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Historias del Dominio

Capítulo II. Guerra y funerales

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14/12/2019, 21:52
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern se encogió de hombros tras lo que Helaena dijo sobre Terrence, como si eso careciera de importancia. Y así debía ser: si los escoltas debían fiarse de las intenciones de alguien y no de las órdenes expresas de su señor o señora, cualquiera con dotes de disimulo podría atacar a alguien de renombre. Los guardias habían obrado bien, sin duda.

Luego, cuando la chica siguió hablando, el chico escuchó con atención e intentó ponerse en su lugar.

—¿Viste cómo lo mataba delante de ti? —preguntó el chico, sorprendido. Aquel asesino sí merecía, desde luego, estar condenado a muerte.

—Quizá lo mejor sea no negociar con ellos. A lo mejor hay otra manera, como estar presentes en una última conversación con un septón, y decidir entonces. Es sólo una idea, pero desde luego unirse a los Redimidos no es algo que se le pueda ofrecer a cualquiera. —Aldern guardó un instante de silencio, pensativo—. También se podría buscar la colaboración de toda la compañía. Que tengan claro que si alguien reincide y ellos mismos no lo detienen, todos volverán a cumplir sus condenas. Así te aseguras de que toda incorporación esté vigilada.

Luego, cuando Helaena siguió hablando, hubo algo que hizo que el chico suspirase y bajase la mirada. Fue recordar cómo ahbía recibido la mañana ella.

—Yo tampoco tuve oportunidad de decirte gran cosa por lo de tu madre —enunció—. Siento mucho lo que pasó.

Aldern guardó silencio un par de pasos, aunque finalmente su expresión se relajó un poco al mostrar con las últimas palabras de Helaena que había entendido por dónde iba el asunto.

—No tendría el mismo valor —comentó, alegrándose de que aún en aquella situación había conseguido hacerla sonreír—. Hacemos una cosa. Trae el recuerdo, y valoramos después si lo otro es aún necesario.

—Ha sido breve tu visita —dijo después—, casi parece que te guste más estar de viaje que en Riverside. —La miró entonces de medio lado y alzando una ceja—. ¿Terrence se ha quedado allí? ¿Está esperándote para seguir con vuestras... Lecciones?

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14/12/2019, 22:07
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern se quedó mirando a Aquilegia cuando esta le habló, y cuando siguió tras tomarle las manos, bajó la mirada. Se avergonzó una vez más al escucharla así, tan comedida. Tan perfecta.

—Tu decisión no tiene nada de reprochable —le dijo—. Íbamos a marcharnos. No sabías si volvería. Hiciste bien en ir a verme , y agradezco muchísimo el regalo que me hiciste. Puede que no pensase en ti totalmente como te gustaría... Pero sí me sirvió para recordar que tenía una amiga esperándome en Riverside. —Aldern volvió a mirarla a los ojos—. Pensé mucho en ti, de verdad. Y me habría gustado hacerlo de otra manera. Justamente porque me importas es por lo que he decidido ser sincero contigo, en todo.

El chico guardó unos segundos de silencio, sin saber qué más palabras podían ayudar a que ella entendiese lo que quería decir.

—Y, bueno... —dijo luego, obligándose a sonreír un poco—. A lo mejor una bofetada sí hace esas cosas. ¿Alguna vez has dado una? —preguntó, bastante seguro de que la respuesta sería negativa. Entonces intentó mostrarse más animado, e hizo un gesto con las manos—. Venga, pégame. Veamos qué pasa.

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14/12/2019, 22:14
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Con las primeras palabras de la tabernera, Aldern alzó una ceja.

—No creo que tu cama sea capaz de hacer sentir peor a nadie —le dijo con un tono de complicidad.

Después de eso el chico tomó otro trozo de comida y bebió de su vaso, dándole algunas vueltas a lo que ella acababa de decir. En ese momento la juventud de Aldern, su cariño y confianza con Carellyn y lo poco acostumbrado que estaba al rechazo no le dejaban ver que ella pudiera ser una de muchas, y más aún cuando pensaba en lo que ella era capaz de hacer. Aunque esa parte era más de su antigua forma de pensar, la que medía a las personas por lo útiles que resultaban. Había otra cada vez más grande, sin embargo, que sólo quería encontrar a la doncella, abrazarla... Y dejar que el tiempo pasase. Sin guerras, sin matrimonios ni familias. Con la desaparición de Carellyn y creyendo ya antes que la había perdido, Aldern en ese momento sólo quería estar con ella.

