Partida Rol por web

It`bure, haz lo que te dice, resucita a Troolshy y Pharao, me pareces que eres una mierda al sentir lastima de un cobarde que se hacia llamar guerreo, un guerrero con honor y sin honor nunca muere por sus manos o su espada, yo soy un guerrero y un guerrero muere en combate no huyendo como una rata cobarde. Dicho esto mañana Troolshy volverá a la vida y Rienott también.  It'bure yo traeré a Rienott si no te importa.

La sonrisa cálida que veo dibujada en el rostro de Delos y su mirada me reconforta. Entonces empiezo a escuchar a los presentes decir que traiga It`Bure a algunos de los caídos para demostrar lo que esta diciendo es verdad.

Me sorprendía que dijeran nombres tan a la ligera, y sin mencionar a uno de los caídos del cual se dijo que si era inocente.

Ahora parece que se olvidan de él y ya no es inocente, solo los mencionados. Me acerco tan cerca del espejo para decirles.

- ¿Qué pasa con Gynk? ¿ya os olvidáis que él es inocente? -

- Sheph, de verdad que me gustaría, pero sólo puedo revivir a una persona, sólo unas horas después de su muerte. No puedo revivir a nadie más, sino, ten seguro que lo haría. Sólo Riennott tiene el tiempo suficiente de muerta para poder ser revivida. Eso si, si tu quieres revivir a Troolshy, sin problemas. - Dijo It. - Y como ya dije, el hechizo ya está lanzado. No hay vuelta atrás. Si tu puedes parar esa resurección, mejor que mejor. Úsala después, o en otra persona. -

- Rienott es inocente - Sus palabras son rígidas como el hielo - No es ninguna teoría ni ningún deseo. Es una certeza. 

Dependiendo de las artes que la traigan de vuelta no sé si lo seguirá siendo, pero sin duda lo era.

No puedo decir lo mismo de Troolsky ni de muchos otros, aún.

Ehallí... tal vez algunas personas no estemos hechas para compartir algunas clases de visiones, pero aún podemos hacer mucho. No estas sola.

El ser se tumba y os mira a todos con una sonrisa tranquila mientras os observa. Sin previo aviso de un salto se coloca al lado de It'bure, aunque con las llamas derrite la escarcha que envolvía a Arya.

Como si de un sueño me despertase, abrí los ojos y alli estaban todo observandome con diferentes expresiones. Miré al más cercano Pharao y una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro.
Estoy viva de nuevo, he vuelto.... -pensé para mí-.
Tras varios minutos en silencio y observando los cuerpos de Rienott y del joven guerrero alcé la vos respondiendo a Essycia:
- Poca información puedo daros, apenas se hablaba allí, tampoco se quién pudo matarme,no lo ví - dije mirándola- siento no ser de gran ayuda.
Tras mis palabras, miré a Ayros, me acerqué a el con cuidado.

Delos al ver que el hada de la nieve se despertaba sonrío más aliviado, sobretodo al ver como el ser que había aparecido parecía ser una especie de espíritu de la amalgama.

- ¿Majestuoso sin duda verdad?- Dijo más para si mismo que para alguien más, Delos siguió a la bestia acercándose hacía donde estaba Sneav e hizo una reverencia.- Me alegra que estés de regreso, la palidez de la nieve estaba manchada de sangre sin tu presencia. Pues sin su portador del frío no había escudo que nos protegiera de sus estragos, mientras descansas y te recuperas de la muerte. Yo tomaré tu relevo, estate tranquila.

Las palabras del ser alado era  tan solo una forma de que la pequeña hada sintiera algo así como una cálida bienvenida, nadie  merecía regresar sin al menos unas palabras de amabilidad. Al menos, eso deseaba que le esperase, cuando le sucediera a él aquello. Tras ello se encaminó hacia el cuerpo de Lianne y se sentó a su lado cubriéndolo con una de sus alas como si tratara de darle cobijo de la noche que los rodeaba, pues al parecer esa bestia espiritual estaba más interesada en otras figuras del lugar. Sería mejor ser tan solo un mero espectador, que influir en los acontecimientos, al menos hasta que llegase el momento de dejar de serlo de nuevo. 

