Partida Rol por web

High School DxD: Armageddon [+18]

ボリューム .1: La invitación

Cargando editor
26/10/2018, 06:33
Director

Lunes, primero de abril.

El clima de Tokio los últimos días había sido bastante agradable, podía disfrutarse de la suave brisa de otoño y ver los árboles de sakura adornar una ciudad gris, prestándole algo de su color para que se vistiese. Los ajetreados ejecutivos caminaban de aquí para allá por los pasos de cebras, camuflados entre estudiantes, madres, niños… y seres sobrenaturales. Todo el mundo coexistía pacíficamente el uno con el otro, probablemente se debiese al hecho de que los humanos desconocían por completo la existencia de estos otros seres.

Balance.

Ese era el hilo que hacía que el mundo no se fuese por un despeñadero. El statu quo, el equilibrio; la incredulidad y la inocencia. Lo anterior mencionado hacía que la sociedad funcionase de forma eficiente y sin alarmismo; los mitos eran solo eso… mitos. Las mitologías y los Dioses no pasaban de ser algo intangible para algunos y inexistentes para otros. Eso es algo normal para un humano común y corriente, pero de seguro no pensarían lo mismo si supiesen que una sirena caminaba entre ellos.

Muchas cosas se decían de Sayaka Umimori en Byoko-sho. No eras excesivamente popular dentro de la academia, pero muchos sabían de ti. Te conocían como una chica hermosa y misteriosa. Llevabas apenas un par de meses de que habías comenzado en la academia, pero tu belleza y actitud tan recelosa, a más de uno se le antojaba curiosa y encantadora. ¿Y qué decir de los amigos que tenías…?

Ninguno.

Más era por prevenir que por otra cosa, ¿verdad? Evitar problemas innecesarios era prioridad, y no confiar demasiado en alguien era la primera forma de prevenir.

Por esa y una razón más importante aún, tú no vivías en la academia como la mayoría de otros estudiantes. Tu padre y tú vivían en un cómodo departamento a quince minutos de la escuela. ¿Por qué quedarte a vivir en la academia cuando podías estar con tu padre, la única persona que te quedaba y en la que sí podías confiar?

—Oye, Umimori.

No estabas matriculada en Byoko-sho como una estudiante normal, habías sido becada. Después del destierro de tu madre, un joven se contactó con tu padre. Su nombre era Val Belphegor, un demonio de clase alta.

Antes de que pasara lo del destierro de tu madre, tus padres y tú vivían de forma cómoda, pero humilde; como cualquier familia de clase media en un Japón convencional. ¿Qué significaba todo eso? Simple, la educación privada era bastante difícil de costearse. No obstante, acá fue donde Val entró en escena; después de que tu madre fue desterrada, movió algunos hilos y te consiguió una beca en la academia más reconocida de Tokio, así como un cómodo departamento para ti y para tu padre junto a un buen empleo que les dejaba margen para permitirse uno que otro lujo. Val nunca explicó la razón del por qué los ayudó, pero, como caído del cielo (cosa irónica, porque es un demonio), también dijo que averiguaría sobre el caso de tu madre.

—Soy pequeña, pero no invisible.

Estudiabas en la clase “1-E”. Por lo que te había explicado Val el primer día de clases, en Byoko-sho estudiaban una gran cantidad de seres sobrenaturales.  Tú misma lo habías podido percibir desde que llegaste; al menos un cuarto de toda la academia estaba llena de: demonios, vampiros, hombres lobo, youkais y otros seres de otras tantas mitologías más.

—Lo que estás haciendo es poco cortés.

La jornada del día de esta mañana había sido bastante dura… y pesada. No había pasado nada interesante, y los profesores no hacían más que dar sus aburridas clases. Hasta hace nada la campana de la escuela anunciaba la hora de almuerzo y, por si te lo preguntas, la voz que habías estado escuchando hace rato (y ignorando mientras estabas sumergida en tus pensamientos), pertenecía a una de tus compañeras; se llama Kobayashi Mei. Es una chica de pequeña estatura y cabello castaño, rostro inexpresivo en todo momento y falta de emoción en su voz. Ella es una youkai como tú; a pesar de que nunca te lo hubiese dicho tú pudiste percibirlo desde el primer día.

—Esto ya no es gracioso.

