Partida Rol por web

Miraba toda la escena cada vez con más curiosidad por como se comportaban todos. Por una razón que no entendía la mayoría parecía decidido a discutir con la chica pelirrosa, o entre ellos. Miró confundida a Dheera cuando sintió el abrazo, y le dio un par de palmadas en la espalda dejándose sujetar, sin comprender del todo el porque de su angustia. -No, y estoy esperando que Ciara y Jason aparezcan de una vez -Dijo mirando hacia el camino esperando verlos surgir de algún lado, se estaba cansando bastante de esperar, y de todo ese laberinto de ratas que parecía el lugar. Gina no había contestado a su pregunta anterior, parecía que no tenía mucho sentido interactuar con ella. -No tengo ganas de volver a salir -Confesó dando un bostezo, aunque más que nada confiaba en que los demás encontraran el camino solo, eran lo bastante inteligente para eso. De pronto un pensamiento se le cruzó y miró a Dheera con curiosidad y una sonrisa entusiasta  -¿Sentías la música? - Preguntó más interesada en ese momento en el alcance de los poderes de la chica y si habían sido lo suficientemente fuertes para compartir eso con alguien estando conectadas. 

Levantó la mirada a Charles cuando lo oyó disculparse, y le guiñó un ojo -Ya van a llegar - Aseguró confiada, sin preocuparse mucho al respecto. 

El rayo, fue una sorpresa definitivamente, cerró los ojos por la luz cegadora y empujó a Dheera a sus espaldas. -Alguien tiene que manejar mejor sus poderes - Murmuró mirando al chico en el suelo con el ceño fruncido y luego hacia el cielo "Ey nube, aprende a apuntar, los tipos de las armas están por allí". Parpadeó desconcertada cuando Illia se quejo de que no pensaban ayudarlo. -¿Que razón hay para hacer eso? - Preguntó genuinamente curiosa al respecto, asintiendo a la orden de tirar las armas y lanzando su cuchillo al montón. Un segundo después lamento haberlo hecho cuando vio aparecer más gente, y entre ellas a la doctora. Le dedicó una sonrisa fría fulminándola con la mirada, su poder enfocándose directamente sobre la mujer casi sin necesidad de llamarlo.   

         Aún débil y muy adolorida Ororo primero duda si realmente como dice Mei no tiene otra opción que seguir a las chicas que vinieron a liberar les, por lo que tarda en reaccionar para negar en silencio con sus manos a Yoo cuando se acerca a drenar energía de su amiga para recuperar pronto su salud.

           Pero tan pronto la mulata siente recuperar algo de fuerza trata de zafarse de Yoo para interrumpir la y que no siga lastimando a Puleun Dal aunque no termine su curación y pone las manos por delante para pedir le con señas a la chica que no continúe, levantando los pulgares para indicarle que se encuentra bien.    

             Entonces Ororo le trata de indicar lo que piensa y decide a quien primero pueda ver sus señas entre Jane, Carlos, Jason o Nahuel antes de decidir tocar la mano de Bora cuando sea su turno, para poder alcanzar el hangar a pesar de las posibles náuseas, después de acercarse a abrazar emocionada al pequeño Maximilian

.      - Hola chicos!     Ya me siento bien, no es necesario que se siga lastimando más Puluen, por favor agradezcan le de mi parte!    Será mejor escapar con estas tipos todos los más posibles, pero no sacrifiquemos a nadie para escapar si realmente no es necesario!     Pero necesitamos escapar juntos con ellas por el momento, muchas gracias amigos! -.    Terminó Ororo por decirles más o menos con sus señas a los chicos antes de decidir tocar la mano de Yoo para tele-transportarse al hangar con el resto, después o junto a Kim y Nahuel

-Descuida, no estoy harta. No me hartaré de usar mis poderes si pueden serte de ayuda a ti o a cualquier otro, Carlos -le respondió a su amigo tras lo que él le había dicho. 

