Partida Rol por web

HLCN - Casa de Muñecas II: Ruinas

Día 5: Destino

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21/04/2015, 08:22
Narrador

La mañana llegaba con esperanzas nuevas y con algunas no tan fuertes. Se levantaron esperando encontrar otra sorpresa del justiciero y, al parecer, este no les había defraudado.

El circo comenzaba con el encuentro de un Paco convertido en un montaje, dispuesto a modo de ofrenda macabra, sacrificado sobre la cabeza de un soberbio ciervo astado, que atravesaba su carne en diferentes lugares, provocando que la sangre, ya reseca, resbalase por las cornamentas.

A sus pies, un nuevo mensaje.

Cuando afile mi espada flameante 
          y mi mano empuñe la justicia, 
          me vengaré de mis adversarios 
          y daré el pago a los que me aborrecen. 
Embriagaré mis saetas con sangre, 
          y mi espada se hartará de carne, 
          de sangre de muertos y cautivos, 
          de los jefes de larga cabellera del enemigo. 
Regocijáos, naciones, con su pueblo, 
          porque Él vengará la sangre de sus siervos; 
          traerá venganza sobre sus adversarios, 
          y hará expiación por su tierra y su pueblo.

 A pesar de ello, el espectáculo no terminaría allí, dando paso a una especie de espejo, un reflejo de aquella obra de arte, con la disposición exacta pero inversa, casi como si los grandes amigos se hubieran mirado en su último instante, buscando consuelo a su agonía, yacía Chechu, con el cuerpo completamente flagelado, el vientre lleno de agujeros, lo cual ayudaba a aumentar el caudal sangriento hacia el ciervo que le servía de soporte.

A sus pies, otro mensaje que narraba su causa...

Reflejo de sus actos, como de la muerte misma, su culpa es seria y su castigo meritorio. Muchos más deberíais seguirme y hacer aquello que ya he hecho por nuestra propia seguridad.

Seguidme y seréis libres. Negaros y será vuestra esclavitud.

La imagen era perturbadora pero sabían que no podía terminar allí, ya que había más muñecas en el suelo. Fueron buscando a Janko, quien aún no se había despertado para analizar la situación y entonces lo encontraron justo en la entrada de su tienda, con una cuerda en su cuello y las manos algo lastimadas y sucias, como si de un forcejeo fuerte se hubiera tratado. A pesar de ello, sin vida, muerto y vacío.

Hubo un personaje más que brilló por su ausencia, al igual que el día anterior lo había hecho por su acto repentino de enseñar más de lo que se podría haber querido, Aurél no se presentó en ese momento, parecía haber desaparecido, pero entonces lo fueron a buscar a su tienda y vieron una imagen mucho más pacífica, tranquila, su morena piel tomaba un color más grisáceo mientras se podía distinguir una ligera gota de líquido en la comisura de sus labios.

Cercano, se podían escuchar los gemidos intensos de una mujer. Muchos se acercaron rápidamente y se trataba de Saoko, quien se tocaba su pecho con insistencia, cubriendo una herida a la altura de su corazón. La mujer se encontraba cerca de la tienda de Andrea y gemía alterada, tratando de buscar calma pero no lo lograba. Al retirar su mano, una herida de bala podría apreciarse en su pecho. A pesar de ser un tiro preciso, la mujer asiática seguía con vida. 

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21/04/2015, 11:29
Kim Rogers-Park

Aquella mañana, Kim fue de los primeros en levantarse. Su ritmo de sueño cada vez estaba peor, y al abrir los ojos el joven se preguntó si debería pedirle a Andrea... "algo" que le ayudase a dormir. Porque con cada amanecer, los nervios de Kim estaban cada vez más destrozados.

Tras ponerse un chándal gris Nike y una gorra, el chico salió bostezando de la tienda, para quedarse paralizado ante aquel festín de cadáveres y cuerpos macabros. Sus ojos se posaron sobre Paco y Chechu con un estremecimiento, preguntándose si tendrían un vínculo sobrenatural y por eso el segundo había muerto debido al ajusticiamiento del primero. Kim comenzó a investigar por el campamento notando el corazón latirle a mil por hora, comprobando quiénes estaban vivos y quiénes no. La muerte de Aurel le pilló totalmente por sorpresa, porque estaba convencido de que guardaba algo oscuro en su interior. Pero fue al escuchar los gemidos agónicos de Saoko que Kim pareció despertar por completo.

