Partida Rol por web

Scott trata de ayudar a Vanis con cautela.

Scott consigue cortar la hemorragia de la herida de Vanis, ya no corre peligro de desangrarse. Se la venda como puede, con trozos de ropa para taparsela y que no se la infecte, pero tendrá que tener cuidado para que esa herida no vaya a más.

El silencio en la entrada de la cueva es sepulcral, como si no hubiera nada o nadie allí dentro. No conseguis ver que hay al otro lado ya que hay una gran extensión de rocas que os impide comprobarlo, pero como bien dijo Dax, era el lugar idóneo para pasar la noche. Incluso podrían tener suerte y encontrar algo de comida..

Normand se aproximó a la entrada de la cueva, escudriñando la oscuridad que se extendía pòr su profunda garganta.

-Deberíamos conseguir algo de luz ahí dentro...-dijo señalando con el pulgar hacia la caverna.

Vanis agradeció el voz alta a Scott, aunque no tan firme pues el dolor que le había provocado mientras la curaba, la había debilitado un poco pero ya estaba mucho mejor y podía continuar. Escuchó a Normand y supo que tenía razón, debían conseguir algo de luz para poder quedarse allí.

-Es una pregunta idiota pero... ¿Alguno tiene fosforos?

Dax hizo un ruido con la lengua y se ató el rifle al hombro derecho. Luego miró al cielo, gris y apagado, como buscando allí las respuestas.

-Solo hay que buscar hierbajos y usar dos trozos de metal. Haremos una cosa. Será mejor que yo entre dentro y eche un vistazo, y el resto del grupo busque un trozo de metal. Al hacer friccion entre las piezas de metal podemos crear fuego.

Propuso al grupo.

-No me apetece pasar la noche fuera.

No... no podeis llevar nada, se supone que cuando os cogen, os quitan todas las cosas que llevais encima para evitar males mayores, pero no habrá problema, algo encontrareis.

Vanis empezó a buscar muy lentamente en el suelo, no porque quisiera, sino porque no quería estropear la curación de Scott. Abría muy bien los ojos, no quería pasar nada por alto y además, no podía evitar pensar en esa mujer que era igual a ella o a la cual ella era igual, en realidad, eso no tenía sentido.

Miró al tipo que había empezado a dirigir el cotarro... bueno, mejor eso que andar sin rumbo en medio de la nada.

-Lo que usted diga, señor... - dijo saludando con un dedo de la mano al estilo militar, no muy convincentemente.

De inmediato se puso a buscar por los alrededores. Lo cierto es que no esperaba encontrar metal en un sitio como aquel, donde solamente había polvo y roca por todas partes. En todo momento sus manos permanecían en el interior de los bolsillos de su pantalón, dedicándose únicamente a escudriñar el suelo con la mirada en busca de algo útil.

Mirais por vuestro alrededor y no veis nada que os pueda servir. Pero entre las rocas, hay algo que brilla.. Si os acercais y os fijais bien, la chatarra que ahí queda es de una antigua radio, está totalmente destrozada. ¿Cómo habrá ido a parar una radio ahí?

Vanis se acercó y tomó aquella cosa brillosa pero la sólo idea de una radio allí, le hizo pensar y hablar en voz alta.

-Parece que no somos los únicos que hemos caído aquí y que pensamos en usarlo como refugio.

Extendió su mano hasta Dax y le entregó aquello mirándolo a los ojos. No le gustaba meterse con las pertenencias de otros y mucho menos de los muertos.

Dax miró a Vanis serio y acercó su mano a ella, tomando la pieza. La observó y trató de calibrar si tenía arreglo, pero lo más seguro es que no fuera así.

-Nos servirá.

Luego escuchó a la chica y asintió despacio.

-Si...pero no hace falta alarmarse, eso podría llevar ahi desde antes de la guerra.

Explicó para que hubiera calma. Dax se arrodilló y colocó bien parte de su rifle cerca de la hierba y con la pieza metalica empezó a frotarlo para que saltaran las chipas.

-Deberiamos buscar un trozo de rama o algo así. Podríamos usarlo de antorcha.

El mercenario se rompió parte de su camisa, de la zona de las mangas para usarla de tiras más adelante, luego prosiguió con su tarea.

Una radio, eso puede ser buena y mala señal, pero la verdad es que no estaban como para ponerse con tonterías, era una pieza metálica y podría servir.

Scott intenta encontrar ramas o pajillas por el suelo, cualquier cosa que pueda prender, desde luego no encontraría un frutal, pero incluso un cactus podría servirles.

- Veamos lo que hay ahí dentro

Sin problemas encontrais un par de ramas y junto con la tela y las chispas que suelta el choque de los metales, prendeis una antorcha. 

Por los alrededores no se escucha nada raro, todo sigue tranquilo y no habeis visto ninguna criatura extraña.

Vanis ya puede ponerse en pie, aunque andará con algo de dificultad.

Al parecer el asunto de la luz ya había sido resuelto con bastante brevedad, buena señal. Pero aquella tranquilidad... no estaba muy tranquilo, sentía algo... algo preocupante, como la calma que precede a la tormenta...

Normand se aproximó de nuevo al grupo, dispuesto a entrar a inspeccionar el lugar.

-¿Quiere ir en cabeza?-preguntó al tipo con pintas de líder, aquél al que solían apalizar en la jaula del capullo de Jones.