La llegada de Max con Terry hizo que la irlandesa adquiriera mejor cara, alejada por un instante del estado de la herida Jane. Había estado preocupada por el que era un compañero de juegos, pero había sido sin motivo por lo que parecía. El chico incluso había logrado atrapar a uno de los cabecillas del centro. Lamentablemente, conocer que existía un plan de hacer saltar por los aires todas las instalaciones, volvió a sumir a Ciara en preocupaciones.

Recibió la contestación de Mei pensativa, incluso con algo de rechazo inicial al comprobar como la chica parecía jugar con Kim pidiéndole a ésta cosas que no aportaban nada. Sin embargo, lo comunicado acerca de la llegada a los 20 años para experimentar con libertad la hizo imaginar una serie de horribles situaciones por las que podían haber pasado otros reclusos del lugar al cumplir esa edad. 

Tras la curación de Jane, durante un rato, se centró en Sun Hee. En ese periodo, sólo la miró a ella en total silencio, sin moverse, aun mientras la chica tomaba la pistola. A pesar de estar allí, Ciara no podía moverse. El cuerpo no respondía a pesar de querer hacerlo. Estaba paralizada. Era una testigo y no una participe de lo que fuera a suceder.

No dijo nada al verla bajar el arma, sino que se acercó a Kim lentamente. Con una mano dubitativa, buscó la de ella, dando una caricia a la piel con el dedo índice. De igual forma, lentamente, sin presionar a Sun Hee, intentó conectar su mirada con la de la otra chica. Una suave mueca de amistad en forma de sonrisa iba dibujándose en la boca de la pelirroja poco a poco.

-Gracias, Kim -fue lo único que le dijo. 

Como el resto, Ciara estaba dispuesta a marcharse de aquella prisión. Ese lugar, tan lleno de malos recuerdos y peores experiencias, estaba a punto de ser parte del pasado. 

Cuando Bora explicó lo de las nauseas, agarrada a ella, la irlandesa volvió a mostrar una cara alegre.

-Intentaré no vomitar. 

Por el aspecto de la mujer podía suponer que aun no siendo el sacrificio podía sentir el dolor, en cierta forma le parecía un poder justo… Un intercambio. Y obviamente no faltaron pensamientos sobre la posibilidad de volver a andar y ver como antes, sonaba tentador.

Aunque esos pensamientos se vieron cortados cuando vio como Sun Hee levantaba su arma hacia Shen Long, no porque le extrañase que la chica fuera capaz, teniendo en cuenta las opciones era la más probable, pero nada le aseguraba que con el disparo le ganase la libertad, por lo menos para él no merecía la pena ni arriesgarse pero para su alivio al final bajó el arma, -Ay, la madre-, eso fue su único comentario, la verdad era que el corazón le había empezado a latir rapidísimo, hasta por un momento pensó en si debería tratar de comandarla, -Baja el arma, No dispares, Deberías pensarlos mejor-, cosas de ese estilo, a su parecer la chica estaba algo avergonzada lo que le llevaba a pensar que podría haber sido fácil, pero al final se alegraba de no tener que comprobarlo.

Al menos la buena energía que desprendía Ororo sirvió para olvidar los nervios de la situación anterior, sobre agradecer a Puleun, eso tendría que esperar, ya no se encontraba con ellos, -Siempre podrías darle un abrazo… Eso es fácil de entender-, al menos él no abrazaría a alguien que odia.

Ahora solo quedaban ellos y decidir si se iban. Sinceramente con la llegada de Max todos los presentes podían irse en ese segundo transporte, con eso y la noticia de que la isla sería volada por los aires no quedaba nada que lo atase a este lugar, -Pueden darle por culo a la islita-, por otro lado Nahuel tenía un punto, no deberían bajar la guardia mientras aún permanecieran en la isla, aunque al final fuera de ella tampoco es que fueran queridos, en cualquier caso estaba listo para la teletransportación.