La hechicera dejó escapar un sonoro suspiro de agradecimiento cuando las llamas de la criatura, en su cercanía, ayudaron a derretir parte del frío que le atenazaba, y que su magia por si sola no era capaz de disipar.

- Gracias, Ayros. Creo que lo necesitaba. 

Sonríe entonces a la pequeña hada. - Bienvenida.

- ¡Ayros! ¡Me alegra verte por aquí también! - Exclamó el muchacho con una sonrisa. - Es una alegría verte por aquí y así todos pueden conocerte. ¿Te has presentado? Aquí hay muy buenas personas que estarán encantadas de conocerte más a fondo, querido amigo. -

It´bure le guiñó un ojo al ser flamigero que tenía a su lado y asintió.

- Tal vez lleguen más sorpresas. -

Canturrea feliz posándose en el hombro de Delos.

En silencio continuo caminando alejándome del resto... huyendo de un pasado que no quiero recordar, de un presente que no augura nada bueno y de un futuro que no se si quiero contemplar.

Mis pensamientos son solo míos, por qué habría de plasmarlos en palabras, compartirlos con quienes están tan ocupados en las luchas vanas de sus henchidos egos. Han construido a nuestro alrededor una curiosa prisión, de la que ninguno podrá salir ileso, algunos han sido heridos físicamente, otros en los mas profundo de sus almas... ¿Cómo habrá cambiado la muerte a Sneav, como me cambió a mi?

Cuando me he alejado lo suficiente me giro y contemplo la escena.

Ahora soy una presa fácil, ¿por qué me he alejado, busco de nuevo la muerte? Es cierto que los vivos siempre se culpan, en la muerte no hay culpabilidad... no hay nada, ni tan siquiera el olvido. Es curioso que los muertos no puedan gozar del consuelo del olvido, recordados una y otra vez por los vivos.

Emito un suspiro al arrebatar de la muerte con mi recuerdo a los caidos.

Ante la majestuosidad de Delos y su cálida bienvenida, me sonrojé. Varios hicieron lo mismo tras él, me sentía cómoda, más que antes sin duda.

Interesada en las palabras de It'bure, me percaté de la presencia de un diminuto ser que revoleteaba junto a Delos. Ensimismada en sus gráciles movimientos, me distrajo Kel-nar que se alejaba del grupo con aire desconfiado y taciturno.

¿Qué le ocurrirá?- pensé para mí-.

No perdía ni una sola palabra y gestos de los presentes. Escuché atentamente las palabras de Sneav cuando dijo que no sabía quién le hizo aquello. Mi rostro fue de tristeza, ya que tenía esperanzas de que supiera algo. Pero ni ella ni los otros caídos sabían nada. Esto no ayudaba para nada, seguíamos igual que hasta el primer momento.

Y no era plan de seguir así, había que empezar a moverse y empezar acabar con los traidores, antes de que ellos ganen esta batalla.

Sin poder tocar a Delos, noto su calor cuando se acerca a mi para arroparme con sus alas. Mi mirada se detuvo en la suya y como si le estuviera acariciando la cara y sus manos. Me quedé al otro lado donde me encontraba, pero con la sensación de tenerle y sentirle cerca de mi.

- Es una pena Sneav, pero tranquila que los encontraremos. Espero que te sientas cómoda ahora con esta nueva oportunidad. -

Dos muertes, una resurrección, un majestuoso ser de fuego... La amalgama se volvía cada vez mas compleja.