—Ojalá seáis muy felices —deseó con sinceridad.

En otro tiempo, Aldern se habría tomado a mal lo rápido que Serah le había dejado de lado. Por un momento Aldern se planteó en qué hombre podría haberse convertido si hubiera seguido por ese camino: el de la nobleza, el de creerse mejor que todos, el del odio. ¿Habría sido capaz de tomar lo que quería de Serah contra su voluntad? En ese momento quiso creer que no. Pero ni siquiera podía estar seguro. Lo que sí era cierto era que estaba decidido a caminar por otro sendero.

—Creo que voy a marcharme —comentó entonces, pero no se puso en pie de momento—. Pero si algo pasa, recuerda que tréboles de cuatro hojas hay pocos, pero no sólo uno.

En lugar de levantarse, Aldern dejó caer el brazo sobre la mesa, acercándolo al de ella.

—Y si quieres, cuando estemos a solas puedes dejar de llamarme milord —le dijo—. Mis amigos de verdad me llaman Aldern.

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14/12/2019, 22:29
Aldern Dayne

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

Aldern asintió con seriedad a las primeras palabras de su maestre y mentor, quedándose callado de nuevo unos segundos. Cuando se despidió, sin embargo, se giró para mirarlo.

—Maestre —lo llamó—. Ahora que Carellyn había sido reconocida como hija legítima, ¿se celebrará un funeral?

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16/12/2019, 18:52
Maestre Paul

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

El maestre se quedó un momento quieto, pensativo mirando a Aldern. Ningún cuervo había llegado con la noticia de que Carellyn hubiera sido reconocida como hija legítima, pero quizás había ocurrido tras su marcha de Riverside y no había llegado la noticia hasta allí. Aldern seguramente se había enterado en la guerra pues muchos señores habían acudido. En cualquier caso ahora ya no parecía muy relevante.

Solo espero que haya podido disfrutar en vida de la noticia.

Se imaginó la alegría de Carellyn y eso le hizo sentirse más triste porque ya no estaba con ellos, el mundo había perdido a una persona extraordinaria, hasta el punto que probablemente muchos ni se imaginaran.

-Estoy seguro que sí. -De hecho estaba seguro que de no haber sido reconocida su padre también hubiera mandado hacer un funeral y no era el único de la familia que sentía gran aprecio por la doncella.- Lady Carellyn era toda una dama, no merecería menos.

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16/12/2019, 23:08
Helaena Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Helaena asintió como respuesta a la pregunta de Aldern sobre el criminal asesinado ante sus ojos.

Y, lo creas o no, no fue eso lo que más impresión me causó —añadió, tras lo cual notó de nuevo un escalofrío. Escuchó el consejo del dorniense, tras lo cual volvió a asentir—. Obviamente después de eso dicté la sentencia definitiva. Y tenía que haberlo hecho desde el principio, pero por lo que he oído en las filas de los Redimidos hay todo tipo de criminales, así que… —Se encogió de hombros, dando a explicar que no había tenido otra elección en aquel momento—. Al menos debía dejar que se explicaran. Y parecía que Ser Dwain lo había organizado tan bien, que no quise cambiar las cosas. El problema es que ni siquiera sé si la compañía me obedecería a mí —dijo, torciendo el gesto y mordiéndose el labio con una rabia repentina al pensar en lo difícil que lo tenía siendo una mujer y con solo 16 días del nombre—. Si Ser Dwain hubiera estado ahí, probablemente esos criminales se habrían comportado de forma muy diferente. Pero era yo quien hablaba con ellos. No escuché más que burlas y amenazas. Y puede que el Capitán Ross y sus hombres se comporten igual…

Frunció el ceño mientras miraba a los soldados que entrenaban a lo lejos, reflexiva. Tras un largo suspiro, agitó la cabeza y siguió escuchando al joven.

Tras el pésame, Helaena simplemente sonrió brevemente, aún con los ojos en los soldados, aunque sin observarlos realmente. No era un tema agradable. Ni siquiera era un tema del que hubiera hablado cuando Lady Stronghorse murió; al contrario, lo había evitado por todos los medios. Y, semanas después, con más razón aún, ya no tenía sentido. Así que no dijo nada más al respecto.

Las negociaciones para lograr aquel perdón parecían ser duras. Aldern no iba a aceptar tan fácilmente una alternativa y Helaena dudaba que hubiera algo en Aguasfrías lo bastante valioso como para hacerle olvidar la idea de que ella entrara en un torneo de arquería. Así que, intentando mantener la seriedad, apeló a su vínculo de amistad.