Contemplé al tipo caído una vez más, según aparecían las llamas ¡Es que nadie se daba cuenta de que se iba a quemar? O quizás les importaba un comino o menos aun. En fin, mi problema no era. Tampoco iba a sacrificarme, lo lógico sería que traspasasen el daño a varios, pero parece que nadie había pensado en ello. Vi a Eli correr, quise decirle que volviese, pero no tenía sentido. Ya había dado lo que podía, ¿no? Un pinchazo en el abdomen fue mi respuesta corporal.

Y tenían que llegar varios. Me lancé un momento a por Eileen a darla un abrazo - ¿Cómo estás? Que bien que hayas llegado - Aunque al resto si que no me gustaban. estaba la tontita de Alex, que tenía que ser siempre el centro de atención, esta vez con lo de la bomba, y la doctora. La saludé con la manita. Mataste a Chen, no creas que me he olvidado. Espero que te expriman el cerebro y te lo frían lentamente.

- Pues no, kyra, podía notar como te entretenías o aburrías, pero a eso no llego. La verdad es que estaba tan nerviosa que ni siquiera alteraste mis propias emociones.

Y los bebés... ¿por qué estaban? Ni idea. Me volví hacia las asaltantes - ¿Puedo coger a uno de ellos y ayudaros? En realidad no me gustaba mucho la idea, pero así Bal no se pondría pesadito.

La respuesta de Jason me hizo sentirme algo mejor, pero seguía terriblemente preocupada. Me era imposible tranquilizarme. En mi cabeza, no podía dejar de pensar que todo iba a salir mal, que no íbamos a conseguirlo. Que íbamos a fracasar en el último momento.

La tal Mei se puso a hablar respondiendo a lo que decían todos. Lo que le dijo a Sun me dejó horrorizada. ¿Matar a alguien? ¿Torturar? ¡Esa mujer estaba loca! También me habló a mí, y dijo algo que me hizo quedarme helada.

—¿Van a…? ¿Van a destruir la isla…? —Si ya estaba asustada, ahora estaba acojonada. ¡No podíamos quedarnos allí! Todos los que se quedaran iban a morir… ¡Y ella hablaba tan tranquila!

De repente, apareció alguien vestido de soldado. Rápidamente me puse en guardia, hasta que vi que en realidad se trataba de un chico grande que ya había visto antes por el centro. Y llevaba a… «¿¡Qué…!?». Lo miré mordiéndome el labio. ¿Querían usar a ese tipo para pilotar? Aquello no me gustaba nada.

Entonces, Bora empezó a hacer desaparecer gente una tras otra. Cuando se colocó junto a Alex y ésta extendió la mano yo traté de hacer lo mismo, pero no me dio tiempo. Al verla desaparecer, se me encogió el corazón. Estuve a punto de echarme a llorar. Me habían dejado atrás… o eso pensaba yo.

—¡Ay! —exclamé al recibir la palmada. ¡Dolía! «¡Que solo ha sido una vez!» quise decirle, pero antes de poder abrir la boca, sentí como si saliese despedida a 500 kilómetros por hora.

La cabeza me daba vueltas. Era como si me hubiesen metido en una batidora durante horas. Era como si todo a mi alrededor estuviese en movimiento. El estómago se revolvía. Ni siquiera sabía dónde estaba.

Mi conjunto de ropa era peculiar: Llevaba puesta la parte superior de un pijama rosa de algodón, unos vaqueros que no pegaban nada y unas zapatillas de andar por casa. Con una mano me acariciaba el culo, y al mismo tiempo miraba a todos lados intentando adivinar dónde estaba.

—¿Q…Qué…? ¡Ugh! —Unos brazos me rodearon de repente. Si ya tenía nauseas, aquello fue lo que faltaba, así que inmediatamente le vomité encima. Tras unos segundos de desorientación, me centré un poco—. Perdón… Lo siento… —dije avergonzada. Quería que me tragase la tierra.

