Partida Rol por web

- Miremos en la planta de arriba señorita Leed, quizá allí tengamos mas suerte. Dice Robert mientras sale de la cocina en dirección a las escaleras.

Nada interesante en la habitación, nada que no evocase el dolor de su reciente pérdida. Entonces Diehl centró su atención en los objetos que se situaban en la vitrina.

-El medallón. -Recordó mientras posaba estudiaba aquellos objetos. La mayoría de ellos parecía provenir de la India y que algunos bastante viejos. Muchos tenían un significado religioso: cinco pequeños ídolos de aspecto desagradable, tres de eteatita y tres de madera; tres dagas ceremoniales con fundas trabajadas; una campana de cobre; y una placa de madera que se encontraba tallada con extrañas figuras de humanos y animales rodeados de motivos florales.

Los cuadros representaban sendos bodegones con un estilo pictórico rudo, tal vez con un estilo tribal... Más nada había en aquella estancia que recordase a un medallón. Se trataba de un comedor como cualquier otro.

El amuleto.... el diario hablaba de toque helado. Ha de ser metalico. 

Charles rebusca entre la vitrina de su tío. 

Estos objetos parecen en su mayoría hindús, Freddy encontró el amuleto en la nueva Turquía, no pueden ser estos....

Richard, después de una infructuosa búsqueda por el comedor, decide continuar por la siguiente puerta. La abre expectante, sintiendo un hormigueo de emoción en el estómago que no recordaba desde hacía décadas.

Tras descartar aquel cuartucho se dirigieron escaleras arriba atravesando la sala de estar. En esta se encontraba Charles, con su mirada perdida observando lo que parecían los restos de una vitrina. Demasiados recuerdos.

Al llegar al final de la escalinata tornaron a su izquierda. La estancia resultó ser la habitación del Tío Freddy.

En un estado de destrozo similar al resto de la casa y en total desorden: una maleta había sido vaciada sobre el suelo, y las ropas se encontraban esparcidas y pisoteadas. La ropa de cama había sido retirada y arrastrada sobre el suelo. El armario frente a la cama abierto y algunos trajes viejos se encontraban tirados sobre el fondo con sus perchas.

El salón, parecía tratarse de la habitación más grande del piso bajo. Sillas de aspecto confortable y un gran sofá rodeaban una gran chimenea. A un lado de la chimenea se situaba una gran vitrina con el cristal roto y delante de esta Charles, su mirada parecía perdida entre los objetos que se sucedían en la vitrina.

A un lado destacaban grandes manchas en la alfombra y también estaban en la tapicería de las sillas y el sofá. Parecía el lugar donde fue descubierto el cuerpo del Tío Freddy.

Tras desechar algo entre los amuletos Charles se alejó de la vitrina, entonces se dio cuenta que no estaba solo. Su viejo amigo Richard también estaba allí, quién sabe por cuánto tiempo.

- Oh Richard. Disculpa. No sabía que estabas aquí.... Es muy duro ver esta sala amigo. ¡Cuánto tuvo que sufrir Freddy! - la cara de Charles mostraba cierta tristeza.

- Pero bueno, no estamos aquí para lamentarnos. He estado revisando la vitrina de mi tío buscando algo que se pareciese al amuleto del que habla en su diario. Pero nada parece metálico. Hablaba de "toque helado" ¿verdad?. Eso no puede hacerlo la madera ni el barro...

Robert observa la habitación en silencio, impresionado y abrumado por el destrozo y la violencia que se presume en aquella casa. - Pobre tío Freddy ¿Qué clase de fanáticos serian capaces de algo así? 

- Bueno, fuera lo que fuese que buscaban, aquí no lo encontraron, iré a echar un vistazo al estudio.

Catherine echa a andar tras Robert. 

-Le acompaño, si no le molesta, señor Howard. Este sitio da escalofríos. 

Los constructores probablemente pensaron esta habitación como un segundo dormitorio, pero aquello parecía haber tenido siempre el uso de estudio. Estantes cubrían todas las pareces excepto una zona ocupada por un grande y desordenado escritorio y un archivador. A un lado se encontraba una papelera parcialmente llena en el suelo junto al escritorio. Una rica alfombra dominaba el suelo. Esta habitación había sido registrada al menos una vez con toda seguridad. Había papeles esparcidos y en pilas sobre la alfombra, el cajón del escritorio se encontraba parcialmente abierto, a algunos libros se les habían arrancado las tapas y los tres cajones del archivador habían sido sacados y volcado su contenido sobre el suelo. Una maleta permanecía junto al escritorio con una pila de libros que probablemente estuviesen dentro.

Richard se acerca a su amigo y le pone la mano en el hombro, apretándoselo con cariño.

La verdad, Charles, es que me siento un poco culpable. Hasta ahora no te he preguntado qué tal te encontrabas. Para ti ha debido ser un golpe terrible. Mira los añicos en el cristal de la vitrina. Parece que los que estaban tras el medallón no tenían tan seguro dónde se encontraba. ¿Has podido encontrar algo? La habitación de donde vengo era el comedor, y allí sólo me han llamado la atención unos cuadros que se encontraban mutilados, seguramente buscando encontrar el medallón en uno de ellos. Me extraña que hayan tenido una búsqueda tan exhaustiva (aunque no pareciera que se pararan tanto en las mesas y las sillas) para encontrar el medallón, cuando en la conversación con el forense se dedujo que tu tío había sido amordazado y no lo habían interrogado. ¿Por qué sería?

Catherine se acercó a las estanterías con curiosidad, y comenzó a ojear los libros. 

- ¿Molestarme? Todo lo contrario señorita Leed, su compañía es un soplo de aire fresco. Termina Robert con una sonrisa colocándose en la estantería junto a la señorita Catherine. - Además, tiene usted razón, este sitio es escalofriante.

- Richar, el comisario me dijo que los secuestradores buscaban una respuesta escrita. No sé qué pensar... ¿algún mapa? ¿una clave?. Quizás debieramos buscar alguna caja fuerte de mi tío. Eso explicaría que buscasen tras los cuadros
¿Miramos en el comedor y en la cocina?