Claro que no tendrá el mismo valor. Cualquier recuerdo que yo te regale tendrá un valor incalculable por el mero hecho de ser mío —explicó, acabando con una sonrisa.

Demasiado breve —Se encogió de hombros, como si no le quedara más remedio que resignarse—. Me gusta viajar, desde luego, apenas he salido de Riverside en mi vida. Y, en el fondo, también me ha gustado mi experiencia en Aguasfrías. Pero habría preferido estar aquí más tiempo. Aunque espero no tardar en volver, se supone que solamente estaré para la celebración. Y, bueno, ahora no estaré sola. Aquilegia se viene conmigo —Intentaba verle el lado positivo al asunto, aunque no logró esconder el tono de disgusto por el hecho de pasar los siguientes días pegada a su hermana.

Miró a Aldern con el ceño fruncido y ojos inquisitivos. Intuía que su pregunta traía algún tipo de insinuación, pero no estaba del todo segura.

Sí… Terrence estará allí —respondió lentamente y casi midiendo sus palabras—. E imagino que, si tengo tiempo, seguiremos con las lecciones, claro. ¿Por qué lo preguntas así? —añadió, no entendía por qué había hecho aquella pausa antes de “lecciones” y a qué se debía aquella cara.

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17/12/2019, 19:13
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Con la nueva explicación de Helaena Aldern escuchó en silencio. No estaba pensativo, sino atento. Se tomaba muy en serio el tema que estaban tratando. Por un momento miró al frente al oír lo de Ser Dwain, y luego otra vez a la joven.

—Es normal que se porten distinto con Ser Dwain presente. La gente le teme y le respeta. A ti, por ahora, te respetan por tu posición, pero no te conocen. Con el tiempo será diferente —aseguró—. Y no creo que tengas problemas con Ross. Coincidí con él en el frente, ¿sabes? Y hablamos bastante. Creo que ese hombre valora la oportunidad que tiene, y conoce su lugar. Él mismo dice que no entiende de cosas de nobles, pero no quiere problemas. Si tú le dices que haga cualquier cosa con sus hombres, creo que la hará. Y no te llevará nunca la contraria si no le preguntas.

Luego, al ver que la muchacha dejaba de lado el asunto de sus condolencias, Aldern decidió dejarlo correr. Sí respondió, sin embargo, a lo que ella dijo más tarde.

—Por supuesto —aseguró al respecto del regalo—. Iré buscando un maestro cristalero para encargar una vitrina sólo para tus obsequios. Será lo que enseñe a la gente con orgullo cuando tenga visita en Campoestrella. Mucho más que Albor, desde luego.

Aunque el muchacho intentaba bromear, le costaba sonreír. De hecho al final optó por dejar de intentarlo, y con respecto a lo de Terrence simplemente se encogió de hombros con un aire de derrota.

—Por nada, en realidad. Quería meterme contigo por sus posibles intenciones. Pero no creo que se arriesgue a nada con la hija de Lord Everam. Lo de tus escoltas ha debido ser ya la primera advertencia. Aunque tiene pinta de ser el tipo de persona que disfruta jugándosela.

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17/12/2019, 19:54
Serah

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Pero no necesariamente mejor.— Respondió a pesar de la complicidad que mostraba el joven, como si realmente considerase por lo que estaba pasando más grave incluso que él mismo.

Sonrió ante su deseo y asintió ante su consejo. —Eso os lo he dicho yo, ¿no?— Dijo arrugando la nariz divertida.

—Es la costumbre. Además si mezclo lo mismo me equivoco cuando no debo y os llamo Aldern delante de todos.— Dijo como si fuese la fórmula más sencilla para evitar descuidos. 

Pero sabiendo que ahora seguro no me equivoco, pues Aldern sea.— Confirmó. Ella si comenzó a levantarse tras aquello ante el anuncio de que se marchaba.

¿Volveréis pronto o dejaréis otros dos meses de por medio? Ahora ya no hay guerra...— Excusa que no le valdría.

 

Notas de juego

Pues hale. Puedes contestar y pirarte buen mozo.

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17/12/2019, 20:51
Aquilegia Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Al verlo bajar la mirada, se sintió un poco insegura sobre si le incomodaría aquel contacto al chico. Suponía que no, porque nunca lo había hecho hasta ahora que ella hubiese notado, pero era una situación nueva entre ambos así que no podía dar nada por hecho. 

