Partida Rol por web

Al oir a Matt que parecía dar la aprobacion a lo del perro mis ojos se llenaron de esperanza Me gustan esos que son pequeños y gordetes y con cara muy fea, como esta Mi frente se empieza arrugar mientras hincho mis mofletes y saco como puedo la lengua Creo que se llaman bulldog y seguro que defienden muy bien como son muy feos, darán miedo a los malos! Ahora me dirijo a Aidan yo si quieres te lo dejo hasta que tu hermana y tu no esteis en peligro por el hombre malo. Pero antes se lo tengo que enseñar a April que se morirá de envidia

Miro a mi alrededor intentanto buscar mi sanwich y mi fuente de patatas ¡Cuánto tardan!

Suresh perdió por unos instantes el hilo de la conversación. Su mirada, perdida mas allá de la luna del escaparate que los separaba de la calle volvió a centrarse sobre sus compañeros. - Si, esa sería la explicación mas sencialla. Una especie de mutación genética o una regulación diferente de algunos clusters genéticos- dijo a modo de explicación. Casi sin darse cuenta volvió a mirar hacia la puerta de la calle, casi como si esperar que entrara alguien en ese momento. - Ah... disculpe, yo tomaré uno de estos gigantes superespecial y una coca-cola para beber- la camarera apuntó en el pequeño block y esperó unos instantes más a que el resto pidiera antes de marcharse.

- No sabría como explicarlo de una forma escueta y poco alarmante. Al menos poco alarmante- dijo mientras miraba a Matt directamente, como si esperara que el hiciera algo - Digamos que los sujetos que usted vió en el hospital estan especialmente interesados en “recopilar” todas las habilidades posibles para su propio beneficio – Suresh se apoyó sobre la mesa y balanceó el cuerpo incómodo, nunca le gustaba hablar del asesino de su padre.

Matt amigo mio, si estas escuchándome quiero que sepas que alguien con algun tipo de poder especial acaba de cruzar la calle. No me preguntes como lo sé ya te lo explicare.

No estás muy seguro del porqué, pero sientes la imperativa necesidad de usar tu habilidad en éste preciso instante con el doctor Suresh. Es extraño, pocas veces te pasa exceptuando cuando otro telépata intenta comunicarse contigo cómo sucedió con el choque mental de Peter Petrelli durante su interrogatorio.
Oyes con claridad la voz mental de Suresh:

Cita:

Escucho los quejidos de Molly como un eco apagado, el sándwich esta en la mesa, pero las patatas se ve que nunca van a llegar aunque mi mente esta ocupada en otras cosas ahora mismo. Pequeña ya buscaremos patatas en otro sitio... mi voz es algo mecánica en la contestación, se nota perfectamente que estoy pensando en otras cosas.

Tomo un sorbo de café y me dirijo seriamente hacia Aidan, esta vez estoy entregado en la conversación plenamente, no hay duda de que mi mente se ha centrado. Dime una cosa chico...si fueses del gobierno y descubrieses una fuente de curación así...¿la dejarías escapar? supongo que puedes llegar a la respuesta tu solo...y en ese caso piensa lo que podrían hacer si tienen varios dispositivos que hacen cosas increíbles y diferentes unos de otros. Asiento mirando hacia él, es hora de que deje de pensar en el mundo como un lugar feliz, es un sitio cruel en el que el día menos pensado te arrebatan todo lo que te importa solo para hacerte sufrir, o solo porque son insignificantes.

Tras echar mano al sandwich, estoy demasiado hambriento como para seguir esperando, considero las duras palabras de Matt mientras mastico lentamente. Gente del gobierno...a mi mente acudieron las típicas imágenes de hombres trajeados de negro y gafas de sol, de rostro imperturbable. Esto empieza a parecerse al guión de una película. Un miedo helador me bajó por la espina dorsal.

-Ya veo por dónde quiere ir...supongo que al igual que yo puedo curar habrá otra gente que podrá matar y cosas así, armas en potencia-dije tras tragar el bocado y beber un poco de coca cola-Sinceramente, si pretenden asustarme lo han logrado. En las últimas horas mi vida a pasado de ser algo normal a una vorágine en la que mi hermana es secuestrada, magullada y vete a saber qué más y en la que de repente, nadie parece ser lo que aparenta-solté el sandwich sobre el plato e hice un gesto aquiesciencia-Entiendan que esté un poco aturdido. Por lo que han dicho anteriormente deduzco que al menos usted, Parkman, y la pequeña Molly también tienen alguna habilidad especial. Y por comentarios del doctor Suresh también son perseguidos por ello ¿no?-les miré atentamente a los ojos con expresión calculadora-Díganme ¿cual es exactamente? Dice que puede ayudar a Anabel a recordar...si de verdad lo cree y no le hará ningún daño quizás sería buena idea. Necesito saber qué le ha pasado exactamente y estar preparado por lo que pueda pasar en el futuro-me llevé la mano al menton y negué con la cabeza con expresión abatida-Unas horas y mi mundo se ha vuelto del revés y no sé por qué me da que nunca va a volver a ser como antes- una sonrisa pesarosa curvó mis labios mientras me llevaba el vaso a los labios.

