábamos, pero no dieron muestras de entusiasmo o de querer cerciorarse. Liberado de mi confinamiento rondé al elfo durante todo el proceso que le había llevado atascar la trampilla impaciente por el momento de descender por fin a una sala desconocida. Cuando Kerrin regresó con un Eyholf mas recuperado me aparte un poco de la trampilla para que no pudiese acusarme de nada, pero como parecía ocupado nombrando nuevamente su titulo e influencia con su dios decidí acercarme de nuevo al borde de la entrada. El cuerpo del enano se aseguró con una cuerda mientras se discutían unos pormenores. Supongo que seria mejor bajar a alguien mas liviano, y no creo que todo un representante de Moradin, con armadura pesada sea precisamente el elemento mas ligero de la sala. Me coloque justo al lado del clérigo y por primera vez comparé nuestras alturas, lo cierto es que unos pocos centímetros mas y podría haber sido todo un enano. La próxima vez que vea a mi madre se lo recriminaré.

Es decir, si bajamos a alguien poco pesado siempre podremos subirlo con rapidez si hay necesidad ¿no es cierto?, ademas un poco de luz en ese cubil no hará tanto daño...

Yo puedo bajaros y descender a pulso no creo que suponga un problema después.

Incluso, si la cuerda da para llegar desde el fondo hasta aquí dos veces, podemos pasarla por detrás del mecanismo y dejar que caigan los dos lados de forma que para subir, los de abajo puedan tirar y ayudar al primero que suba.

Palpo un poco por aquí, un poco por allá… Hm… Mhhhh… Hmmmm… Si, sin duda alguna. Los genitales no engañan, se trata de una hembra con toda probabilidad. Una pena lo que ha hecho ese humano con la cabeza… Es una verdadera pena Solo las últimas palabras del gnomo, y su voz chirriante, consiguen sacarme de mis contemplaciones anatómicas. ¿¡Van a bajar ya!?¿Pero cuanto tiempo ha pasado? Había aprovechado el momento en que decayó el interés general por el cuerpo muerto de la dragona para estudiarlo con la tranquilidad que se merecía. No iba a desaprovechar esta oportunidad única - espero que única - que me había ofrecido el destino.  - ¡Esperad, yo bajaré, yo quiero ver el cubil, yo…! - Grito por debajo de la cola de la dragona mientras reculo hacia afuera y me apresuro a ponerme en primera fila al lado de Kerrin. ¡Menudo culo inquieto! Ya está con la cuerda preparada y todo, se ve que Moradin le aprieta bien las tuercas, me llego a demorar un poco más y me dejan aquí solo. – Conozco bien a los reptiles, sus madrigueras, sus huellas… Puede que fuera uno muy grande, pero reptil al fin y al cabo. Dejarme bajar. Si ahí abajo hay algo lo encontraré… - Miro al bárbaro, luego al cuello descabezado de la dragona negra y añado con un forzado rentintin cascarrabias. – Si na-die to-ca na-da, claro.

- Ah! Eso está mejor! - concedió el clerigo a Ator, algo más relajado al ver que, por una vez, este aceptaba la supremacía de Moradín sobre los seres mortales.

Las palabras del gnomo, para sorpresa de todos (incluso del mismo Kerrin) lo hicieron reflexionar Quizás tiene razón se dijo a si mismo antes de asentir - Quizás podamos arrojar algunas antorchas antes de que descienda alguien - reconoció, en lo más cercano a una aprobación que era capaz de emitir

- Aunque será dificil realizar lo que propones - agregó dirigiéndose al bárbaro - Por lo menos con una sola soga, la distancia parece mucha para un solo rollo, quizás si las uniéramos... -

Sin embargo parecía que los candidatos para descender abundaban, por lo que Kerrin optó por mantenerse en segundo plano y apoyar la propuesta del otro enano, incluso sobre la opinión del bardo - Si, suena lógico, Ugrum debería ser el primero en descender y quizas Jaskier a continuación - se expresó - Sabemos que Eyholf será el último y los demás... pues quizás nuestro historiador pueda ser el el siguiente, luego Ator para defenderlos, si hace falta, Niniel, para revisar si hay objetos mágicos y luego yo - sentenció - Seguramente Moradín estará de acuerdo con ese orden - completó dandole, sin fundamentos, visos divinos a su opinión

- Que curioso - comenta Kerrin tras observar el fondo del foso - Que comería el "bicho" ese?... No parece haber restos de alimento en el piso. Será mejor que descendamos con cuidado. Ugrum, si tu encabezas la marcha... mejor estaos muy, muy atento - le comenta al explorador.