La primera semana de clases muchos trataron de entablar amistad contigo, pero debido a tu falta de interés en ello muy pronto dejaron de molestarte. No obstante, esta chica, Kobayashi, desde ese día no ha dejado de intentarlo. No era algo constante, pero un par de veces por semana te invitaba a almorzar. Al parecer no tenía ningún sentimiento oscuro para contigo (de hecho era algo difícil leer algún sentimiento en la chica), simplemente te invitaba… porque podía y quería; por simple amabilidad, quizá.

—Umimori —Kobayashi, cansada de que no le prestases atención, se te puso a un lado y te haló de la manga de tu blusa; era tan pequeña que tuvo que ponerse de puntillas para poder hacerlo—. Hoy venderán el ramen especial de cerdo —dijo, sin ninguna expresión en su rostro, como de costumbre—. ¿Quieres ir a almorzar?

Ahí iba de nuevo la invitación de esta semana. Sin duda Kobayashi era una joven que causaba curiosidad. En lo que iban de semanas pudiste notar que nadie se relacionaba con ella, esto era debido a su inusual inexpresividad y respuestas secas que solía dar a sus compañeros. Eventualmente, simplemente dejaron de tratar demasiado con ella, haciéndola a un lado. Tú eras la única persona de la clase a quien dirigía más de una oración.

Yo invito.

Mientras aún preparabas tus cosas para salir del aula, la chica siguió insistiendo. Si le dabas una respuesta negativa dejaría de insistir, al menos por un par de días. Aunque los ojos de pez muerto de Kobayashi en el fondo (muy en el fondo) mostraban una tenue determinación que indicaba que ese día no sería tan fácil escapar de ella.

Notas de juego

Ahora sí, oficialmente comenzamos! :3

Cargando editor
05/11/2018, 06:06
Sayaka Umimori
La vida no era fácil para Sayaka, ya que mantenerse alejada de problemas se le dificultaba, y más por su condición de youkai. La atracción antinatural que su mitad sirena causaba era problemática, así que nunca faltaban los insultos o los malentendidos, pero ya la chica se había acostumbrado y lograba ignorarlos.
 
Pensar en cómo su vida había cambiado tan drásticamente: primero lo de su madre, luego la nueva escuela, el nuevo departamento y el nuevo trabajo de su padre... Todo había pasado tan rápido que no había tenido tiempo de hacerse a la idea. Esto sumado a la escuela donde había ingresado y a su benefactor: un demonio. Debía ser un demonio de clase alta para haber costeado todo eso y bueno, le estaba muy agradecida aunque no le conociera, más por su padre que por ella misma. Él había sufrido mucho con el destierro de su madre y no había vuelto a ser el mismo. Sin embargo, seguía siendo un gran padre para ella y Sayaka creía que él se lo merecía todo.
 
El saludo de la chica youkai la tomó por sorpresa y Sayaka se sobresaltó al sentir cómo halaba su manga. Se giró y la miró primero asustada, pero luego relajada.
 
- Kobayashi. Lo lamento, estaba distraída - la verdad no se sentía muy entusiasmada por la idea, pero sabía que si no aceptaba, se le vendría una oleada de insistencia. La chica podía ser muy testaruda si se lo proponía, aunque la mitad sirena no se sentía muy entusiasmada por decir que sí.
 
- De acuerdo, vamos. El ramen de cerdo es mi favorito - no realmente, pero prefería ser cortés. Siguió a la youkai a donde la quisiera guiar.
Cargando editor
08/11/2018, 22:10
Kobayashi Mei

La chica no reaccionó de ninguna forma al ver que por fin habías aceptado su invitación. Simplemente asintió y se acomodó la correa de la mochila en el hombro, para empezar a caminar hacia la salida del salón.

No fue raro que recibieran unas cuantas miradas curiosas de sus compañeros que aún estaban en el aula, ver a las dos personas más raras y asociales de su salón congeniando era algo bastante sorprendente. A pesar de todo esto, sin embargo, Kobayashi no pareció ponerle ninguna atención a ese detalle.

Luego de que saliesen del salón, caminaste junto a Kobayashi hacia la salida del edificio de clases, para emprender rumbo hacia el de los dormitorios. La tienda de ramen especial de la que hablaba Kobayashi tenía un local ahí y también uno en el distrito comercial, aunque caminar hacia allá tomaría mucho más tiempo.

