Partida Rol por web

Me encojo de hombros ante la pregunta del negociador, sin saber muy bien qué decir.

-Aparte del sellado de los conductos de ventilación que realizó anteriormente el señor Delphiki, lo cierto es que no se me ocurre ninguna otra forma de hacer más segura la sala. No sabemos qué puede hacer ésa cosa, así que es difícil intentar prepararse para ello. 

Puedo llevarla yo solo, pero tampoco desagradecere la ayuda

Digo a quien sea que se haya acercado a ayudarme a llevar el cuerpo

Por cierto, Manfred.... tu y yo tendremos que hablar luego, a poder ser en privado

Tras esas palabras, me dirijo hacia la salida que acaban de abrir y espero en la misma puerta a que todos estén listos

Ya que no termináis de fiaros, cosa sensata, iré delante y así podéis vigilar-me

Escucho la perorata de Harper con cierto alivio aunque en cuanto me mira amenazante doy un paso hacia atrás. Sin embargo, me envalentono al ver que he conseguido que no sigan a alguien que amenaza de esa forma, y le hablo con las manos apretadas.

- "No te atrevas a decir que te amenazo". ¡Pero si eso mismo es una amenaza! Eso tiene un nombre y es "contar dicción". - Imito su gesto con la mano, despreciando su presencia de la misma forma en la que él ha hablado a los que se supone que quería liderar, y mascullo, aunque suficientemente audible como para que me oigan. - Un líder se gana el respeto. - Cito de una película. Entonces veo que Isa viene a despedirse de mí y alzo una ceja, molesto, y me separo.

- Oí lo que le dijiste. - Le digo, con rabia. - Eres una mentirosa. - La miro a los ojos. - "Tiene razón". Tengo doce años, no cinco, y no soy idiota, por mucho que queráis pensarlo algunos.

Miro a la doctora.

- Me da más miedo el alien. Pero hay gente infiltrada, doctora. Esa gente ES el alien. Y necesitamos estar todos juntos, y tener un buen líder. Alguien que agarra a un niño por el cuello y lo amenaza no es un líder. Apuesto a que eso lo sabe hasta un niño de preescolar, ¡seguro que sí!

Me frustro y cruzo los brazos. Cierro los ojos con la rabia y vuelvo a hacer el gesto de antes con la mano.

- Ahora, iros a hacer algo útil y dejad las mentiras para otro momento. Sois la tripulación y yo solo soy un niño que ha aparecido de la nada y tiene pataletas, ¿no? Pues haced como que sois la tripulación, ¿no? Yo me quedo con Emanuel.

Estoy verdaderamente enfadado, y se nota que estoy a punto de llorar de la rabia y los nervios, aún acordándome de la muerte de Sam y Claude, y de lo idiotas que han sido todos al dejarse engañar por Harper.

Estoy seguro de que yo podría ser mejor capitán que todos ellos. Al menos escucho lo que dicen y no me invento las cosas. No conozco la nave, pero para ser el líder hace falta saber liderar, y quienes sepan que te expliquen, ¿no?

Bah. Son tontos. Nadie se ha dado cuenta de que Harper solo quería ser el capitán y que se hizo el tonto para que confiaran más en él. Son tontos de verdad. Seguro que yo sabría hacer cualquier cosa mejor que ellos, visto lo visto, si les engaña cualquiera. Y encima ven cómo agarra a un niño y les da igual... Ya no sé si son tontos o malos.

Isa se dio vuelta enseguida cuando escucho el arrebato de George. Cuando te he mentido George? pregunto dolida. He tratado de que nadie haga algo drastico y he tratado de protegerte, porque iria a mentirte George... No creo que seas un idiota, has dicho muchas mas inteligente que otras personas. cierra sus ojos para que su mirada no la traicione. No quiero irme peleada con vos y seguro vos tampoco lo queres...

Miro a Isabela aún con desconfianza, aunque su halago me ablanda un poco.

- Le dijiste a Harper que tenía razón cuando me trató mal. Pero bueno. Ya hablaremos. Si no nos mata el alien a alguno... - Digo, aún con los brazos cruzados.

