Partida Rol por web

En recepción le indicaron una cabina que se encontraba en una esquina, se encontraba apartada y próxima a un calabozo donde diferentes convictos aguardaban mientras dedicaban miradas al entorno, hoscas en el caso de los hombre más duros, de culpabilidad en los jóvenes que el tiempo corrompería... Tras marcar el teléfono que le facilitaron un escalofrío recorrió su columna al imaginarse cuántos presuntos culpables se habían encontrado donde él estaba, buscando una esperanza que no todos alcanzarían.

El trámite fue bastante rápido y se encargarían de todo desde la oficina del forense. El entierro se realizaría ese mismo día, domingo; se anunciaría en el oficio del mediodía y se realizaría tanto el funeral como el entierro a lo largo de la tarde.

A continuación telefoneó al sanatorio para informar a sus compañeros. Desde el otro lado de la línea una surreal respuesta le llegó: -En estos momentos están visitando a su prima, la señorita… -Se escuchó el pasar de hojas-. O’Hara. - Anunció triunfante.

Tras dejar el recado colgó. La hora del reloj que colgaba en la pared, próxima a la entrada marcaba las 10:30 de la mañana.

- Bueno, pues los arreglos para la ceremonia funeraria ya están completados - Charles respiró aliviado - Al menos Freddy descansará. El funeral y posterior entierro será esta tarde - comunica a la señorita Leed. 
Respecto a Richard y Robert.... ¿les ha oído usted mencionar algo sobre la señorita O'Hara? Por lo visto es prima de Robert y están visitándola. ¿Quizás trabaje en el sanatorio? 

La respuesta del sanatorio confundió ligeramente a Charles.

Quizás sea mejor que nos juntemos de nuevo con Robert y Richard antes de hacer una visita a la casa de mi tío...

Catherine mira confundida a Charles. -¿Señorita O'Hara? ¿la prima del señor Howard? no recuerdo que dijeran nada al respecto. Entonces, ¿no sabe dónde podemos encontrar al señor Howards y al señor Bishmark? 

Se encogió de hombros. -¿Qué podemos hacer nosotros, señor Diehl? ¿Se le ocurre algo más que haya quedado en el aire?

- No ha sido demasiado clara la información que me han dado del sanatorio, pero la persona que me atendió buscó el nombre en algún papel así que entiendo que debe de ser alguien que está en el Sanatorio.... ¿como paciente también?

La mueca de Charles denota claramente que no tiene muy claro qué pensar. 

- Creo que lo mejor es que nos acerquemos hasta allí. Estamos muy cerca y para el funeral quedan unas cuantas horas. ¿Le parece que paseemos hasta allí?

-Por supuesto. Creo que el aire fresco nos sentará bien a ambos. 

De nuevo, agarra en el brazo de su acompañante y echa a caminar. 

-No te acuerdas de mí, soy tu primo. Vine en cuanto me enteré. -No sabía por qué pero algo le incitaba a seguir con la mentira, querían interrogarla pero no sabía como empezar.

-¿Primo?... Yo no... -La joven parecía confundida, eso sí, una cosa parecía tenía clara, ella no tenía primos. -¿Quién eres?

-Shhhhh. Tranquila. Cuéntanos qué pasó-. Su voz intentaba ser todo lo dulce que podía. Se estaban jugando mucho en aquello

-No tengo primos. Mis padres eran hijos únicos... -Entonces en su mente algo eclosionó de repente, se mezcló con la información que tenía y alcanzó a comprenderlo, o al menos eso creía...

-¡Ayuda, vienen a por mí! ¡Han vuelto!- Un ataque de locura insana la tomó por completo mientras empezó a correr de un lado a otro, golpeando cada centímetro de la pared acolchada esperando que una puerta secreta se abriese.

No tardó en saltar la alarma en el lugar. La puerta se abrió y apareció la figura del Dr. Philips, la figura de un salvador para la paciente, una aparición terrorífica para sus "visitantes".

-Salgan por favor. -Su tono no admitía réplica y su rostro pétreo reforzaba su aspecto amenazador. -No creo que necesite llamar a la seguridad del recinto. 

Tras unos segundos que se antojaron horas finalmente llegaron a la entrada. Sus espaldas chorreaban goterones de sudor que les recordaba la vergüenza de los momentos vividos mientras eran escrutados por las miradas de celadores y enfermeras con los que se cruzaban. Tras un largo silencio Philips volvió a hablar.