Me alegro de que así lo sientas. Que hice bien en decírtelo, a pesar de todo. - respiró profundo - Y también me alegro de oír que mi regalo te sirviera de ancla a momentos mejores que el campo de batalla. Eso era lo que quería cuando te lo llevé, incluso si lo en aquellos recuerdos me vieras solo como una amiga. - sonrió con cariño con la comisura de los labios.

En aquellos momentos de silencio, aprovechó de observar su rostro en detalle. Parecía mentira tenerlo cerca tras tan larga ausencia, tras orar día a día por su regreso hasta que ayer, por fin, había vuelto a casa. Ni un sólo día había faltado a esa oración, pues le era imposible cerrar los ojos para descansar sin pedir a los Siete que lo resguardaran. 

Cuando Aldern volvió a hablar, Aquilegia negó con la cabeza, soltándole suavemente las manos. No quería tomárselas más tiempo de la cuenta, que pensara que estaba imaginando cosas que él acababa de aclararle no ocurrirían. 

Nunca me he visto en necesidad, y espero no hacerlo jamás - contestó a su pregunta. Al oír que insistía, su sonrisa creció un poco y suspiró - Olvídalo, Aldern. Nada de darte una bofetada me dejaría satisfecha en ningún aspecto. - reiteró ella también - De todas formas, ¿para qué quieres que te pegue? - preguntó con el ceño fruncido - Ya te dije que por mi parte estamos bien. No quiero que te castigues por no amarme.

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17/12/2019, 22:06
Aquilegia Stronghorse
- Tiradas (1)

Notas de juego

Para percibir sus sentimientos hacia el objeto (el pañuelo y todo lo que dice de lo mucho que le gustó y le sirvió) y hacia ella (por saber si lo de amiga suena sincero y también si pensaba tanto en ella como dice)

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17/12/2019, 22:10
Director

A estas alturas a Aquilegia ya le suena todo a condescendencia y exageración. No cree que el pañuelo fuese algo que le inspirase en los malos momentos, al igual que su recuerdo (pensar en ella), si acaso lo hizo.

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19/12/2019, 22:34
Helaena Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Helaena miró a Aldern, escéptica. Que aquellos bajo sus órdenes directas la obedecieran y respetaran era fácil; que lo hicieran los criminales…

Supongo —respondió Helaena, aunque no lo dijo muy convencida—. Tampoco tendré que preocuparme por mucho tiempo. Ahora que Padre ha vuelto, imagino que se encargará él de Aguasfrías o cederá esas tierras a alguien de confianza —De poco le servía hacerse mala sangre por esa experiencia o pensar en cómo conseguir verdadero respeto de sus ciudadanos si no seguiría ella al mando.

La joven asintió con falsa vanidad al escuchar la idea de Aldern para mostrar los regalos que le hiciera, como si de verdad mereciera toda aquella parafernalia. Luego hizo un gesto con la mano, desestimando el valor del arma ancestral de la Casa Dayne.

Por favor, Albor lleva siglos pasando de manos, muchos han sido sus dueños. Pero mis obsequios son para una sola persona. Es decir, son más especiales que cualquier espada legendaria. Así que, cuando yo vaya a visitarte, quiero verlos bien presentados. O te los quitaré —advirtió, señalándolo con el dedo índice.

Helaena notó que Aldern dejó de sonreír, parecía cansado. Y era lógico, demasiadas habían sido las emociones para ambos. La joven también lo notaba. Pero él había comenzado la broma con la propuesta de que se presentara a un torneo, animándola, y ella intentaría ahora evitar que la conversación retornara a su melancolía. Así que le dio un pequeño codazo en el costado, entornó los ojos y soltó una pequeña risa sarcástica antes de añadir:

¿Y quién te dice que no soy yo quien usa la excusa de la arquería para acercarme a él? —preguntó, con tono que intentaba ser serio—.  Si te digo la verdad, dudo que Terrence tenga ningún tipo de intención con nadie, es un hombre sumamente raro. Aunque precisamente por eso acepté bañarme en el río con él —explicó, dejando claro que, de haber estado con cualquier otro hombre, no se habría metido en el agua—. Es el único que no se lo tomaría como algo que no es.

Helaena paró y miró a su alrededor, en busca de Luna. Cuando sus ojos se cruzaron, le hizo un gesto para que fuera hacia ella.

