Partida Rol por web

- Y no me vas a decir si he tenido éxito o no?- le dice con un pestañeo y arrimándose a él pero sin llegar a tocarlo.

Una mano en tu hombro.

El misterio es uno de los encantos de la vida... ¿Pero viste que le sucediese algo a esa bruja? Algunos poderes son muy visuales... Y no me pareces precisamente de las sutiles... ¿O sí?

- Es verdad... no soy nada sutil... y el juego de la seducción no es lo mio... no me sale natural, soy una guerrera... no una buscona como la bruja en bikini... pero tenía que intentarlo... ^^ 

Para enamorar a Dork, debes de ser muy buena, necesitas un poco más de confianza... Escuché una vez a una elfa ciega hablar sobre un león sin voz... ¿Pero acaso la elfa que tengo delante es ciega? ¿Acaso el león no sabe rugir?

Neheri esboza una sonrisa.

- ¿Acaso el Dragón del Caos desea orime rugir? La elfa que tienes delante está rugiendo desde el principio ¿o es que no se nota? La elfa ciega de antaño no se enfrentó tan abiertamente a los asesinos como lo estoy haciendo yo... sólo lo hizo al final. Mientras que yo lo estoy haciendo desde el principio... Pero si no es suficiente, sólo tienes que decirmelo.

Hace un ademán con la mano.

Un amor que traiciona
una traición que es castigada
un Destino que se rompe.

No quiero mirar... miedo me das...

Neheri sonrie allgo malévola a Zyba, dá una vuelta a su alrededor y a continuación se le queda mirando de frente.

- Tu eres el padre del bebe de Arya. Al menos espero que me invitéis a la boda. La cerveza corre a caro de Nuraus, el vino con miel es cosa mía-le guiña un ojo divertida.

Se encoje de hombros,

Sobre la paternidad, deberías de preguntarle a la madre, ellas suelen guardar esos temas con celo. Cualquier nacimiento natural es, en gran parte, asunto mío.

Asiente con la cabeza.

Aunque no negaré un poco de licor.

Neheri se saca de la manga una varita blanca realizada en madera de manzano con el interior de pelo de unicornio, realiza un elegante movimiento con la mano y entona.

- Accio Hidromiel- a los pocos segundos aparece levitando ante Zyba una cornucopia realizada en fino metal elfico con un licor escarlata y dorado en su interior-Esto es el mejor hidromiel de mi tierra natal. Es un mangar de dioses, yo suelo ofrecérselo a mi diosa durante el cambio de estaciones para que atienda las súplicas de mi pueblo. Ahora te ofrezco ese trago como muestra de gratitud por los poderes que me has otorgado.

Con media sonrisa lo toma y lo alza.

Te lo dedico, mi superviviente.

Dicho esto, bebe un largo trago y se acerca hacia tí.

Y yo te ofrendo, Diosa, un roce. ¿Aceptas la ofrenda?

- ¿Un roce?-dada la naturaleza pura e inocente de Neheri, hay terminos que se le escapan a su comprensión y entendimiento-¿Que tipo de ofrenda es esa?- lo mira a los ojos sin saber a lo que se refiere.

¿Aceptas?

Pregunta, con esa sonrisa encantadora, neutral, y peligrosa, a partes iguales.

-No me gustan tus juegos- la sonrisa le puso en alerta, pero sentía mucha curiosidad- ¿Es un regalo, va a gustarme?

Es una ofrenda, Diosa, una ofrenda del Dragón del Kaos. No aceptaste el deseo, pero... ¿Aceptas la ofrenda?

- Una ofrenda.. no soy ninguna diosa, yo sólo soy Neheri... pero aceptaré el regalo.

Como... Desees... Está... En mi naturaleza...

Un trago para rematar lo que resta de hidromiel, sus manos toman tu mentón con la delicadeza de mil plumas mientras lo alza, haciendo que tus ojos se encuentren con los suyos. Algo en tu interior te dice que todo está calculado, pese a todo... Es tan cálido. Tanto... ¿Cómo puedes pensar eso? No importa, para cuando quieres reaccionar son sus labios los que se posan sobre los tuyos irremediablemente, justo cuando tenías la boca entreabierta, un beso que te estimula de sobremanera, haciendo que algo... nazca, un sentimiento de pasión. ¿Es esto lo que le estás negando a Nuraus? Pero hay algo dulce en el beso... La hidromiel que restaba va desde su boca hacia la tuya, corriendo levemente por la comisura de vuestros labios. El beso dura cerca de veinte latidos... eternos en el tiempo... y en las sensaciones.

También en la tuya... No lo hacéis nada mal... Neheri.

Neheri tardó varios segundos en reaccionar a aquel beso, Zyba le atraía y le repelía a partes iguales. Cuando fue consciente de lo que había echo enrojeció hasta las orejas.

-Tu me has besado antes que Nuraus... maldita sea... ¿Porqué juegas conmigo de esa forma? No soy más que una niña tonta dentro de tu juego...-el beso le habia gustado, no podía negarlo... pero el recuerdo de Nuraus le hizo sentirse como una traidora, una sensación realmente desgradable. Se alejó de él, no podía permitir que aquel ser del Caos le infundiera esos sentimientos de deseo y repulsión, se lo debia a Nuraus.

Entonces... ¿Por qué aguardas tanto para darle un beso? Lo amas, lo amas con tu corazón, pero... tienes miedo. Recuerda, eres parte del Kaos, el miedo no entra en nuestros patrones, al menos, no del modo que todos conocen, el miedo nos hace actuar, no como todos esperan, pero Nuraus lo desea en el fondo de su corazón, es un hombre de Frío, y necesita un poco de Fuego élfico.