Partida Rol por web

Por lo que he visto, podemos atar al orco que esta en presa sin ningún problema. ¿Pero tengo un penalizador -2 para lanzar hechizos?.

Después de que su hechizo fallara, la decepción invade el corazón de Bauglir, pero al ver a su amigo Wuzuk sujetando al terrible orco siente en su interior un nuevo fuego... rápidamente saca su varita y apuntando al orco grita con toda su rabia contenida las palabras necesarias para que un gran rayo mane de la punta de la varita y......
He disparado rayo abrasador .
Ataque de toque 11
Daño si le doy (perdon por no haber quitado el modificador) 5+6+3+1=15

El rayo de fuego que sale de la varita de Bauglir apunta exáctamente a la cabeza del orco. Wuzuk lo zarandea en su particular batalla de presa, pero afortunadamente el proyectil termina impactando sobre vuestro poderoso oponente. El orco de las montañas suelta un grito desgarrador al tiempo que lo consumen las llamas y exhala un último aliento antes de quedarse inmóvil para siempre.

Una vez pasado el peligro, Bauglir con toda la cautela de la que posee, busca entre los cuerpos de los Orcos intentando encontrar algo de valor...

Tal vez, debido al sobreesfuerzo de la batalla, esa noche el poderoso mago se encuentra mas débil de lo habitual y siente como el fuerte y frío viento va penetrando poco a poco en su interior. Busca sin darse cuenta el calor de sus compañeros, y sin saber como termina entre los brazos del poderoso Wuzuk, pero parece que ya es demasiado tarde.

Pues parece que T´rijss mejora su suerte respecto a la noche anterior.

La fría noche no es un problema para Wuzuk, habituado a dormir a la intermperie. Los gélidos muros de sus montañas natales sí que son un lugar realmente gélido. No obstante, su caballo, malacostumbrado a los muros de la ciudad, parece no llevarlo tan bien.

Tras la ardiente pelea que acaba de trascurrir Beren apenas nota el frio de la noche que se les echa encima, no asi su caballo que parece no tan acostumbrado a las bajadas de temperaturas.

Al registrar los despojos, Bauglir encuentra seis pociones y 4 gemas. Se trata de un valioso botín en forma de esmeraldas, valoradas aproximadamente en unas 100 piezas de oro cada una, según vuestras estimaciones. En cuanto a las pociones, parece que hay cuatro, por un lado, y dos por otro, que son iguales.

Sin embargo, lo que más llama la atención del elfo solar son las extrañas marcas a modo de tatuaje que los humanoides portan en sus antebrazos. Claramente, definen un siniestro símbolo fácil de descifrar para cualquier elfo: el único ojo del perverso dios orco Gruumsh.

Cuando han terminado con el registro, el grupo de aventureros prosigue la marcha por el sendero hasta que cae la noche y encuentran un lugar en el que acampar, tratando de guarecerse lo mejor posible ante el intenso frío.

Décimo séptimo día de Uktar (el Podrido), Año de los Dragones Solitarios (1373 CV, Cómputo de los Valles)

De nuevo sufrís los efectos de una gélida y brumosa noche en los páramos de La gran tierra gris. Después de desayunar y recuperar algo de las fuerzas perdidas, los aventureros prosiguen con ánimo desigual la búsqueda de los jóvenes desaparecidos en Mélvont.

Cuando apenas llevais un par de horas de camino, la niebla se disipa revelando un campo de batalla entre montones de piedras y escombros que apenas dan muestra de que en el algún momento aquello era una pequeña aldea o asentamiento orco. Ahora está completamente destruida y parece el lugar perfecto para una emboscada. Todo lo que queda de la refriega son varios cadáveres y una bandada de cuervos hambrientos.

En su mayoría, los cuerpos son de orcos. Sin embargo, la carcasa de un caballo yace inerte en medio de los restos, semioculta por la niebla. Mientras, algo enorme y peludo hurga en su interior. De pronto, la enorme criatura con una espesa y peluda capa de plumas y piel se levanta allá delante para olisquear el aire. Su cuerpo de oso termina en la cabeza de un ave. Tiene unos enormes ojos oscuros y un amenazante pico puntiagudo. Erizando sus plumas de forma agresiva, el monstruo se gira hacia vosotros y lanza un desagradable graznido.

Asentamiento derruido

Un Oso-Buco? Ala Wuzuk Abracitos, a trabajar!!

Tras la gelida noche Beren despierta bastante despejado de un sueño reparador pero cuando se incorpora se da cuenta que su caballo no se encuentra bien. Parece que las frias temperaturas nocturnas le han afectado y le han causado un gran constipado, por lo que puede observar tiene los ojos llorosos y moquea sin parar. AL acercarse a él se da cuenta que tambien parece un poco caliente de más. Tras prepararle un poco de agua caliente con heno parece presentar un mejor aspecto y las suficientes fuerzas para transportarle durante el dia.

La larga y fría noche que ha pasado Bauglir le pasa factura, cuando se levanta, la cabeza le da vueltas y le cuesta mucho mas de lo normal concentrarse para preparar su hechizos. Sin embargo, y con no pocos esfuerzos consigue hacerlo. Cuando termina prepara su caballo y parece ser que también este a sido victima de la cruda noche, además se percata de que Wuzuk le mira de forma extraña como si quisiera decirle algo pero no se atreviera. Una sonrisa de Bauglir parece solucionar el tema.