Así pues empezaron a caminar bajo ese cielo azul lleno de esponjosas nubes que chocaban y creaban distintas formas. Los estudiantes caminaban de aquí para allá, así como profesores y personal de seguridad.

Durante más de la mitad del camino, tu pequeña compañera no formuló ninguna palabra, y al parecer no era por incomodidad o cualquier otra cosa, era simplemente porque no quería y se sentía cómoda con aquél silencio. No obstante, un par de minutos antes de llegar al edificio de los dormitorios, habló.

Nuestros compañeros son unos idiotas—dijo, de repente, sin quitar la mirada al frente—. Yo también —se encogió de hombros—. Perdona por molestarte tanto todos los días —se disculpó, aunque con ese tono de voz tan neutro que hacía dudar si en verdad podría expresar sentimientos alguna vez—, pero siempre te ves distraída y nunca sonríes. Pensé que el ramen de cerdo podría hacer que estuvieses feliz.

¿Qué clase de lógica era esa?

Cargando editor
17/12/2018, 04:20
Sayaka Umimori

Caminó junto a la chica sin decir mucho. Al fin y al cabo, no podía encontrar algo que realmente la llevara a pensar en entablar una conversación con la chica. Era algo extraña, incluso para ser una yokai como ella.

- Te lo agradezco. Es solo que mi padre está pasando por mucho y no puedo evitar preocuparme por él - le dijo con una sonrisa amable.

- Puede que el ramen me anime un poco, es algo que no se sabe. ¿Qué te anima a ti, Kobayashi? -.

Las miradas constantes de sus compañeros hacían que Sayaka se sintiera bastante incómoda, aunque trató de ignorarlas la mayor parte del camino. Ella no se alejaba de las personas porque fueran malas, pero con los problemas que había tenido en el pasado por sus poderes de sirena, no quería que algún chico se viera atraído hacia ella solo por una mirada o una simple sonrisa. No quería problemas, solo terminar sus estudios.

Cargando editor
30/01/2019, 02:51
Kobayashi Mei

Kobayashi asintió con suavidad ante tu explicación de por qué estabas tan preocupada. No pudiste verlo del todo, pero lo que parecía ser una pequeña sonrisa se había dibujado en la cara de Kobayashi, aunque así tan rápido como apareció, desapareció.

Ante tu pregunta, la pequeña pelicastaña alzó su mirada hacia el cielo y se quedó mirándolo fijamente durante unos instantes. Un inmenso panorama azul cubría todo; no había una nube en el cielo que arruinase la vista, casi parecía que el mar estuviese sobre ustedes.

Kobayashi pareció decidirse tajantemente por una respuesta, se volvió hacia ti y con su mano derecha señaló por encima de su cabeza.

El ruido —contestó—, me anima estar en lugares donde no haya mucho ruido. Soy una kitsune; los ruidos fuertes me molestan —bajó la mano de su cabeza y volvió a mirar hacia el frente.

Si eso que decía era cierto, entonces era muy probable que el solo hecho de tener que moverse en ese preciso momento fuese una gran molestia, ya que, por el gran cúmulo de estudiantes, podían escucharse ruidos fuertes y voces provenir de diferentes partes.

También me anima el ramen de cerdo, los onigiris, el pan de melón, los takoyaki, las crepes —nombró una lista larga de alimentos, entre los cuales se sobreponían los platos dulces—... y mandar mensajes de texto, aunque no hablo con nadie en la academia... a parte de ti —terminó de decir, con su tono falto de emoción.

Realmente Kobayashi era una chica muy peculiar.

Notas de juego

Perdón por retrasarme tanto.

¿Cómo vas con lo de la ficha?

Cargando editor
18/02/2019, 04:32
Sayaka Umimori

Sayaka definitivamente no esperaba la respuesta recibida. La verdad era que aquella era una chica bastante extraña, pero era una yokai como ella, así que no podía culparla.

Cuando mencionó en voz alta que era una kitsune, Sayaka no pudo evitar mirar alrededor tratando de cerciorarse que nadie más les habría escuchado. Al parecer no, así que continuó disfrutando de la comida. A pesar de todo, no podía evitar sentirse bastante absorta de sus alrededores.

- Entonces son los dulces y los mensajes de texto. Una combinación interesante, si me lo preguntas - sonrió amablemente.

- Igual yo... Kobayashi, ¿sabes algo de la familia Grigori? -.

