Partida Rol por web

Los desfiladeros son muy traicioneros, especialmente cuando te encuentras en el estrecho paso inferior y el sol te ciega. Adentrarte en un paso estrecho al atardecer es aceptar que te lluevan piedras, arena y tiros. Bien sabido es.

Sin embargo, los altos pasos estrechos, aquellos que ponen a prueba la calidad de tus botas y de tu aplomo, aquellos son todavía más peligrosos y no por la fatal caída que puede regalarte un paso en falso, sino por los sentimientos capaces de avivar una puesta de sol contemplada bajo los efectos de su adrenalina.

Francis caminaba pensando en sus cosas, este pueblo esta loco, condenar a un humano normal y encima joven por matar a un negrito? Esto es de locos y además aun no se a demostrado que fuera culpable ese joven imberbe…, al ver a Red  traga saliva y le tiemblan las manos y no sabe por que…  saca su bolsa de tabaco y papel, se lia un pitillo y va donde el fornido y tosco hombre.

Perdone Red, me puede dar fuego?

Hasta aquel momento, la idea que me había formado de Prescott no era ni buena ni mala. Era un tipo que tenía las cosas claras, que pudiera estar en lo cierto o no, era algo que no me incumbía a mí decidir, así que poco más tenía en mente hasta que lo vi acercarse y pedirme fuego.

Había algo en su mirada turbada de emoción que me tocó en lo más hondo. Él era un hombre atractivo y yo era un hombre práctico. Dos hombres, al fin y al cabo, de ideas meridianamente claras.

- Por supuesto, Francis. - Le llamé por el nombre y no me sentí incómodo no con ello ni con que él también me hubiera llamado por el mío. Más bien al contrario. Entonces, cuando le di fuego, nuestras manos se rozaron y un sentimiento acalorado me invadió. Conocía ese sentimiento. Lo había experimentado otras veces, la mayoría de las ocasiones con mujeres, pero era yo un tipo práctico que se conocía a sí mismo lo suficiente como para aceptar las cosas como venían.

Miré a Francis a los ojos mientras se encendía el cigarro. No me quedó ninguna duda. Aquello podía llamarse amor.

Francis trago saliva haciendo un ruido seco, le devolvió la mirada a Red, que es ese calor en mi pecho? Y esa chispa al tocar sus manos? Solo había sentido algo así al tocarle los bajos a Mary Sue, al menos Red no huele a manteca de cerdo y pescado en salazón.

Esto…. Hace buen día hoy, bueno y esas cosas no? Día frio y varonil, días de hombres rudos, días de… que hace usted aquí a todo esto?

- Esperar que llegue la noche, principalmente.

Le respondí, algo más dueño de mí mismo que al inicio de nuestra conversación.

- De hecho, me gustaría que tuviéramos una charla al caer el sol. Será más conveniente.

Me da fuego? , volvio a decir sin darse cuenta que ya estaba fumando, estaba embelesado por el duro vaquero, había convivido con mil como el en sus largos viajes, pero jamas hhabía sentido algo así, quiero decir... al anochecer par? ?

Me fui sin responder. Las emociones que me asaltaban en presencia de aquel hombre no me permitían pensar con claridad. Parecía absurda la situación, si no fuera por conocerla ya de antes.

Cayó la noche en Bala Dorada y fui nuevamente al encuentro de Francis.

- ¡Hola, Francis! - Mi voz se volvía algo temblorosa en su presencia y tuve que inspirar hondo para recobrar la compostura y serenidad que me eran propias. - Pasan cosas inesperadas en este pueblo, ¿no cree usted? Y no me refiero sólo a los ajusticiamientos faltos de toda ética del nuevo sheriff. Francis, usted tiene un magnetismo personal que resulta difícil de rechazar. Sé que no soy el único prendado de usted, Francis, y me pregunto si no seré yo más que un trofeo de su colección. ¿Qué me dice a eso, Francis? ¿Qué me dice de Wyatt y de Luisiana?

Me dolía mucho hablar de eso, pero siempre había sido yo una persona que no le gustaba andarse por las ramas. No iba a ser menos en un momento como aquél.

Al joven se le dibujó una sonrisa en su rostro al ver a Red, pero esa sonrisa ya llevaba unos segundos en su cara, era inconfundible su olor a  tabaco, a sudor destilando alcohol y a esa mezcla de varonil almizcle y sopa de pollo.

