Partida Rol por web

Era como un poco surrealista que me dijera todo aquello y que siguiera clavado en el mismo sitio de aquella manera, pero me seguía pareciendo lo más tierno del mundo, así que como siempre conseguía que hiciera, le sonreí, mirándole esta vez con una de esas caritas de boba que se te quedan al escuchar palabras como aquella.

Me levanté mi lado del sofá y sin pedir ningún permiso me senté sobre sus piernas, apoyando las rodillas en el sofá y el trasero en sus rodillas y le miré desde aquella escasa distancia que nos separaba, apoyando las manos en el sofá a ambos lados de la cabeza. 

- Entonces creo que no te importará que mientras se te ocurre hacer todo eso y contármelo yo lo ponga en práctica... - Estaba demasiado cerca de él para hablar en voz alta, así que casi fue un susurro.

Jamás había estado tan cerca ni tan " encima " de él, pero no me importaba estarlo ahora y mi boca, quiso volver a beber de la suya como había hecho antes y tanto me había gustado.

Sí, aquella reacción era más que aplastante y le dejaría poco a la imaginación en cuanto a qué era lo que se me pasaba por la cabeza.

Sencillamente no me esperaba aquella reacción de Emily, imagine que me diría que si que le apetecía que se reiría de mi, cualquier cosa pero aquello me sorprendió, aunque me gustaba mucho, nunca habíamos estado tan cerca ni la había tenido encima mía así, era muy excitante.

Sentía su aliento mientras hablaba, miraba a sus labios moverse y sencillamente la bese, pero al mismo tiempo la acerque todavía mas a mi, abrazándola, quería sentirla completamente pegada a mi, no quería que se separara ni un milímetro y sobre todo quería besarla, sentir sus labios, aquellos labios carnosos que me hacían sentir afortunado.

Mis mano derecha se enredaba en su pelo mientras la izquierda seguía en su espalda impidiendo que se escapara, no quería que deparara de besarme, aquel beso era mas fiero que los de antes, este estaba cargado de pasión, con fuerza, con mas ansia de la que tal vez debería haber puesto, pero era todo lo que tenia lo que quería darle a ella.

Sus manos me rodearon y me atrajo hacia sí, haciendo que mi trasero resbalara por sus piernas hasta pegarme tanto a él que incluso podía sentir su corazón latiendo sobre su pecho. No fue sólo aquello lo que verdaderamente me llamó la atención, sino el hecho de que me besara con tantas ganas como lo hacía, porque sin duda, me acababa de demostrar las enormes ganas de hacerlo que tenía.

- Sabes muy dulce... - Le dije entre beso y beso, pues la sangre no tardaría en comenzar a hervirme.

De nuevo otro beso, largo, sin prisa, pero con anhelo, como si le quisiera prestar mi lengua hasta que se aburriera de ella, aunque no tardé en buscar otros lugares que no fueran sus labios y separándome lo justo de su cuerpo, bajé mis labios a base de besos hasta su cuello. Le besé y le di pequeños mordiscos en él esperando así despertar todas sus reacciones.

Notaba sus labios besándome el cuello, aquello me encantaba, me volvía loco, tenia ganas, ni siquiera sabia de que, y cuando me mordió creo que sencillamente perdí el control de mis pensamientos, si antes ya estaba loco por tenerla pegada a mi, ahora ya no quería que se separase por nada del mundo.

La imite un poco besándole su cuello, aquello era la primera vez para mi y no sabia muy bien que hacer, pero sencillamente deje que el ansia que me invadía tomara el control.

- Me vas a volver loco- dije dándole un pequeño mordisco en el labio inferior, mentiras metía mi mano derecha por debajo de su camisa acariciando entonces su espalda y deseando mucho mas.

Su respiración se entrecortaba cuando le besaba el cuello y cuando le mordí suavemente pude notar como todo su cuerpo se estremecía y eso me encantó pues era su reacción corporal la que me estaba diciendo que estaba yendo por el camino correcto, por el camino en el que aquello le encantaba.

Venía a ser como una exploración de su cuerpo, averiguando qué cosas le gustaban más pero aún tenía muchísimo que averiguar.