Notas de juego

Lo siento, ando muy perdida de Umbría y no he mirado lo de la ficha u.u.

Cargando editor
02/03/2019, 22:54
Kobayashi Mei

La familia Belphegor es un poco reconocida por sus logros en la segunda gran guerra —respondió Kobayashi, con una expresión y tono de voz totalmente neutral, mientras sorbía unos fideos—. Val Belphegor es el último hijo de la casa Belphegor, él estudia en esta academia —Kobayashi tomó el tazón de ramen con sus pequeñas manos y se lo llevó a la boca.

Lo que había dicho Kobayashi, al menos la última parte, ya la conocías. Ciertamente aún quedaban muchas cosas inconclusas sobre aquél chico llamado Val; algún día debías hablar con él a profundidad... sobre las razones de por qué les había ayudado. A no ser que... ¿acaso quería de alguna u otra forma tu sacred gear?

Chiiii... —Kobayashi puso la taza en la mesa, ya vacía. Unas gotitas de caldo caían por una de la comisura de sus labios. La pelicastaña levantó un poco la nariz, como si estuviese olfateando algo y, sin cambiar su expresión neutra, se encogió de brazos. Se volvió a mirarte y preguntó: —¿Por qué quieres saber de ello? ¿Puede que Val-senpai te guste?

... no parecía estar bromeando. Espera, ¿esta chica siquiera podía bromear?

Notas de juego

Lo siento, trataré de ponerme al corriente contigo.

Cargando editor
26/05/2019, 04:46
Sayaka Umimori

Sayaka comió con desgano. Realmente habían sido tiempos difíciles desde que había perdido a su padre y el no saber los motivos de su benefactor la llevaban a sentirse incómoda y con muchas sospechas sobre una posible intención oculta. Esto rondaba su cabeza sin cesar y le hacía estar insegura de su estancia en ese lugar.

Lo que decía la chica no era bueno, pero la mención de situaciones románticas ficticias hizo que las mejillas de Sayaka se enrojecieran.

- ¡No! ¡No es eso! Es solo que... He escuchado mucho hablar de él, pero es sospechoso que no se vea seguido a alguien tan popular... - en ese momento y con su mente ausente fue la mejor excusa que se le ocurrió. Afortunadamente su compañera era algo extraña y puede que crea su excusa.

Cargando editor
28/05/2019, 22:26
Kobayashi Mei

Te sonrojaste, eso es sospechoso —dijo Kobayashi, entrecerrando un poco los ojos, pero sin mostrar alguna otra expresión. Con el dorso de su mano derecha se limpió el caldo que caía por la comisura de su labio, y fue a por el paquete de pan de melón sobre la mesa, para abrirlo—. No deberías ilusionarte, Umimori. Val siempre anda con una belleza Alemana; se dice que son parejas. Ninguna de nosotras tiene oportunidad —una vez abierto el pan, lo tomó con ambas manos y le pegó un pequeño mordisco—. Por cierto, lo había estado tratando de ignorar, pero hay alguien en la otra mesa que nos está mirando mucho; es extraño.

Si volteabas a ver a la dirección que Kobayashi indicaba, detrás de ti, podías ver en aquella mesa a un rubio de ojos rasgados, con toda la pinta de delincuente, mirándolas de tanto en tanto, mientras comía sushi.

Cargando editor
09/06/2019, 21:49
Sayaka Umimori

Sayaka se rió algo nerviosa, pero trató de mantener la calma. Cuando la chica cambió el tema, pudo soltar un suspiro de alivio, aunque su tranquilidad no duraría mucho.

Al parecer había alguien con mucho interés en ellas y temía que fuera por conocer sus naturalezas sobrenaturales. Lo miró de manera fugaz y su aspecto le causaba sospechas.

- ¿Lo conoces? ¿Es un estudiante antiguo de este instituto? - era lo único que le podía preguntar.

Que la miraran de esa manera le hacía sentir nerviosa. No quería que su encanto de yokai le trajera problemas incluso cuando estaba tratando de comenzar una nueva vida.

- Creo que debemos darnos prisa y salir de aquí - Sayaka comió tan rápido como pudo y salió de allí. No quería involucrar a Kobayashi sin necesidad en algún asunto peligroso. Caminó tan rápido como pudo para perderse entre la gente y volver a su salón de clase, pero ya sabía que tendría que tomar una ruta más larga para volver a casa.

