Partida Rol por web

[HLdCN] 2x Diez Negritos

Amantes

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03/01/2015, 20:08
'Director

Rol Secundario: Amantes.

Ágape Stolness y Benoni Fausto Predatore.

 

Heridos en lo más profundo de sus corazones por las flechas del amor a primera vista, los personajes emparejados por Cupido vivirán un idilio apasionado mientras los hechos se suceden en la mansión. Deberán cuchichear durante las fases diurnas para acordar el lugar de reunión durante las fases nocturnas y, así, retozar a gusto y evadirse del mundo ruin que les rodea. Su amor será tal y tan fogoso, que en caso de morir uno de ellos el otro correrá la misma suerte, arrojándose en brazos de la Parca como única forma de continuar al lado de su amor.

Notas de juego

Podéis narrar aquí cómo ha surgido vuestro amor a primera vista, para darle un poco de color rosa a todo ello.

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16/02/2015, 18:21
Benoni Fausto Predatore

Notas de juego

O.O

X_DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Cuando pueda posteo. Hoy o mañna.

P.d.: Al menos me llevo a la mejor :P

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17/02/2015, 12:36
Benoni Fausto Predatore

Notas de juego

Escribiendo post. A ver si le parece bien, mi propuesta de amor a primera vista a la dama.

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17/02/2015, 12:52
Benoni Fausto Predatore

Durante el viaje Fausto había tenido ocupado su raciocinio en sus empresas, proyectos e inquietudes inmediatas, vaciándose de distracciones mirando el paisaje e ignorando a los embarcados que paseaban a quienes devolvía el saludo de forma parca.

Pero, desde que desembarcó se fijó en aquella belleza grácil de ojos cristalinos, sonrisa deliciosa y piernas de infarto. Por un segundo, y por vez única, se atragantó con el humo que llenaba sus vías respiratorias el siempre perpetuo tabaco. No pudo evitar seguirla con la mirada mientras estando en el embarcadero esperaba que viniesen los del servicio a recibirlos. Y devoró en silencio, cada risa, cada expresión facial, y cada gesto corporal que aquella muchacha dedicaba a los afortunados que con ella habían ido a conversar. Avaro de atesorar y grabar a fuego cada imagen de aquella elegante y deseable mujer en su cerebro.

Cuando el mayordomo los recibió en lugar de sus anfitriones procuró, tras su enfado, recuperar aquél autodominio de hierro que le caracterizaba y ordenó, como hemos leído, a aquél joven cargar con su equipaje, y desapareció.

Al volver a entrar a la mansión, sus pensamientos volvieron a ella, y la buscó un par de veces con la mirada pero sin éxito alguno. Iba a desistir en su intento tras aburrirse de hacer tiempo entreteniendo su mirada por los distintos cuadros, los cuales ninguno lo deleitaba tanto como lo había hecho esa rubia de rostro y formas distinguidas, atractivas y únicas, cuando de pronto al dirigirse a las escaleras apareció, viniendo del vestíbulo y girando la esquina, esa musa que ocupaba sus ensoñaciones. Con tanta prisa ambos, que casi colisionan.

-Scusi.- Se disculpó él, dando un paso atrás para cederle la preferencia con una leve inclinación y un ademán con la mano que la invitaba a proseguir adelante y evitar ser un estorbo para ella.

Su sonrisa, lo iluminó, despertando deseos dentro de él de poseerla, y no solo en un sentido carnal. Se vio alcanzado, como decían algunos “por el rayo” y desde entonces, inevitablemente sus latidos y sus suspiros versarían para siempre más hacía ella, aunque no volviera a verla. Por suerte, el destino en ese sentido, sería clemente.

Dirigió sus pasos ahora libres de nuevo a la escalinata, dispuesto a ir a su propia habitación, no sin antes, dedicar una última y fugaz mirada hacia atrás para verla alejarse contorneando con elegancia insuperable sus piernas. – Ciao, Bella.- Musitó en susurros solo para sí mismo.

Había ido, sin saberlo, ahí para que le robasen, y le habían robado lo único que podía llegar a tolerar un italiano. Su corazón. Suspiró y se perdió tras la puerta nº10 del segundo piso.