Mei Tseng, Corey... - intentaba contener su ira - Habéis acabado con Riennot y aunque es algo que no comparto, pues estoy segura de su inocencia, no os juzgaré por eso. Lo que no me gusta son tus palabras, Mei ¿No querías matarla? ¿De que hablas? En el momento que acusamos a alguien es porque queremos acabar con el, porque consideramos que es uno de los asesinos. Puede que la mayoría, afortunadamente no todos, pasen esto por alto pero yo no. No intentes ahora justificarte, sino querías matarla no debiste acusarla ¿O nos estás diciendo que alguien alteró tu elección? Porque eso cambiaría las cosas...

Tras esto, Pluma contempló a Sneav con una sonrisa en el rostro.

Bienvenida de nuevo, Sneav. Me alegro de tu regreso.

Acto seguido, Pluma se acercó hacia Ayros y se sentó cerca de el, contemplandolo, fascinada.

Rienott me pareció una elección tan valida como cualquiera de vosotros. En lo que a mi respecta todos sois sospechosos, y desde luego me parecéis todos idiotas, solo que algunos lo disimulan mejor que otros.
 

¿Alguien tiene algún problema con eso?

Neheri sonrió a Sneav.

- Bienvenida...- después escuchó a Corey y no pudo evitar dedicarle un guiño de desacuerdo- Hablas poco, no aportas nada y encima te atreves a llamarnos idiotas... si esa va a ser toda tu aportación es mejor que permanezcas en silencio- sentenció seria.

- Así es Neheri... - Dijo Delos casi suspirando, mientras con su mano diestra mecía los cabellos de Lianne.- Te doy la razón... por cierto no respondiste a mi pregunta anterior. ¿Podrías respondérmela por favor?

Contento con la compañía de aquella ave sobre su hombro, Delos murmulla un leve canturreo para acompasar al pequeño ser, Tratando que se sienta cómodo.

Nuevo juicio, nuevos acontecimientos. Nuraus observa impasible el devenir del fin del día. Dos muertes, muchas opiniones y revelaciones y una resurrección.

Nuraus se alegró sobremanera de que Sneav volviese con ellos. Respetaba lo que representaba, respetaba el frío, el invierno, la sensación de libertad. Sneav representaba todo ello y se alegró de que estuviese de nuevo con ellos.

En un momento en que los ojos del hada se encontraron con Nuraus, este inclinó la cabeza en señal de respeto y alegría. Los fríos hombres del norte sabían lo que significaba perder a la portadora del invierno. Por eso su vuelta debía ser celebrada.

Sin embargo fueron las palabras de Corey las que consiguieron aflorar una sonrisa en los labios del hombre. Rió para dentro y muy contento. Le gustaba. Aquellos labios agarrados al cigarro le hicieron recordar buenos tiempos y no se sintió ofendido por sus palabras. Tenía razón, en parte. Rienott era un héroe de la Amalgama y por ende alguien factible de ser votado. Fuese inocente o culpable, una más para ser elegido. No había obligación en votar a los señalados, había obligación en votar a los que cada uno considerase sospechosos. Miró a la chica y sonrió pero nada dijo. Permaneció impasible y atento a las palabras de unos y otros.

Ayros... Musitó M mientras veia a la criatura de llamas doradas posarse junto a It Bure
Una llamarada crepitó delante de los ojos del ser y se volvia dando la espalda a la escena y buscando a Ehalli.
Querías saber algo sobre mi? Bien,te contestare. Como le dije a Neheri yo siempre he sido cambiante y con cada cambio todo se remodela y no lo hace a la vez. Aunque la coraza se vea distinta siempre hay algo que no lo hace.¿Algo mas?

A Neheri le costó recordar que pregunta le había formulado Delos, entre la inconsciencia que precedía al amanecer y el resto de aportaciones. Aquella duda en el corazón de Delos había quedado sin respuesta. Así que haciendo un esfuerzo de memoria consiguió recordar algo relacionado con un don arrebatado a Delos.

- Lamento decepcionarte Delos... pero yo no poseo ningún don arrebatado. El mio es mio, desde el principio. Y sigue exactamente igual, sin ningún tipo de variación. Las acusaciones que formulo se deben a mi sentido común y nada más. Mi respuesta, ¿te satisface?