Mientras como a una gran velocidad estoy atenta a la conversación.Cuando Aidan comenta que Matt y yo tenemos poderes trago, costandome un poco por la gran cantidad de comida que tenia, bebo un poco de coca cola para pasarlo más facilmente. Yo puedo encontrar a gente, bueno ya lo sabes que te lo dije cuando le pasó eso a tu hermana. Cr´éme cuando te digo que el hombre ese es muy malo, mató a mis papás. El recuerdo aparece en mi cabeza y no puedo evitar mirar al plato un poco triste.

Suresh observó como Aidan comenzaba a racionalizar todo aquello que le estaba ocurriendo. El mundo es mucho mas cómodo cuando somos ignorantes de todo aquello que nos rodea y no es una pesarosa carga sobre nuestros hombros. -Si, creo que deberíamos acabar estas patatas en otro lugar mas discreto... dijo el científico sin dejar de mirar hacia la puerta -Disculpe, ¿Puede ponernos todo en unas bolsas de papel y añadir unos snwich completos?, tenemos que irnos-. Suresh se levantó lentamente de su silla -Aidan creo que podemos tener problemas en breve. Normalmente no suele ser todo tan apresurado, pero has tenido la suerte de cruzarte con nosotros en un momento complicado, ¿Vamos?-

La camarera parece algo sorprendida por la petición de Mohinder pero acaba por asentir y al cabo de poco vuelve con unas bolsas dónde deposita los diferentes sandwiches que habéis pedido además del típico recipiente de cartón para las patatas que enseguida tiende a Molly con una sonrisa, pues ya la ha oído quejarse un par de veces al respecto.
Le pagáis la cuenta, no es que sea demasiado alta y cuando ya os habéis levantado se dedica a limpiar enseguida vuestra mesa de forma autómata.

Me limpio las manos con una servilleta de papel dejándola arrugada junto a mi taza. No me molesta en absoluto dejar mas de la mitad de la bebida en la taza, hace demasiado tiempo que lo había pedido, ese café había sido removido muchas mas veces de lo aconsejable, así que sin ninguna pena empuje la taza al centro y cuando la camarera tuvo un gesto de duda a cerca de incluir o no ese frío caldo en el menú de picnic le indique con un gesto de negación de la cabeza que no era necesario.

Me levanté y coloque la silla mas o menos en su sitio para franquearme el paso, ven Molly dame la mano. Me sentía mucho mas tranquilo si sabia que en todo momento iba a estar a mi lado, sabia perfectamente que contra Sylar no podría protegerla adecuadamente, pero al menos arriesgaría mi propio cuerpo si eso la salvaba. No iba a dejar que le pasara nada, y después de haber perdido a manos de esa bestia a mi mujer. Sin poder evitarlo las quejas del joven enfermero Aidan Moore resonaron en mis oídos como quejidos lastimeros de quien goza de una vida envidiable. Es muy acertado por tu parte lamentarte del día tan funesto que has tenido hoy, es una suerte que mi día haya sido peor.

Mis palabras sonaron cortantes, y no podía dejar de pensar que aunque ese muchacho no nos conoce todos los que estábamos con él e intentábamos ayudarle habíamos perdido a alguien a manos del psicópata de Sylar. La pequeña Molly en su escasa edad había visto lo que ese monstruo les había hecho a sus padres, a Mohinder solo le llegaron los restos en forma de cenizas de su padre y a mi me había arrebatado a mi familia. Lo siento pero tenemos que irnos a otro sitio, lo mejor para todos es que vengas con nosotros.

-No pretendía ofenderle...- murmullé cabizbajo tras el comentario de Parkman, para el cuál sin duda había sido el peor día de todos los presentes pero... El mío tampoco es que fuése para tirar petardos precisamente. Aún así Anabel seguía viva y con posibilidades de recuperar su memoria, al menos todavía conservaba la esperanza en ello.
Me levanté de la silla pagando mi parte y cogiendo una de las pequeñas bolsas de papel, después de cuatro mordiscos no es que tuviera demasiado apetito...