Creo que vuelvo a mi habitación —le dijo a Aldern—. De hecho, no creo ni que me pase por el comedor, a menos que me obliguen. Ni tengo hambre ni ganas de socializar. Y tú deberías descansar también. Pero, si necesitas hablar de lo que sea —Le tomó el brazo y dio un pequeño apretón—, puedes hacerme llamar —Tras lo cual, le dedicó una sonrisa—. Me ha alegrado verte de nuevo.

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20/12/2019, 16:39
Aldern Dayne

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

Durante unos segundos Aldern se quedó pensativo tras la respuesta del maestre. Asintió, de acuerdo con él, y al final optó también por levantarse. No es que hubieran acabado de comer, pero se había quedado solo y se había quedado sin apetito. Empezó a caminar al lado del hombre durante algunos pasos, dándole vueltas a todo lo que estaba sucediendo.

—Así que en unos días viene mi prima... —comentó—. Maestre, ¿se ha invitado también a Ser Gerold? Su temperamento no es precisamente el más tranquilo, y temo lo que pudiera pasar si no supiera controlarse.

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20/12/2019, 16:43
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern sonrió de medio lado al oír lo de que temía confundirse. Y se preparaba ya para rebatir aquello cuando ella misma se corrigió. Suspiró entonces y empezó a ponerse en pie, tomando un trozo más de comida para su camino hacia la puerta. Como gesto hacia Serah, por más que fuera su dedicación y su trabajo, tomó el plato y los vasos y los llevó hacia la barra.

Al final, con la pregunta de la tabernera, el chico se giró hacia ella. Notaba que le seguía tratando de vos, y era consciente de que pedir que le tutease quizá fuese pedir ya demasiado por ese día.

—Espero volver pronto —le dijo. Ya sabía que las hijas del Lord irían a Aguasfrías aquellos días, así que no tendría mucho que hacer en el castillo. Y encerrarse en su habitación quizá no fuera la mejor idea.

Por un momento el muchacho se pensó si añadir algo más. Ambos sabían ya que su motivo para estar tiempo ausente no había sido la guerra, sino una mujer, aunque Serah le había puesto las cosas fáciles con aquel comentario.

—Si ves que tardo, tienes mi permiso para mandar a alguien a buscarme al castillo. —le dijo, tal y como ella había hecho otras veces cuando Rendell había ido a visitarlo—. Sea lo que sea por lo que esté tardando, está claro que necesitaré algo de vino y buena compañía.

Y tras aquellas palabras el chico se acercó a ella, poniendo una mano en su barbilla.

—Soy consciente de la suerte que tendrá el padre de tus hijos.

***

Después de aquello el joven Dayne echó a caminar de vuelta al castillo. La tristeza, la impotencia y sentirse rechazado eran tres emociones que se le mezclaban por dentro, alterándole y haciéndole detestar su situación. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo las soluciones que se le ocurrían no iban orientadas a hacerle daño a nadie. No se paró a reflexionar sobre eso, sino que la congoja y el nudo que tenía en la garganta le hicieron empezar a sollozar al pensar en lo que sería casarse con una desconocida, seguir una vida que en ese momento ni quería ni esperaba. Estaba pasando caminando río arriba en ese momento, y recordar la discusión que había tenido con Carellyn, cómo ella había acabado por tirarle al agua, apretó aún más su estómago. Se sentía desdichado. Mucho. E incluso echó de menos a Ser Dwain, o a cualquiera con quien pudiera hablar abiertamente.

***

Una vez que llegó al castillo, Aldern caminó hacia su cuarto.

En esa ocasión, sin embargo, cuando se paró delante de la puerta de Carellyn, se decidió a entrar. Tenía la estúpida esperanza de que ella le hubiera dejado algo, una nota, un dibujo aunque fuera... Así que estaba decidido a rebuscar entre sus cosas, casi a la desesperada, y luego intentar dejarlas tal y como las había encontrado.

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22/12/2019, 20:06
Director

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Cuando Aldern probó a abrir la habitación de la doncella, pudo comprobar que estaba cerrada. Seguramente la cerraron al ausentarse ella cuando salió de viaje.

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23/12/2019, 01:17
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern asintió con clara vergüenza a las primeras palabras de Aquilegia. Luego volvió a bajar la mirada, pensativo. Al oír lo que ella dijo después respecto a lo de pegarle, el chico suspiró y se encogió de hombros, buscando nuevamente su mirada. Tardó un par de segundos en hablar, y cuando lo hizo fue con sinceridad.