Cual fue su sorpresa al oír a Red, su cara denotaba nerviosismo así que lo mejor era ser sincero y decir toda la verdad, pero a cambio el también necesitaría respuestas…

Si.. no se lo voy a negar Red, me he prendado de los tres, pero siendo sincero aun estoy dubitativo, acabo de empezar a hablar hace nada con vosotros y soy un mar de líos, parezco un becerro liado con unas sogas, no voy a adelantar acontecimientos, quiero que mi amor sea puro y sincero tal como estoy haciendo con usted ahora mismo, si y se que es un pecado a los ojos del Todopoderoso, pero estoy prendado de usted y es pecaminoso, sobre todo en mi pueblo… ya sabe, pero como bien he dicho el amor es sinceridad, quiero saber como a sabido del resto de pretendientes y me gustaría saber que puede aportar a la relación que nos ayude a salir de esta.

Francis toma las manos de Red con las suyas, su cara denota tranquilidad después de haberse liberado de una gran carga y sus ojos son sinceros en su mirada.

Ayúdeme a ayudarnos Red…

- Hay más cosas. - Dije, y un escalofrío me recorrió cuando él tomó mis manos entre las suyas. Yo hice lo mismo y las así fuerte. - No creo que salgamos de esta, Francis. - Le confesé. - Riley y usted hicieron mal en elegir al cabeza hueca de Giese como compañero. Debían saber que ése muchacho era incapaz de mantener la boca cerrada.

Observé unos segundos su reacción. 

- Lo sé todo. Y sé más cosas. Yo también formo parte de un grupo que, como el vuestro, vamos detrás del oro de estos malnacidos pueblerinos. La india formaba parte de ese grupo. Supongo que esto le hará atar cabos.

Escupí el tabaco que se desprendía del mal cigarro.

- Creo que el mejor arreglo que podemos hacer es ponernos todos de acuerdo, acabar cada noche con dos de esos desgraciados, sin pisarnos la víctima, y repartirnos el botín en cuanto estén todos fiambre. ¿A quién queréis dar boleto esta noche?

Red, antes de contestar a nada dime dos cosas,como sabes que ellos estan enamorados de mi?ellos mismos lo han dicho? Y dos..... a quirn atacaste la primera noche?

- Francis... La india sabía muchas cosas. Aunque, de todas formas, ¿qué más da cómo me he enterado de todo esto? La cuestión es que ambos sabemos que es verdad. Tus ojos me lo han confirmado. - Mi mano subió hasta su mejilla áspera, acabando en una caricia en la que me recreé en sus ojos. - La primera noche se quedó en un intento, fuimos a por la dulce Susie, la dueña del saloon. Supusimos que estaría forrada. Pero algo pasó y no pudimos acabar con ella.

Red... tengo datos que me indican que esa respuesta no es correcta, se que no la atacaste, que ocultas? 

Miré perplejo a Francis.

- ¿Qué? ¿Qué datos Francis? ¿De qué me hablas? La primera noche debíamos acabar con ella, así lo decidimos, pero no funcionó. Lo cierto es que fue muy raro, pero así fue. - Mi tono era contundente, casi molesto por que se me acusara de no decir la verdad. - No bromeo con estas cosas, Francis.

 Tu.. la India y Luisiana..., pues Red.. otra ppersona fue atacada esa noche y salió vivo, dime.. si Luisiana sabe todo ya estoy muerto? 

- Luisiana no sabe todo, pero sabe lo de mis sentimientos hacia ti. Luisiana no pertenece a mi equipo, pero he tenido charlas con él. Conocí a Luisiana antes que a ti, Francis. Es un hombre notable y nuestras conversaciones son... emocionantes. Como no había sentido antes con ningún otro hombre, hasta que apareciste tú.

Había llegado el momento de decir toda la verdad, aunque doliera.

- También amo a Luisiana, Francis.

Suspiré. No recordaba haber suspirado así antes. Parecía una quinceña.

- Si Luisiana muere, yo muero. Si tú mueres, yo muero. Morir de amor... algunos dicen que es la muerte más estúpida, pero qué quieres que te diga yo a estas alturas de la película. Casi mejor como hizo la india que atrapado con los pantalones bajados. No debes temer ni a Luisiana ni a mi equipo.

Me pasé las manos por la cara, casi me arranco el cigarro.

- Mira Francis. Tú sabes cosas. Yo sé cosas. Dime a quién vais a matar esta noche. Yo también te diré quien será nuestra víctima. Entre los dos veremos si las elecciones son correctas y acabemos con esto cuanto antes. Eso será lo mejor.

Con quien trabajas Red, que me ocultas ? 

- De momento no puedo decirte con quien trabajo, Francis. No porque no quiera, si no porque soy un hombre de palabra y prometí no desvelar la identidad de la persona que trabaja conmigo. Debería hablarlo y, si está de acuerdo, te diré quien es.

Te entiendo y respeto, pero comprende me, tienes ventaja, dime sobre Luisiana, el me esta camelando y no termino de fiarme de el, es muy inquisitivo con sus preguntas y de momento no le he dicho nada de mi, pero me pregunta por Giesie