¡¡Ayuda!! ¡¡Necesitamos ayuda!! - gritó el chico tratando de despertar al resto de sus compañeros mientras echaba a correr hacia el cuerpo de la japonesa. Kim se arrodilló a toda prisa junto a ella y la miró a los ojos - Tranquila, Saoko, tranquila... Vamos... vamos a curarte, ¿vale? Estás viva, que es lo importante - Esto es como un jodido flashback, pensó mientras recordaba haberle dicho esas mismas palabras a Katia el día anterior.

El joven se quitó la chaqueta del chándal y trató de taponar la herida, maldiciéndose interiormente por su falta de conocimientos en el campo de los primeros auxilios. Pero lo que había visto en las películas y le dictaba la lógica era impedir que aquella mujer perdiese más sangre. Kim sostuvo su mano mientras con la otra trataba de ayudar a Saoko, confiando en que alguien más experto que él llegase pronto.

¿Quién ha sido? ¿Lo has visto? - el chico le susurró con tono apremiante mientras sus ojos asiáticos miraban con preocupación a aquella mujer.

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21/04/2015, 12:53
Andrea Barbara Roots

Andrea pasó aquella noche tranquila. De alguna manera tenía un mal presentimiento. Y cuando se levantó y vio el panorama su rostro palideció. Llevó su mirada alrededor, sintiendo que mirase donde mirase había más cuerpos. Pero sus ojos se detuvieron sobre Saoko. Kim se encontraba ya con ella, y Andy no tardó en unírsele. Corrió en aquella dirección, con la boca reseca y los ojos llenos de miedo.

- Oh, Dios... - Murmuró, llevándose una mano a la frente. Una herida de bala. - Lo siento, Saoko. Lo siento muchísimo. - Dijo después, buscando a Katia con la mirada. Normalmente habría acudido a quienes organizaban la excursión, pero ya habían demostrado que no se podía contar con ellos. - Trae el botiquín, rápido. - Le pidió antes de girarse hacia la oriental.

- Esto es culpa mía. - Dijo a la mujer. - Lo siento muchísimo. Y no sabes cómo te lo agradezco. - Dijo de manera inconexa, antes de responder a Kim. - Fue Chechu. - Afirmó. - Trató de dispararme, pero Saoko se puso en medio. - Explicó atropelladamente. - Gracias, Saoko. Gracias otra vez. - Dijo de nuevo. Le había salvado la vida. Nunca habría agradecimientos suficientes. Sin embargo tenía que centrarse. Había algo importante que anunciar.

- Es... Escuchadme todos, por favor. - Pidió. - No se si estará entre los presentes o entre los que han caído, pero alguien ha potenciado de alguna manera a mi hermano hace unos días, y también a Kim. - Expuso. - Le doy las gracias, y le pido dos cosas. - Dijo en voz alta, antes de hacer una pausa para asegurarse de que todos la escucharan. - La primera, que si no tiene otros planes hoy lo haga conmigo. Hay algunas cosas que necesito confirmar, y me vendría muy bien su ayuda. - Razonó. - Y la otra, que de alguna manera nos haga saber sobre quién lo hizo ayer. Hoy han llegado tres muñecas a la sala del té, en lugar de una o dos, y creo que esa puede ser la causa. Si sabemos a quién potenció, sabremos quién nos envía allí.

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21/04/2015, 13:15
Goro Gaara