-Iré con ustedes, necesito saber más acerca de todo esto, ya estoy metido de lleno sin haberlo elegido. Supongo que nadie lo hace- me encogí ligeramente de hombros y mi mirada se desvió por un instante a la pequeña Molly, la cuál se mostraba serena y cómo si todo aquello fuera su pan de cada día, hablar de muertes y poderes sobrehumanos... Quizá debería empezar a asimilar en lugar de preguntar tanto.
-¿A dónde nos dirigimos?- dije tras abandonar el local topándome con el frío invernal de Nueva York.

Al ver oir las palabras cortantes de Matt me quedé un poco asustada nunca había visto a Matt con esa reacción, así que conforme me dijo que nos ibamo obedecí inmediatamente le cogí de la mano y observaba como Aidan se intentaba explicar Matt ¿a dónde vamos? dije con un tono suave,no quería enfadarle, dirijo mi mirada hacia Mohinder para que él intentara calmar un poco la situación.

La cafetería seguía ajena a cualquier suceso fuera de lo normal. Próximo a ellos una pareja disfrutaba de un magnífico almuerzo, mientras la camarera se afanaba por mantener la limpieza del local. En la barra, la cafetera emitió un intenso pitido y dejó escapar unas volutas de humo cargadas del intenso aroma del café recién hecho. El lugar presentaba el aspecto de tranquilidad que tanto suele alarmar a las personas bajo presión. La típica calma que puede preceder a la tormenta.

Suresh se levantó sin dejar de mirar la puerta de entrada. Desde que hace unos meses atrás toda esta locura diera comienzo, el científico había ido desarrollando un instinto de supervivencia altamente agudizado. Los encuentros con Sylar nos habían convertido en individuos insensibles a los sufrimientos humanos comunes y el comentario de Matt no vino mas que a confirmar aquella idea. -Aidan, siento la rudeza de mi buen amigo, peor creo que todos hemos sufrido demasiado en los últimos meses. Espero que no se lo tome como algo personal- dijo mientras recogía la bolsa con su comida y comenzaba a caminar hacia la salida -Debemos ir a algún lugar seguro, aunque hemos de recoger unas cuantas cosas en casa-.

Mohinder repasó mentalmente los apuntes y anotaciones que eran de vital importancia para su trabajo. Normalmente tenía gran parte de sus resultados almacenados en un disco duro externo, lo que le permitía transportarlos allá donde fuera, pero este se encontraba en casa. En ese momento una idea le vino a la mente. -He hablado con Nathan, tal vez deberíamos llamarle. En principio tenía pensado que cenáramos con él, su hermano y Hiro mañana por la noche, pues querían hablar con nosotros. Tal vez sea buena idea adelantar esa cita. Matt ¿Qué te parece?. Usted podría acompañarnos, si lo desea claro- dijo Suresh mientras miraba al enfermero.

Cuando escucho la disculpa del joven empiezo a arrepentirme de mis palabras o mi tono, pero la verdad es que hoy no ha sido un día como para recordar. Me encantaría que el haitiano viniese ahora mismo y pudiese hacerme olvidad lo vivido. Aunque no seria suficiente, Lisa siempre estaría en mi mente y en mi corazón, si me hiciese olvidar que la he visto en el deposito de cadáveres me volvería loco sin saber donde esta o que la ha pasado. No, era mejor como estaba todo, era mejor tener al menos mis propios recuerdos y que nadie se introdujese en ellos para borrarlos o quizás modificarlos a placer.

Me centré en el plan de Mohinder y en lo importante, como íbamos ha borrar nuestras huellas para que fuese quien fuese el que esperaba al profesor en su apartamento no nos encontrase. La idea de encontrarme con un político como Natahn rodeado siempre de tanta gente no me parecía la mejor idea, nunca habíamos sido unos buenos colaboradores, es mas no le conocía demasiado solo habladurías sobre él y su familia. Los típicos cotilleos de la televisión en sus diferentes grados, desde las declaraciones de los informativos hasta programas mas relacionados con el mundo del corazón y la vida de los famosos. Al menos Mohinder parecía conocerle mejor y eso ayudaba. Creo que no es buena idea pasarnos tan pronto por el apartamento, se que tenias cosas importantes allí...pero es un poco pronto si han estado esperándote.

Caminé con Molly de la mano hasta la puerta de la cafetería y antes de salir me giré por encima del hombro para responder ante la cita si quieres llamales para cenar hoy...quizás ellos sepan mas cosas que nosotros y quieran compartirlas. Pensé en el hermano de Nathan...ese chico tan especial. Cuando me encontré con él la sensación de nuestras mentes chocando y escuchándose al mismo tiempo. No pude evitar que un escalofrío me recorriese la espalda.

Observé y escuché a al doctor Suresh con interés, el nombre de Nathan me sonaba de algo pero debía tratarse de una simple coincidencia... Lo que me llamó más la atención fue la mención a tantos nombres y que supuestamente todos tuviéramos alguna que otra de esas extrañas habilidades. Quizá no era tan raro, después de todo.