Cargando editor
23/06/2019, 18:40
Kobayashi Mei

Lo he visto unas cuantas veces —respondió Kobayashi, más interesada por el pan que tenía entre las manos que por el asunto del que hablaban—. Es Souma-senpai, está en segundo año y es un pervertido. Ya lo han encontrado muchas veces espiando los cuartos en donde las chicas se cambian.

¿Un pervertido, interesada en ustedes? Más que simplemente por tu encanto, aquél sujeto parecía peligroso. Aunque bien no percibías sentimientos oscuros proviniendo de él, había algo más... como un aura que le rodeaba. Claro, no pudiste terminar descifrar qué era, ya que comiste con rapidez y te abocaste a salir por patas con Kobayashi, tratando de que aquél rubio no las siguiese.

Si lo que te preocupa es que nos descubra; descuida, ya lo ha hecho —te dijo Kobayashi, bastante tranquila para decir lo que estaba diciendo, mientras tomaba de su leche de frutas y caminaba rápido junto a ti; sus piernas eran cortas, por su estatura, por lo que daba dos pasos en lo que tu dabas uno; era una escena un poco cómica.

Por su parte, aquél extraño rubio... las seguía a unos cuantos metros de distancia, tropezándose de tanto en tanto con los otros, por la gran afluencia de personas. En verdad parecía estarlas siguiendo, e incluso parecía tener intenciones de alcanzarlas. ¿Qué demonios le sucedía?

Cargando editor
24/06/2019, 06:40
Sayaka Umimori

Sayaka escuchó sorprendida a su compañera por la tranquilidad que esta profesaba ante el hecho que tenían en frente. Es más, le parecía natural. Con eso comprendía que Kobayashi sabía que ella era una yokai también, pero más le preocupaba aquella aura maligna.

El chico parecía querer seguirlas y no se rendía, lo cual ponía a Sayaka aún más nerviosa. Podía saber que era yokai, pero su amiga desconocía su poder.

- Que sea un lugar abierto - se dirigió a las canchas polideportivas. Ya allí, enfrentaría al chico.

- Kobayashi, por favor ve y pide ayuda al director, algún profesor, alguien que nos ayude a quitárnoslo de encima. Separémonos - la empujó y siguió su camino a un lugar abierto. De esa manera sabría si era por ella.

Cargando editor
24/06/2019, 15:49
Director

Kobayashi por primera vez dejó escapar un deje de desconcierto frente a ti; cuando la empujaste abrió un poco los ojos, y antes de que siquiera pudiese contestarte, su pequeña figura que sostenía una leche de frutas, se perdió rápidamente de tu foco en tu afán de ir hacia las canchas.

Mientras pasabas entre la gente podías notar sus miradas de admiración; algunos cuantos sacaban de forma poco disimulada sus teléfonos, probablemente para sacarte fotos. Otros tantos (entre chicos y chicas), se preguntaban entre susurros si eras alguna modelo famosa. El caso era que por donde pasabas causabas revuelo y, a pesar de la gran cantidad de gente que te encontrabas y dejabas atrás, a unos diez metros podías ver aún los rubios mechones del delincuente, que con evidente mala hostia te seguía, sin ahora siquiera disimularlo.

Te tomaron unos minutos y unas cuantas fotos llegar al espacio abierto que buscabas.

Para tu fortuna, o desconsuelo, la cancha se hallaba completamente sola. El timbre había sonado algunos momentos antes y te habías topado con todo el equipo de Baloncesto y Futsal dirigiéndose hacia los vestidores. Eras tú, contra aquél delincuente, y debías pensar cómo arreglártelas. Los segundos pasaban, y podías sentir cómo en cualquier momento aquél rubio podía entr-...

Oye, oye —una voz ligeramente grave, con un tono algo hastiado, resonó en la cancha al mismo tiempo que alguien ponía una mano en el marco de la puerta, y se detenía justo en medio de esta. Una vez tus ojos se ajustaron al contraste de claridad, pudiste ver claramente a aquella figura sobre la puerta que se encontraba a contra luz. Llevaba el uniforme de los chicos, con la camisa por fuera, y sin la corbata. Sus ojos rasgados y sus cejas finas solo resaltaban sus rasgos de delincuente. Pero, a pesar de ello..., era guapo.

 

Dio un par de pasos hacia adelante, quedando bastante lejos de ti aún, y se detuvo, metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón. Dejó escapar un gran suspiro y te miró, con una ceja ligeramente enarcada.