Goro seguía en su tienda, despierto. Miraba fijamente el cierre de la entrada: otra noche con vida. A pesar de la alegría de estar vivo Goro no quería salir de allí y enfrentarse a nuevos horrores, como siempre, la pena y el miedo -los sentimientos negativos- pesaban más que la alegría de vivir un nuevo día. ¿Y que podía depararles aquella mañana sinó más horrores?
Así que decidió no salir de su tienda, pero cambió pronto de opinión. Escuchó los gritos de ayuda de Kim y toda aquella tontería se le quitó de la cabeza. Se vistió rápidamente el mono y salió medio tropezando hasta caer de rodillas junto a Kim, sin poder apenas respirar.
Cuando vió la herida de Saoko entendió la preocupación del koreano, aún así estaba claro que aquella herida debía de haber sido mortal Alguien la ha protegido, puede que no del disparo, pero alguien ha evitado que muera. Hemos de mantenerla despierta y esperar que lleguen los otros. Pero creo que si ha sobrevivido al disparo no va a morir, otra cosa es el dolor que debe causarle la herida... y lo impactante que ha de ser versela pensó para sí. Creo que si la mantenemos despierta y alguien le trae algo para el dolor estará bien dentro de nada. Lo perfecto sería que alguien le sacase la bala, pero si alguien ha evitado que esa bala la mate no creo que por ahora vaya a ser un problema. Kim ya estaba taponando la herida así que Goro mojó de agua fría una camisa suya y lo puso tras la nuca de la japonesa para mantenerla despierta. Venga Saoko, estamos aquí y pronto vendrá más gente a ayudarte.
Con la llegada de Andrea, y sabiéndose más rápido que Katia, corrió como si su propia vida fuese en ello, y apenas en un par de minutos Goro ya estaba allí, casi sin respiración pero con el botiquín.

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21/04/2015, 13:49
Richard Connors

La noche anterior había estado plagada de muertes. Aunque no era lo único que había ocurrido. Sin embargo, antes de contar lo ocurrido, Richard se preocupó por la asiática que había sufrido un disparo.

-¿Se encuentra bien? Si puedo ayudar de alguna forma- les dijo a Goro y a Andrea, que eran los que se estaban encargando de auxiliarla- decídmelo.

Pero debía hablar, y comenzó con un resumen de lo que ya dijo la noche anterior.

-No sé si escuchasteis lo que dije anoche, algunos ya estabais en vuestras tiendas. Lo repetiré de igual modo. Ayer me hice con un peculiar objeto, que agrupaba a tres personas y me decía que uno de ellos hay un mal espantoso, sobrenatural. Entres esas tres personas estaba Paco, al que han matado hoy, y las otras eran Astrid y Andrea. Espero que fuera Paco quien llevara ese mal, pero por si acaso lo recuerdo, puede que necesitemos tener esta información en cuenta en un futuro si Paco no era ese traidor maligno.

Pasó ahora al mal trago, a algo que no quería decir, pero su vida estaba en juego.

-Astrid ayer me hizo algo, no sé si es su "poder" o es un objeto que encontró. El caso es- miró a Astrid, y no era demasiado amistosa su mirada- que me has vendido. Ignoro si lo has hecho porque no te fiabas realmente de mí o porque me ves como un adversario en caso de que tus intenciones sean menos honestas, pero me has puesto en peligro.

Era consciente de que el resto quizá no supiera de qué hablaba. Se explicó.

-Ella me ha obligado a contar mi "papel" en este asunto como dijo ayer. Si no lo cuento, moriré. Suena brujería, pero, ¿qué no suena a brujería en este sitio? Aunque si lo cuento seguramente también caiga- pues era un grano en el culo para los asesinos, o eso quería creer. Pero prefería tener al menos una oportunidad para vivir y hacer el bien, o de que le defendieran por la noche, como al parecer habían hecho con Andrea- Yo, de día, puedo hacer cosas que llamaríais milagrosas, y que ya habéis apreciado con anterioridad. Muchos han sido ya los que han vuelto a la vida gracias a mí. Sí, he sido yo quien trajo al mundo de vuelta ayer a Phil y a otros tantos hasta ahora. De hecho, seguramente vuelva a traer a una persona de vuelta hoy. Dos, supongo, si esa persona misteriosa- a la que Andrea hacía referencia- potencia mi poder. Quería seguir actuando anónimamente, muchos supondréis el por qué, pero Astrid me ha puesto, casi literalmente, una pistola en la nuca para que lo diga.

Estarás contenta, pensó Richard, volviendo a mirar a Astrid.

 

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21/04/2015, 14:19
Andrea Barbara Roots

Andy escuchó las palabras de Goro, aceptando algunas y desestimando otras, mientras observaba preocupada el estado de Saoko. Ella no era médico. Nadie aquí lo era. ¿Cómo podían no haber traído un médico a una expedición en unas ruinas? Podría haber pasado cualquier cosa. Sin embargo, si en algo podía estar de acuerdo con el youtuber era en que no parecía que la mujer corriera peligro. - Aún así tendríamos que sacársela. - Le dijo cuando volvió con el botiquín. - A saber si se mueve, o se infecta, o vete a saber qué. - Valoró, antes de centrar su mirada en Saoko. - ¿Tú cómo te encuentras? - Le preguntó. - ¿Qué quieres que hagamos?

