Partida Rol por web

[HLdCN] 2x Diez Negritos

Planta Superior, Habitación 5

Cargando editor
16/03/2015, 02:13
'Director
- Tiradas (2)

Motivo: Sigilo de la nueva Jacqueline

Tirada: 1d100

Resultado: 10

Motivo: Alerta de Gustave

Tirada: 1d100

Dificultad: 16-

Resultado: 65 (Fracaso)

Cargando editor
16/03/2015, 02:20
'Director

Cuando regresas a tu cama no tardas en quedarte dormido. Ha sido un día y noche agotadores y el perfume de Penny aún se respira en tu habitación cuando te sumerges en la cama y, con tus pensamientos acunándote, el sueño te vence pronto.

Duermes como un tronco y hay algo que está a punto de despertarte. Pero no sería más que una pesadilla. Seguramente. Pero esa sensación de despreocupación desaparece pronto cuando un peso carga sobre tu espalda y una fría hoja de acero atraviesa tu piel, músculos, huesos y vísceras. Un cojín sobre tu cabeza te obliga a morder la tela y, por ende, te impide gritar mientras la hoja se hunde en tus carnes una y otra vez, una y otra vez. Tu organismo colapsa pronto, tu sangre se esparce por la cama e inunda zonas de tu cuerpo que no debieran estar encharcadas, como tus pulmones, tu estómago y muchas otras zonas que ubicas rápidamente en tu confusa mente, gracias a tus conocimientos médicos.

Pero esa mente se apaga y pronto no puedes más que rendirte a lo inevitable. La Parca espera y no acepta un no por respuesta.

Cargando editor
16/03/2015, 02:21
'Director

No dudas demasiado. Saltas sobre el cuerpo dormido de Cavanough, tapas su cara con un cojín, obligándole a morder la tela y ahogando sus probables gritos, al tiempo que lo coses a puñaladas.

La sangre empapa rápidamente la cama del Sir y poco o nada puede llegar a debatirse para salvar su vida. Cuando recobra la consciencia es sólo para darse cuenta que su cuerpo no responde y la vida se le escapa por cara una de las heridas que le abres en el cuerpo.

Incontables puñaladas te dejan una satisfacción que pocas veces has llegado a alcanzar en ningún ámbito de la vida.

Finalmente, jadeante y extasiada, como si de una noche de sexo salvaje se tratase, te recompones como puedes y regresas a tu habitación, relamiendo la experiencia hasta el alba.