Así comenzó tu historia...
 

Corey

Eras conocido como Brontes, el Artesano, tu forja no tenía igual en tu mundo, tus armas eran comparadas con la de los dioses, y tu belleza también. Te enorgullecías de ello, pero la Vanidad fué tu mayor pecado. En una guerra hiciste una armadura y arma que dijiste que ningún dios podría romper. Y fué rota. Y te maldijeron, la fealdad de tu alma sería la beldad de tu cuerpo. Te convertiste en algo similar a un cíclope y te recluiste huyendo del mundo, confinado... Pero entonces viste un fragmentos de Caos, un cambio, y fuiste.

Prestaste tu fuerza en busca de ese cambio, y tras derrotar una parte de Rakedus viste tu oportunidad de cambiar. Y la tomaste, al tomarla... Cambiaste con Lady Sybaria, dejaste de ser una persona vengativa para ser un aprendiz... Y te fijaste en el caballero que representaba Vicfire, sí, ese era el cambio que necesitabas. Le apoyaste, os alzasteis con la victoria... Una victoria amarga, pues Lady Sybaria murió con el que posiblemente debía de haber sido tu sino, y entonces todo cambió...

Y ahora continúa tu historia...

Tu rostro ha cambiado, pero ¿no debías de mostrarte tal cual eres?

Dos ojos, el mismo porte, incluso casi el mismo tamaño. No es lo que buscabas, pero es lo que eres, ahora más que nunca. Tus ojos expresan el poder que tu alma contiene, tu presencia expresa tu fuerza. Te sientes un poco más sabio, un poco menos egocéntrico, un poco más fuerte, un poco más humano.

Es mucho lo que has aprendido en estos últimos momentos e incluso hay algo que te ha gustado, esa extraña varita que Zyba se llevaba a los labios y, como respondiendo a tu deseo, entre tus labios aparece una.

Cigarro, reconoces que se llama. Le das una profunda calada y tu mente se despeja. Hace frío en esta noche oscura que se cierne sobre todos los presentes, sobre la Amalgama que todos desean tomar. Tienes que escoger un camino, pero no te importa demasiado el cual, sabes que será difícil, pero tu camino podría devolverte aquello que fuiste una vez cuando todo comenzó, y eso sí será lo difícil. Estás dispuesto a enfrentarte a todo lo que se te ponga por delante, a arrollarlo, a contener cualquier mal, te sientes férreo.

Pero tienes una duda... ¿Debes de contener el mal que ha sido liberado? ¿O destruirlo? ¿O... apoyarlo?

Alma Vacía: La primera vez que alguien busque información sobre tí, no sólo fracasará estrepitosamente, si no que además tú obtendrás toda la información sobre él.

Forjador: Tras que se active tu habilidad, llegará a tí la inspiración. Te lleva tu tiempo, pero puedes volver a forjar. Tras tres amaneceres y tres anocheceres completos y consecutivos con vida desde que se activó tu habilidad, puedes emular el don de quien te inspiró. Puedes usar tú el don o cederle tu objeto a otro durante un amanecer.

Sanador: Cada día par escogerás un caído y ésta revivirá por la noche. Tu resurrección sucede antes que cualquier asesinato. Además, una vez por partida puedes escoger a un personaje y éste volverá a la vida tras el segundo amanecer desde que la designaste.

Una luz invade tu ser.

Te sientes impresionado, rodeado. Varias siluetas se dibujan enfrente tuya, las identificas rápidamente como Cell, Rakedus y Zyba.

Una mano amistosa te hace girarte y entonces ves a Eir. Ella te sonríe y su sonrisa te calma.

Esto es el Juicio, tranquilo. Estaré aquí para guiarte. Ellos pueden ofrecerte su apoyo si lo deseas, pero la elección final dependerá en exclusiva de tí. No dudes en preguntarme a mí o a ellos si tienes alguna duda, pero recuerda que aquí se pondrá en juego tu Alma, el Don único que te identifica con el resto de la existencia.

