Partida Rol por web

El día anterior había sido totalmente normal en la familia Katekawa. Los seis hijos de Marc y Helen Katekawa habían ido al colegio como de costumbre. Todos ellos eran grandes estudiantes y disfrutaban de las clases y de sus compañeros.

Pero, la felicidad tal y como la conocían, tarde o temprano llegaría a su fin. 

Aquel día, nadie fue a recoger al colegio a los hermanos. Helen siempre había ido a buscarles y disfrutaban viendo la cara de ilusión de los más pequeños de los hermanos cuando la veían por primera vez en el nuevo día.

Marc y Helen era una pareja muy trabajadora por lo que aquel día podía ser que se hubieran quedado trabajando hasta tarde. No había sido el primero, aunque quizá si que fuera el último...

Como de costumbre, cuando sus padres faltaban, el hermano mayor esperó a que se reunieran todos para ir juntos a casa los seis.

Cuando llegaran estarían esperando la típica nota que sus padres les habrían dejado avisándole de su retraso para ir a comer o sobre el trabajo que estaban realizando.

Al llegar a la puerta de la casa encontraron un sobre, uno de los hermanos se acercó para recogerlo y antes de abrirlo entraron en la casa.

Uno por uno, los hermanos Katekawa iban traspasando el umbral y cuando se sentaron en el sofá para escuchar lo que decía la nota de sus padres notaron una sensación extraña en el cuerpo. Cada uno de ellos notó algo en su interior, como alguna extraña fuerza que se desarrollaba dentro, pero cada uno lo vivió a su manera.

Como veces anteriores papá y mamá se han quedado trabajando hasta tarde por lo que no han podido irnos a recoger, así que como en ese tipo de ocasiones fui a buscar a Lizzy y a Jonna, que Cullen se encargue de los revoltosos Gemelos

-¿Cómo les ha ido hoy?-Pregunto a los 2 menores mientras llegan los faltantes al "punto de reunión"

Al estar todos reunidos nos dirigimos hacia la casa, donde hay un sobre en la puerta, lo recojo y entramos a la casa, como siempre en ese tipo de situaciones nos acomodamos todos en el "living" para escuchar lo que nuestros padres habían dejado en la nota. Una vez acomodados rasgo el sobre para sacar la carta, cuando comienzo a sentirme extraño.

Un mareo me comienza a afectar, llevo mi mano hacia mi cabeza y me la sobo.

Tengo la visión nublada, todos los músculos del cuerpo se me agarrotan, siento como si fueran a estallar, mi cuerpo de comienza a convulsionar de manera violenta, a una velocidad de vertigo, emito un grito de dolor, cargado de miedo, abro los ojos y con la mirada llorosa miro a mis hermanos pidiendo una explicación y algo de ayuda. Pero mis hermanos no se mueven, están ahí quietos...No, espera se mueven, pero ¿en cámara lenta?

¡¡¡¿Qué mierda esta sucediendo?, ¿qué me pasa?!!

Todo termina tan rápido como comenzó, pero me siento diferente, me siento más fuerte, me siento especial. Miro a mis hermanos para ver si ellos también pasan por algún cambio, dispuesto a prestarle ayuda,sobretodo a los mas pequeños, porqué ahora más que antes debo ayudarles.

Jonnathan volvía del colegio con su hermana pequeña, Lizzy, y su hermano mayor Jake. La jornada no había tenido nada de especial. Jonathan era un chico muy tímido, que apenas contaba con uno o dos amiguitos con los que jugar en el patio, escondidos de los típicos matones que eran los alumnos mayores.

El pequeño de trece años vestía, como siempre que iba a clase, la ropa que su madre le había preparado, pero debajo, también como siempre, llevaba puesto el pijama de color verde chillón con el que simulaba ser un famoso mago mundialmente conocido. Incluso tenía una chistera de cartulina negra, con la que innumerables veces había intentado sin éxito el truco del conejo en el sombrero. Claro que la chistera la tenía escondida en su habitación.