Abandonamos el calor de la cafetería para salir a las calles de Nueva York, siempre transitadas por personas ocupadas y encogidas en sus propios abrigos con un tráfico horrible salpicado de taxis amarillos.
Nos detuvimos en la acera aún algo dubitativos acerca de dónde ir exactamente.

-No sé qué decirle, no conozco a todas esas personas y no quisiera molestarles... ¿Podríamos visitar a mi hermana ahora? Comentó que quizá podría hacer algo al respecto...- le dije algo dubitativo a Parkman, ya me había respondido de malhumor y no estaba muy seguro de que le apeteciera pero mi mayor preocupación en esos momentos era Anabel, incluso más que mi propio poder y todo lo que estaba descubriendo.

Mohoinder se asombró durante unos instantes ante las palabras de su amigo. Nunca le había visto tan dolido con todo hasta ese momento. Una arruga de preocupación surcó el rostro del científico. En ocasiones, cuando las personas se enfrentan a grandes pérdidas y a un estrés continuado sufren un importante cambio en su propia forma de ser. Se convierten en personas rotas por el dolor que tan solo conocen el camino en espiral del dolor y la autodestrucción. ¿Estaría Matt cayendo en un profundo pozo después de lo vivido en los últimos meses?. Suresh no estuvo seguro de que se equivocaba hasta que unas prácticas palabras salieron de la boca del policía -Tienes razón Matt, antes debeos cerciorarnos de que no haya nadie esperándonos en el interior. Es solo que el trabajo, el trabajo de mi padre...- la frase quedó suspendida en el aire unos instantes, inconclusa.

Una vez salieron todos de la cafetería Suresh se aseguró de que no había nadie sospechosos en las proximidades, en especial el hombre que había visto por la ventana. Desde los últimos sucesos el despistado científico empezaba a acostumbrarse a una vida en la que no mirar por encima del hombro puede resultar fatal. Con un gesto de cansancio asintió ante las palabras de Aidan -Bien, no me parece mal acercarnos a ver que tal está tu hermana. En estos momentos es la más vulnerable a Sylar y su nuevo compañero-. Sus pasos lo guiaron tras Matt y la niña, que iba agarrada de su mano mientras se alejaban del local.

Tras girar la esquina Mohinder sacó el móvil del bolsillo interior de su chaqueta y pulsó unos cuantos botones hasta observar el registro de llamadas, allí debía encontrarse el número desde el que Nathan le había llamado. Tal vez no era una gran idea, pero aquellas personas, al menos, no estaban del lado de los asesinos.Beeeep... Beeeep el móvil comenzó a llamar emitiendo el clásico y monótono sonido -Espero que no nos equivoquemos con esto... dijo mientras esperaba que alguien descolgara al otro lado.

Asintió más tranquilo ante la conformidad de Mohinder y, viendo que éste sacaba el móvil, se limitó a ir en pos de Matt y la niña para respetar su privacidad mientras esquivaba a la gente con soltura. Cualquier otro día, antes de que su vida se pusiese del revés hubiera disfrutado de la sensación de anonimato que el caminar en plena hora punta por las calles de Manhattan le transmitía, pero no en aquel momento con la preocupación por su hermana y toda la nueva información que le habían transmitido dando vueltas por su cabeza apenas se dio cuenta de por dónde iba. Meditando sobre todo ello echó mano a la bolsa de cartón algo grasienta, sacó el sandwich que le habían envuelto y masticó ensimismado sin perder de vista a sus nuevos acompañantes. Están tan nerviosos...realmente han logrado ponerme en tensión y no se por qué me da que esto va a ir a peor. Sin darse cuenta aceleró un poco el paso en su prisa por llegar al hospital. No debería haberla dejado sola...

Mohinder Suresh:
-Tengo que hablar primero con ellos claro está. En proncipio no tengo ningun problema y espero poder acudir a la cita. ¿Cómo se encuentra tu hermano?- añadió en un tono parcialmente preocupado.

Nathan Petrelli:
-Peter está bien, ahora mismo está conmigo y supongo que lo podrás ver en la cena... -digo mirándolo, mientras habla nose que con Hiro...

Miro mi reloj y de nuevo hablo a Mohinder -Entonces quedamos esta misma noche, yo me encargo de reservar sitio, y para que no haya dudas... yo pago. Está todo bien?, ¿Podrás quedar esta noche o quizás te viene mejor mañana?

Mientras andáis por la calle decides llamar a Nathan nuevamente ya que quizá no dispongáis de tanto tiempo cómo el que te gustaría...
No tarda demasiado en descolgar y reconoces su voz limitándose a preguntar tu nombre a modo de saludo.

Cita: