Partida Rol por web

-Jamás había recibido semejante ofensa, bastardos........ van a morir, nadie ataca a Héctor y vive para contarlo. -Sus ojos estaban inyectados en sangre mientras intentaba safarse de la red, desenfunda su espada y aún enredado lanza un salto para quedar encima de la barra, preparado para atacar con su espada al sujeto extraño que había lanzado una red sobre él.

Por otro lado, la gente intentaba huir, pero Alrik se interponía en su camino, ninguno se atrevió a desafiarlo y simplemente esperaron a que la mole se retirara de la única salida.

- Herir... no... solo nos va a contestar lo que le preguntamos - comentó el Chaman a su compañero que cubría la puerta antes de dar un paso atrás y, aferrando la cuerda de la red tirar de la misma con violencia para intentar derribar al tabernero de su nueva posición

Sin embargo, incómodo por las mesas y sillas del salón no se afirmó tan solidamente como hubiera querido y su tirón no resultó efectivo

-Primero probarás mi acero malnacido!! -gritaba con cólera, la misma cólera que impide que pierda el equilibrio, con un agil movimiento, agarra la red e intenta hacer lo mismo contra Ozymandias.

El extraño humano con la armadura de dragón simplemente soltó la red y se llevó las manos a la espalda para desenfundar un enorme martillo de guerra que blandió con soltura - Sería una pena usar el kukri... y despues tener que arreglar la red - comentó como al pasar

- ¡Ya está bien! -gritó Alrik haciendo temblar las paredes con aquella voz que parecía de ultratumba. 

El enorme humano dio dos largas zancadas al tiempo que sacaba su mangual pesado. Y realmente era un arma enorme, el tipo de arma que sólo podría manejar un gigante: la bola posterior era mayor que la cabeza del tabernero y cuando la lanzó hacia él parecía que los días del hostelero se acababan allí, sin embargo lo que hizo el enorme humano fue lanzar su arma con gran habilidad contra la espada de Héctor (que salía por entre los eslabones de la red) y sacársela de la mano con la misma facilidad que se la sacaría a un niño.

- Y ahora -añadió más calmado- vas a escuchar la propuesta que te acabo de hacer. Me dirás sobre qué tienes información y sobre qué no la tienes. Y en función de lo que sepas decidiremos si pagamos el precio marcado o no. Y te recomiendo que no enfades más a mi compañero, es pariente de dragones, y tiene más genio que uno de ellos. ¿Quieres contestar ahora esas preguntas?

El grito de montaña calaba los huesos de todos los presentes, por un instánte la taberna entera se puso en silencio como una cripta del cementerios de la ciudad, cuando Alrik se quita de la puerta la gente empieza a salir a raudales, los matones siguen a la multitud con sus dagas enfundadas y en menos de lo que grazna una cocatriz, solo se encontraban 7 personas y un can en el cubo oxidado, la camarera asustada se escondía detrás de una mesa, pero se abstenía a salir de la taberna, quizá por amor a ese hombre, quizá por miedo o quizá simplemente porque no tendría a donde mas ir.

La espada de Héctor se estrella violentamente con la pared tras el impacto del mangual mas grande que él haya visto en toda su vida, y siendo aventurero retirado, si habría visto muchas cosas!, su mirada, aunque despedia rabia, también se veía acorralado y resignado, no era tan estúpido para morir en un combate donde no tenía esperanzas.

-No tienen derecho a pedirme esas cosas, si quieren matarme, haganlo ya!, pero de mi boca no saldrá palabra alguna, mercenarios asquerosos -El tabernero parecía enfadado aún, pero no asustado, escupía a los pies del montaña -Pelean bien, pero cuando son siete contra uno.... pero les doy un consejo gratuito, larguense lejos, y haganlo ya, la guardia no demorará en llegar y no duden que los acusaré y los mandaré a la horca!.

- Ni matamos ni herimos, aunque mi compañero tiene el genio rápido. Voy a repetir lentamente las preguntas de antes. No quiero las respuestas, sólo quiero que me diga si sabe algo al respecto o no. Si sabe algo pagaré el precio que nos pidió antes en cuanto reúna el dinero para poder pagarlo. Si no sabe lo suficiente no pagaré el dinero. Me gustaría dejar las cosas así y hacerle caso, y largarme de aquí; pero resulta que aquí hay más en juego que su simple orgullo, están en juego las vidas de unos muchachos demasiado insensatos para evitar locales como éste.

- Y ahora lentamente: ¿Puedes decirme si estuvo aquí el muchacho aquella noche? ¿Puedes decirme si venía solo o acompañado?  ¿Puedes decirme si los acompañantes eran nobles como él? ¿Puedes decirme si estuvo en otros locales antes que en éste? ¿Puedes decirme si estuvo en otros locales después de este? ¿Puedes decirme si ha sido capturado? ¿Puedes decirme si desapareció dentro del pueblo o fuera de él? ¿Puedes decirme si solía salir de aventuras por su sucenta? ¿Puedes decirme si solía ir acompañado de los otros nobles desaparecidos? ¿Puedes decirme si tenía alguna muchacha de la que estaba enamorado? ¿Puedes decirme qué pasó con él aquí en tu local? ¿Puedes decirme si salió del local sobrio o ebrio? ¿Tienes idea de donde puede estar ahora? ¿Tienes idea de si ahora está vivo o muerto? ¿Tienes idea de si alguien lo tiene retenido o no? ¿Tienes idea de si está retenido dentro o fuera del pueblo? ¿Tienes idea de si sus captores quieren rescate o buscan otro tipo de chantaje? ¿Los nobles del resto de casas están con él? ¿Alguna casa está tras los secuestros de las demás? ¿Sabes quizás si es alguien ajeno al pueblo?...

-No, no se nada en absoluto! -El tono era sarcástico sin duda alguna, con su profunda voz que se veia interrumpida por el jadeo; con calma, como si supiera que los "mercenarios" no le iban a hacer nada en absoluto, o como si esperara la muerte de un solo tajo, se quita la red cuidadosamente y se la bota a los pies a Ozymandias -Pueden irse a la... De repente el sonido de una voz femenina interrumpe al tabernero.

-Aquí estuvo uno de los jóvenes de los que hablan -Su voz era segura, pero algo temblorosa, se acerca lentamente a los aventureros con su peculiar modo de caminar. -El joven Leiyraghón venía a menudo a esta taberna, junto al renombrado Enano Dorn escudocorona, tenía cinc caballos en los establos, hace cinco noches vino junto a otras personas vestidas con gruesas capuchas y se llevaron los caballos, nunca fueron vistos de nuevo, eso es todo lo que se, por favor váyanse!!! no vuelvan mas!! -La voz se quebró y cayó en un llanto inconsolable, llevándose las manos al rostro para cubrirse

-Calla mujer insensata, puta barata, que los Taanari se lleven tu alma cuando te haya matado con mis propias manos!, juro que lo haré!! -Las arrugas del humbre se marcaban mas a la vez que sus ojos enardecian de cólera.

- Esa información no vale lo que pedías. Pero te dejaré las 10 monedas de oro, y cuando junte otras 10 las traeré también. Y ahora nos vamos. Mi consejo es que tu camarera no sufra ningún daño por habernos contado esto. Esas cosas se saben, y yo no me lo tomaría a bien, digamos que no me gustan los hombres que pegan a las mujeres, no hay mayor cobardía que pegar a una mujer o a un niño. Y puedes creerme: has visto a mi compañero enfadado y a mi refrenándole, pero no querrás vernos a los dos enfadados simultáneamente. Que los dioses guarden tu alma.

Y sin más, el enorme humano enfiló la puerta para salir sin mirar atrás hasta llegar a ella. Donde se giró un momento hacia sus compañeros. Allí cambió su mangual a dos manos por otro más pequeño y su escudo.

- Preparaos, voy a salir, y seguramente los de antes nos estén esperando fuera. Que alguien me abra la puerta. Dejadme el lado derecho libre, si me atacan con magia trataré de apartarme hacia ese lado. No soy bueno aguantando ataques mágicos, lo mío es el cuerpo a cuerpo.

Sabiendo que mientras Alrik esté a su lado no corre peligro, Ozymandias apoya el martillo en la barra y recoge la red procediendo a doblarla con cuidado, pera tenerla disponible cuando resulte necesario. La interrupción de la muchacha lo hace interrumpir por un momento su tarea

- Leiyraghón? Se supone que no estaba en contacto con Nanther - acota - Aunque cinco caballos... que casualidad... quizás SI salieron juntos. Y ese Enano quien será? Seguro que este lo sabe - comenta mientras señala, con un gesto de su rostro al tabernero. Tras terminar de doblar la red vuelve a tomar su martillo y observa una de las rodillas de quien sigue sin ganas de contestarles, analizando si destrozarla con su martillo o no

- Y yo no amenazaría tan alegremente... acaban de salvarte de tener que caminar con muleta el resto de tu vida - comenta sin preocuparse por la cólera que se observaba en el rostro de Héctor. Girando su rostro se dirige a la camarera - Ese enano... quien es? Y los establos, donde están? Si nos das esa información nos iremos son molestar más... Aunque quizás deberíamos enseñarle a ese... señor... que no te amenace por salvarle las piernas -

Los pensamientos del hombre se podían leer mas fácilmente, habiendo menos mentes "hablando", gregory se concentra por ignorar a sus compañeros y concentrarsé únicamente en él.

-Kalman Liyraghón........ EL muchacho se jactaba de haber comprado un mapa del tesoro, de las ruinas de una antigua fortaleza orca a dos días de camino, hacia el norte de la ciudad, por los pantanos y ciénagas de Zhar....
Maldita mujer la mataré......

Fue la información mas importante que pudo discernir de los pensamientos del duro hombre.

 Degonas mantenía un rostro frío, se habíamantenido atento en caso de que los guardias intercedieran, pero la actuación de Alrik había sido suficiente como para hacerles entrar en razón.

 Con el lugar ya más despejado, apesar de no más tranquilo, el elfo hace un gesto de calma a la muchacha mientras el tal Héctor sigue vomitando odio y desprecio. Su buena parte de razón tenía para estar enfadado, pero la mezquinidad que pone de relieve, no dice nada de bueno. Por suerte la muchacha habla.

 Leiyraghón estuvo aquí. Cinco caballos. Un enano Dorn Escudocorona. Hace cinco noches vino junto a otros, preparados para partir.

 El elfo chasqueó la lengua y su negro mastín se amansó un poco a su vera.

 - Gracias muchacha por la información.- Dice con gesto solemne, pues el que lo hiciera evitó males mayores. Luego miró a Héctor.- En lugar de amenazarla debería estarle agradecido.

 No quiso añadir nada más, no hacía falta, sin más Degonas salió de el Cubo de Óxido, siguiendo los pasos de Alrik.

- Amigos, Liyraghon se fue a una antigua fortaleza orca a dos dias de camino hacia el norte, en las cienagas de Zhar -Gregory hace una pausa antes de proseguir- Y nuestro querido amigo esta pensando en matar a la mujer, creo que deberias dejarle las cosas claras.

Alrik dio media como si hubiese sido accionado por un resorte, todavía no estaba realmente enfadado, pero desde luego no tenía cara de muchos amigos.

De nuevo le llevó dos pasos alcanzar la barra y soltó un puñetazo sobre esta que a punto estuvo de partirla en dos, todo lo que estaba sobre la barra salió volando como si se hubiese producido un terremoto. Su rostro se había puesto completamtente rojo de ira, y aparentemente apenas era capaz de controlar sus instintos asesinos.

- Por si no ha quedado claro. Cualquier daño que le causes a ella lo recibirás diez veces aumentado. Si le das una bofetada te daré una buena paliza. Si le rompes un brazo, te romperé todos tus miembros. Y si la matas como estás pensando, te mataré yo a ti de la forma más dolorosa que sea capaz de imaginar y esparciré tus restos para que los coman los cuervos. Si la echas a la calle, te destrozaré el local hasta que no quede ni una astilla de más de diez centímetros. Y esto no es un intento de asustarte, es una promesa, y como te he dicho desde el principio yo siempre cumplo mis promesas. Créeme amigo, no te conviene que tu orgullo nuble tu juicio. Antes de hacerle el más mínimo daño yo me lo pensaría dos veces. Y otra cosa, te pagaré todo lo que me pediste en cuanto disponga del dinero para hacerlo, he reconsiderado mi evaluación de la información, y lo que nos ha dicho ella sí vale lo que pedías. No lo olvides, a partir de este momento, y al menos hasta que todos nosotros hayamos muerto, ella es sagrada para ti, más te vale que no se caiga en la calle y se haga un moratón porque me dará igual si fue un accidente o se lo hiciste tú, pagarás las consecuencias.

Alrik volvió hacia la puerta, allí miró un momento a Gregory y articulo un sencillo "gracias". Después miró a Ozy y asintió, estaba listo para que le abriese la puerta.

- Preparaos.

 Degonas se había detenido al instante ante las palabras de Gregory, lanzando una fría mirada al posadero ante las intenciones. Pero pudo apartarse a tiempo, con gran agilidad, de los pasos de Alrik quien se abalanzó a la barra y dejando un mensaje bien claro. Podría decirse más alto, pero no más claro.

 - Y no creas que pudieras huir.

 Luego miró a la muchacha y con rostro serio la saluda, y se prepara, posiblemente los matones que salieran antes habrían ido a por algunos alocados amiguitos...

-Pero como dem..... -Decía el tabernero contrariado, como sabía ese sujeto de aspecto picarezco acerca del mapa del tesoro?, eso sería un misterio -Espero mi dinero a su vuelta!! -Respomndía a Alrik, con la cabeza en alto y manteniendo su orgullo -No lastimaré a la chica, ella estará bien -Sin embargo, la mirada que lanzaba a la tendera fácilmente era mas macabra que la de un basilico enfurecido.

-Mejor váyanse antes que la guardia llegue.

Alrik tomaba su mangual y su escudo, y salía a las afueras, esperando que alguien o algo lo estuviera esperando, en lugar de ello, el silencio de la noche citadina y una fría brisa marina sobre sus mejillas fue lo único que pudo percibir.

- Marchemos cuanto antes, sabemos donde buscarlos.

- Creo que sería mejor idea visitar a nuestro contratador y darle la información que tenemos antes de partir. En caso de que nosotros caigamos, habrá otros que vengan detrás de nosotros. Además quiero pedirle que salde las deudas que he contraído con los dos taberneros, no es gran cosa, pero mi conciencia quedaría más tranquila.