Ha sido un rollo de clase respondió a la pregunta de Jake ¡No me gustan las mates! Además Richie ha vuelto a pegarme... ¡ojalá pudiera desaparecer...! iba protestando el pequeño mientras entraban en casa, y el hermano mayor leía la carta. ¿Qué dice? preguntaba Jake con timidez, asustado.  Eran malas noticias, seguro. Algo raro pasaba.

De pronto todo comenzó a dar vueltas, y una sensación extraña, como si alguien tirase de él para sacarlo de una piscina de gelatina, se apoderó de Jonathan. El pequeño gritó. O intentó gritar, pero su cuerpo no respondió. Su cuerpo estaba allí, de pies en la salita de estar, y de pronto cayó al suelo. ¡Pero es que estaba enfrente de él! Jonathan lo veía como si estuviera en el cuerpo de otra persona, sólo que se había vuelto transparente, y nadie parecía notarlo.

Al final, el miedo le pudo, y Jonathan empezó a llorar en silencio, mientras veía cómo a sus hermanos también les ocurrían cosas extrañas...

Pufff, un día más en ésta escuela para inútiles, no sabía cómo hacer para aprender en clase, todos me parecían poco agraciados en lo que a inteligencia se refiere, o tal vez la mía les superaba con creces. El caso es que todos mis intentos por hacer que me promocionasen, no habían dado sus frutos, así que día tras día procuraba no parecer aburrida mientras los profesores explicaban sus materias. Al menos, cuando llegase a casa, podría ponerme a estudiar algo más interesante como la división de las células en los seres vivos, la energía cinética o la guerra de la independencia americana del siglo XVIII.

¡Hola hermanos! - les dije. ¿Las clases?, mmm, como siempre - contesté sonriendo, aunque ellos sabían que no decía la verdad, se habían acostumbrado a esa reacción tan evidente.

¿Por qué Papá y Mamá no vienen? - pregunté al resto. Quiero mis frutas con avena.

Pasó un largo tiempo...

Una vez todos los hermanos juntos, fuimos a casa en donde un sobre en la puerta esperaba...

Jake lo abrió, al principio puso un gesto extraño y eso me preocupó. Aunque era la pequeña de los hermanos, me daba cuenta de ciertos detalles y ese, sin duda, no dejaba dudas de que era una mala noticia.

¿Y bien?, ¿qué es lo que dice Jake?

De repente, mientras miraba al cuadro de cristal de mis padres que colgaba del salón...

¡¡Crash!!. Todos se giraron, puesto que los cristales se habían hecho añicos. Pero lo más sorprendente de todo fue, que cuando iban a tocar el suelo, algo aún más extraño sucedió. Los cristales se frenaron en seco, a un palmo de la alfombra durante un breve instante de tiempo.

Empecé a escuchar los pensamientos de Jake, de Cullen, diciendo para sus adentros:

¡Genial, y ahora se rompe eso!. ¿Estaba volviéndome loca?, pronto descubriría que no...

Cullen sabia que algo raro estaba pasando, sus padres no le habían dicho nada, y siempre cuando tardaban solía avisarle a primera hora de la mañana. como buen hermano mayor hacia como si no pasase nada, pero un mal presentimiento crecía dentro de el.

con la carta en la mano espero que sus hermanos se sentaran en el sofá, pero algo estaba pasando, a sus hermanos algo extraño les ocurría, y su preocupación afloró en su rostro, ya no podía ocultarlo.

Asi que al ver que sus hermanos no se sentaban y hacían cosas extrañas, dio un pequeño golpe contra la mesa

basta!! Sentaos que voy a leer la nota de neustros padres.....

cuando se quiso dar cuenta su mano estaba incrustada en la mesa, y nisiquiera se había percatado, y mucho menos se había hecho daño.

No daba credibilidad a lo que estaba pasando....

asi que decidió leer la nota cuanto antes

Evan se había divertido en clase, como siempre. Después de varios años allí, los profesores no distinguian todavía a los gemelos, y muchos de sus amigos tampoco.