Pasaron las horas, encerrado en su hospedaje, sin prisas. Aseándose para dar una imagen inmaculada de sí mismo, con especial e inesperada motivación. Y cuando se sintió perfecto, como correspondía de un hombre de su posición. Bajó, como se ha descrito. Lo que no se ha contado, aún, es que la fortuna lo sonrió cuando quiso sentarlos de lado.

La velada transcurrió embriagado por aquél delicioso aroma que no sabría a que pertenecía, pero que indudablemente era suyo. Aspiró disimuladamente aquél olor alternándolo con el del tabaco. Pero si bien, a Benoni Fausto Predatore no le importaría nada convertirla en su nueva amante, o mejor aún, tercera, e incluso última, esposa (Sin ser, además, ésta ser Italiana lo cual era en extremo raro dado sus orígenes y fidelidad a las tradiciones de su gente), no le destinó ni un comentario ni una mirada directa que pudiese resultar inoportuna e incómoda para los dos o el resto de comensales. No pondría una dama en el aprieto de ser el centro de los chismes de las ociosas.

Dejó que la mujer conversara con las mismas de su posición y sexo mientras él hacía, entre calada y mordisco, lo propio con algún aristócrata, o empresario.

No así, sus manos movidas por caprichosos de las moiras, o por una voluntad ajena al dictado de sus cabezas, se encontraron al ir a buscar ambos a la vez la misma bandeja o panecillo con lo que acompañar la comida. Piel a piel se tocaron en un suave roce anhelado por él, pero no buscado y que solo el acto reflejo cortó con presteza.

Ésta vez, sin palabras, Benoni se disculpó con un gesto manual que nuevamente le cedía la preferencia y el favor para servirse ella. Con una sonrisa y una mirada intensa que duró lo que la educación permitía. Luego, siguió las conversaciones que escuchaba sin aportar en las mismas demasiado dado que su interés estaba centrado en algo menos trivial y pensó, para su fuero interno, que de cerca era infinitamente aun mejor que no la había apreciado en la distancia: una divinidad abandonada entre tanto ser despreciable.

Notas de juego

Eso es lo que había pensado, espero que no choque con cualquier plan que pudiera haber trazado usted, mi bella donna. ^^

XDDDDD

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17/02/2015, 16:33
Ágape Stolness

Si hubiera apostado toda mi fortuna en prometer que nunca volvería a fijarme en un hombre, lo habría perdido todo. Absolutamente todo. Y, pese a ello, moriría feliz.

No pude evitar fijarme primero en él. Mientras oteaba el horizonte tras haber desembarcado, por el rabillo del ojo vi a aquel hombre maduro con mirada inteligente fumando un cigarro. Me acuerdo que arrugué la nariz al ver su cigarro entre sus dedos, pero, después, pensé que era un gesto que le daba un cierto aura de grandeza. Y no me quedaba nada mal.

Ante aquellos pensamientos, no tuve más remedio que irme de allí. No quería ser una mujer caprichosa que se deja  vencer por instintos básicos que no eran más que recuerdos fútiles de cuando éramos primitivos.

—Céntrate, Ágape— murmuré, mientras penetraba en aquella mansión, dejando la bebida para otro momento.

Sin embargo, quiso la casualidad que nos encontráramos en el interior de manera fortuita, aunque quise creer que, en realidad, aquel hombre iba detrás de mí, correspondiendo mis sentimientos por él.

Mi bochorno fue tal que ni siquiera me disculpé. Contemplé sus pozos negros por ojos, y me vi sumergida en aquel abismo. Su mirada increíblemente analizadora, me desnudaba, y llegaba hasta mi interior, perturbando mi alma. La boca se me quedó seca, y el corazón comenzó a latirme, frenético.

Me marché antes de que dijera nada. Porque sabía que si escuchaba su voz, temblaría.

Cuando fui a mi habitación, y me contemplé en el espejo, no quería reconocer que me miraba por él, como si necesitara estar a una cierta altura para volver a acaparar alguna mirada suya. Me sonreí, como si fuera una colegiala, y salí de la habitación, pensando en si me dedicaría alguna sonrisa.

Fue la Gracia quien quiso que aquel asiento libre fuera al lado de Fausto. Traté de fingir que no me importaba, y que tenía muchas más cosas importantes que hacer antes que dedicarle una mirada o pedirle siquiera que me pasara el entrante, pero no podía dejar de notar un sudor frío en mis manos. Y, temía que si nuestras manos rozaban, notara lo pegajosa que estaba.