—Preferiría que me pegases para sentirme un poco menos en deuda —enunció—. Y porque sé que me lo merezco. Estar confuso o tener miedo no tendría que servir para portarme mal contigo, que siempre me has tratado bien. Y además, no es sólo lo de esa noche. —Aldern tragó saliva—. Los dos sabíamos ya desde antes que las cosas podrían ir hacia allí, y no hice nada por detenerlo. Tendría que habértelo dicho hace tiempo. —Hizo una pequeña pausa—. Pero creo que hasta hace poco no pensaba con claridad.

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26/12/2019, 08:35
Maestre Paul

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

El maestre comprendió la preocupación del joven y vio mucha madurez en su pregunta, eso le satisfacía. 

-La invitación era para su prima Señorito Aldern y por supuesto no se le impuso ninguna condición en cuanto a quien debía acompañarla, así que desconozco si Ser Gerold vendrá con ella. Si lo hace le haría un flaco favor a su prima y a usted si pone por encima viejas rencillas ante una posible tregua y paz entre ambas casas. En cualquier caso confío en que todo salga bien, creo que hay buena voluntad entre las cabezas de las casas para que se llegue a un buen acuerdo.

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28/12/2019, 18:35
Aldern Dayne

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

Aldern escuchó con atención la respuesta del maestre, asintiendo cuando expuso, con otras palabras, que la invitación ni incluía ni prohibía la presencia de Gerold. Hubo algo de lo que dijo Paul, sin embargo, que hizo que Aldern se quedase pensativo durante unos instantes.

—Yo también espero que todo salga bien —enunció el muchacho.

Tardó unos segundos en decir algo más.

—Muchas gracias por todo, maestre —le dijo.

Era evidente que en ese momento el chico estaba más meditabundo que un rato atrás. No era para menos, entre la noticia que habían recibido, la reacción del Lord y todo lo demás.

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28/12/2019, 18:41
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern asintió a lo que Helaena dijo sobre Aguasfrías, considerando el tema y cerrado. Y luego, al oír lo que ella decía sobre Albor, se quedó mirándola un instante. En otro tiempo probablemente habría defendido a la espada, o incluso se habría tomado a mal los comentarios de la menor de las Stronghorse. Sin embargo, ese Aldern a la defensiva e inseguro, ese que necesitaba ponerse los colores de su casa un día sí y otro también para reafirmarse, había quedado atrás.

—Tienes razón —admitió—. De hecho, si hiciera falta puedo usar a Albor para nivelar bien las vitrinas, o llevarla a algún otro sitio para que no distraiga a nadie de lo que de verdad importa.

Después de eso el joven dorniense reaccionó al codazo de Helaena volviendo de repente a la conversación y alzó una ceja con su explicación sobre Terrence.

—¿El único? —preguntó—. Yo tampoco me lo tomaría así. Y hablando de eso... Quizá el asunto es que Terrence no tiene intenciones con ninguna mujer, pero ¿qué tal se lleva con los hombres? —le dijo con una media sonrisa, intentando cumplir en no dejar que la tristeza volviera a llevarse la conversación.

Posteriormente, cuando ella se detuvo y anunció que se retiraría, él también paró sus pasos. Miró en dirección a las habitaciones, y luego hacia la salida del castillo.

—Sí, podría descansar —comentó de pasada—. Aunque no creas que me apetece mucho. Tampoco voy a avanzar nada por hacerlo, que llevo casi desde que partimos así. —Entonces miró a Helaena a los ojos—. De todas formas, te digo lo mismo. Si quieres algo, hazme llamar. Y si no es esta noche, también. Te prometo que no tardaré días en llegar a Aguasfrías.

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29/12/2019, 10:51
Maestre Paul

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

Paul asintió sabiendo que el mayor interesado en que nada malo ocurriera era Aldern, aunque había pasado muchos años en Riverside y lo habían tratado como a uno más aquella no era su familia ni su hogar, era lógico el deseo de volver con los suyos aunque el maestre sintiera tristeza por ello. Con Carellyn muerta y Aldern lejos tan solo quedarían allí Lady Aquilegia y Lady Helaena, pero también estaban en edad casadera y podía ser que sus compromisos las llevaran también lejos. Su educación había sido una gran responsabilidad pero le había llenado de dinamismo sus rutinarios días, ahora todo cambiaría.

-Seguro que sí joven Aldern y no me agradezca nada, tan solo he cumplido con mi deber, ha sido un honor para mi compartir mis conocimientos con ustedes.

El maestre dejó al chico entre sus pensamientos pues tenía cosas en las que meditar y se marchó para cumplir con los deseos del Lord. Debía mandar los cuervos y el jinete con los mensajes.