Partida Rol por web

No. No pienso moverme de aquí hasta que no me digas quien eres y que quieres. Tengo todo el día...
Dije intentando ganar algo de tiempo. Intente volver a alzar un puente mental.

Nuevamente algo te impidió acceder a la mente del ser, notaste una barrera muy poderosa que no te dejaba entrar en su psique - ¡NO HAGAS ESO! - grito repentinamente iracundo alzando sus brazos hacía ti intentando cogerte...

De repente el asqueroso ser salto sobre mí. Parece que le incomode que intente entrar en su mente... lo importante es que es capaz de percibirlo, lo cuál significa que mis poderes psíquicos no me serviran del todo contra él. Los esquive rápidamente, aunque por poco no lo logro.
Habla, o volvere a intentarlo hasta que te dobleges ante mí.
No era normal tanta soberbia en mí, pero algo me impedñia ceder. Me hervía la sangre por el calor del combate...

Te dedico una mirada de odio profundo y visceral después de que evitaras que te agarrara - [B]¡NOS VEREMOS DE NUEVO HERR DORIAN! ¡Y NO SERA BONITO! [/B]- y sin mas se desvaneció aún más rápido que cuando apareció, pero algo se acercó veloz pero tarde, una bola de fuego pequeña y compacta se estrelló contra el suelo justo donde desapareció el ser

Ufff... menos mal que no fui con él. Pensaba mientras me acercaba a ver el lugar donde impacto la bola de fuego a ver si el repugnante ser había dejado algo de sí. Mientras tanto agudicé mis oidos para buscar el origen de esa bola de fuego, dispuesto a correr si fuera necesario.

No hizo mucha falta que afinaras tu oído, pues una tormenta de hojas marrones típicas del otoño aparecieron en miles para luego desaparecer dejando a una bella mujer de cabellos rojizos vestida de verde claro... tenía cuernos de ciervo y te miraba mordiéndose el labio y algo enrojecida - gabriel... - dijo con dulce voz acercándose tímidamente - estas en peligro, tienes que irte de aquí - no se atrevía a mirarte fijamente, por ello lanzaba fugaces miradas

Si algo puedo saber con certeza de mis anteriores vidas es que eran personas de grandes apetitos...
Me quede observando a la bella mujer que acababa de hacer aparición, la cual parecía ponerse mas nerviosa a cada segundo. Acabo pareciendo una eternidad y sin mediar palabra alcé mi mano, le toque el hombro e intente establecer contacto mental. No pude... no había ninguna barrera, simplemente fui incapaz. Aún así no me fiaba de esta persona, bien el anterior ser había dicho cosas parecidas; la unica diferencia era su belleza exterior.
¿Cómo sabes mi nombre?
Para ese momento caí en que resultaba algo ridiculo con la mano alzada, pero ya era tarde.

Nunca hemos hablado... soy del clan de druidas que realizo el traspaso del alma - dijo aquello y se quedó callada esperando la reacción...

Esa afirmación cayó como un balde de agua fría sobre mi. No pude evitar sentirme iracundo por el trato que me dispensaron en aquellas mazmorras de piedra azulada.
Lo preguntare una vez sola. Ya estoy cansado de sorpresas por hoy ¿Qué quieres de mi?

Salvarte... te hicimos mal en apariencia... pero en realidad te ayudamos mas de lo que te crees - dijo completamente avergonzada y dando un paso hacía detrás

No intentes embaucarme. Solo quereis volver a estudiarme... - le hable con tono severo e incluso con rencor - pero ya he aprendido a utilizar mi "don", ya no estaré a vuestra merced tan fácilmente - la mire sopesando todo lo ocurrido y parecía inspirar cierta confianza -Aún así te haré caso y seguiré. En marcha. - acepte algo reticente y caminé hacia ella, esperando que de el siguiente paso.
Vuestros conocimientos me serán muy útiles...