Sin embargo, aquellas cuestiones se vieron interrumpidas por el monólogo de Richard. Al principio el hombre se ofreció a ayudar, pero Andy no consiguió prestarle atención más que para asentir. Sin embargo sus siguientes palabras sí hicieron que llevase la vista hacia él y lo mirase de arriba a abajo, evaluándole de una forma totalmente distinta a como lo había hecho hasta el momento.

- Joder, Richard. - Dijo en voz baja. - Te debo la vida. Muchísimas gracias. - Murmuró, mientras con sus ojos buscaba a los otros que habían sido devueltos a la vida por él. Phil, ella misma... Y Janko. Y Luis. Con un suspiro hizo un gesto indefinido en el aire, señalándole. - Siendo así, es mejor que quien tenga ese poder lo use hoy contigo. La vida por encima de la información. - Expuso, antes de hacer una pausa y citar sus propias palabras.

- Si puedo ayudar de alguna forma, - Le dijo. - dímelo. - Concluyó, antes de dirigir su mirada hacia Astrid. - ¿Qué coño tienes que decir ahora?

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21/04/2015, 16:01
Astrid Moonshine

Esto... yo...., Astrid se vino abajo, yo.. no quería... Connors... yo pen pen pensaba que...., con un par de pasos temblorosos se puso junto a la herida, miró con arrepentimiento hacia Andrea y con suavidad apartó las manos de la muchacha y después de Goro para taponar ella la herida,no tengo tacto, ni tampoco tengo vista con los hombres, pero de lo que puedes estar segura es que se curar una herida de bala, el borracho de mi padre venía a casa mas de una vez con una de estas.

Cerró los ojos y soltó el aire muy despacio por la nariz,puso labios en la frente de la asiatica para comprobar que no tenia fiebre y acarició después su sien para tranquilizarla.

Cariño, voy a meter mi dedito, se lo muestra, dentro de la herida,vale? notaras una pequeñita molestia, pero nada como para preocuparse, dijo con una sonrisa para quitar hierro al asunto,pero la verdad era que le iba a doler, si quieres haces de cowboy y muerdes un palo o un cinturon, seran solos unos segundos, pero amor, tengo que ver cual profunda esta la bala, bien cielo?

Se gira y mira hacia Andrea.

Necesitare unas gasas y  unas como se dice... pinzas o algo similar, tendreis que hervirlas, Andrea, abofeteame después, matame, lo que quieras ya que lo merezco por bocazas y mal educada, pero creeme, te imploro que me creas, jamas, jamas mataría a alguien que no fuera mi padre, Andrea, lo siento y acepto que no me perdones jamas, pero ahora por favor salvemos la vida de esta chica.

Besa de nuevo a la asiatica en la frente.

A la de tres meto el dedillo vale, jejeje 

Si supieras la de veces que me han pagado por esto, lo del dedillo, así me compré estas teticas nuevas, pero tu ni mu a mi madre, vale? le dice entre susurros.

 

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21/04/2015, 19:30
Ekaterina Kuztnetsova

Al escuchar todo el alboroto que se estaba originando en el exterior, Katia había salido de la tienda, en pijama y descalza. Se quedó paralizada al ver el rastro de muerte con el que habían amanecido aquel día. Cuando Andy le habló, tardó en reaccionar. Había empezado a temblar y se abrazaba a sí misma, sin poder reaccionar.

¿El botiquín?

Pestañeó y sus pupilas se anclaron en los ojos de la mujer que llamaba su atención. En ese momento vio llegar corriendo a Goro y asintió, comprendiendo finalmente lo que estaba ocurriendo. Entró de nuevo en la tienda y rebuscó entre sus cosas, hasta que encontró el botiquín. Sin querer le había dado una pequeña patada a Salvatore. - Perdona, a... A la japonesa le han disparado... - Le explicó precipitadamente y volvió a salir con la bolsa en las manos. Se la entregó a Goro y le siguió, aunque efectivamente, él iba mucho más rápido. 