¿Por qué demonios corres?—preguntó, y no de una forma precisamente amable.

Cargando editor
24/06/2019, 17:09
Sayaka Umimori

Finalmente había llegado a la cancha, pero sus esperanzas murieron al ver el lugar desierto. Sabía que eso significaría problemas para ella por su poder y por las claras malas intenciones del chico.

Creía que podrían dejarla en paz y mientras corría, notó cómo le tomaban fotos. Trataba de cubrir su rostro para que no pudieran tomar una buena foto, pero no sabía si lo había logrado. Sayaka siguió huyendo tan rápido como pudo, pero sentía una fuerte presión en su pecho. No estaba a salvo siquiera allí, seguía pasando lo mismo. ¿Por qué sus padres le habían causado semejante mal?

Se giró hacia el chico en posición de defensa. Agradecía las lecciones de defensa personal que su padre le había pagado y se giro empuñando sus manos.

- Puedo devolverte la pregunta. ¿Por qué demonios me persigues? ¿Quién eres? - trató de analizar con más calma a su nuevo acosador. Ese aura maligna debía tener un origen sobrenatural porque ningún humano normal tendría la capacidad de detectar la naturaleza de yokai de las dos chicas.

- ¿Qué es lo que quieres? - vigiló los pasos del chico para que no fuera a acercarse demasiado.

Cargando editor
24/06/2019, 17:28
Souma

El chico abrió ligeramente sus rasgados ojos (era poco, pero probablemente era lo que más podía abrirlos), mientras ahora enarcaba las dos cejas. Se llevó una mano tras la cabeza y se la rascó, desordenando un poco su cabello.

Está bien, un momento —te dijo, tratando de suavizar su hostil tono (aunque no lo consiguió demasiado). Extendió su mano libre hacia ti, abriéndola—. No tengo intenciones de pelear con una mujer. Yo —y se llevó la mano que tenía extendida hacia el pecho, apuntándose con el pulgar— soy Souma; puede que hayas escuchado rumores sobre mí, pero todos son exageraciones. Val me pidió el favor de darte un mensaje, pero claro, correr era lo mejor que podías hacer, ¿no? En lugar de detenerte a preguntarme, como una persona normal haría; "Hola, apuesto senpai. ¿Qué se te ofrece?", después de sonrojarte. Pero claro, es mejor ser una maleducada por completo —¿por qué te estaba sermoneando ahora, con toda la pinta de delincuente que llevaba?—. ¿Los kouhai de ahora ya no muestran respeto a sus superiores?

Cargando editor
24/06/2019, 19:02
Sayaka Umimori

Sayaka desempuñó sus manos al escuchar el sermón del sospechoso chico para cruzar sus brazos y alzar una ceja en un gesto de clara molestia.

- ¿Te refieres a esto? - se mantuvo a una distancia considerable del chico e hizo un exagerado gesto para imitar lo que él chico tenía en mente.

- Perdona, Souma-senpai. ¿Me necesitas? Yo... Soy nueva y conozco pocas personas aquí - se acercó un poco más y usó su belleza de sirena para molestar al chico.

- Estoy asustada, Souma-senpai. ¿Me harás daño? - le miró directamente a los ojos abusando un poco de su encanto de sirena. Cuando justo lo vería algo cómodo, recuperaría su semblante serio y adulto.

- Seres con un aura como la tuya me han hecho mucho daño. Y una persona normal se habría acercado a nuestra mesa, no nos hubiera acosado. Ero-senpai - retiró la mirada y se volvió a girar.

- ¿Cuál es el mensaje de Val? —.

Notas de juego

Como estoy desde el móvil, dejo el gif por aquí XDDD.

http://lh5.ggpht.com/_jm3lZpaafaA/S4FJPnAlHYI/AAAA...

Cargando editor
24/06/2019, 20:47
Souma

Souma tragó saliva; fue entonces que notaste que sus mejillas habían empezado a tomar un leve rubor. 

Cuando te acercaste un poco hacia él dio un paso hacia atrás, retrayendo su cuerpo un poco. ¡Estaba bastante tenso! Lo suficiente como para que sus dedos pareciesen oxidados mecanismos. Estaba claro que el chico ya no aguantaba más; estaba tratando con todas sus fuerzas no caer en tus encantos... cosa que era especialmente difícil. Cuando te giraste por fin, Souma dejó escapar un suspiro de alivio y dejó caer sus hombros. Su cara aún estaba toda sonrojada y tensa. Tosió un poco sobre una de sus manos vuelta un puño, y volvió a meter ambas manos en sus bolsillos, como si nada hubiese pasado.