Aún seguía mareada cuando oí a Alex hablar con Eli. El chico no me caía bien. Era un tonto. Pero tampoco quería que se quedase y se muriera. Y seguro que si no se lo decíamos querría quedarse.

—Sí. Es verdad. Van a destruir la isla… —murmuré, medio ausente.

Ya algo más recompuesta, me di cuenta por fin de dónde estábamos. ¡Estaban también Arturo y Dheera!

—Yo… Yo también me alegro de que estés bien —dije a Dheera, correspondiendo su abrazo—. Estaba preocupada. Pensaba que te habría pasado algo…

Cuando pude, me acerqué a Arturo y le di un abrazo.

—¡Arturo! ¡Tú también estás aquí! —exclamé, muy alegre—. ¿Cómo estás?

Mi alegría fue opacada al darme cuenta de que Jason y Ciara no aparecían. ¿Es que los iban a dejar atrás?

—No… ¡No podemos irnos sin Jason! ¡Tienen que traerlo aquí también! —exclamé—. ¡Tenemos que ir a buscarlo!

Jane ya incorporada miraba toda la situacion, no entendia nada, asi que miro a una de sus mejores amigas y luego a Jason con cara de, que esta pasando aqui?

Desafortunadamente los botiquines no tenían algo para tratar electrocuciones, la voz de Eli hace que voltee a verlo, y antes de que el niño salga Arturo le grita, ¡espera!, en eso empiezan a aparecer unas llamas de las cuales salen algunas chicas entre ellas Alex y Eileen, el pequeño corre para abrazar a sus amigas, los tres mosqueteros reunidos otra vez, solo falta Jason para que su pequeña familia estuviera completa. Me alegra que estén bien, ¿cómo es eso de que la isla va a explotar?

Luego observo a los bebes, así que esto es a lo que se referían con algo más interesante debajo del edificio, los bebes eran totalmente inocentes, Baltazar tenían razón, había que acomodar a los bebes dentro del helicóptero, como pudo tomo un infante en brazos y empezó a caminar, cuando oyó lo que Eileen planeaba le dijo, espera, no tenemos tiempo de salir y buscarlos, lo único que podemos hacer es esperarlos y confiar en que llegarán, ¿ellos saben que los teletransportaron al hangar?

David no podía hacer medicamente nada por Irwing, pero al menos podía intentar que no se quedara en tierra, tampoco es que le importase demasiado porque lo cierto es que era una mierda de tío, pero había mucha gente por la que no habían podido hacer nada y al menos a él si podían sacarle de allí.

Entonces apareció de la nada un grupo de mujeres, no le gustó nada ver allí a la doctora, pero era a ella a quien habían venido a buscar, que ellos escapasen era un efecto secundario. Tampoco le hizo ninguna gracia lo que contó Alex, no quería más reclusos murieran y menos los críos, al menos Eileen lo había conseguido, a la cual guiñó un ojo y señaló con el puño alzando el pulgar.

—Le prometimos a Nahuel que no íbamos a dejar que nadie saliera de aquí una vez que llegasen, porque no podemos andar todos corriendo por ahí como pollos sin cabeza—. Se puso delante de la puerta para reafirmar sus palabras, aunque estaba herido y si usaban sus poderes no podría detener a la mayoría. —Baltazar ya ha llenado el patio de niebla para que los tiradores no puedan ver, y si a alguno se le ocurre como ayudarles cojonudo, pero sin salir de este edificio.

—Yo voy a estar ahí atrás por si los veo venir y necesitan ayuda—. Entonces bajó la voz como hablando para sí mismo.
—Y tú ponte las pilas, que si voy a hacer alguna idiotez tenemos que estar a tope.

Jane claramente esta confusa por la situación y necesita una explicación. Van a destruir la isla para que no escape mostrar,
Por suerte hemos podido salvar a más gente de lo que esperamos, el viaje puede causar náuseas pero yo te ayudo a que lo lleves mejor.