Cuando llegó a la altura de Andy se arrodilló y miró a Saoko. No tenía ni idea de cómo ayudarla, pero quería hacer algo... Escuchó como Richard les explicaba que él era el que traía a la gente de vuelta y levantó la mirada, clavándola, agradecida, en el hombre. 

- Entonces... Tú eres nuestro ángel salvador - . Murmuró y un escalofrío recorrió su espalda al ser consciente de lo que esa revelación podía suponer. Su mirada se volvió temerosa y la deslizó hasta detenerla en la figura de Astrid. ¿Qué has hecho? Pero no llegó a formular la pregunta, prefirió callársela y apretó con fuerza los labios, ya que parecía que ella misma se había dado cuenta de su metedura de pata. 

Observó lo que hacía, sorprendida. - Antes de meter los dedos. ¿Te los has desinfectado? - Le preguntó, horrorizada al ver lo que estaba a punto de hacer. 

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21/04/2015, 23:28
Astrid Moonshine

- Si claro... iba a ponerme en el dedo un condon que llevo en el bolso,chica preparada vale por dos jijijij

Notas de juego

Se que es corto pero merecía la pena

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21/04/2015, 23:34
Saoko Ogata

Saoko sentía un dolor lacerante en el pecho, jamás pensó que sería capaz de hacer algo así por nadie pero el caso es que lo hizo y se sentiría bien de haberse convertido en una heroina, de no ser por lo que aquella bala dolía. No podía pensar, no podía apenas respirar, sólo gemir y luchar por no desvanecerse.  En esas estaba cuando el resto de sus compañeros se acercaron a ella para tratar de ayudarla.

- No...- gimió- no vi a nadie... - contestó a Kim al tiempo que esbozó una suave sonrisa al ver la reacción del chico, a continuación se acercó Andrea pidiéndole disculpas por haber detenido la bala que iba para ella- No... no pasa nada... estás viva...- se interrumpió ante una nueva oleada de dolor, que hizo que apretara los dientes y se revolviera incómoda- Gracias...- respondió a Goro... no me dejéis sola...- pidió alzando la mano para aferrar una mano amiga, un miedo irracional a la muerte la invadió quizás con un poco de contacto humano se le pasara- Eso... desinfectate el dedillo... Onegaishimasu*- concluyó dirigiéndose a Astrid débil con la frente perlada en sudor... a saber que más cosas hacía esa mujer con el dedo, mejor no saberlo

Notas de juego

* Por favor (según el traductor de google)

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21/04/2015, 23:35
Andrea Barbara Roots

- No. - Respondió Andy tajantemente. - No te vas a acercar a esa herida. - Aseguró. - Hemos tenido heridos cada día, y nunca has hecho nada, ¿y ahora de repente tienes ganas de ayudar? - Preguntó de manera retórica. - No me fío de ti para esto. Ni para nada. Eres totalmente inestable y serías capaz de decir esto sólo por llamar atención sin tener ni puta idea. - Le dijo con voz dura, antes de hacer un gesto hacia Richard. - Además, ya has hecho bastante por ayudar. - Sentenció, antes de girarse y tomar la mano de Saoko.

- Estoy aquí. - Le dijo en un susurro. - No voy a dejarte sola. - Insistió, antes de alzar la mirada, buscando a cualquiera que pudiera ser de ayuda y no estuviera como una cabra. - Por favor, que alguien le quite la ropa de la zona y se la limpie. - Pidió, sin tener muy claro qué podría hacer exactamente a continuación. - Y que alguien traiga a Wyatt. - Dijo entonces, recordando que no hacía tanto había cosido a alguien.

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22/04/2015, 00:39
Sophia Hall

Todavía tendida en el interior de la tienda Sophia se preguntaba si algún día dejaría de despertarse inquieta y sobresaltada, si la necesidad de asegurarse de que Sam estaba viva y a su lado desaparecería en algún momento de su vida o si esa sensación de temor porque las hubieran atacado permanecería pegada a su piel para siempre. 

Por suerte, tanto Sam como ella seguían bien, pero probablemente eso no sería así para todos. Así que Sophia se apresuró a vestirse con unos pantalones negros y una blusa de color crema de la que enganchó su broche, como cada día. Salió de la tienda buscando con la mirada a su alrededor y no tardó en vislumbrar las esculturas. Con los ojos muy abiertos se acercó a ellas y se detuvo a leer en un murmullo los textos que acompañaban a cada una, con los dedos enredándose nerviosos en el broche. 