Ambos gemelos llevaban un parte a sus padres. Habían tomado el pelo al profesor de educación física, y eso había supuesto un toque de atención.

No dijo nada por el camino, estaba preparando la defensa perfecta. Echaría la culpa de todo a Kyle. Esperaba que se lo creyeran.

Al sentarse en el sofá, antes de leer la nota, se sintió extraño. Muy extraño. Como si su cuerpo pareciera cambiar. De pronto se sentía peludo, pero cambiaba rápidamente y notaba una extraña sensación plumosa... No sabía que pasaba, pero su imagen se nubló.

No gritó, pues el miedo le había paralizado. Se llevó la mano al pecho en el último momento, diciendo

¿Qué es lo que pasa?

Sensaciones extrañas se manifestaban en vuestro interior. Todo daba vueltas y todo parecía cambiar. Algo os recorría por dentro una sensación especial. Cuando echasteis un ojo a vuestros hermanos os percatasteis de que estaban exactamente en la misma situación que vosotros.

A ellos también parecía que les estaban sucediendo cosas extrañas. Pero de pronto todo se calmó.

Ahora erais fruto de una paz interior y de un descanso merecido. Vuestro cuerpo parecía que había estado corriendo largos kilómetros y ahora por fin lograbais descansar.

Cullen, el hermano mayor de los Katekawa, extrañado por la situación decidió leer la carta en voz alta, para que nadie tuviera la sensación de que algo malo le había ocurrido.

¡La Liga os necesita!

La Liga de la Libertad busca a gente que quiera utilizar sus habilidades para hacer que avance la causa de la paz, la justicia y la libertad en el mundo. Creemos que tenéis el potencial necesario para formar parte de nosotros y nos gustaría ofreceros la oportunidad de uniros a nuestras filas.
Habrá una serie de pruebas para medir vuestras capacidades y determinar si sois aptos para formar parte de la Liga de la Libertad. Si estáis interesados, por favor, en La Academia Claremont al sur de Freedom City en la fecha y hora señaladas. Esperamos que respondan a nuestra invitación y podamos conocernos muy pronto.

Atentamente,
Capitán Thunder, Presidente
Liga de la Libertad

Aquella carta seguramente tendría que ver con la desaparición de sus padres. Lo mejor que podían hacer era al menos ir a investigar el lugar. Y comprobar si al lugar al que iban les ayudaría a encontrar a sus padres. Seguramente allí podrían ayudarles, y tal vez podrían explicarles que les acababa de suceder.

Jonnathan sintió de nuevo el súbito tirón, y regresó a su cuerpo tal y como lo había abandonado instantes ante.

¡Uala! exclamó excitado ¡Qué pasada! ¿Me habeis visto? Estaba fuera de mi cuerpo, ¿a que mola?

Sin embargo todos sus hermanos parecían haber experimentado algo similar, fuera de lo común. Para colmo Cullen se apresuró a leer la carta en voz alta, de modo que todos callaron durante un segundo. ¿La liga de la Justicia? preguntó Jonnathan ¡Uau! Pero si son superhéroes, totales, ¡una pasada! ¿podemos ir? ¿porfa? comenzó a preguntar dando saltitos, aparentemente sin darse cuenta de lo extraño de que sus padres no estuvieran en casa...

Jonny estate quieto de una vez!!!! o te zurro...

pensativo miró de nuevo la carta algo no le cuadraba....que extraño.

Esto no me gusta nada....qué nos está pasando...??? lo cierto es que es la única pista que tenemos de nuestros padres, pero debemos tener cuidado y saber exactamente qué es esto que nos pasa, a causa de que...nosotros somos humanos normales...algo nos han hecho

Después de comprobar los extraños fenómenos de cada uno de nosotros, me acerqué al hermano que tenía más cerca y tirándole de la camiseta le dije:

Oye, Jake, ¿qué está pasando?, ¿por qué nos ha ocurrido ésto?

Aunque era la más pequeña, era muy decidida y me puse a hablarles a todos:

Tenemos que ir a buscar a mamá y a papá.

