NÉMESIS

El actuar de Cronos te había dejado confundida y al sentirte nuevamente normal, notaste que tu naturaleza había cambiado. Tu propósito inicial había cambiado y aunque tenías uno de los titanes en tu interior, había algo aún más fuerte que eso, lo cual logró menguar el poder de Cronos sobre ti. Se trata de Némesis, diosa de la la venganza. Hija de Érebo y Nyx. Tu objetivo iba más allá de lo planteado por Cronos, tenías tus propios planes. Debido a todo lo que habías pasado, como tu boda con Hefesto, tu romance con Ares, tu propio nacimiento, deseabas que todos experimentaran el dolor y así sería, te vengarías de todos y cada uno. Conocías a los titanes pero ¿Qué tan conveniente es revelar esa información?

Te encuentras tranquila y segura, sabiendo que después podrías seguir tus propios planes pero entonces, tienes una imagen súbita sobre el fuego recorriendo tu cuerpo, incendiándote y haciéndote sentir mucho más fuerte. Por alguna razón, sentías que tu sed de sangre se había activado y tu nuevo placer por la venganza se encontraba activo. Era el momento de salir a escondidas de los titanes y comenzar con tu propósito.

Como gustes, puedes hacer ambas :).

Me siento tan fuerte que empieza a parecerme absurdo tener que colaborar con nadie. No me hacía falta ayuda.

Ni siquiera los Titanes son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos. Tengo la sensación de que son todos una panda de inútiles. Y yo me cobraré mi venganza, me cueste lo que me cueste.

Me escabullo en silencio de aquella reunión, tan improductiva. Camino en silencio hasta que me topo con la clara superficie del agua estancada en algún lugar del Olimpo. Admiro mi reflejo: Némesis. No puedo evitar sonreír.

- Por un lado la idea de ir a por los que llaman la atención es una buena forma de distraer al resto... ¿pero por qué no ir a por los dioses que pasan más desapercibidos? Sus mentes son igual de peligrosas, y tienen las de ganar por parecer inocentes.

Una idea brilla en mis ojos reflejados en el agua, y la sonrisa del reflejo se amplia.

- Hermes. Impidamos que lleve sus mensajes a nadie más.

Lo que podemos hacer para las próximas ocasiones es que me dejes varias opciones en niveles de jararquía. Así, yo sabría cuál coger en caso de que se repita lo de Hermes.

Era el segundo día y con ello, tu poder y tu sed de venganza se activaban por su cuenta. Aunque la recarga te había hecho fuerte, ahora eras fuerte nuevamente. Era hora de dar rienda suelta a Némesis y cobrar las retribuciones por todo lo que te ha sucedido.

De nuevo me escapo en cuanto puedo de la cháchara del resto, y camino por los solitarios jardines hasta dar con un pilón de piedra lleno de agua. Me asomo, y de otra vez veo en él reflejada a la bella Némesis, que me sonríe desde el otro lado.

- Han hecho el trabajo sucio por nosotras, pero no volveremos a tener tanta suerte.

Tanto yo como el reflejo niegan con la cabeza.

- No. Sin embargo la táctica de atacar a los que pasan desapercibidos funciona. Los demás sospechan de ellos. ¿Quién pasa desapercibido ahora? ¿Ilitia? Sí, ella es un bueno objetivo. Y Artemisa, tampoco está participando demasiado, también sería un buen objetivo... Y Pan está muy callado.

Uno de los tres caerá en nuestras manos.

Sí, probemos con Artemisa.

Era el momento. Si bien la muerte de Dionisio te había ayudado a liberar presiones, no era tu esencia lo que lo hacía, sino aquel ser que finges ser para infiltrarte.

Llegaba el momento de ser Némesis y dejar de seguirles solamente. Así, te acercaste sigilosamente a Artemisa, escapando de los titanes por el tiempo suficiente para cumplir tu tarea y entonces, atacaste su cuerpo virginal sintiendo un éxtasis que habías dejado de sentir desde el cambio. Tus más bajos instintos se activaron, tentándote a despojar de su pureza a la diosa de la virginidad y de la luna, pero debías concentrarte en tu tarea. Mientras atravesabas su corazón, el bronce comenzaba a cubrir su cuerpo y reías extasiada ante la visión. A pesar de ello, parecía que la diosa no se daría por vencida tan fácilmente y levantó su arco una última vez para lanzar una flecha. La presteza del momento te hizo alejarte y no viste si había lanzado la flecha pero su pose final era la de una guerrera como siempre lo había sido ella. Vuelta bronce junto a su ciervo. Con ello, tu sed de venganza se calmaría por un día.

Como desees, te lo dejo a elección propia :). Como dije, él sabe que eres Némesis, así que puedes actuar como Némesis si deseas :).

Los ojos de Rea se posaron en ti y pudiste sentir cómo te sonreía. Por un segundo, la lujuria volvió a arder en tu interior y toda tu piel se erizaba ardiente de deseo. Parte de la Afrodita que eras seguía allí, latente dentro de ti y necesitabas calmar tu urgencia. Con este sentimiento, debías girarte hacia algún dios.

Pasión: Un jugador se sentirá sumamente atraído hacia ti. Debes escoger cuál y tendrás una escena privada con él. Si logras que el personaje esté dispuesto a entregarse a la pasión, el aroma de su cuerpo te revelará su rol. Único uso.

Tras la mirada de Rea sólo soy capaz de pensar en una cosa, y eso me indica que, por un momento podré volver a ser la de siempre. La esencia de Afrodita quiere ayuda, quiere salir con fuerza, a pesar de que Némesis se resiste.

Debo averiguar quién puede ayudarme, y tengo una ligera idea de a quién puedo acudir. Pero Némesis utilizará esa información para continuar con la venganza... Más debo arriesgarme.

Aún abrazada a Ares, mi vista se posa en Zeus.