Suspiró antes de continuar su camino con el ceño fruncido y al ver a Janko tendido en el suelo con una cuerda alrededor del cuello, no pudo contener una mueca de disgusto. Fue entonces cuando levantó la mirada, comprobando si Phil estaba bien y se sintió aliviada al ver que era así. Sin embargo, había alguien que faltaba... El húngaro retrasado no parecía haberse levantado y no tardó en descubrir el motivo. Lo contempló entrecerrando los ojos y finalmente arrugó la nariz antes de apartarse de él. - Qué conveniente. - Murmuró para sí misma, mientras se daba cuenta de que todos se arremolinaban alrededor de la mujer oriental. 

Avanzó rápidamente hacia allí y se tapó los labios con la mano al ver el estado de la pobre mujer. No se acercó, pues ya había muchas manos colaborando y no quería estorbar. Ella no tenía ni idea de qué hacer con una herida de bala. Desde allí escuchó la confesión de Richard y sintió un escalofrío al comprender las implicaciones de sus palabras. - Oh, joder. - Dijo, dedicando a Astrid una mirada torcida. - Perfecto. No era suficiente con desvelar al justiciero, también había que desvelar al que más está ayudando a mantenernos con vida. 

Sin embargo, la petición de Andrea llamó su atención y asintió. Eso sí podía hacerlo. - Voy a buscar a Wyatt. - Dijo, antes de dirigirse a toda velocidad hacia la tienda que el chico compartía con Krysta, la cual ya ni siquiera sabía si seguiría viva a esas alturas. Hacía días que no sabían nada de ella. Al llegar a su tienda asomó la cabeza mientras llamaba al chico en voz alta. - ¡Wyatt! ¡Necesitamos ayuda aquí con una herida!

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22/04/2015, 01:24
Richard Connors

A Richard poco le importaba ya que Astrid le pidiera perdón o no. Aunque en realidad, parecía haberlo hecho sin querer pero no recordaba que le pidiera perdón. No obstante, el mal ya estaba hecho y de poco le iba a servir quejarse.

-Creo que hoy resucitaré a Danko. Hace unos días, cuando podíamos mandar algunas notas, yo envié una única nota. A Danko. Le dije quien era y que yo le había resucitado. Solo a él. Pensé en mandarle otra nota a Andrea, pero después de lo que dijo al principio sobre que se se sentía vacía me hizo pensar que quizá pensaría que fui yo la que hice eso, aunque simplemente la resucité al igual que a los demás. Y sigo vivo después de varios días.  Eso quiere decir que de ser Janko un asesino me habrían dado ya el pasaporte. Bueno, podría darse también que Janko fuera un traidor y le conviniera que yo siguiera vivo, o quizá ni siquiera leyó la nota. Aún así, creo en la primera opción, que podemos confiar en él.- Miró a Andrea- No quiero molestarte en lo que estás haciendo. Pero... ¿sabes algo lo de no sentirte viva como dijiste cuando volviste? pareces menos tétrica que ese día, ¿ha cambiado algo?

Sin embargo, aún habían asesinos.

-Si Paco era un traidor, cosa que seguimos sin saber, significa que aún hay más. ¿Cuantos asesinos hay, suponiendo como dice Andrea que hemos matado ya unos cuantos? De ser así, ¿hay algún candidato?

Si no era así, debía aferrarse a la única pista que tenía para estar seguro, el objeto que le indicó un culpable entre 3 personas. Aunque el principal sospechoso de ello estuviera muerto, Richard no estaba seguro.

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22/04/2015, 01:46
Sasha Dixon

Me desperté temblorosa, no sabía si de frío o de nervios, cada noche era peor y no quería salir y ver lo que había pasado. Sin embargo, no tuve más remedio, los gritos eran imposibles de ignorar. Al salir de la tienda, vi a Andrea y a Astrid sobre Saoko. Escuché los comentarios y miré enfurecida a la chica, por si no era suficiente aguantar sus cambios de humor, ahora era culpable de descubrir a la persona más importante de todos nosotros. Me apresuré a donde estaban con mi mochila por si podía hacer algo.