Sus labios también se acercaron a acariciar mi piel y yo también sentí uno de esos escalofríos tan agradables que siempre sentía cuando alguien acariciaba mi cuello, aunque quizás fuera demasiado suave, aún no se había terminado de soltar, aunque tuve que reconocer que me sorprendió que metiera las manos debajo de mi camiseta. Mi piel aún reclamaba más que todo aquello.

- Precisamente eso es lo que quiero... - Susurré pues su oreja me quedaba cerca de mis labios cuando besaba mi cuello.

No tardé mucho en separarme un poco de él, echando la espalda hacia atrás unos instantes, pues sólo pensaba hacerlo los escasos segundos que tardé en quitarme la camiseta por encima de la cabeza, dejando a la vista mi torso totalmente desnudo, pues no me había puesto sujetador después de la ducha tras el concierto.

Se me quedó mirando y sonreí claro, siendo yo la que esta vez metiera las manos debajo de su camiseta, acariciando sus costados con las yemas de los dedos mientras la subía hasta sus axilas y luego directamente se la quitaba.

Creía estar preparado para cualquier cosa, pero cuando se quito la camisa y vi su torso desnudo, me sentí impotente, ella era preciosa, y dios si me gustaba lo que estaba viendo, era increíble, ni todos mis sueños podrían haber conseguido crear una perfección como aquella, pero yo no sabia ni que hacer, estaba allí mirando con cara de idiota directo a su pecho, ni siquiera procesaba que estaba mirando.

Entonces ella me quito mi camisa, sentí sus manos por mi cuerpo, unas manos suaves, tan perfectas como el resto de ella, y no pude contener la excitación que sentía, me lance casi con ferocidad a morder su cuello, no le haría daño, pero seguramente dejaría alguna marca en su cuello.

Inconscientemente mi mano fue a su pecho, recorriéndolo con delicadeza casi acariciándolo, pero con ganas de agarrarlo y morderlo, me separe un poco de ella lo justo para poder mirarla a los ojos.

- Si no me paras ahora no creo que pueda parar- pero esperaba que no me parase.

Anders estaba siendo del todo comedido conmigo y por unos momentos, creí que se me iba a quedar mirando de aquella manera durante toda la noche, aunque al menos me quedaba claro que le gustaba lo que veía.

Cuando ya pensaba que no conseguiría que reaccionara ni habiéndonos comenzado a desnudar se lanzó a mi cuello y me mordió, lo que me hizo sonreír y jadear suavemente pues eso me gustaba más que sus suaves besos de antes y seguro que se dio cuenta por toda la piel de mi cuerpo de erizó, aunque parte de aquella culpa la tuvo aquella mano que se deslizaba por mi pecho.

- Si te paro ahora me quedaré con las mayores ganas de algo que me haya quedado en la vida... - Como si tuviera que aclarárselo mis caderas se movieron suavemente, sabiendo lo que mis pantalones acariciarían incluso con ropa, lo que seguro que le daba a parte de placer, era una buena idea de lo que me apetecía que pasara y que sabía que él también quería que sucediera.

Ya no me acordaba de la última vez que me había enrollado con nadie y como poco, necesitaba que me quitaran las telarañas.

Me estaba volviendo loco, su forma de moverse, y aquella forma de pronunciar las palabras, no sabia que hacer, pero sabia de lo que tenia ganas y desde luego no quería parar por nada del mundo, ella me volvía loco, me gustaba, la quería, tal vez la deseara desde hace mucho, tanto que ni me había dado cuenta, pero ahora estaba allí y no pensaba separarme de ella.

Lentamente la tumbe en el sofá quedando un poco encima de ella, y baje desde su cuello hasta su pecho dándole besos para cuando llegue a estos, darle un pequeño mordisco en el lateral y pasar seguidamente mi lengua por su pezón, primero despacio, muy despacio, y luego mas rápido, aquello me excitaba a mi muchísimo, me encantaba, me volvía loco.

Con una mano procedí a desabrochar su pantalón pero sin quitárselo, mientra con la otra agarraba y tocaba de mil maneras el pecho que no estaba lamiendo.

Ahora sí que no podía creerme que hubiera tomado un poco la iniciativa, pero tampoco podía negar que dejar que él hiciera y deshiciera a su gusto me gustaba, era como si estuviera viendo esa parte de él que aún no me había enseñado, pero que quería conocer bien a fondo.