Que nece-... —aclaró su garganta en medio de la frase; había quedado bastante cautivado por ti, pero se esforzaba en no demostrarlo— Necesita verte, tiene noticias... importantes —su tono también se había suavizado bastante; si bien seguía sonando como un delincuente, al menos ya no sonaba amenazante—. Por cierto, yo... Bueno —apartó la vista hacia un lado, y se rascó la cabeza—, no te haré daño. Nunca le haría daño a una chica. Es cierto que soy un demonio, pero la mayoría de demonios no somos como nos describen. Además, tú eres una Kouhai. M-mi deber como Senpai es proteger a mis Kouhais, sí.

Bueno, después de todo no parecía un mal chico.

Notas de juego

¡Sayaka definitivamente es una hermosura muy peligrosa! xDD

Cargando editor
24/06/2019, 23:00
Sayaka Umimori

Sayaka rió al ver la reacción de Souma y cómo su altivez había desaparecido casi por completo. Se fue acercando al joven con paso calmo mientras él hablaba y le dijo - Gracias, senpai - solo sonrió amablemente e hizo una reverencia.

- ¿Vendrás conmigo? Si no, dime dónde puedo encontrarlo, por favor -.

Ante las últimas palabras, Sayaka miró con un sonrisa de medio lado a Souma por su nueva actitud hacia ella.

- Cuento contigo para ello, Souma-senpai. ¿Nos vamos? - hizo una reverencia una vez más y espero a que el chico guiara el camino.

Notas de juego

Él se lo buscó XDDD. Pero Sayaka es amable por naturaleza XDDDD.

Cargando editor
27/06/2019, 01:17
Souma

En la cara del rubio, por detrás de su irónica sonrisa, y de sus ojos ligeramente entrecerrados, saltaba a la vista una oración que decía algo como:

"Oh, mierda. He sido atrapado. No puedo dejar que note que me tiene controlado. Debo ser fuerte";

O algo así, probablemente. ¿Quién lo sabe? Tú no, por supuesto, ya que no podías leer mentes. Lo que estaba pensando Souma en ese preciso momento nunca lo sabremos, pero al menos especular podemos.

Por supuesto que te llevaré —contestó el Rubio, engrandecido al escucharse ser llamado "Souma-senpai". Claramente complacido, y ahora mucho más relajado, volvió a meter ambas manos en sus bolsillos—. Eres nueva, probablemente no conozcas bien la academia; ¿o me equivoco? Sería una descortesía dejarte sola. Podrías toparte con un imbécil que quiera acosarte, no puedo permitir eso —aunque no él era nadie para decir algo sobre ello.

―○●○―

Recorriste gran parte de la academia en la compañía de aquél peculiar personaje conocido como Souma. Los estudiantes que vagaban por la academia se sorprendían, en su gran mayoría, al ver a Souma contigo. El chico tenía toda la pinta de ser un delincuente, pero te habías dado cuenta de que para nada lo era. Su forma de comportarse, y su lenguaje soez, daban la impresión de que era un tipo bastante malo, pero esto no era más que una fachada. Al hablar un poco con él te diste cuenta que era un tonto, pero un buen tonto. Gran parte del tiempo se la pasó hablando sobre un manga ecchi llamado: "Shoko-chan"; hablaba de él como si fuese su biblia. Eso quizá te daba un indicio de que los rumores que corrían sobre él como un pervertido eran ciertos, aunque al menos Souma no se mostró grosero contigo, y tampoco sugirió algo subido de tono. ¿Serían entonces los rumores ciertos o no? En ese momento no lo sabías, pero más tarde lo descubrirías.

Luego de caminar y caminar, por sabe Dios cuantos minutos, la afluencia de personas se fue reduciendo, hasta que prácticamente fue nula. Bastaron unos cuantos minutos más para que vieses erguirse de forma imponente una vieja construcción. Habías escuchado de ello anteriormente: era la vieja escuela. 

