Partida Rol por web

Entrais en la habitación como una plaga, arrasando todo lo que encontráis a vuestro paso. En un visto y no visto, los cuerpos de vuestros enemigos decoran el pavimento, mientras su sangre baña los pies de la mesa.

Observó como sus compañeros iirrumpían en la sala sin dejar opcióna  esa viles criaturas a detener su embestida, impresionado reflexionaba cúanto le faltaba para ser competente en la batalla. Se adentró sortenado los cadáveres para observar el libro que contenía la hermosa mesa. Ojeándolo intentó estimar si poseía algún valor.

Lo único que realmente llama la atención dentro de la habitación es el lujoso volumen que se halla encima de una tosca mesa de piedra. Lamentablemente, cuando abres el libro, ves que todas las páginas se han consumido fruto de un extraño "accidente"

Visto lo visto, el Elfo pasa a la sala, camina entre los cadaveres y da palmadas en los hombros de sus compañeros.
Se planta frente a la puerta del fondo. Echa una ultima mirada a sus compañeros, que le indican que estan listos y ansiosos.

Y con la mano, muy  lentamente abre la puerta de la siguiente habiatacion.

La puerta que abris es de piedra. Está atrancada fuertemente y tienes que darle un pequeño empujón. El techo desciende abruptamente, resultando mucho más bajo que en la sala anterior.

Tras la puerta encontráis una pequeña caverna, sin tallar, con el suelo y las paredes rocosas.

Dentro, dos esqueletos No Muertos se levantan nada más aparecer vosotros, quizá activados por algún tipo de fuerza mágica.

El elfo ve como se lavantan los no muertos, y escupe al suelo. Mientras pasa espada en mano a la habitacion.

Finalmente el Elfo lanzo dos estocadas contra los esqueletos del mal.

Al verse atacados, los esqueletos se giran hacia su agresor envolviéndolo, rodeándolo y atacándolo a traición con sus viejas, herrumbrosas y oxidadas armas.

Sus ataques furiosos y heladores impactan una y otra vez en el cuerpo de Tiranthir sin que este pueda hacer prácticamente nada.

El Elfo sufre los ataques de los esqueletos y cae al suelo insconciente.

Absorto en el mago estudiando con esmero el gran libro no me doy cuenta de lo que está ocurriendo en la sala contígua hasta que escucho gritar a Tiranthir. A través de la puerta veo a un esqueleto de pié golpeando con una oxidada espada.

-NO! -embisto al no-muerto.

Cargado de rabia por las heridas sufridas por su compañero, Khargos realiza un ataque brutal lleno de ira y odio que termina con el No Muerto hecho un amasijo de huesos y astilla.

Al escuchar el grito moribundo de mi compañero elfo salgo corriendo en la dirección del cual procede,, pero llego demasiado tarde, el elfo yace en la habitación, no obstante avanzo en dirección al esqueleto que resta ávido de venganza.

Su mano se dirgió hacia le elfo que se adentraba solo veloz hacia la sala adyacente. ¡No insensato, esperanos! Era demasiado tarde, cuando emprendía la marcha tuvieron que presenciar tal monstruosidad por manos de mágicas criaturas, sin duda una trampa que podría haber sufrido cualquiera. Así se adentró tras sus compañeros para intentar salvar al malherido elfo. ¡¡Tiranthir, Aguanta!! Su daga se abalanzó con furia y coraje hacia la cabeza del esqueleto.

El ataque combinado de Rincewind y Gotrek vuelve a resultar letal para el monstruo. La rabia y el dolor que invadía a ambos había provocado un ataque terrible... y mortal.