- Yo soy firme, ya ves. Pero allí hablan mucho y no sé que decir. Además, la palmó uno y eso no mola nada. - Dijo la muchacha. - Creo que papi Zyba tendría que hacer algo. ¡Papá! ¡¿Dónde estás?! -

- Oye Cell. ¡Hey Cell! Te quería preguntar una cosa sobre mi poder de Escudo de Piedra... está claro que puedo proteger a cualquiera, y por lo que veo, eso incluye a mi mismo, sin embargo, veo que sólo tiene un uso y eso me pone muy triste. Y con triste quiero decir que no puedo creer que me des un poder tan majo y que sólo se pueda usar una vez. Es como si... no sé... es una mierda, vamos. Poderoso, si, pero una caca de vaca. -

It´bure sonrió.

- Pero bueno, estoy contento con mi poder. Por cierto, esta noche, quiero mirar a Lianne, a ver de que va esa zorra... o zorro... Así como a la gente no le gustan los que están callados, a mi no me gusta nada nada los que hablan hasta por los codos. Además, no me gusta su cara. Caca. -

El poder del Escudo es tuyo, yo te dí el de ver... Y ésta noche recuérdamelo, y descorreré el velo.

- Entonces si es mío, debería poder usarlo más de una vez, ¿no? ¿No? ¿NO? - Dijo It sonriente.

Si quieres destruir tu alma en el proceso, sí. La magia te agota, por eso es una única vez.

Quieres destapar el velo sobre Lianne... ¿Cierto?

- Si. Dame algo con qué trabajar por favor. - Dijo el muchacho sonriente.

- Y otra cosa, ya que mi poder sólo me concede veinticuatro horas de salvamiento... ¿puedo usarlo de manera que me proteja durante dos noches? No tengo miedo del día, pero si miedo de la noche si en algún momento descubro algo que no deba descubrir y lo digo en público. -

Por lo que sé de tu don, no It'bure, tendrás que ser realmente avispado al usar tu don... Aguarda, pronto quitaré el velo de Lianne.

...

Que el velo caiga de tus ojos...
 

Lianne

Y ahora continúa tu historia...

Nunca te habías sentido más libre, más poderosa, más auténtica. La hora de las viejas glorias llega a su fin y comienza, al fin, la tuya. Echarás en falta a aquellos que te brindaron su apoyo, sí, pero éste es tu destino, lo viste hace tanto tiempo que has movido cada ficha que te ha resultado posible para alcanzarlo, incluso fermentaste la traición en tu contra para pagar con dolor tu libertad. Era el único camino, uno plagado de espinas... y aún sangrante lo has recorrido.

La luz cesa a tu paso y eso te llena de orgullo, ahora bailarán a tu son y tú les permitirás ser... cuando lo desees. No eres mala, en absoluto, pero sabes que eres necesaria para el equilibrio de las cosas, y estás orgullosa de ello. Tu visión de futuro sigue en ti, pero ahora es más oscura. La Amalgama está en juego y la verdad... te apetece jugar.

¿Qué puedes perder? ¿La vida? En serio... Pocos mejor que tú saben lo poco importante que es y lo realmente sencillo que resulta burlar a la muerte. ¿Qué puedes ganar? Sencillo: todo.

Señora Oscura: Puedes, al comenzar la partida, escoger un personaje y crear un vínculo entre ambos. Desde ese momento, el personaje te deberá servidumbre y tú le brindarás protección. Podéis ganar juntos en cualquier momento, no obstante, si él muere, deberás de ganar sóla.

Dómine de Rakedus Oscura: Una vez que tres veces que alguien resucite o salve la vida podrás escoger un personaje y dominarlo. Al concluir el próximo amanecer la vida de ese personaje te pertenecerá, pudiendo exterminarlo en cualquier momento. No puedes dominar a alguien mientras estás dominando a otro. Además, si tú fueses a morir y algún dominado estuviese vivo, él moriría en tu lugar, salvo que estuviese previamente designado, moriría uno de ellos al azar. Además, cuando cualquier otro Oscuro caiga, ganarás un contador para dominar a otro.

¿Su elección? Rakedus, pero la oscuridad ha entrado en ella. ¿Guardiana? Fortaleza. ¿Señora? Krasor. ¿Secretos? Enamorada. Hay algo más que no alcanzas a ver... Salvo que si su siervo cae, desatará su poder.

- Uuuuuuuuuuuuuuh... ¿entonces es malvada? Uuuuuuuuuuuuuh... ¿y además enamorada? Uuuuuuuuuuuuuh... - Dijo It´bure. - Lo mejor es que ahora podré decirlo a todos, y total, si muero, pues mira, muero, pero la cosa es que si cae ella, caerán... Bueno, la información es poder... así que... bueno, me callaré a ver que sucede con todo esto. -

Sí, la información es poder. Sí, es malvada. Sí, está enamorada... Pobre desdichada. Aunque aún hay algo en ella...

- ¿Hay algo en ella? A ver... creo que no me estás diciendo todo lo que tengo que saber. La he mirado y me das las información por partes... ¿Qué me estás ocultando? ¿Para que me otorgas el poder de ver si veo menos que un perro recién nacido? Así no se puede jugar, señor Cell. O me das toda la información, o bueno, paso de jugar a este juego y me voy con Zyba. -

Hay algo en ella que no me gusta. Que puede cambiar, pero no sé el qué.

- ¿Qué tu no sabes el...? Veeeeeeeeeeeeenga... ¿De verdad? Pues iré a por ella con lo que tengo. Tu poder es un poco mierda, ¿lo sabes no? Tan poderoso y no puedes ver a través de una sierva de Rakedus? Me estás fallando, Cell. Pensaba que contigo iba a llegar a alguna parte, pero veo que no. - Negó con la cabeza. - Y lo mejor de todo es que si acusándola, yo muero, a ti te va a dar igual por que seguro que tendrás más gente con la que contar. Genial. Mira, déjalo. -

Viste todo lo que la concernía a ella, te quité el velo... Deberías de calmarte. Toma las decisiones que consideres, pero no creas que no me apenaré si caes.