A pesar de lo vieja de la construcción, se conservaba muy bien. Los portones no estaban oxidados, las flores en los jardines se mostraban radiantes, y el lugar que encerraba al edificio irradiaba un ambiente casi místico. Seguiste a Souma hasta el interior del edificio. Por dentro no estaba menos cuidado que por fuera; era una escuela en toda forma, pero totalmente desolada. A pesar de ello, el vacío del lugar no era frío; era cálido.

Anduviste tras Souma hasta el tercer piso. Caminaste por los pequeños pasillos y, por fin, te detuviste junto a él frente al marco de una puerta abierta. Y a través de ello, pudiste ver lo que antes parecía ser un salón de clases. Tras la sugerencia de Souma, entraste junto a él.

La sala parecía ser amplia, podrías incluso decir que se parece a la sala de reuniones del consejo estudiantil, en cuanto a tamaño. Los decorados de la sala parecen ser de la época victoriana. Muchas cosas lujosas y extremadamente caras parecen estar a tu vista; jarrones, cuadros... ¿un piano? Muebles, mesas de la más fina madera, butacas finas aterciopeladas... pero un ambiente tenue. La sala no tiene demasiada iluminación, además de unas pequeñas velas en candelabros colgadas en las paredes brindando su débil luz, pero suficiente para poder ver todo con claridad. 

En una de las butacas se hallaba sentada una belleza extranjera de cabello castaño. Su uniforme y porte era impecable. Su espalda, perfectamente erguida, y sus manos, meticulosamente puestas sobre sus piernas, le daban un aire de ojou-sama. Sus grandes ojos color café combinaban a la perfección con su cabello, y resplandecían arriba de una fina y perfilada nariz. Al sentir su presencia, aquella chica se volvió hacia ti y a Souma, sonriendo de forma afable, y haciendo un ademán elegante con su mano, señaló hacia el frente. Cuando dirigiste tu vista hacia esa dirección te topaste a un extranjero de blancos cabellos, sentado tras un escritorio en una gran butaca roja, con sus codos apoyados en el escritorio, y sus manos, entrelazadas, sosteniendo su mentón. Al verte te sonrió, y te saludó con una mano. Ya sabías quien era, lo habías visto antes: era Val.

Siento haber interrumpido tu rutina, Umimori-san. Te he llamado porque tengo información reciente sobre tu madre.

 

 

 

Las cosas parecía y se iban a poner interesantes a continuación.

Cargando editor
27/06/2019, 08:24
Sayaka Umimori

Souma parecía alguien completamente diferente al chico que estuvo acosándolas durante el almuerzo, lo cual era bueno. Habría sido muy molesto que fuera un verdadero acosador, pero parecía solo un chico un tanto extraño.

- Te lo agradezco - le sonrió y le hizo una reverencia más ante el ofrecimiento de acompañarla. Al no conocer la escuela, temía que pudiera perderse con facilidad, al ser un lugar tan grande.

- Mi héroe. ¿Me protegerás de quien me moleste, Souma-senpai - solo quería divertirse un poco más. Su tono fue juguetón y le dijo esto mirándolo a los ojos, para luego desviar la mirada y continuar como si fuera algo de total normalidad.

Al llegar, pudo reconocer aquello que había escuchado sobre el viejo edificio y se maravilló ante su buen estado. Cuando le hablaron de él, pensó en un lugar viejo, solo y abandonado, así que ver aquello era una notable mejoría. Trató de no romper nada porque sabía que ni ella ni su padre tendrían cómo reponer algo en caso de quebrarse. Todo parecía tan antiguo que debía ser realmente costoso. Sayaka miró a la hermosa extranjera y le sonrió igualmente, siguió su mano y dio con él, el causante de todo esto y de su estancia en este instituto.

Diferente al gesto que le mostraba a Souma, la chica se mostró más seria e hizo una reverencia al joven.

- No había tenido oportunidad de agradecerte. Gracias Val-senpai - y se irguió para escucharlo. El mundo pareció detenerse, sus ojos se abrieron de par en par mientras su cerebro procesaba aquello que había escuchado, pero una parte de sí se sentía incapaz de creerlo.

- Mi... madre... ¿Sabe algo de mi madre? - llevó su mano al lugar donde se encontraba su collar, pensando en su madre y en lo que eso representaba. ¿Sería capaz de encontrarla? Ha añorado eso desde el momento de su exilio.

- Por... Por favor... Dígame de qué se trata. ¿Sabe mi padre de esto? -.