Sonreí de manera tímida y azorada al chocar nuestras manos. Apenas lo miré a los ojos. Musité un rápido: “disculpe”, sonriendo con torpeza, y volví a centrarme en la bandeja que quería alcanzar. No me atreví a mirarlo a la cara. Porque si lo hacía, caería en su hechizo, lo sabía.

Durante toda la cena, los latidos de mi corazón estuvieron martilleándome el pecho sin descanso, torturándome, como si reclamaran la atención de Fausto, haciéndole llegar a sus oídos su bombeante sonido. Y llegué a pensar que así era, porque no paraba de notar cómo la sangre circulaba en mi interior.

Mil preguntas me pasaron por la mente. ¿Estaría casado? ¿Comprometido? ¿Dónde viviría? ¿Le gustaba la música? ¿Y la buena lectura? ¿En qué trabajaba? ¿De qué parte de Europa era, y por qué vivía en el Nuevo Continente?

En una ocasión, me llevé las manos a mis mejillas, y me las noté calientes, ardiendo. En un principio pensé que pudiera ser por el calor allí congregado, pero, después, me di cuenta de que era por la cercanía a la que estaba puesta con Fausto.

Me pregunté si aquello iba a durar mucho más, o, simplemente, era un capricho de un día.

Notas de juego

Está muy bien, Fausto ^^ 

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17/02/2015, 17:46
'Director

¡Perfecto cracks!

Cierro ya esta escena, pues a partir de ahora os tenéis que buscar la vida para reuniros. Si tenéis preguntas, a la escena correspondiente. Si me planteáis alguna duda que os competa a ambos, la responderé por aquí.

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17/02/2015, 18:32
Benoni Fausto Predatore

Notas de juego

0k, y para crak el Máster. Él y su poesía ;D

P.d.: Duda dudosa que va para enterarnos ambos. Nos abrirás una escena Sotto vocce para quedar, ¿no?

Edición de Director para responder: En seguida.

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23/02/2015, 02:00
'Director

¡Qué poco ha durado esto!

No perdáis el hilo de los muertos, que quién sabe si hay oportunidad de volver o de influenciar en la partida.

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08/03/2015, 09:11
'Director

La noche en el mundo de los vivos está tocando a su fin. Ágape ha podido poner en orden las ideas y el caos mental que sucedió a la reencarnación y, entonces, notó un hilo invisible en su mente del que tiró sin pudor.

Se trata de un hilo muy fino. No sabe cuánto puede durar ni si va a funcionar, pero es ilusionante, pues al tensarlo su corazón late con fuerza. El hilo la vincula a Fausto.

Benoni también nota que algo tira de él, con una emoción inexplicable y, como en un sueño más irreal incluso que la cotidianidad de la laguna, ese tirón se vuelve en imagen y en voz amada.

El amor es capaz de atravesar la distancia insondable de la laguna estigia.

Notas de juego

No sabéis porqué, no cómo ni cuánto tiempo durará, pero podéis hablar el uno con el otro.

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08/03/2015, 09:20
Benoni Fausto Predatore
Sólo para el director

Notas de juego

OooooooOooOoohh!!! Sorpredido me hallo o.o
Estaba bocetando en el móvil para nuestro amigo médium otra réplica imprtinente cuando me sorprende esto. Genial. *-*

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08/03/2015, 20:05
Benoni Fausto Predatore

Lejos de ahí, y a la vez sin moverse. Sus ojos volvieron a perderse extasiados en la visión de su amada flotando sobre las aguas de la laguna. Bella, nívea, imperecedera y con su dorado cabello moviéndose a capricho del azar.

Entonces sintió como algo que le recordaba indescriptible y poderosamente a ella tiraba de él, atrayéndolo como un canto de sirena hasta el fondo del océano y como un marinero inconsciente, él no se resistió ni en lo más mínimo.

Fausto, al notar aquella conexión que nada físico ni místico parecía poder cortar, llenó unos pulmones inexistentes de algo que no podía ser aire, y ensanchó mucho su sonrisa.

Frente de sus nuevos ojos se perfilaba el cuerpo de una hermosísima mujer, elegante y grácil, y mostró aquellos iris claros que la habían convertido, en vida y en muerte, dueña de todos sus suspiros, pero ahora Ágape se mostraba envuelta de un aura que la hacía más divina aun sí cabía.