-Supuse que vendría bien que la señorita O'Hara recibiese visitas. Incluso les pedí delicadeza... Váyanse. Y no vuelvan más por favor. 

El camino al psiquiátrico se antojó familiar bajo la mirada distraída la pareja. Una charla informal alejada de los temas que habían vivido en los últimos instantes amenizó el recorrido mientras aprovechaban para conocerse. Ya no eran el amigo de papá ni la hija del señor Leed, eran dos amigos: Charles y Catherine... 

No tardaron en llegar a su destino. Paradójicamente el psiquiátrico también formaba parte del complejo hospitalario de Danvers, más allá, a lo lejos se apreciaba el contorno discreto del depósito de cadáveres. De aspecto blanco y antiséptico, el sanatorio mental no destacaba en el conjunto de no ser por los barrotes en las ventanas, presuntamente para evitar fugas de los pacientes. 

Entonces la puerta se abrió y la silueta de sus compañeros se dibujó en el umbral.

Al salir al exterior rayos de sol les dieron la bienvenida. Aquella luz contrastaba con los interiores claustrofóbicos y deprimentes del sanatorio. Sin embargo no eran lo único que les recibía, a lo lejos se encontraban la señorita Leed así como Charles.

- Hola amigos! Siento comunicarles que no ha habido suerte con la señorita O´Hara. El medico se dio cuenta que no somos familia y no echo de aquí. Espero que os fuese mejor. Va diciendo Robert mientras camina hacia sus amigos con cara de circunstancia.

Richard se seca con un pañuelo sucio el sudor del rostro, intentando recuperarse del esfuerzo y la vergüenza que han pasado. A mi edad, a mi edad...Se recupera cuando ve a sus otros dos compañeros, a los que se acerca con cara de circunstancias.

-Sí, por aquí no hemos podido obtener nada, sólo que la imagen que ha tenido que contemplar la señora de la limpieza ha tenido que ser verdaderamente terrible.

Le alegró ver a Richard y a Robert. Charles seguía confundido por el mensaje que le dieron al llamar a recepción pero las palabras de sus amigos lo aclararon. 

- La señorita O'hara... ¿era la señora de la limpieza?. Ahora lo entiendo todo.... No salió bien su ardid supongo. ¿Creen que vale la pena que intente entrar yo sin mentir? Al fin y al cabo, puedo decir que tengo cierta relación... transitiva.... con la señora de la limpieza de mi tío. Bien sabéis que puedo ser muy persuasivo...

Catherine saluda a sus compañeros con una sonrisa. -Así que ya hemos resuelto la trama de la "misteriosa" prima del señor Howard. Nosotros conseguimos hablar con el detective, pero no nos dijo mucho más de lo que sabemos. Desechó la idea de una segunda autopsia alegando que el doctor Franklin es un estupendo profesional. Tratamos de conseguir una autorización para visitar la casa del tío de Charles, pero fue imposible -pone los ojos en blanco- porque podríamos "contaminar las pruebas" -mueve los dedos, imitando el gesto de las comillas. -Además, ya se ha tramitado su entierro. Será esta tarde -informa. 

Con el reencuentro los investigadores intercambiaron impresiones de ambas visitas, no habían sido del todo concluyentes más no habían sido en balde. Quedando tiempo hasta el entierro resolvieron en visitar la casa del tío Freddie para comprobar si encontraban algo inusual entre sus pertenencias. De no haber fortuna dejarían el caso en manos de la policía.

La casa de Fredderick se encontraba en los suburbios, a las afueras. Era una más entre aquella multitud de viviendas cortadas todas bajo el mismo patron que se asemejaba a la producción en cadena de las fábricas. Nada la hacía destacar salvo el jardín que no estaba muy cuidado en comparación con el de los vecinos. Algo lógico si se tenía en cuenta los largos viajes que acostumbraba a realizar.

Al acercarse advirtieron que la puerta de la vivienda se encontraba cerrada y con unos precintos informando que aquel lugar era objeto de investigación policial.

El reloj marcaba las once y media.

- Bueno amigos, quizá tenga una entrada trasera o a un sótano o algo así que no este precintado. Echare un vistazo. Tras decir esto, Robert inspecciona la casa en busca de una entrada alternativa, ventana baja incluida.