Tras haberse desahogado con Baltazar, Alex regresó corriendo a donde se encontraban los demás. Se frenó en seco al escuchar a Eileen decir que tenían que ir a por Jason y apretó con fuerza los dientes. Hasta entonces no se había dado cuenta de que todavía no habían aparecido. Ellos habían ido a buscarlas y no podían quedarse en aquel horrible lugar... 

Llegó hasta Eileen y la cogió de la mano. Ojalá fuera como Bora y pudiera tocar a la gente y llevarla de un lugar a otro. Aquello sí que ha sido super guay. Pensó mientras sus ojos buscaban los de su amiga.

- No nos da tiempo llegar hasta ellos y volver. La isla va a explotar y... y no podremos salir... Vamos a pedirle a Bora que vaya a por ellos... - Le dijo y se mordió el labio inferior mientras buscaba entre las mujeres a la teletransportadora. Bora era la mejor de todas ellas y seguro que si se lo pedía lo haría... Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que todavía no había llegado. Volvió a mirar un instante a Eileen y le soltó la mano para dar media vuelta y correr hasta donde se encontraba Mei. 

Aquella mujer le daba escalofríos, sentía que con solo mirarla sabría hasta los sueños que ella nunca recordaba. Le daba miedo, pero también se lo habían dado los guardias cuando la atrapaban y eso no la había detenido. Se paró delante de ella y apretó con fuerza los puñitos.

- Mei, ¿Dónde están los demás? Faltan mis amigos, no podemos irnos sin ellos... Dile a Bora que los traiga... No les dejes aquí, porfi... - Le rogó, con la voz temblorosa y el corazón latiendo a mil. Estaba delante de aquellas mujeres y se sentía muy pequeña y frágil. Sus ojos azules se clavaron en los de Mei... Porfi, porfi, porfi... 

Mire con odio a Gina cuando habló del cuerpo de Irwing como un saco. Con la ayuda de Clint y los demas que se ofrecieron lo movimos a un lado intentando colocarlo en una posición correcta par aunque no empeorara. Ante los comentarios de los presentes recriminando mi actitud me limite a lanzar un bufido enfadado. Parecía que algunos de los que había allí no tenían ni una pizca de empatía.

Cuando la escuche hablar de la chica que curaba en el comedor no pude evitar responderla.
—Se cómo funciona su poder, vi como lo usaba, mientras no mate a nadie con eso no debería haber problema ¿no? Equilibrar los daños…—Dije no del todo convencida sin saber hasta qué precio total tenía que pagar aquella “sanadora”. — Y podría responderte con la misma pregunta, ¿Por qué no querrías curarle? ¿De que te sirve alguien muerto?

Fue entonces cuando aparecieron las llamas. Agradecí el hecho de haber movido a Irwing de aquel sitio o habría acabado carbonizado. Aun valorando cuanto peligro significaba aquello cuando de la nada apareció un grupo de personas.

Mi mirada se quedó clavada en una de las integrantes del grupo mientras mi puño se apretaba con furia. No sabía para que querían a la doctora, pero no me agradaba que estuviera allí. Una parte de mi empezaba a mirar con recelo el montón de arma cuando por el rabillo del ojo capte otro rostro del grupo y me quede mirando con la boca ligeramente abierta a una de las jóvenes que estaba allí.

—Tú… tú caíste desde las habitaciones. Te vi. Estabas muerta… deberías estarlo. — Mi voz era totalmente incrédula. Había visto como los huesos de aquella chica se rompían contra el suelo tras la caída. No podía creer que estuviera allí.

Luego de hablar con Alex, me ocupo de ver que los bebés estuvieran cómodos y seguros en el helicóptero, incluso busco algo con que protegerlos del frío.

Por norma general esta clase de helicópteros solían tener suministros en caso de siniestro, los cuales incluyen mantas térmicas, las mismas que aprovecho para arropar a los críos.