Tras menear un poco la cabeza pregunta en voz alta - Tenemos antorchas? - es cierto que generalmente el no las usa, pero es consciente que a la luz de ellas le será posible ver más lejos - Quizás antes que nada deberíamos arrojar unas cuantas, para ver si se ve algo más lejos de la vertical del pozo - se explica - Moradín nos protege, pero tampoco es cuestión de correr más riesgos de los necesarios -

El gesto de Ator ante el trabajo del pícaro no pareció ser percibido por Jaskier o este decidió pasarlo por alto. Según pasaban los días en compañía de aquellos guerreros y enanos, iba descubriendo su forma de ser, aprendiendo a no darle importancia a ciertos gestos y palabras que pese a su rudeza, carecían de maldad.

Acercándose al abismo oscuro que se abría a sus pies asintió ante las palabras del enano. - Tenéis razón maese Kerrin, recordad que donde realmente olía peor era en los túneles que seguimos desde la guarida de la araña gigante, sin duda ahí abajo existen varias cavernas comunicadas y quizás la comida la depositaba en otro lugar para comérsela.- El elfo comprobó la cuerda antes de rebuscar en su mochila y sacar su linterna. - No podemos lanzarla, pero si atarla a otra cuerda y hacerla descender lentamente para ver que hay abajo.- Sin esperar afirmación alguna comenzó a preparar un nudo y atar el cabo de una cuerda.

Mientras Jaskier ataba la linterna, Ator sacó la antorcha siempreardiente de su mochila y la dejó caer al foso. Esta dibujó una line a de luz en el aire hasta que terminó en el suelo con un golpe seco que resonó en la cueva de la que ahora podían ver un poco mas -seguramente comería los presos que los trasgos le tiraban, pero recuerda que nos dijo que le gustaba dejarlos reblandecer en el agua, seguramente estarán en otro sitio o simplemente se los comía enteros- , le contestó al enano.

Mientras cada uno se centraba en facetas distintas, Níniel se acercó a la doble puerta, pensando en la historia que encerraba, ¿tendrían la suerte de encontrar tras ella la famosa filacteria? ¿Qué hallarían exactamente? ¿Cómo sería el cubil de un dragón? Las preguntas deambulaban por su mente, ayudándola a centrarse en los límites de aquel recinto y a no divagar hacia otros lares. Alargó la mano y rozó la superficie de las puertas, esperaba y deseaba que no volviesen a cumplir su función jamás.

La verdad es que sí, lo más lógico sería pensar que condujeran al mismo sitio… se refería a ambos accesos, trampilla y puerta, y a los comentarios que sus compañeros ya habían hecho con anterioridad, aunque también era cierto que no tenían la certeza. Acto seguido, respiró hondo, como despejándose, se apartó de las puertas y se aproximó hacia el borde de la trampilla, echando un vistazo por ella y comprobando simultáneamente como la oscuridad se tragaba sus intenciones. Una cría de dragón había sido la última moradora de aquellas estancias, que habían acabado convirtiéndose curiosamente en su propia tumba y, sin embargo, era cierto... no, no huele más que a humedad, reiteró, sumándose a los comentarios de Kerrin y Jaskier, quizás sea que ahí abajo hay más espacio y recovecos de los que nos esperamos...

No parecía percibirse nada proveniente de allí abajo, excepto aquel olor a agua retenida que se había alojado en sus fosas nasales, pero, pese a todo, no estaba de más cerciorarse, iluminar el fondo de aquella caverna antes de descender parecía lo más apropiado, aunque allí hubiera algunos que viesen en la oscuridad, de esta forma todos estarían más seguros de su entorno. Entonces no pudo evitar escuchar al enano, hablando del orden de descenso, y añadió, hay un asunto que no termina de convencerme, puesto que no sabemos exactamente cómo se comunican las cuevas, no tenemos forma de asegurar si hallaremos otra forma segura de salir. Frunció el ceño e hizo una pausa, de manera que si descendemos todos y alguien viene detrás de nosotros, no en vano los alrededores de aquel recinto parecían haberse vuelto de lo más transitado e incluso tenían unos soldados retenidos, no sabemos a ciencia cierta si nos podrían dejar encerrados simplemente tapando ese agujero, señaló a la trampilla.