Partida Rol por web

Salto por encima de la cama y le golpeo en la sien a uno de los dos...lo que sean que siguen en pie. Como si tuviera una lanza, para atravesarle el cráneo.

No es lo que había pensado hacer a estas horas...pero era mejor que perder la cara como el novio de la enfermera maciza.

Hago una inclinación de cabeza rápida hacía Ariadne, sin perder de vista a los otros dos “ellos” al lado de la puerta. – Me alegro de volverte a ver pensaba que nunca se abriría la puerta. Pero ahora detrás de mí vienen decenas por los dos pasillos.

Yo también saludo a Hiraku, y le sonrío feliz al verlo sano y salvo.

-Gracias por avisarnos de los que había, pero ahora...o nos marchamos corriendo, o nos quedamos aquí y..¿salimos por las ventanas?

Al ver como la puerta se iba al suelo por esos seres y verlos entrar, mi cuerpo no respondía. Mis ojos estaban desorbitados, mi boca abierta con una mano cubriendola.

Me sobresalto al tiempo que Hiruma golpeaba a uno de éstos en el cráneo, había sido un buen movimiento. Miro alrededor en busca de algo que pudiera protegerme, pero en éste lugar, en la enfermería pocas cosas podían ayudarnos.

-¡Salgamos de aquí cuanto antes o moriremos, creo que la ventana es la mejor opción! - al fin logré hablar, aunque tenía la garganta seca por el miedo que sentía -llegaran más de esos seres y seremos su cena...- fijo la mirada en una se esas criaturas y siento como mi cuerpo se estremece.

El golpe de Hiruma rompe el craneo de un segundo monstruo, mienras que Saeko acaba con el ultimo. Ahora la puerta esta despejada, pero los otros de los pasillos comienzan a acercarse, atraidos por el ruido.

Me asomo un segundo y veo que los pasillos no son una opción plausible, así que retrocedo a toda prisa sin soltar la vara y abro una ventana, mirando el panorama antes de saltar fuera.

Os ayudare desde abajo. Eso esta lleno de...ellos.

Afuera hay bastantes de ellos, pero lo suficientemente alejados y dispersos como para poder ser esquivados con facilidad. Sin embargo, la altura de la enfermeria podria ser un problema al saltar. De realizar mal el salto, alguno podria romperse una pierna.

Sigo en un lado de la puerta vigilando a los que se acercan con el extintor apoyado en el suelo. El salto podría ser peligroso. – Enfermera Shizuka, Ariadne atar tres mantas de la enfermería. Una de ellas al soporte mas seguro o mueble mas pesado al lado de la ventana y la otra como si fuera un cabestrillo para descolgar a las mas pequeñas. Así será algo mas fácil el bajar.

Una vez lo he dicho miro a la taii Saeko haciéndole una profunda reverencia. – Desde que me apunte a practicar kendo, en homenaje a mi bisabuelo, confiaba en poder luchar a su lado en las competiciones. Aunque el paso del tiempo me demostró que era evidente que mi nivel era muy inferior. Es un honor. – señalando mi “arma” y que aparentemente la única que tiene es ella. – Podríamos intentar conseguir algunas de la sala de entrenamiento de kendo para aumentar nuestras opciones de sobrevivir, siempre que usted lo considere viable.

-Claro, buena idea.

Empiezo a recoger las mantas mientras espero a que Shizuka.sensei venga a ayudarme. Intento no hacer demasiado caso a que una esté llena de la sangre del chico que habían traido que se murió. Aunque lo que me da cierta cosa no es la sangre, si no lo que ha hecho cuando ha vuelto a moverse.

-Bien, Shizuka-sensei. ¿Crees que deberíamos hacer nudos para sujetar bien, o nos fijamos más en la resistencia de las sábanas?

Mientras los demás hablan y viendo que la altura es excesiva para saltar seguro, quito las prendas de la camilla y arrojo el colchón de esta por la ventana, justo debajo para amortiguar posibles descuidos.

No es gran cosa, pero menos da una piedra.

Luego me giro para ver si puedo ayudar al resto.

Maldita sea...

Me levanto del piso aun aturdido por todo lo que acababa de ocurrir...