Isabela es una mentirosa. ¿Por qué nadie me dice la verdad? Todo el mundo me trata como si yo fuera un crédulo. No soy como esos niños de 1º y 2º grado que hay en el cole que se dejan engañar por los mayores. 

Si fuera mayor seguramente todo el mundo me tendría respeto y me contaría la verdad... ¿Y si les doy pena? Ya me han hecho caso antes, como hago con mami cuando quiero que me compre alguna chuchería. 

Nego con la cabeza. Al unico que le he dado la razon de algo fue a Julian y fue cuando dijo que te ha tratado mal el piloto. le devolvio rapidamente.

George... le dice con un tono cariñoso. Sabes lo que le hare cuando vuelva. le dijo guiñandole un ojo antes de irse.

Salgo la primera, revisando a ver si veo algún movimiento o si escucho algo raro. Si está todo en orden, les haré un gesto con la mano para que vayan saliendo. Yo iré delante con la pistola en la mano y el seguro quitado.

Echo una última mirada a todos antes de salir. Me disgusta la situación con George, pero tampoco es que pueda hacer mucho ahora. Le hago un gesto de ánimo, esperando poder ayudar a que la situación se encauce a la vuelta, y me dirijo a todos antes de responder.

- El cyborg de la Nostromo fue sorprendido por el alien. Le arrancó el brazo, y ni así sangró. En lugar de eso soltó un líquido blanco. Así que sí, creo que con pinchar a Julian sería suficiente. - explico antes de hacer una pausa y continuar con un suspiro - Pero los alimentos y los utensilios médicos sí son necesarios, de modo que saldré porque lo considero necesario, ya que aquí no hay mucho que pueda hacer para ayudar. Espero que podamos aclarar todo el asunto del capitán a la vuelta. Padre, - digo al final, dirigiéndome al sacerdote - cuide de George, por favor. Confío en su imparcialidad.

Y, dicho esto me marcho con el cuerpo de Sam, siguiendo a Katarina.

— Descuide, así lo haré. Gracias por su confianza, William. Id todos con Dios.—dijo, preocupado. Esperaba que nadie tuviera que lamentar nada más, al menos en lo que quedaba de día. 

Se acercó a George, y posó una mano sobre su hombro—Déjalo estar, chico. El rencor no va a ayudarnos. Y tú eres un hombrecito lo suficientemente inteligente como para entender eso, ¿verdad?—le dedicó una sonrisa, y suspiró. Esperaba que todos fuesen lo suficiéntemente juiciosos y benevolentes como para no señalar al crío. Confiaba en el sentido común de los demás, pero aún así, apelaría a la clemencia que pudieran mostrar, si se daba el caso, para salvaguardar el alma de George, que como miembro más vulnerable de la tripulación, debía ser protegido y cuidado más que cualquier otro. 

-Si tienes algo que decirme puedes hacerlo delante de todos Julian.-Le dijo antes de que marcharan.

Entonces las palabras de Willian llegar a sus oídos y sonrió asintiendo.
-Gracias por la aclaración, parece que estaba en lo cierto después de todo.-Volvió a sacar el improvisado puñal y espero, pero seguramente nadie le haría el mas mínimo caso.

No creo que te interese que oigan lo que tengo que decirte, Manfred......

Cuando Isa me responde me pongo rojo. Lo había entendido mal. Pero no voy a dejar que se vea mi vergüenza. Me cruzo de brazos.

- Ah. Bueno. Entonces... entonces supongo que te perdono. - Le digo, mirándola solo de reojo. - Ten cuidado... - Le digo y no puedo evitar finalmente mirarla y alargar una mano hacia la suya. - Perdón... por el malentendido.

Luego viene Fran. Me cae muy bien, pero no deja de tratarme como si fuera un niño pequeño.