¿Pero qué ha pasado? Oye, Kyle, ¿tengo algo en la espalda? He notado como si tuviera plumas...

Escuchó atento la carta

¿De verdad creeis que tiene que ver con mamá y papá? ¿Y qué pintan en la Liga de la Justicia?

Luego de que Cullen leyera la carta, arrebatada de mis manos, quedo absorto en mis pensamientos hasta que Lizzy me tira de la camiseta y me vuelve al mundo real

-No lo sé Lizzy, pero creo que debemos ir, tanto para encontrar respuestas, como para hallar a papá y mamá, ¡Jonny estate quieto, que vamos a ir!

Luego miro a Cullen y le pregunto-¿Cuánto queda para la fecha?

Que raro....no dice ni hora ni fecha....dice hora y fecha señaladas...pero no la han escrito.

Cullen pone cara de atónito

- No entiendo nada.

Parecía que Kyle no había estado en la escena. Es como si estuviera en sock.

El sobre estaba marcado con un remitente. Lo enviaba la Academia Claremont tal y como decía la carta. En el sello había apuntada una dirección, una fecha y una hora. Parecía que no tenían mucho tiempo, tenían que cruzar prácticamente la ciudad en menos de una hora. La fecha señalaba el día de hoy.

Estaba claro que tendrían que ir lo más rápido posible a la academia y cuanto antes llegaran todos, antes podrían saber que era lo que estaba pasando con sus padres.

-¡¡Cullen la carta dice que es para hoy, y nos queda poco más de una hora!!!- digo quitandole la carta de las manos, como el hizo al principio cuando yo la tenía, miro a mis hermanos, todos aún asustados, confundidos y esperando una respuesta.

-Chicos, debemos ir a este lugar, para itentar averiguar que paso, y que le sucedio a nuestros padres, así que todos a la van!!, y Cullen no te pongas cabrón, que yo manejo esta vez.

Apremio a todos a subir, tomo en brazos a Lizzy y a Jonna y los subo a la van, mientras me instalo en el asiento del conductor, si mis hermanos se demoran mucho empiezo a tocar la bocina como loco, antes de irnos me aseguro de que Cullen deje todo bien cerrado

-¿Cullen, le has puesto el pestillo a la puerta de atrás- una vez estemos todos en la Van, emprendemos la marcha

Jonnathan estaba que no cabía en sí de gozo. Iba a conocer a la Liga de la Justicia, sus más admirados héroes. Era una ocasión tan emocionante que seguía sin darse cuenta de lo que podía significar que sus padres no estuvieran y esa carta casualmente hubiera lleagado al mismo tiempo.

De pronto, el pequeño abrió mucho los ojos, se zafó de los brazos de su hermano mayor, que bastante tenía con cargar con Lizzy, y subió corrinedo a su habitación.

¡Enseguida vuelvo! gritaba mientras subía las escaleras. Instantes depués, el muchacho reaparecía llevando una caja pequeña en brazos, donde sus hermanos sabían que guardaba todas las cosas necesarias para su afición, ser aprendiz de mago. Colocándose el sombrero de copa hecho de cartulina negra bien ajustado en la cabeza, se subió feliz y sonriente a la furgoneta.

¡Ya estoy listo!

Kyle salio corriendo y se metió sin preguntar al asiento del copiloto. Se abrocho el cinturón y cerro el pestillo de su puerta.

- ¡Copi!

Así que hacia el Sur de Freedom City...La Liga de la Libertad...Todo sonaba bien, pero la ausencia de mis padres me nublaba la mente, ¿serían ellos capaces de averiguar o de saber dónde estaban ellos o cómo poder encontrarles?.

Mientras pensaba muchas cosas, mi hermano Jake me cogió en brazos, aunque Jonnathan salió disparado. Seguro que ha ido a por uno de sus juguetes - le dije a Jake. Saqué de mi bolsillo un libro pequeño sobre biología que me estaba leyendo en mis ratos libres y lo abrí:

Con lo impaciente que era, así se me pasaría mejor el rato.