Dicho esto, Eir retrocede un paso.

Zyba bosteza aburrido ante el espectáculo que se está formando. Mira en tus ojos.

El cambio que necesitas... Lo tienes en tí. Has forzado a otros a cambiar para cambiar tú... Estás más cerca de tu verdadero yo, sea cual sea. No necesitas que te ayude a verlo, sólo has de abrir los ojos.

¡Destrúyelos! ¡Aplasta a tus enemigos! ¡De mi lado tendrás el poder para terminar con esa maldita deidad que te maldijo!

Impera Rakedus.

Niega con la cabeza mientras avanza.

Comenzaste un aprendizaje. Termínalo, y podrás alzarte con la victoria. Es lo correcto.

Escuché con atención y actitud impasible a todos y cada uno de ellos. 

Una vez hubieron acabado sus discursos, me tomé unos segundos para sospesar todo lo que se me había dicho. Acto seguido, y de forma pausada, casi como si fuese una especie de ritual, me llevé uno de mis cigarrillos a la los labios, dándole una profunda calada que inundó mis pulmones de humo.

"Je" Articulé de forma casi inaudible mientras paseaba mi mirada por cada uno de ellos. Sin duda esperaban algún tipo de respuesta.

Sin más me giré, y dándoles la espalda, comencé a caminar, alejándome de ellos.

-Ya deberíais saber que yo sigo mi propio camino. Suerte con el reclutamiento. Dije mientras exhalaba una inmensa nube de humo y me alejaba del lugar.

Me gusta.

Reconoce Zyba. Entorna su mirada.

Está en tí, sí. Sigue tu camino. ¿Quieres uno?

Zyba extiende su mano ofreciéndote un cigarrillo.

En son de paz, no para que te unas ni nada.

¿Vas a abandonar lo que empezaste?

Cell suena incrédulo.

¿Es tu decisión final? Una vez esté tomada no habrá vuelta atrás.

Sin volver la espalda les respondí uno a uno mientras disfrutaba de mi cigarro.

Zyba, me asqueas. Puedes meterte ese cigarro en el culo y fumartelo la próxima vez que tengas la tentación de dirigirme la palabra.

Cell, el camino que emprendí lo tomé por y para mi mismo. Y puedes estar seguro que seguirá siendo así.

Eir, yo controlo mi destino, no soy la marioneta de nadie. Es mi decisión final.

Iré por libre. Intentad cambiar eso... y os reduciré a cenizas. Dije mientras tiraba la colilla al suelo y la aplastaba coontra el suelo con el tacón de mi bota derecha.

Eir extiende su mano y aparece un portal.

Atraviésalo para unirte con los demás. Suerte en tu empresa.

No necesito suerte. Dije mientras atravesaba el portal

El poder retumba en tu interior...

Toma las decisiones correctas... Sanador.

Sanador: Cada día par escogerás un caído y ésta revivirá por la noche. Tu resurrección sucede antes que cualquier asesinato. Además, una vez por partida puedes escoger a un personaje y éste volverá a la vida tras el segundo amanecer desde que la designaste.

Yes, u can.

Hijo mío... ¿me posteas? XD Así, de buen rollito. xDDD

No, en serio, no me dijiste nada en una semana... ¿tienes alguna justificación? o.o Si no la tienes me tocaría exterminarte y no quiero.

Lo siento jefe, esta semana ha sido una locura llena de imprevistos y tan solo me he podido pasar de forma puntual vía móvil. Mañana Lunes me pongo al día si aún me das la oportunidad. Mil perdones!!! :(

Ok... pero DEBES de postearme el Lunes (recuerda usar tu poder si quieres) y DEBES de mandarme al menos de uno a dos mensajes en cada turno (diurno y nocturno)... No puedo pasarte otra, por las propias normas... ¿ok? :) (pd: además, que quiero que juegues, leñe xD)