- ¿Pero qué rencor ni qué rencor? - Le pregunto a Fran. - Nadie me hace caso... Me tratáis como si tuviera cinco años cuando tengo doce, ¡doce! - Lo indico con los dedos. - Y no os dais cuenta de que sois vosotros los que os estáis comportando como niños idiotas, discutiendo por tonterías y dejando que os mangoneen como a los niños tontos del patio. Así no me extraña que el monstruo nos atrape a todos. Estoy convencido de que yo sería mejor que muchos de aquí en lo que se supone que tienen que hacer. El equipo de seguridad que no sabe dónde meterse. - Me giro a Katarina. - Tú no, ¿eh? Tú eres la única que habla con sentido. El piloto... - No me atrevo a mirarlo. - que amenaza a niños pero poco pilota. Y Julian, jobar, que eres el encargado de las maquinitas esas de soporte, ¿no? ¿Cómo es que no sabes cómo has vuelto a la vida? Nunca he visto a alguien que resucite, pero si eres un cyborg... tiene sentido, ¿no? De todas formas, eso es, de alguna manera, soporte vital, ¿no? De toda la vida. Mi padre trabaja en eso, así que hasta yo lo sé... - Chasqueo la lengua, fastidiado, y voy a sentarme a algún sitio desde donde mirar cómo se van y se separan del grupo. - Y encima os vais de expedición por los pasillos donde han matado ya a cuatro personas. Ya sabéis lo que les pasó a Claude y a Sam por separarse, así que... al menos tened cuidado.

Parece que aquí si uno no habla serio y no suelta un rollo enorme nadie le hace caso. Pues eso será lo que habrá que hacer. Ellos sabrán. Yo no pienso moverme de aquí y no separarme de Emanuel si las cosas se ponen feas.

Me parece muy curioso que puedas citar a la gente de forma tan meticulosa y que sepas distinguir una amenaza de una forma tan sutil, pero luego no sepas la palabra "contradicción", niño - le digo, mirándole, aunque lo más probable es que él no me mire. - De igual forma, hay una sutil diferencia entre agarrar a alguien por el cuello y agarrarlo por la camisa, aunque sea el cuello de la camisa. Tú mismo. Se tú el capitán. A mí me da igual. - termino sentenciando.

- ¿Ah, sí? Deletrea esa palabra tú si eres tan listo. ¿No era una amenaza lo que hiciste? Y me refería al cuello de la camisa, listillo. ¿O te crees que soy tan tonto como tú de mentir delante de todo el mundo sobre algo que ellos mismos han visto con sus ojos? - Resoplo. - O bueno, viendo cómo te hicieron caso... Para no importarte ser o no ser capitán, estás muy picado. Y el que se pica, ajos come. Anda y pilota.

Desecho la idea con la mano. - Si te amenacé fue por intentar de una forma tan infantiloide el ponerme en evidencia y, por qué no, por tocarme los cojones. Eso sí me molestó. El ser capitán o no, como ya dije, me da igual. Si mi ayuda va a ser vista como una amenaza, una mentira o un complot, no me voy a complicar la vida. Se ve que no sabes como funciona una misión armada, pero oye... - digo, incorporándome en el asiento - si quieres pongo la nave en marcha hacia la Tierra y nos llevamos esa cosa de regalo.

La verdad es que después de varias horas de escuchar discusiones sin sentido, me tienen con una jaqueca terrible, por lo que levanto mi mano y me pronuncio:

- Por favor... por favor, basta de discusiones, me duele la cabeza de tanta discusión estéril, la verdad es que me ofrezco a ir, a cualquier lugar... La enfermería u otro lugar, no importa solo quiero estar en un lugar sin discusiones- me vuelvo al pequeño- por favor pequeño amigo, si puedes ayudar a que el ambiente mejore, hazlo, pero por favor deja que los que tengan que tomar decisiones lo hagan, el señor Harper no pidió ser el capitán y debemos ayudarlo a que pueda tomar decisiones en un clima tranquilo... Si crees que no puedes tranquilizarte un poco, pidele a alguna de los médicos que te den algo para bajar tu energías un poco

- Harper ya no es capitán. - Contesto, sin más, sentado desde mi silla. - Pero si tanto le queréis, nombradle capitán. Pero hacedlo como Dios manda, no "porque parece que nadie dice nada". ¿Sabéis? Haced lo que queráis. Yo ya paso de intentar ayudaros. ¿Os ofrezco ayuda y me decís que me calle? Pues me callaré. - Suelto una risa sarcástica. - Y lo que me voy a reír cuando vea al alien acercándoos y os recuerde el que me tome unas pastillitas y me calle... - Mascullo, lleno de sarcasmo, aunque me recorre un escalofrío al imaginar la escena.