El italiano sonrió feliz, más, incluso, que en su última noche sobre el mundo en que ella lo sorprendió llamando a su puerta con los nudillos.

-Estaba dispuesto a esperarte toda la eternità.- Dijo a modo de salutación. –Veo que no hará falta tanta espera.- Bromeó con la ilusión y la expectativa de verla al menos sonreír. -Ni tendré que entender ese sensual lenguaje con abanicos para quedar. Aunque, por mí puedes seguir haciendo uso de él.- Avanzó hacia ella a paso seguro. -Me seduce y me trastorna cuando ocultas tu mirada, tus labios y tu rostro tras él. Es… como aguantar la respiración para luego respirar a fondo y notar lo vacío que te has sentido y lo completo, pleno, que estás de pronto. O como el sol escondiéndose tras las nubes, para luego calentar tu piel. Hola, amata mia.- Acercó la mano para comprobar si esa visión se podía tocar y si podía sentir de nuevo el roce de esa piel suave y sensible. -Eso es… ¿cosa tuya?

Notas de juego

El amor es capaz de atravesar la distancia insondable de la laguna estigia.

Gran post, mejor frase, máster. ^^

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08/03/2015, 20:40
Ágape Stolness

Fruncí el entrecejo cuando lo sentí. Como si me tiraran de un hilo invisible, aunque yo me imaginaba dorado, sin saber muy bien el motivo, noté que en mi pecho surgía una fuerza irresistible, como si una mano invisible hurgara en mi interior, y me recordara que, aunque lo pareciera, no, no estaba sola. Ni por un momento.

En cuanto lo vi, mi corazón se aceleró, y ni siquiera perdí el tiempo en preguntarme cómo o por qué. No me importaban los cómos o los por qués, tan sólo me importaba Fausto, y el tiempo que tendríamos para volver a juntarnos de nuevo.

Abrí los brazos para fundirme con él en un abrazo infinito, que la eternidad envidiaría. No era igual, no era lo mismo, ni sentí que estuviera a mi lado, pero su mera visión ya hacía que mi corazón se iluminara. Sabía lo que hubiera sufrido sin su compañía, y ahora, sabiendo que estaba junto a mí, me decía a mí misma que podía con todo lo que hiciera falta.

Fausto— murmuré, sonriente como la media luna, sin poder pestañear por si, al abrir los ojos, si imagen desaparecía—. Te he echado mucho de menos— dije, tratando de evitar que la barbilla me temblara, y haciéndome la fuerte—. Mucho.

Entrelacé mis dedos con los de él, escuchando las palabras que me hacían ruborizar, y lo miré de manera intensa, deseando que estuviera realmente junto a mí, y no como mera ilusión.

No es cosa mía, Fausto— respondí, negando con la cabeza, pero aún sonriente—. No sé de quién es obra, pero le agradezco tanto que nos dé esta oportunidad…— dejé la frase morir, pues no quería continuar y marcar el final de aquel encuentro.

Con él, sabía que me podía enfrentar a cualquier cosa, que podía combatir a quien fuere necesario para hacerle justicia.

Mio caro, haré lo imposible por tratar de estar a tu lado. Sea en esta vida o en la siguiente— dije, mirándolo con ojos brillantes—. Pues tú eres la luz que me guía, y te necesito a mi lado para saber que puedo con todo lo que en mi camino me cruce— sonreí—. He de decirte algo.

Cogí aire, y lo miré, seria.

—He descubierto que el cuerpo en el que estoy, fue a por ti la noche en que caíste— comencé a decir—. También, la siguiente noche, se encargó de ir a por el doctor, por lo que lleva dos muertes a sus espaldas. Es una persona que va un poco por libre, y ha creído a bien tomarse la justicia por su mano— torcí el gesto—. No me parece mal, pero sí estuvo equivocado en todo lo que hizo.

De nuevo, hice una pausa, y pasé mi mano por su rostro.