Sonreí cuando me dejó en el sofá aunque apenas lo hizo volvió a mi cuello.... - Ummmmm - Casi consiguió que ronroneara como si fuera una gatita con aquello.

Continuó su recorrido por mi anatomía y centró todas sus atenciones en mis pechos con mis pezones ya muy duros desde apenas comenzar a sentir su boca.

- Ahhhh! - Sí, era el momento en el que me sacaba un suave gemido, por no decir que el primero de muchos de los que conseguiría que salieran de mi boca y el hecho de que arqueara la espalda de esa manera se lo dijo bastante claro.

Pasó a desabrochar mis pantalones y yo sólo levanté la cabeza para mirarle, llevando las manos a acariciar su pelo, a apretar suavemente su cabeza contra mi cuerpo.

La escuche dejar escapar aquel gemido, y aquello solo consiguió que yo me excitara de sobre manera, ahora mismo ni siquiera sabia lo que estaba haciendo y la verdad es que no me importaba, quería comérmela a besos, quería besar todo su cuerpo, acariciarlo con mis manos, y quería mucho mas, desde luego ella había conseguid volverme loco, ni siquiera parecía yo mismo.

Deje que mi lengua recorriera tranquilamente su abdomen parando de vez en cuando para besarla o darle algún mordisco en su vientre, mientras terminaba de desabrocharle el pantalón.

Cuando llegue con mi boca hasta el borde de su pantalón empecé a bajárselo, despacio, besando su piernas a medida que quedaban al descubierto, ni siquiera me dio tiempo a prestar a tensión a la ropa interior que llevaba, estaba muy centrado en besar cada centímetro de su piel que se quedaba al aire.

Cuando retire el pantalón, volví ascender por su pierna, dándole pequeños mordiscos hasta llegar a la cara interna de su muslo, muy pegada a su sexo, allí mordí con algo mas de fuerza, mientras posicione mi mano sobre su ropa interior, esperando que ella hiciera alguna clase de señal.

Sólo hacia falta ver cómo me iba explorando poco a poco para casi jurar que esto era algo que sino nunca, no había hecho demasiadas veces, pero quizás eso le diera aún más morbo a la situación, por no decir, lo mucho que me apetecía que continuara y que por la cara que ponía, pues nunca le había así de excitado, a él también le gustaba lo que hacía.

Levanté un poco las caderas del sofá para facilitarle lo de quitarme los pantalones, aunque volví a estremecerme cuando su boca volvió a besar y morder mis piernas. Puede que fuera nuevo en eso pero me encantaba cómo me tocaba, de eso seguro que no tenía ninguna duda.

Volví a jadear de nuevo, cuando su mano se apretó contra mi sexo y le miré cuando buscó mi mirada, mostrando una sonrisa que seguramente aún no hubiera visto, pues estaba ansiosa por más de aquello.

- No me tienes que pedir permiso cielo... - Estaba claro que no lo necesitaba para nada, pues ahora sin pantalones separé un poco más mis piernas para darle todo el acceso a mi sexo que necesitara, pues incluso había podido sentir la humedad que comenzaba a haber entre mis piernas.

De todas formas, yo tampoco sabía estar demasiado tiempo quiera y estiré mi pie hasta meterlo entre sus piernas y acariciar su pantalón de forma suave y sugerente, como diciéndole que aunque ahora le estuviera dejando explorar a él, yo también lo haría.

Me eleve cuando la escuche hablar y me acerque inconscientemente a su boca para besarla, sus labios tenían alguna especie de poder hipnótico, solo posar mi mirada en ellos me hacia desear besarlos una y otra vez, era como si fueran la droga mejor elaborada del mercado, una droga que de seguro si dejabas de tomar te haría morir.

Me separe un poco de ella y mire su cuerpo casi completamente desnudo- Eres preciosa- dije mientras recorrí su cuerpo con mis manos, rozando lateralmente su pecho, pasando por su costado hasta llevarlas directamente a su ropa interior, donde muy despacio la fui bajando, quitándosela con delicadeza.

No pude evitar mirar quizás incluso demasiada tiempo hacia el lugar que había dejado ahora al descubierto, no sabia como se tomaría aquello, pero sin duda yo no podía apartar mi mirada, como tan poco pude contenerme para descender de nuevo hacia allí.