Arturo, Dheera, lo están haciendo genial, tengan esto, cúbranse junto a los bebés, una vez arriba puede que haga un frío de perros, así que las mantas os protegerán. - digo al tiempo que los ayudo a abrigarse con las pocas mantas que encontré mientras reservo una para Alex y otra para Eileen.

Sin embargo, no es hasta que noto que Alex está hablando con Mei que realmente me preocupo. - Illia si lo sientas en una de las bancas y lo aseguras con las correas podría ocupar menos espacio. Ahora si me disculpas tengo algo que atender.

Dicho esto me aparto del helicóptero y me acerco a Alex  para brindarle mi respaldo, pues tenía mis dudas respecto de como iba a reaccionar Mei ante la solicitud de Alex.

Bora mira a Nahuel tras su comentario con una sonrisa inocente y dice:

No hay nada raro... solo que os vais a marear... que quizas alguien vomite... solo eso, no te emparanóyes

Despues se acerca a este y le da la mano, momento en el que el chico se desvanece, despues se acerca a Jane y dice:

Parece que estas mejor. Bueno, descansa ahora en el avion eh

Tras lo cual le ofrece la mano a la chica y esta la tocarla se desvanece tambien. Con tranquilidad se la da a Max y a Terry los cuales tambien desaparecen. Mientras toca a Jason dice:

Todos los que no estan en el hospital no estan seguros... Mei lo ha dicho, es alguien de palabra

Bora coloca su mano sobre el hombro de Denzel y en tono amistoso dice:

Tienes que seguir adelante por tu amiga... se lo que es eso

Entonces Denzel se desvanece tras lo cual toca a Ororo que tambien se desvanece a Ciara y a Carlos a los cuales les dice:

Nos vemos al otro lado... me da que os va a gustar mas de lo que pensais

Todos podian ver como Puleun estaba extraña, era como si su poder estuviera a punto de explotar, pero entonces Mei se acerca a ella y le coloca una mano sobre la cabeza mientras dice:

Tranquila... todo ha terminado, ahora podras descansar y no tienes que tener ningun miedo

La voz de la mujer sonaba realmente maternal y tranquilizadora, Puleun sentia como iba tranquilizandose. La chica se acerca a Sun Hee y dice:

Mei te ha dicho eso porque le gustas. Ella lee a la gente a un nivel que no nos podemos imaginar... estoy segura que sabia de ante mano que ibas a escoger y que todo era una prueba... nunca hace las cosas por hacer, ya lo veras

Bora sonaba sincera y hablaba con cierto tono animado como hacia siempre, siempre parecia estar animada. Da una palmada a Sun Hee en la espalda y esta se desvanece. Entonces Alex le habla, ella se acagacha poniendose a su altura y dice:

Si son los del comedor le he dicho a Bora que los traiga, pero estaba esperando a que Yoo curase a algunas de ellas, no van a tardar... mira

La voz de Mei resuena en la mente de Andres:

Se lo que estas intentando hacer y me gusta la gente como tu... pero nos vamos a marchar, deja a ese mal nacido ahi y ven al hangar si quieres marcharte y sobrevivir... prometi que todo el que estuviera en el hospital estaria a salvo y soy una mujer de palabra

El hombre sonríe a su rival

¿Crees que dejaria un arma cargada ahí? Con esto me sobra para encargarme de escoria como tu

Decía mientras sacaba un cuchillo de su cinturón. El hombre observaba como Andrés se acercaba a la pantalla y dice:

¿Crees que servirá de algo? Ya he enviado un mensaje al gobierno... si no es con la sobrecarga del reactor enviaran en menos de 5 minutos un bombardeo... asi que podemos quedarnos aquí a bailar tanto como quieras engendro

Gina sonrie a lo que dice Nacho y dice:

Cualquiera que entre con un arma en el helicoptero ya no es inocente...