—Esta noche yo me voy a encargar de ir a por Eleanor Morstan— informé—. Creo que es una de las que han perdido el sentido de la justicia, y es una persona horrible— tragué saliva con dificultad, pues aquello me recordaba demasiado a la información que compartimos la primera vez estando en su habitación—. Y puedo hacer que dos personas se enamoren profundamente la una de la otra— sonreí, con picardía—. Tengo bastante mano con la hipnosis, y me encargaré de alimentar el deseo de Sean Arbuthnot por Prudence Bennett— sonreí con malicia—. Ambos son gente malvada, estoy segura, pues los pillé… Bueno, en el cuerpo de Erasmo, vi que esos dos se hacían gestos muy raros.

Dejé que el silencio se apoderara de nosotros, y ensanché la sonrisa.

—Sí, yo fui quien nos encaprichó, Fausto— confesé—. Pero, contigo fue diferente, contigo lo sentí como nunca antes lo había sentido. No usé ningún truco, ni nada. Simplemente, fluyó— traté de explicar, mirándolo de nuevo, y condenando a mi carcasa nueva por habérselo llevado de mi lado. 

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10/03/2015, 12:48
Benoni Fausto Predatore

Recibió a la mujer entre sus brazos, estrechándola sin importar si era imaginado o hasta qué punto habría de real en ello. Se entregó y se fundió en aquél abrazo como si fuese el primero. Y sintió sacudir su alma como si su cuerpo no estuviese ya pudriéndose o lo que fuera.

Aceptó entrelazar sus dedos, uniéndose de la misma forma que lo hicieron de cuerpo, escuchando con una ancha sonrisa todo lo que le tenía por decir. Y asintiendo con murmullos roncos, graves y tranquilos como si nada importase o le afectase, salvo ella.

-¿Y qué puedo decir sino “gracias”, “milioni grazie” por el tiempo vivido contigo?- Concluyó cuando le tocó llevar el peso de aquella infinitamente inestimable conversación, creyendo o atribuyéndole o no la responsabilidad de que sus anhelos fueron uno que ella decía. –Sin importar lo efímero que haya sido. Puedes vivir vidas enteras y no conocer la dicha de la felicidad. Escasos hombres la conocen y menos mujeres la dan.- Le dedicó un beso largo y sentido en la frente, recogiendo su cabeza sin oprimir con los dedos las orejas. Luego reconstruyó aquél abrazo y se sinceró. -También te he echado de menos. Más… que la vida misma, amata mia.

Luego negó suavemente con la cabeza. -Entiendo lo que me dices. Y nada importa excepto salvar tu nueva existencia sobre el mundo la que espero que sea larga, feliz y fructífera. Por la que lucharé y estoy dispuesto a proteger de todas las formas que me sean posibles. Sea compartiendo todo lo que se desvela entre los que vagamos en ese purgatorio idílico, que por desgracia no es mucho, y sea de otras formas que recién descubro y que cuando comprenda te voy a contare. No te preocupes mi señora, estaré a tu lado, ahora y siempre, y aunque este momento de gracia, de encuentro imposible termine, estaré esperando hasta que regrese a mí. Velando en la laguna junto a su alma. Con toda la paciencia que otorga la eternidad.

Cerró los ojos, y su presencia anduvo a la vez por los dos mundos. -Por un lado, sí, así es, la señora Morstan está ahí con nosotros, haciéndose la sorprendida (puesto imagino que le costa imaginare que alguien más pueda matar salvo ellos). Ja, ja, ja. Celebro mucho que hayas sido tú quién le ha dado ese golpe que la tiene tan desconcertada. Habla poniendo ojitos al ser incorpóreo haciéndose la inocente, con muy poca convicción cabe decir.- Compartió Benoni divertido.

-Estamos a la espera de conseguir algo útil, pero no tengo muchas esperanzas puestas en ese sentido. Quién vive entre vosotros no habla, y allí solo hablamos los que sabemos lo que ya sabemos. Por lo demás… algo parece cambiar en la laguna. Lo noto. Todo se hace más vivido entre nosotros dos, la puerta que cruzaste se está abriendo más y más, siento que las energías aumentan. Casi puedo oler el aire que impregna la mansión y por encima de todo tu deliciosa aroma, esa tuya que tanto me enamoró y se ganó cada uno de mis latidos.- La miró con complicidad puesto que aquello no debía saberse. -Será nuestro secreto. Aunque creo que las otras almas también lo perciben. Las fuerzas místicas que te permitieron abandonar temporalmente tu alma para ocupar otro cuerpo… cambian, crecen e incluso creo que esta noche podría hasta pasear a gusto por habitaciones, pasillos y espiar lo que se trama o ser testigo de nuevas muertes. Me moveré por la casa, husmearé a nuestros enemigos y desvelaré secretos. Y quizás así consiga protegerte o al menos intentarlo. Siento que mi alma cambia, siento las mismas fuerzas que permiten al impostor Barrow, moverse aquí y ahí, pero a la inversa y solo por unas horas, pues creo que nos liga el beso de la luna, y el cariño de la notte. Iré desde mi habitación ahora vacía, hacia donde pueda sernos de utilidad: la biblioteca, a tu antigua habitación, a donde puedan sentirse seguros, allí los observaré.