Mi manos lo recorrieron primero, tocándolo suavemente dándome cuenta de lo húmeda que estaba, y después con una delicadeza que ni siquiera podía explicar, paso mi lengua por su sexo, muy despacio, recorriéndolo tan despacio, queriendo disfrutar de aquello.

Era difícil dejar de sonreír cuando sus manos me recorrían como si fuera uno de aquellos instrumentos musicales que tanto mimaba, sobretodo, porque a mí también me hacía vibrar y cuando dijo aquello de que era preciosa aún le sonreí con más ganas.

Me quedé observándole cuando me miraba, como si jamás hubiera visto el sexo de una chica y quisiera recrearse con ello, o al menos, parecía que quería recordarlo por alguna temporada. No me sentí incómoda para nada, sino que le di todo el tiempo que quisiera, al menos, por el momento, quería esperar a que decidiera hacer las cosas, a que supiera qué era lo que le apetecía de mí y se pusiera de acuerdo con él mismo.

Pasó sus manos por mi sexo y yo, sentí otro de aquellos escalofríos mientras jadeaba demasiado suavemente como para que pudiera escucharlo. De ahí ya tuve que volver a gemir, pues cuando sentí su lengua tímida entre mis piernas, la sensación aumentó bastante.

- Ummmmm! - Seguía todo lo quieta que podía en el sofá... aunque cada vez me costaría más estarlo.

Me deje llevar por completo, disfrutando como jamás creí que lo haría de ella, movía mi lengua sin ningún compás, primero despacio luego muy rápido, luego me separaba un poco para morderle un poco en el muslo, sencillamente hacia lo que en ese momento me parecía.

Estaba ya sencillamente fuera de mi, mi excitación era palpable en múltiples sentidos, y aunque estaba nervioso todo aquello me parecía tan natural, pero eso era solo por que era ella, Emily, solo ella, nunca me abría atrevido a nada así con ninguna otra, pero ella era especial.

Cuando ya no pude mas aleje mi boca de su sexo, aunque seguía con ganas de seguir, pero por el momento era suficiente, no sabia ni cuanto tiempo había estado, me había parecido poco, pero juraría que había sido bastante y desde luego necesitaba verla, mas que respirar.

Me retorcí en aquel sofá, gemí con fuerza, levanté mis caderas queriendo que siguiera y que no parara... estaba claro que más no me podía gustar lo que me hacía y que cuando su boca se separó de mi cuerpo, estaba tan excitada como había muchísimo tiempo que no lo estaba.

- Ummmm! Joder Anders qué boquita tienes...! - Dije pero sin pararme demasiado a esperar más pues me incorporé ansiosa por más, por mucho más.

Le hice sentarse en el sofá y yo, me quedé de rodillas en el suelo, desabrochando sus pantalones hasta que le dejé sin nada de ropa.

- Ahora soy yo la que quiere probarte a ti... - Sí, yo sabía lo que estaba haciendo y a lo que estaba jugando, pero se había ganado aquello y mucho más, así que lo haría retorcerse como me había retorcido yo antes.

Según terminé de desnudarlo le miré a los ojos y mostré una sonrisa un tanto malévola. Mi mano, agarró su miembro para comenzar a masturbarlo suavemente y mi boca, fue directamente a lamer sus testículos, queriendo que disfrutara de todo aquello a su debido tiempo.

Yo ya estaba un poco fuera de mí así que no tardé en cambiar la posición de mis manos y la de mi boca, y en seguida comencé a chupársela con mucha ansia y con muchas ganas, tan sólo deteniéndome unos segundos para mirarle de nuevo a los ojos, de forma que pudiera ver claramente mi lengua recorriéndole.

Deje que me sentara y que hiciera lo que ella quisiera, aunque realmente solo quería seguir haciéndole cosas, tomarla entre mis brazos y por que negarlo, estar dentro de ella de todas las maneras posibles.

Cuando la escuche hablar de esa manera me volvió loco y por un segundos estuve apunto de levantarla, pero cuando note su lengua en mi, sencillamente no pude ni moverme.- AHHHHHhh- di un gemido largo, dios si ella había sentido aunque solo fuera la mitad de aquello, ahora mismo tendría que estar que se subiría por las paredes.