-¿Puedo ayudar en algo?- Saqué más gasas de la bolsa para taponar la herida.- Aquí tengo más gasas, espero que sirvan hasta que alguien pueda coserla.- No sabía qué hacer y, mientras esperaba repasé a los demás para ver quien faltaba. Aurel, Janko, Chechu y Paco. Lo lamenté enormemente por Janko y había decidido dar un voto de confianza a Paco, no sabía que pensar sobre Aurel y si Chechu había herido a Saoko… otro asesino menos.

Asentí a las palabras de Sophia con las que estaba totalmente de acuerdo. –Casi mejor que no vuelvas a intentar acusar a nadie. No das una. Han intentado matar a Andrea y lo han conseguido con Janko, ¿eso es suficiente para ti? Espero que quién ha protegido a algunos durante la noche, lo haga con nuestro ángel.- Cuando escuché a Richard no pude evitar contestar.- Sí, la leyó y se comunicó conmigo. Espero que Janko vuelva pronto.

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22/04/2015, 01:51
Andrea Barbara Roots

Andy asintió a las palabras de Sophia con un brillo de urgencia en la mirada. Sin embargo no hizo falta decirle que se diese prisa: ella misma echó a correr, y sus gritos se oyeron en todo el campamento.

Mientras Wyatt volvía, Andrea se mantuvo junto a Saoko, sosteniendo su mano y comprobando de la mejor manera que podía que su estado no empeorase. Desde allí escuchó de nuevo a Richard, y sin dudar le respondió.

- No fue culpa tuya. - Le dijo, aunque probablemente el hombre ya lo sabía. - Y me alegro de que hayas notado que estoy mejor. - Comentó dedicándole una pequeña sonrisa, aún en la situación que se encontraba con Saoko. - Mientras estaba muerta alguien que necesitaba un alma tomó la mía. - Explicó de nuevo. - Sé que le está dando un buen uso, pero no hace que sea menos putada. - Señaló, antes de emitir un suspiro. - Pero tuve suerte. Aunque suene raro alguien me ayudó a formarme una nueva, y ahora podría decirse que estoy mejor que nunca. - Explicó. - Hasta puedo hacer cosas que antes no podía. - Concluyó. Y entonces, al ver llegar a Sasha, tomó las gasas que ella le tendía.

- Apártale la ropa de la zona y límpiasela, por favor. - Le pidió, volviendo a la urgencia que tenían entre manos. - Así cuando venga Wyatt será trabajo adelantado.

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22/04/2015, 02:08
Sasha Dixon

Asentí a Andrea y saqué una botella de agua sin abrir de la mochila. Aparté con cuidado la ropa, vertí el agua y pasé suavemente otra gasa por encima con cuidado de hacerle el menor daño posible. –No parece que haya herida de salida, no sale sangre por debajo. Si la cosen con la bala dentro, no servirá de nada. Espero de Wyatt sepa sacarla.

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22/04/2015, 02:22
Richard Connors

Richard sabía que servía de poco ayuda, así que al menos dio ánimo.

-Lo conseguiréis, no os preocupéis. Saoko es fuerte- le miró a ella e intentó calmarla. Era importante que ella luchara, y que siguiera consciente- ¿a que sí? Saldrás de ésta.

En casos así, la paciente debía tener esperanzas, no rendirse. Esperaba animarla mientras aquello durara. Y si moría, siempre quedaba el último recurso. Aunque ahora que había confesado su poder podía darse el caso de que no volviera a hacer aquello que solo él sabía hacer mucho más.

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22/04/2015, 03:08
Phil Chekh

Phil había pasado una noche rarita, pensando, sopesando y recordando... el erróneo sueño de Abi le daba para rato en cuanto a sus propias paranoias absurdas, pero había dormido a fin de cuentas. Cuando abrió los ojos… suspiró, encogiéndose completamente dentro de su saco, como si no quisiese salir – Estoy cansado ya… - murmura lentamente quejoso, cansado nada más despertar. Se levanta. Sale de su tienda con los ojillos medio cerrados, sin olvidar meter su inútil pero simbolico reloj en el bolsillo, no le daba suerte ni nah… pero él lo llevaba consigo igual.

