Partida Rol por web

Por supuesto. Asintió a aquella petición que le enorgullecía, pues le hacía sentir útil, algo que extrañaba durante aquellos enfrentamientos. Posó sus manos sobre los hombros del elfo para concentrarse. Una aura verdosa le envolvió en cuestión de segundos. Las palabras arcanas se sucedían retumbando por el pasillo. ¡Durchgestein! Una explosión de energía hizo que el elfo pareciera inmaterial, translúcido quizás, no era fácil de definir, pero le otorgaba a su compañero una adecuada habilidad.

El Elfo paso raudo y veloz sobre el terreno, franqueando el camino en el que estaban el barbaro y el enano. Atraveso una pared de roca como quien pasa una cortina. Y tras ellos solo encontro negrura.

Durante unos segundos no supo bien donde estaba. Calculo sus pasos, unos metros mas adelante se desplazo a la izquierda. Y salido de bruces a una habitacion llena de criaturas horrendas.

Cuando volvio a respirar estaba frente a frente con un pesado y lento zombie. No tenia tiempo que perder.

Vitun Sleeping Undead

Y con aquellas palabras golpeo con un dedo en la frente de aquella asquerosa criatura. Que presa del encantamiento quedo dormida en el acto.

¡Al ataque!

Era el grito de guerra que sus compañeros esperaban.

Una enorme tensión se percibe en el aire.

La esencia mágica de ambos hechizos aún flota entre vosotros.

Tras el hechizo del mago, el elfo corre a través de las paredes como una aparición.

Al llegar junto al zombi, duerme sin ningún problema a la estupida criatura.

Los engendros de la habitación, apenas si han percibido aún la presencia de Tiranthir.

Krugbarg entra a la carrera y machaca con su espada al vil engendro que tiene enfrente.

¡Muere maldito!

El esqueleto cae muerto ante el potente ataque de Krugbarg.

Pero enseguida un zombi ocupa su lugar en la lucha y se lanza contra el bárbaro lanzando terribles golpes.

Veis como por la parte de atrás, la momia se acerca a vosotros cerrando filas.

El otro esqueleto, parece no haber percibido la presencia del elfo y ataca igualmente al bárbaro que ocupado en defenderse del zombi, no ve venir los golpes del no muerto.

Krugbarg recibe como puede los golpes y atiza con su espada al zombie mientras deja paso al enano.

El zombi cae también muerto bajo los golpes del bárbaro.

El Elfo sabe que las cosas pueden complicarse mucho, y aprovecha que aun no estan centrados en el. Encañona a el esqueleto con la ballesta en la cabeza y suelta el gatillo.

El proyectil vuela libre para hacer caer a su presa.

El mago se asoma por la puerta con velocidad, observa que una momia horrenda se acerca lentamente. Prepara entonces sus manos incandescentes para descargar una bola de fuego que estampa con dureza en el putefracto ser.

Por fin puedo avanzar, echo a correr a enfrentarme a la momia, cae maldito montón de vendas.

El grupo entra como un huracán en la habitación. Los virotes, el acero y la magia, relampaguean por toda la estancia.

En apenas unos instantes todo ha terminado.

Tan solo hay un zombi dormido en un rincón.

Krugbarg entra dolorido a la habitacion para ayudar a sus compañeros en caso de que no puedan eliminar al zombie ellos mismos...

El mago se adentró en la habitación atraído por aquel prometido amuleto poderoso, buscandolo por cada rincón, deshaciendose incluso del montón de libros de las estanterías, que seguro serían bienvenidos en su biblioteca para estudiarlos con profundidad. Casi había olvidado aquella última presa, pero no parecía que fuera a causarles probelmas a estas alturas. ¿Donde está? Vamos... tiene que estar por aquí...

El Elfo sabia que su hechizo era poderoso, pero no era eterno. Asi que tomo un par de pasos de distancia y abrio fuego contra el zombie que aun quedaba en pie.

Tras dejar al elfo abrir fuego con su ballesta cargo contra el zombi golpeando furioso con el martillo.

La batalla parece haber finalizado.

Antes aún de acabar con el último enemigo, el mago busca el objeto que habeis venido a buscar por todos los rincones de la habitación.

Mientras, el resto termina con el inmovil zombi.

Rincewind no tarda en encontrar el Talisman de la Sabiduría guardado en un bello cofre.

Rápidamente, tal y como se os había pedido, abandonais el lugar y os dirigís de vuelta a la ciudadela donde os espera Mentor.