Yo ahora apenas podía aguatar sin moverme, mis manos se enredaban en su pelo, la acariciaban, no podía estarme quieto, me estaba muriendo literalmente de placer, me volvía loco, nunca había experimentado nada asi, y que fuera ella la que lo hiciera me hacia sentir incluso mas excitado.

- Dios, creo que no aguantare mucho mas- las palabras salían entrecortadas de mi boca, estaba deseando que siguiera, y al mismo tiempo deseaba que parara para hacerle mil cosas mas, me tenia literalmente en sus manos, ahora mismo haría cualquier cosa que me dijera, fuera lo que fuera.

Todo su cuerpo tembló y su manera de gemir me hubiera hecho sonreír y decirle cualquier cosa, pero claro, tenía la boca demasiado ocupada como para hablarle.

Por lo de que fuera a acabar me daba un poco igual, pues casi quería que él disfrutara mucho más de aquello que yo, pues sabía que aquello era algo que no había sentido nunca y esperaba que esto le dejara el mejor de los recuerdos. Además, también sabía que en unos pocos minutos de descanso después de que terminara estaría más que listo para la acción de nuevo, porque aquello no iba a terminar así, sino que nos quedaba mucho que hacer aquella noche.

Los movimientos de mi cabeza se incrementaron, cogiendo aún más velocidad. Apretaba mis labios contra su miembro, haciendo que mi lengua recorriera su miembro cada vez que entraba y salía de mi boca, aunque era más bien algo que hacía por inercia ya, sabiendo que aquella era la forma de volverlo tan loco como nunca lo hubiera estado.

Seguiría chupándosela se aquella manera hasta que le diera un orgasmo, hasta que se corriera para mí y le hiciera gritar de placer, no iba a apartarme tampoco cuando lo hiciera... quería que sintiera todo lo mejor que podría darle en este sentido.

Había esperado que se separara de mi, que me dejara lanzarme sobre ella, pero en lugar de eso siguió, y lo hizo de una manera que me volvió mas loco si eso era posible, estaba apunto y no podía aguantar mas, sentía su lengua recorrer mi miembro a cada segundo, sentía un placer intenso y yo no podía evitar Gemir, estaba disfrutando muchísimo.

 Llego un punto en el que no pude mas, no podía aguantar mas y sentí como el liquido salía de mi, en ese momento me sentía fatal, estaba casi seguro de que aquello le molestaría, y sin embargo me sentía genial, aquello había sido el sumun, me había extasiado y el sonido de mi voz cuando gemí en ese momento daría fe de ello, pero cuando me mirara enfadada después no sabría que hacer.

 Y aun así, quería seguir, no quería parar tenia ganas de cogerla otra vez y seguir – Lo siento- dije sin poder contenerme.

Separé mis labios de su miembro, tragando todo aquello con lo que había llenado mi boca, para limpiarme después los labios con el dorso de mi mano, y sonreírle después pues me había encantado darle aquel orgasmo, hacerle sentir así, pues el gemido que se escuchó por toda mi sala fue bastante claro, diciéndome que había conseguido que le encantara.

- ¿ El qué sientes? - Pregunté levantándome y tendiéndole la mano para que se levantara del sofá, con una de esas sonrisas en las que le decía que volvía a meterme con él porque se disculpara tantísimas veces conmigo. - Vamos a la cama y dejo que compenses todo aquello que sientes y que no sé que es.. 

Sí, aquello era mi propuesta de seguir, de que me hiciera gemir aún muchísimo más y sobretodo, de que me movía de ganas de continuar con aquello, pero... sin duda en la cama estaríamos bastante más cómodos.

Me puse completamente rojo cuando la escuche, parecía contenta, y yo parecía idiota, ella estaba feliz y parecía haber disfrutado con aquello, estaba claro que yo no entendía nada sobre el sexo, pero escucharla decir que fuéramos a su cama me animo mucho, tenia muchas ganas de seguir y parecía que ella también y esta vez quería ser yo el que la hiciera disfrutar como ella a mi.

- Vamos- dije casi en un susurro pero cogiéndola de la mano, no quería dejar de tocarla por nada del mundo – Emily- le di la vuelta para que me mirara, no sabia por que quería decirle ahora esto pero necesitaba hacerlo- Te quiero- esperaba que no se asustara o se enfadara con aquello, pero realmente era lo que sentía en ese momento.