Notas de juego

Siento no haber tenido tiempo de aderezarlo más. Pero no quería esperar a contarte algunas cosas. ^^

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11/03/2015, 16:59
Ágape Stolness

Sonreí ante sus primeras palabras, y consiguió que me ruborizara. Realmente, aunque estuviéramos en mundos diferentes, nuestra fuerza atravesaba fronteras, y ello se demostraba a través del vínculo que se había creado, y que podíamos llegar a disfrutar.

Ensanché la sonrisa ante su beso, y ladeé la cabeza, pensando en lo poco que había durado el sueño. Podríamos haber estado toda una vida juntos, y nos la arrebataron en seguida. Traté de controlar tal emoción, pues sabía que podíamos estar siempre el uno junto al otro una vez esto acabara.

—Se sorprende— dije, aguantándome la risa—. Sí, claro, ¿y qué esperabais?— pregunté, negando con la cabeza—. No dudo de su culpabilidad. Era mala. Ya la acompañarán más.

Y escuché sus palabras con atención, y ahogué varias veces un grito, sin llegar a comprender del todo lo que pasaba.

—¿Vendrás…?— conseguí articular, pestañeando varias veces sin dar crédito a lo que me decía.

Aquella oportunidad que el cielo le otorgaba, hizo que mis ojos brillaran, esperanzada. Quizá, y sólo quizá, una vez que estuviera Fausto de nuevo aquí, consiguiera quedarse.

—Es estupendo que puedas venir, y salvaguardar el bien— murmuré, apremiando las palabras—. He de decirte lo que está pasando aquí, Fausto.

Cogí aire, y lo miré, esperando poder explicarme bien.

—El resumen es el siguiente— dije—: Yvette y Everet siguen enzarzados, aunque ella no piensa que éste sea culpable. Tampoco lo piensan otros, aunque esté algo loco. Se han investigado las habitaciones, y se ha encontrado en la habitación de Everet una carta que, si bien no lo incrimina, no deja de ser sospechosa. Estaba enviada para la señora Owen y decía que las cosas van muy bien, que el juego es un éxito. Madre se está divirtiendo mucho. Pero que no era lo mismo sin ella, y que espera que se reúnan. La firmaba un tal E.S. Obviamente es Everet.

Relaté como pude, pensando si Barrow les habría hecho llegar tal información.

—La gente piensa que aunque no le incrimine del todo, es lo único que se ha encontrado en todas las habitaciones que se han registrado, por lo que muchos irán por él en las votaciones— dije—. Él se defiende diciendo que no es culpable, y que es Bennett la que está detrás de las muertes— torcí el gesto—. Es cierto lo que dice. Al menos, esa última parte, pues yo también pienso que Bennett es malvada, pero de ella me encargaré esta noche— aseguré, sonriente, algo maliciosa—. Everet dice que lo que puede hacer es cotillear las habitaciones, y descubrir los secretos de sus ocupantes, o algo así— relaté, encogiéndome de hombros—. Me lo creo, y pienso que es alguien bueno, pero no puedo no ir contra él, pues no quiero despertar las sospechas de los asesinos— argumenté, aunque me sintiera un poco cobarde y vil por ello—. Por ello, he votado hoy por Everet. Y esta noche me encargaré de Bennett, y de Sean— aseguré.

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12/03/2015, 15:54
'Director

Sin tener idea de porqué, el hilo que os unía se deshace en jirones al acabar el día.

La visión que teníais el uno del otro se desvanece y, por mucho que lo intentáis, ya no sois capaces de comunicaros. No os queda más que la ilusión que este enlace vuelva a surgir en algún momento.

"Easy comes, easy goes."