No, te lo juro... La primera vez te estudiamos y experimentamos contigo para poder extirparte lo que te dominaba en tu anterior cuerpo - miró a un lado y a otro y se pego a ti - cierra los ojos - y una vez los cerraste escuchaste el murmullo de los árboles siendo mecidos por el viento, un segundo después - ya esta, puedes abrirlos -

Ahora ya no estabais en las calles de Santiago sino en un bosque profundo y denso donde la luz de la luna no era capaz de entrar

Un bosque... me dolía la cabeza. Solo quería dormir. Sentía esa sensación extraña en las piernas que tienes cuando cada segundo de pie es una tortura en contra de tu voluntad y solo quieres acostarte y dejarte llevar.
Aún a riesgo de que tampoco me contestes ahora... ¿dónde estamos?
Ya estaba ahí mi fiel amigo, la necesidad de dominar friamente cada momento, cada acción.

En el bosque que te vio nacer - siguió caminando esquivando los árboles con facilidad y naturalidad, parecía un animal salvaje, no dejaba huellas ni hacía ruido, salvo para tu afinado oído.

Al rato llegasteis a un grupo de árboles que estaban muy juntos. Puso las manos sobre la corteza de uno de ellos y un destello rojo brillante inundo el árbol; al segundo y con un sonido a "viejo" los árboles se abrieron dejando abierta una entrada a un pasillo que seguía recto por el interior del bosque. Se giró y te miró esperando a que la siguieras

Sin mediar palabra, y consciente de que ya era demasiado tarde para alzar alguna queja me dispuse a seguir a la misteriosa "mujer" por el pasillo de árboles que según pense, llevarían ahí como guardianes inamovibles del mundo desde su mismisima creación.
La curiosidad agijoneaba mis ser. Dejando de lado toda burla y cinismo, di el primer paso hacia delante... cuando me quice dar cuenta, ya estaba a su lado...
¿Cómo te llamas?

Antes de que entraras se puso delante de ti y sacó un colgante de un bolsillo trasero - toma, colocatelo te protegerá y te dará paso en estas tierras - tenia un fino cordel de cuero con un emblema metálico muy elaborado

Luego miro al suelo avergonzada y dio unos pasos hacía atrás - Haniyya - y se giró siguiendo el sendero

No muerdo bella dama -Dije ya con algo de sorna para romper el hielo y la tensión del ambiente que casi podía palparse; e intentando dirigirle una mirada seductora, que mas pareció la mirada vidriosa de un perro esperando un hueso.

Este emblema me resulta familiar -Pensaba mientras me ataba al cuello el colgante, y lo acariciaba con afecto, como mi mas antigua posesión de valor. En mi corta vida, sentía cierta debilidad por la belleza artística. Y sin duda, esta era intachable.
¿Cómo me habeis encontrado?

Por el demonio que te perseguía, el rastro que dejó es muy característico - siguió caminando en silencio hasta llegar a un claro iluminado por un montón de esferas verdosas, un ambiente muy tenue y embriagador. Había un pequeño grupo de druidas en torno a un circulo de piedra tallado con simbolos de todo tipo que a ti te dicen mas bien poco.

Cuando llegáis al circulo, en el centro ahí un extraño ser que jamás habías visto, un ser con una larga cornamenta, piernas de cabra y con uno tono verdoso de piel. Se levanto al verte y se acercó a ti

Se acercó mirándote fijamente a tus ojos, era una mirada como triste pero cargada de sabiduría y vejez - Soy Foirtchern, señor de este clan - movió las orejas arriba y abajo - ¿Sabes por que estas aquí? - preguntó sin rodeos, parecía tener prisa.

Vuestra amable mensajera poco ha informadome señor... Foirtchern. -Dije con un tono de exajerada dificultad finjida a la hora de pronunciar su nombre. Era un personaje gracioso a la par que imprimía sobriedad a todo lo que le rodeaba- Quizá necesiteis un sujeto de pruebas para vuestra "obra", recuerdo los últimos desafortunados clavados sobre una pira... -Algún día... algún día lograre estarme callado y acatar con un simple gesto de cabeza...- ¿Me equivoco?