Con cara de "uf" se dirige hacia la estampa de Paco y Chechu. No ganaba para nervios. Un asesinato muy expresivo… A Phil se le descuadra un poco el gesto, pinceladas rojas, pinceladas negras… ladea lentamente su cabeza con cara de "hay dios..." con las notas – Este lugar nos esta volviendo... – no hay palabras... Ambos españoles parecían buena gente, parecían... pero uno jugaba sucio, lastima.
Por otro lado, Janko había vuelto a ser asesinado, esta vez sin sangre... allí puede cruzar su mirada con la retratable bolli big eyes, Sophia, antes de volver los suyos al cuerpo de Janko... tuerce su boca pensando en lo simple de la cuerda, como lo de la almohada. Lo de Aurel, en fin... ya podía haber cuajado lo de la almohada.

Para la ocasión, de nuevo... Los conocimientos médicos del hombrecillo canadiense no pasaban mas allá del sana sana culito de rana, así que no podría ayudar con el jaleo de Saoko. Se sentía inútil en este día. Pero se queda cerca por si pudiese ayudar en algo a aquellos que ayudaban a la japonesa, Kim, Andrea, Sasha y Goro. Astrid... si, casi mejor que no metiera el dedito en ninguna lado.

Desde allí mismo... Phil se dirige a Connors, quien exponía sus acciones obligado por la ganadora del trofeo cagada del momento, ademas de intenciones. – Esto... Richard, gracias por la confianza – que menos, asiente 2 o 3 veces ante el periodista, llevándose una mano a la garganta de forma inconsciente - Prometo hacerle un retrato si salimos de aquí - piensa - Y de los buenos... - pero a ver como se apañaban.

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22/04/2015, 05:53
Salvatore Darthe

Si no hubiese sido por la patada de Katia, probablemente habría dormido al menos un par de horas más. Pero eso, acompañado de la palabra “disparado”, fue suficiente para abrirle los ojos de par en par. Se reacomodó la ropa mientras Katia dejaba el lugar. Había dormido incómodo, no habiendo podido sacarse los pantalones o la camisa frente a la adolescente. Quizás a ella no le molestaría, pero no era esa la impresión que quería darle. No había entrado a la tienda con ella por eso.

Salió unos segundos después, a tiempo para escuchar por qué Saoko había recibido el disparo y quién lo habría propinado. Lo buscó con la mirada, y lo encontró muerto. Pero la cantidad de muertos de esa noche era abismante, y Janko estaba entre ellos. Volvió a mirar a la asiática y fue hacia ella, arrodillándose a un lado de Andrea mientras se quitaba la chaqueta y se la ponía de almohada a Saoko. Un pequeño gesto mientras no pudiera agradecerle en persona. Un gran gesto, si se consideraba lo mucho que odiaba ensuciar su vestuario.

Cuando escuchó lo de Richard, quiso correr a abrazarlo. Era quién le había devuelto a su hermana. Mierda, podría besarlo ahora mismo. Fue por eso qué, incluso al lado de la herida, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y le agradeció con un movimiento de cabeza, su peso hinchado con alegría. Ya lo abrazaría luego.  Pero en cuanto habló de Astrid nuevamente, su mirada se nubló. Tuvo que luchar contra sí mismo para no cumplir su amenaza del día anterior, sabiendo lo que revelar aquella información significaría para el pobre hombre. Que difícil hacia Astrid el no odiarla.

Bastó con escuchar la prohibición tajante de Andrea para que Salvatore se levantara y tomara a Astrid fuertemente del brazo, forzándola a alejarse de la muchacha baleada y llevándola a una distancia prudente del resto. Si ella también creía que era mala idea, debía ser cierto. Era imposible que ambos se equivocaran al mismo tiempo. – Por tu bien, te quedas tranquila aquí. Conmigo. – le dijo a Astrid, en un tono al que llamar hostil sería insuficiente. 

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22/04/2015, 06:31
Narrador

Una extraña sensación los invadió a todos cuando, por un momento, se olvidó a la mujer herida de bala para dirigir sus ojos hacia un ya antiguo caído. Los músculos de Luis se iban liberando del ácido láctico, recuperando ligereza, su sangre volvía a correr, regresándole el saludable color, sus tejidos sanaban llenándose nuevamente y dejando a Luis en una fortaleza mayor a la que había demostrado hasta ahora.

Como antes, tomó uno de sus habanos y lo encendió, era lo único que podía encontrar para reacostumbrarse a su cuerpo humano. A pesar de esto, estaba vivo y cuando la certeza fue clara, sus ojos giraron nuevamente hacia la mujer herida.